Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 15



Los días pasaron y las exploraciones continuaron al igual que los entrenamientos. No habían vuelto a ver camiones de la cúpula, pero eso no los tranquilizaba.

Ian y Mandy mantenían su amorío discretamente, sobre todo para que Lucas no hiciera una escena; al final Paz no pudo controlar sus impulsos femeninos y le contó que ella y Drake los habían visto. A Mandy no le agrado la idea de que Drake supiera, por miedo de que le comentara algo a Lucas, pero sabía que los chismes y hablar de la vida de los demás no eran los pasatiempos favoritos de Drake, así que de hecho se emocionó cuando Paz le dijo lo juntico que estuvieron espiándolos, aunque Paz lo contaba con naturalidad sin darle mucha importancia a los hechos.

Por otro lado, Drake por alguna razón que no entendía, sentía la necesidad de contarle a Lucas lo que había pasado, pero se retractaba cuando recordaba que le había prometido a Paz no decir nada de lo que habían visto sobre Mandy e Ian. Él en realidad no quería contarle a Lucas lo que hacía su hermana cuando se perdía, quería desahogarse, contarle lo que había sentido cuando tuvo a pocos centímetros el cuerpo de Paz.

Un día Mandy había convencido a Ian de llevarla a una exploración, con la excusa de que era injusto que a ella y a Paz las denigraran, pero en realidad solo quería pasar más tiempo con su chico; ya que mantenían su relación discretamente, no se dedicaban el tiempo que les gustaría.

Ese día Ian, Mandy, Paz, Carlos y Max se preparaban para la expedición al atardecer.

— Ya sabes, en cuanto puedas, distraes a Max y a Carlos —le dijo Mandy guiñándole un ojo a Paz— Aunque seguro tendré a Carlos como un chicle —Paz solo pudo reír.

— No te preocupes, te echare una mano.

Los chicos estaban en la entrada de la cueva preparándose para la expedición, confirmando que su equipo cumpliera las normas de seguridad. Lucas y Drake aparecieron para despedirse.

— No se preocupen, iremos a una cueva cercana y muy accesible para que las chicas se vayan familiarizando —explicó Ian.

— Entonces ¿Podría ir? —preguntó Drake con apremio.

— Dios.... —añadió Paz cansada

— Paz, ya estoy bien, créeme —la chica se conformó con cruzarse de brazos sin decir nada.

— No lo sé Drake, tres personas inexpertas en el mismo viaje no me parece sensato.

¿Cómo se le ocurre compararme con ellas?, pensó Drake

— Yo aprendo rápido, y tengo mejor rendimiento físico, más que Carlos.

— Estoy aquí —Drake ignoro la queja de Carlos

— Si dices que será una expedición simple será perfecto para mí.

El bombillo se prendió en la cabeza de Mandy.

Vio la oportunidad de deshacerse del chismoso de Carlos. Si Drake iba en lugar de él, Paz lo podría mantener distraído bastante bien y así ella podría tener un verdadero momento a solas con Ian.

— Drake tiene razón —añadió Mandy— es un buen momento para que se incorpore a sus actividades, puede ir en lugar de Carlos —Mandy vio a Ian con su mirada sugerente, él moreno lo entendió, lo pensó unos segundos, pero no pudo evitar caer en sus encantos.

— Es... está bien, si Drake se siente capaz, puede venir.

El chico asintió con ánimos e intercambio con Carlos su equipo y herramientas.

— Les echas una miradita —le dijo Lucas refiriéndose a su hermana y a Ian cuando ya iban a partir.

Los chicos avanzaron en fila guiados por Ian, luego Mandy, Drake, Paz y Max cerrando la marcha. Caminaron por un camino seguro bajando la montaña, a diferencia de otras veces que debían escalar.

Llegaron a una cueva que ya habían investigado antes, pero no por completo, así que Ian quería continuar la exploración en donde la habían dejado.

Para que fuera más rápido y abarcar más espacio se dividieron en dos grupos, Ian y Mandy por un lado; Drake, Paz y Max por otro lado, el único que se mostró intrigado por esa distribución fue Max pero no puso objeción. Ian le entrego a Max un cuaderno para que anotara los descubrimientos e hiciera un mapa del lugar, y así se dividieron tomando caminos diferentes.

Max guiaba el camino explicando algunas cosas que Ian le había enseñado mientras anotaba en el cuaderno, llegaron a una parte que se dividía en varios túneles, no encontraron conveniente dividirse así que revisaron cada túnel uno por uno. Los dos primeros parecían no tener fin, pero se habían vuelto tan estrechos, que no les permitió seguir avanzando.

El ultimo se veía igual que los otros, pero era estrecho desde el principio, debían ir obligado uno detrás del otro, Max iba adelante guiando, luego Paz y Drake. Algunas veces por la torpeza de Paz, Drake se tropezaba con ella, cuando sucedía Drake se sentía nervioso y sentía que comenzaba a sudar. 

«¿Pero que me pasa?».

Al final del túnel se escuchó un sonido familiar. El camino termino mostrando un acantilado, al fondo un rio se expandía con ferocidad.

— Parece que el agua de la cascada llega hasta aquí —comentó Max mientras anotaba en el cuaderno.

En el poco espacio que les quedaba, Paz y Drake intentaron asomarse para ver el rio del que hablaba Max, uniéndose aún más entre sí 

«¡Basta cuerpo! Contrólate».

— Sera mejor que demos media vuelta y regresemos —concluyó Max, y así hicieron.

Ahora Drake iba adelante liderando el camino. Caminaron alrededor de un minuto cuando se escucharon unas voces al final del túnel que seguramente provenían de Ian y Mandy. De un segundo a otro Max tomo la mano de Paz y la jalo hacia atrás.

— ¡Apaga la linterna! —le susurro.

La chica rápidamente apago la luz de su casco, pero Drake parecía no enterarse de nada.

Paz lo tomo de la mano y lo jalo hacia atrás como había hecho Max con ella. El Chico se giró sobresaltado, y Paz apago la luz de su casco, colocándole un dedo en la boca indicándole que guardara silencio.

Estuvieron callados mientras las voces comenzaban a oírse claramente.

— Esta cueva también parece estar deshabitada, señor —una voz masculina se escuchó— Afirmativo señor... Hay unos túneles estrechos, es poco probable que alguien viva aquí... Aún hay cuevas que no hemos explorado... Como ordene, señor. Muy bien ya escucharon —finalizó lo que parecía ser un soldado.

Escucharon unos pasos mientras los nervios comenzaban a florecer, no pudieron evitar pensar que en cualquier momento alguien aparecería por aquel túnel. Comenzaron a retroceder lentamente intentando no hacer ningún ruido, Paz que aun tomaba la mano de Drake la apretaba con fuerza para mantenerse de pie mientras retrocedían.

El ruido de las pisadas comenzó a desvanecerse, los chicos esperaron unos minutos de absoluto silencio para volver avanzar. Salieron del túnel confirmando que aquella caverna estaba desolada, caminaron hasta el punto donde se habían separado de Mandy e Ian y esperaron unos minutos a que aparecieran, al no hacerlo, decidieron ir a buscarlos asustados de que las personas que habían estado en aquel lugar los hubieran encontrado. Paz pensó que, si estaban bien, no querían ser interrumpidos, pero al demonio eso, estaba preocupada.

— ¿Creen que eran de la cúpula? —preguntó la chica.

— No se me ocurre quien más —afirmó Max

— ¿Crees que se fueron?

— Es lo que parece.

— ¿Y si nos esperan afuera? —pensó Drake

— Habrá que salir con cuidado.

Llegaron a una caverna que, igual a la que ellos habían estado, se dividían en varios túneles.

— ¿Cómo sabremos en cual están? —preguntó Drake.

— Dividámonos —sugirió Max.

— Yo no pienso aventurarme sola —se quejó Paz.

— Entonces ve con Drake —dijo Max imitando su voz.

Ambos intercambiaron miradas incomodas, pero ya Max se había perdido de vista por un túnel, así que Paz decidió ir detrás de Drake.

Mientras caminaban Drake decidió hablar para cortar el silencio incomodo.

— ¿Cómo vas con la formula de la inmunización?

— Bien

— ¿Solo bien? ¿Cuándo estará lista?

— Creo que ya lo esta.

— ¿Enserio? ¿Y cuando podremos colocárnosla?

La chica guardo silencio sin decir nada.

— ¿Paz?

— Tengo miedo de que no funcione.

— Si no funciona, harás otra, se que puedes.

— No lo entiendes, no quiero arriesgarme y que terminen como...

Drake se detuvo para mirarla de frente.

— ¿Cómo quienes? —la chica suspiro fuerte.

— Como mis padres.

— ¿Tus padres?

— Mis padres trabajaban en el proyecto inmunización —comenzó Paz atrayendo la atención de Drake por completo—, experimentaban con el ADN de los escarabajos que son invulnerables a los rayos u.v. combinándolo con el de los humanos, el objetivo era cambiar nuestro genoma y volvernos inmunes también.

Paz tomo una gran inhalación

— Mis padres solo querían ayudar a la humanidad, nunca quisieron el mal para nadie, es por ello que al estar conscientes del peligro que podría ser experimentar directamente con humanos mi papa se ofreció como conejillo de indias. Cuando mi madre le inyecto la fórmula de inmunización el efecto no fue inmediato, estuvo varios días bajo observación, su piel cambio, se oscureció y se volvió dura, un efecto secundario mínimo para la gran bendición de ser inmune.

— ¿Es decir que lo consiguieron?

— Pues... el objetivo de ser inmune fue cumplido, pero con los días otras funciones fueron cambiando, primero fue el olfato, lo cual era fastidioso para mi padre ya que cualquier olor lo perturbaba, luego fue la vista, su percepción se volvió diferente y sus ojos se volvieron negros, pero lo peor fue cuando perdió la capacidad de hablar, poco a poco fue cayendo en una especie de estado vegetal hasta ser prácticamente un cuerpo sin vida.

— ¿Así fue como murió tu papa?

— Bueno, no estaba en realidad muerto, mi madre busco la forma de reparar el daño, pero jamas lo consiguió, lo que si logro fue encontrar el error en la primera formula, pero ya nadie quería ser voluntario, ni siquiera ella, después de todo tenía 2 hijos pequeños y su esposo estaba incapacitado. 

»La cúpula trajo a unos apatriados para someterlos a la nueva fórmula con la promesa de que vivirían ahí, mi madre no sabía nada pero afortunadamente todos reaccionaron positivamente, así que le ordenaron que produjera más de ese nuevo antídoto, ella estaba molesta y acepto con la condición de que los primeros beneficiaros fueran los apatriados que eran los que estaban verdaderamente expuestos. Ellos obviamente no estuvieron de acuerdo, por suerte mis padres nunca dejaron registros de sus inventos en las industrias Nueva era, toda la información estaba en sus apuntes y en archivos muy bien protegidos en la casa.

— ¿El gobierno jamás tuvo en sus manos la formula?

— No la correcta.

— Entonces jamás pudieron llevar a cabo el proyecto inmunización.

— No, el presidente estaba muy molesto, comenzaron a experimentar basándose en la primera formula fallida, pero jamás lo lograron, amenazaron a mi madre, pero ella mantuvo su posición, estaba tan molesta con el gobierno que borro cualquier registro que pudiera llevarlos a la formula correcta. La cúpula como venganza experimento con ella hasta que termino como mi padre, un monstruo sin vida perdida en el espacio–tiempo, o es así como los recuerdo, dos cuerpos humanoides lejos de ser humanos, con ojos vacíos, sin vida, sin alma, sin reconocerme.

— ¿Los llegaste a ver en esas condiciones? —un temblor en el labio inferior de Paz confirmo su pregunta.

— Ellos solían llevarme al trabajo, enseñarme cosas, pero en los últimos meses lo dejaron de hacer. Luego mi padre dejo de ir a la casa, mama decía que estaba muy ocupado en el trabajo, ella cada vez se veía peor, tenía grandes ojeras, estaba más flaca, pero yo apenas era una niña, no tenía idea de lo que podía estar pasando, luego ella también dejo de ir a la casa.

Paz se detuvo para contener un llanto que amenazaba con salir, tomo una gran bocanada de aire para poder continuar con la historia.

— Le rogué tanto a mi tío que un día acepto llevarme a las industrias en donde estaban mis padres, él tenía un plan para distraerme y regresar pronto a casa, pero logre escabullirme y fue cuando los vi, dos cuerpos flacos, tostados, sin brillo en los ojos, estaban en una especie de celda de vidrio, no estaban atados ni nada por el estilo, caminaban en cuatro patas por el lugar.

»Mi mama me vio y se acercó para olfatearme, en ese momento en el que ella estuvo tan cerca fue cuando los reconocí, pero por alguna razón sentía que ella no lo hacía, tampoco él. En ese momento mi tío me encontró y me saco de allí rápidamente, nunca le pregunte y él tampoco me explicó, pero él lo sabía, sabía que yo los había reconocido, pero jamás tuvo el valor de explicarme. A los días mi tío Joaquín firmó una autorización para realizar una eutanasia a mis padres, jamás los volví a ver.

— Lo siento mucho Paz...

— Tampoco es como si hubiera querido verlos en ese estado, fue mejor así.

Paz respiraba profundamente para controlar sus emociones, dudoso, Drake fue pasando lentamente su brazo por los hombros de Paz, la chica recibió el abrazo con agrado y cubrió su rostro en el hombro de Drake, dejando salir silenciosamente algunas lágrimas.

— Debió ser una infancia muy dura —dijo Drake aun abrazándola.

— Siendo sincera, antes de eso no recuerdo nada, es como si mi mente no quisiera recordar para protegerme, quien sabe que otras cosas horribles hubiera visto.

— ¿No recuerdas nada? —preguntó con curiosidad.

— A veces tengo episodios borrosos, creo que mis padres llegaron a llevarme a sus actividades de voluntariado fuera de la cúpula, pero creo que estaba muy pequeña para recordar.

Drake se quedo en silencio pensativo, desde que la vio sabia que no lo recordaba o al menos no lo reconocía, pero se dio cuenta que Paz de verdad tenia un gran vacío en su memoria.

— ¿No recuerdas nada? ¿A nadie? Cuando estabas fuera de la cúpula —dijo separándose un poco para verla a los ojos.

Paz negó con la cabeza tratando de recordar.

— El día que Lili y Liam jugaban, lo sentí muy familiar, como si un recuerdo chocara en mi memoria, como si hubiera tenido un buen amigo en la infancia.

Drake la miro fijamente, abría y cerraba la boca pensando en si debía decir algo.

— ¿Sucede algo? —le preguntó Paz.

— Y-yo, yo si me acuerdo de ti.

— ¿Cómo?

— Ibas con tus padres y tu tío, eran una familia muy bonita, tus padres eran muy queridos al igual que Joaquín.

— ¿Y me recuerdas a mí? —Drake asintió lentamente mirándola a los ojos.

— En ese momento no tenia muchos amigos, aun no trataba a Lucas ni a Mandy, estaba solo, y tu te acercaste a darme un plato de comida.

— Vaya, me gustaría acordarme el pequeño amargado Drake —Drake soltó una risa.

— De hecho, te gustaba jugar conmigo.

— ¿Qué? Espera... ¿Por qué no me habías dicho todo esto antes?

— Supuse que no te importaría, después de todo, no me reconocías.

Paz miro al suelo pensativa, haciendo un esfuerzo por recordar algo.

— Como es posible que no recuerde nada...

— Ya no importa —dijo Drake reconfortándola—, ahora somos de nuevo amigos.

Paz lo miro a los ojos y asintió sin vacilar.

— ¿Quién diría que tienes un lado sensible? —bromeó.

Drake sonrió, fue la sonrisa más perfecta que Paz sintió a ver visto en su vida, ambos seguían muy juntos el uno del otro, y como si la gravedad los atrajera sentían que cada vez lo estaban mas.

— ¡Paz! ¡Drake! —escucharon a Max llamarlos.

Los chicos se separaron rápidamente y regresaron a encontrarse con Max.

— ¿Encontraron algo? —les pregunto Max cuando salieron del túnel.

— No —respondió Drake.

En ese momento la pareja salió de uno de los túneles, muy contentos, tomados de la mano, sonrientes, agitados y un poco despeinada en el caso de Mandy ya que Ian usaba el pelo muy corto.

Los tres reaccionaron de maneras muy distintas; Max miro asombrado como si acabara de descubrir algo, Paz sonrió de verlos felices y Drake sintió envidia, de no haber sido él con Paz

— Me alegra verlos sanos y salvos —lanzo Drake. 

La pareja se sobresaltó al notar la presencia de los chicos.

— ¿Que... que hacen aquí? —preguntó Ian

— Estábamos preocupados y vinimos a buscarlos.

— ¿Están saliendo juntos? —preguntó Max sin ocultar su asombro.

— Bueno... —Ian miro a Mandy, luego sus manos que seguían con los dedos entrelazados y supo que era algo muy obvio—... Si

— Haberlo dicho antes, no hubiéramos venido a buscarlos —soltó Max con algo de diversión.

— ¿Estas bromeando? Estaba preocupado, pensé que los habrían secuestrado —dijo Drake.

— Ay por favor Drake, no te comportes como Lucas, pensé que habías aceptado lo nuestro ¿Quién nos va a secuestrar? por el amor de Dios —se quejó Mandy.

Drake miro a Paz «¿Les dijiste?» la chica se encogió de hombros afirmando.

— Entonces no escucharon las voces —se auto respondió Max

— ¿Qué voces? —preguntó Ian

— Había gente en la cueva, estoy seguro que eran de la cúpula —Ian abrió los ojos de par en par.

— ¿Cómo lo sabes? ¿Qué paso? ¿Los vieron?

— Cálmate, escuchamos unas voces y nos escondimos, al parecer hablaban por un intercomunicador con la base, dijeron que no había nadie, no sé qué orden habrá dado la base, pero al parecer se fueron —explicó Max

— Bueno, eso es bueno.

— No del todo, dijeron que aún quedaban cuevas por visitar.

— Eso no es tan bueno.

— Deberíamos tener cuidado al salir, nos podrían estar esperando —agregó Drake

— O nos podrían seguir hasta la colonia —dijo Ian— tal vez no deberíamos salir aun ¿Cómo les fue en la exploración?

— Caminos sin salida —respondió Max— bueno uno si, hacia un acantilado que da a un río interno

— ¿Un río? Es Buena noticia.

— ¿Qué haremos entonces? —preguntó Drake irritado

— Deberíamos esperar un rato, para prevenir que nos vean si aún están en los alrededores.

— Excelente —dijo Max y luego se sentó en el piso cómodamente, todos lo miraron a la expectativa— ¿Qué? ¿Acaso hay otra cosa que hacer? —Ian negó con la cabeza y también se puso cómodo, Mandy lo acompaño.

— ¿Y a ustedes como les fue? —preguntó Drake mirándolos con desconfianza

— Caminos sin salidas también, pero hay varias cuevas pequeñas, servirían de habitaciones —Drake arqueo una ceja sin quitarles la mirada ni un segundo, hasta que Mandy no aguanto más.

— ¿Vas a decirnos algo o vas a pasar toda la noche mirándonos así?

— Nada.

— Bien, concéntrate en lo tuyo entonces

— ¿Y qué es lo mío?

— No me tientes Drake...

— Mejor me callo —Mandy asintió complacida.

Los otros tres escucharon el dialogo a la expectativa, pero ninguno agrego nada más.

Hubo unos minutos en donde el único sonido era el cuchicheo de Mandy e Ian, era una conversación personal, de pareja, así que los otros mantuvieron su distancia sin intenciones de escuchar su conversación, ni intervenir.

— Oye Paz —llamo Drake en voz baja.

— ¿Sí? —dijo acercándose más a él.

— ¿Le dijiste a Mandy que la vimos en la cascada?

— Tal vez... —dijo con un tono de culpa.

— Pensé que no querías que supiera nada.

— Si, se me salió, pero no te preocupes, en realidad parecía contenta.

— Claro que si —dijo con obviedad Drake.

— ¿A qué te refieres?

— Nada, olvídalo... ¿Y por que le contaste? —preguntó Drake mostrando bastante seguridad.

— Y-yo, no lo se —dijo Paz comenzando a ponerse roja—, simplemente se lo comente.

Estaban tan sumergidos en su conversación que nadie noto que se acercaban unas pisadas.

— Manos en alto —les apuntaron.

Los chicos se pusieron de pie rápidamente, sobresaltados, sin armas ni como defenderse, solo obedecieron.

— Pero si es la rata de laboratorio, Mayce; y también la rata traidora de Max —dijo el soldado mirando a Paz— Chicos, los tengo —dijo hablándole a la radio en su hombro.

Ninguno dijo nada, solo se miraban nerviosos y a la expectativa de que pudiera pasar lo peor.

— ¿Qué haces aquí, Gomes? —le preguntó Max.

— Buscándolos obviamente, había buenas razones para creer que estaban aquí.

— ¿Y ahora qué? —le preguntó Max.

— Solo estoy esperando luz verde para matarlos a todos.

Todos tragaron grueso asustados. Otros soldados llegaron igual de armados y listos para disparar. Desde la radio se escucho la orden de matar.

— Iré con ustedes —se apresuró Paz.

— ¿Qué dices? —la tomo Drake del brazo.

El primer soldado se echó a reír.

— ¿Y eso que? —se burló.

— Se que me quieren, no dudes en negarlo, yo tengo que lo ella quiere, yo lo sé, y ella también.

Los soldados guardaron silencio y luego de unos segundos se escuchó desde la radio la orden de que llevaran a Paz con vida.

— Sobre mi cadáver —se interpuso Drake entre los soldados y Paz.

Los soldados cargaron sus armas listos para disparar.

— ¡Drake estas loco! —lo regaño Paz.

— No dejare que esta gente te lleve.

— No hay opción, Drake.

Paz intentaba quitarlo de frente, pero Drake se mantenía duro como un roble.

— Drake, escúchame, es lo que queríamos, regresar a la cúpula, poder armar el plan, y salvar el mundo —susurró Paz.

— No, el plan era que juntos salvaríamos el mudo —dijo Drake volteándose y mirándola a los ojos—, ese siempre fue el plan, desde niños.

Paz lo miro atónita, sin entender a lo que se refería.

— ¿Sabes que, niño? —dijo el soldado— es tu día de suerte, porque pasaremos por el cadáver de todos ustedes y nos llevaremos a la chica.

— Si los matan tengan por seguro que jamás les diré nada —amenazó Paz.

Desde la radio una voz que Paz conocía muy bien se escuchó.

— ¿Ni por tu hermano? —dijo la presidente.

Paz trago grueso.

— Ellos también son mi familia, y no permitiré que nada les pase.

— Solo traigan de una vez a la chica y dejen a los otros en paz —declaro la presidente luego de unos minutos.

Paz avanzo hacia los soldados con seguridad, Drake volvió a tomarla del brazo, pero la chica logro zafarse sin perder su rumbo, no dudo, ni tembló, regresar era la mejor solución.

Los soldados la agarraron, la esposaron y la llevaron afuera en donde estaba un camión de la cúpula esperándolos.

Los chicos se quedaron petrificados sin entender muy bien lo que había ocurrido, no entendían como Paz había negociado con los de la cúpula. El único que entendía era Drake, quien luego de salir de su letargo corrió hacia fuera gritando su nombre.

— ¡Paz!

Logro verla por última vez cuando entro en el camión. En ese momento que Paz escucho su nombre, destellos de recuerdos de su niñez aparecieron en su mente como ráfagas, ella era una niña y él un niño.

— Drake... —susurro su nombre en el último vistazo que tuvo antes de que cerraran el camión y se pusiera en marcha.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro