Lemy, el delator (2)
Tras ese día de escuela los chicos se disponían a volver a casa, y aunque normalmente ellos caminaban de regreso, esta ocasión fue diferente, solo se requirió una llamada de Lupa a Liena contándole lo que había pasado para que esta fuera con todos las hermanos mayores que no estaban allí a buscarlos, a la primaria, combinando la sorpresa y la furia cuando vieron los golpes que tenía Lemy.
Lacy: ¡ESA RATA! Voy a darle la paliza de su vida, lo voy a ir a buscar y lo haré pedazos.
Las palabras de Lacy animaron a casi todos los hermanos a acompañarlo para ver eso, cuando...
Linberd: ¡NO!
Todos: ¿No?
Linberd: Es que no quiero que nadie más salga lastimado, fue suficiente violencia por hoy, mejor vamos a casa.
Tras esas palabras, todos optaron por irse a casa, ya tendrían tiempo para pensar en venganza más tarde, sin embargo, durante todo el camino notaron algo especial, Linberd y Liby estaban sumamente pensativos, no era como otras veces que lastimaban a uno de sus hermanos, ahora solo veían por la ventana con pesar mientras pensaban en algo.
Finalmente llegaron a su hogar, dulce hogar, y en este momento Lemy solo quería su guitarra y olvidarse de todo lo ocurrido, olvidarse de lo que hizo, pero antes de subir un solo escalón, el timbre sonó y al ser el más próximo a la puerta, fue a abrirla, solo para encontrarse justamente con la persona que menos deseaba ver: Frederick Zimmerland.
El chico lo miraba rojo de furia, tenía la cara completamente roja, hasta las orejas... De hecho de forma extraña tenía más rojas las orejas que el resto de la cara; Lemy solo se estremeció espantado por lo que este fuera a hacerle ¿había encontrado una forma de demostrar su inocencia? ¿O solo lo golpearía salvajemente hasta cansarse?
Richard Zimmerland: Hazlo.
Fred ni se movió solo se le quedo mirando a Lars, con la cara roja de ira, sin hacer nada; al menos hasta que su hermano le tomo por la oreja y tiro de esta tan fuerte que incluso lo levanto del suelo por un instante, haciendo que el niño gritara de dolor y de paso, explicando el por qué tenía tan rojas las orejas.
El grito del chico llamo la atención de toda la familia quienes llegaron de inmediato a ver qué pasaba, y en cuento vieron al muchacho, se pusieron furiosos, viéndolo con deseos asesinos.
Lyra: ¡¿Que rayos hace él aquí?!
Richard Zimmerland: Familia Loud, perdón, lo traje para que se disculpara; ¡porque él lo siente mucho! No se que le paso, normalmente no se comporta así.
Frederick: Rich, ¿tenías que tirarme de la oreja tan fuerte?
Richard Zimmerland: ¡Escúchame bien mocoso, después de lo que hiciste no tienes derecho a quejarte, y son mis tirones de orejas u otra cosa peor! ¡¿ENTENDISTE?! El grito asustó a todos los presentes. Ahora que te quedo claro, ¡DISCULPATE!
Frederick, volvió a mirar a Lemy lleno de rabia, eso no era justo, después de que él lo ayudo y fue vilmente traicionado, el que encima lo obligaran a disculparse era insultante... Pero si quería preservar su integridad física no le quedaba más opción, apretando los puños con todas sus fuerzas mientras se tragaba su orgullo, solo pudo decir 2 palabras
Frederick: Lo siento
Lynn III: Pues yo creo que con una disculpa no basta, debieron de expulsarlo de la escuela o algo más.
Richard Zimmerland: Pues justo eso iban a hacer, a expulsarlo.
Lemy: Pero no lo van a expulsar ¿verdad?
Todos: ¿Eso por qué te importa?
Lars de inmediato se puso nervioso sabiendo que había metido la pata, no tenía sentido que se preocupara por el chico que lo golpeo, pero... ¿Por qué rayos se preocupó por Fred? Si esa mañana le hubieran dicho que iban a expulsaran a Fred hubiera celebrado con todos sus hermanos, pero ahora era diferente, aun con todo él odio que le tenía sabía que eso no era justo, no estaba bien que lo expulsaran por algo de lo que era inocente, por lo cual solo vio a las personas que lo cuestionaban e hizo lo único que podía hacer: mentir.
Lemy: ¡Por que nos amenazó con darnos otra paliza si se metía en problema por la primera!
Richard Zimmerland: ¿Con que amenazando a los testigos, eh?
Frederick: ¡PERO SOY INOCENTE!
Sin embargo el grito tuvo un interesante efecto, Linberd se paró firme y camino hasta él viéndolo directamente a los ojos, Ron le devolvió la mirada por un momento y cuando a este se le ocurrió poner una pequeña sonrisa para aligerar el momento, recibió una fuerte patada, que alegro a todos los hermanos Loud, a todos menos a uno, al cual ya le estaba costando sentirse bien con todo esto.
Linberd: ¡¿Cómo te atreves?! ¿Cómo puedes decir que Lemy mintió? ¿Sabes eso como lo haría quedar? Lars se estremeció ante lo que venía realmente no quería escuchar lo que Linberd diría.
Liby: Como basura, si alguien hiciera algo tan horrible sería peor que la basura, y aun si Lemy pudiera mentir con algo así, estoy segura que solo sería cosa de un instante y confesaría, porque claro ¿Qué clase de persona puede quedarse con la conciencia tranquila después de hacer eso? Tendría que ser un canalla, una basura, un cretino, una rata mentirosa.
Lemy: Chicos, por favor, creo que ya está claro.
Linberd: Bueno, pero es la verdad ¿cierto chicos?
Ante esas palabras todos los hermanos Loud les dieron la razón, para mayor tormento de Lemy, en su mente los hermanos intentaban defender a Lemy, decir que él no era una persona así (a diferencia de Frederick) pero el resultado fue diferente.
Lyra: Sería un traidor.
Liena: Tendría que ser escoria, no, aun peor que la escoria.
Lacy: Un completo patán.
Lynn III: Nada más que basura marina.
Londey: Si, tendría que ser...
Lizy: Un dinosaurio que destruye ciudades sin importar qué.
Lops: Si, justamente eso.
Frederick: Si... eso sería ¿verdad?
Lemy: ¡YA!... bueno ya, ya, disculpa aceptada tengo que ir... que ir al baño. Tras decir eso Lemy solo se largó corriendo tan rápido como pudo, encerrándose en el baño y echándose agua fría en el cabeza, intentando calmarse de una manera desesperada.
Esa tarde en la casa Loud, Lemy solo quería olvidar lo ocurrido, no pensar en ellos y dejar que todo esto terminara, por lo que su puso a hacer lo que más le gustaba para distraerse, tocar su guitarra.
Linberd: Lemy ... sé que tuviste un mal día... ¿te haría sentir mejor pasar un tiempo de calidad con tus hermanos favoritos?
Lemy: No estoy de humor Linberd.
Linberd: Vamos... ¿Qué tal si nos vamos a ver a Lupa? Ella está haciendo una lectura de cartas, creo que te vendría bien.
Lemy: No sabía que te interesaran estas cosas.
Linberd: Bueno, si claro, pero Lupa es muy buena con tus predicciones y... Creo que sería muy divertido, además...
Lemy: Te lo repito, no estoy de humor.
Linberd: Vamos hermano, solo es para pasar el tiempo juntos.
Lemy: Está bien.
Acepto Lemy de mala gana, al llegar al sótano, ahí estaban Lupa y Liby, a Lemy no le gustaba estar ahí, pero lo hizo... No por la insistencia de Linberd, bueno, quizás fu un poco por eso, pero es que Lemy no quería soportar a su hermano mayor pidiéndole cosas por el resto del día, así que pensó si solo bajaba y oía el pronóstico de Lupa, más rápido se podría ir de ahí.
Lupa: Oh, llegaste Lemy. Ok Liby, esta es la baraja de tarot, ten cuidado con ella, si maltratas las cartas ya no se podrá usar; para empezar te enseñare a hacer una adivinación exprés, solo barajea mientras te concentras en la persona a la que le deseas hacer la fortuna, vacía tu mente, y toma una carta, luego solo busca su significado en el libro... lo demás es cosa de interpretación, pero es muy avanzado para ti.
Liby: Momento ¿Cómo puedo vaciar mi mente si tengo que pensar en una persona al mismo tiempo?
Lupa: Bueno... solo inténtalo y veamos que tal te sale.
Liby: Ok... veamos que sale.
Liby tomo la baraja hizo una serie de cortes rápidos, dividiendo la baraja en paquetes y luego volviendo a armarla, todo muy rápido y de cierta forma elegante.
Liby: Ok hermanito veamos que te depara el futuro. Ella dejó la primera carta en frente de Lemy.
Lemy: Qué miedo.
Liby: Ok... Busquemos esa carta en el libro.
Liby no sacó una carta cualquiera, sino una que ahora mismo tenía un significado muy fuerte para Lemy, la cara severa plasmada en la carta, como sostenía su espada amenazante en una mano y aún más importante como sostiene una balanza en la mano contraria, era capaz de hacer temblar al pobre niño en estos momentos, una carta que significaba...
Liby: ¡Aquí esta! Es la carta de la justicia, según esto... Significa que se cometió una injusticia y si le sale a la víctima es una muy buena predicción, porque significa que puede estar tranquila, que al final habrá justicia; esto debe ser por lo que paso con Frederick ¿verdad? Eso fue algo muy malo, algo muy injusto, entonces eso significa que pronto abra justicia ¿no te alegras Lemy?
Lemy solo pudo tragar saliva ante los nervios que lo atormentaban ahora, según Lupa, era verdad que eso representaba la carta si le salía a una víctima... pero él no fue la víctima de una injusticia, sino su perpetrador, y en ese caso el significado de la carta es diferente, es una advertencia, casi una amenaza, una señal del universo que le decía que sabía lo que había hecho y que tendría que pagar un terrible castigo por eso. Lemy tembló por un momento ante el miedo de esa amenaza, solo intentado calmarse repitiéndose lo mismo una y otra vez "no hice nada malo... seguro que él se lo merecía", al tiempo que esperaba que esa carta fuera solo una coincidencia, Liby no sabía leer las cartas, apenas estaba aprendiendo, el que saliera esa carta pudo ser perfectamente una coincidencia.
Liby: ¿Lemy?
Lemy: ¿Qué? Uh, perdón... ¿Qué dijiste?
Liby: ¿Qué si no te alegra que pronto se hará justicia?
Lemy: Si... Claro. Bueno ya sé mi futuro, chau.
Liby: ¿Qué? Vamos, quiero saber más del futuro de mi hermano.
Liby solo regresó la carta del juicio a la baraja y felizmente procedió a volver a barajear las cartas, aunque ahora de manera diferente, en esta coacción solo dividió la baraja en 2 paquetes y sosteniendo uno en cada mano los deslizo juntos haciendo que las cartas se movieran como una onda, dando lugar a una mezcla perfecta, y luego con aun mayor elegancia repitió el proceso con una sola mano.
Liby: Ok veamos que te sale hermanito... ¿La justicia? ¿Otra vez?—
Lemy solo jadeo horrorizado, ¿cómo era posible que esa carta saliera 2 veces seguida? El vio como Liby barajeó perfectamente el mazo, era imposible, pero había pasado, esa carta volvió a salir, mirándolo con sus firmes ojos y expresión severa, para este momento Lemy estaba francamente asustado, y pensó en quitarle el mazo a Liby pero antes de poder hacerlo...
Liby: Ok, ya sé que tendrás justicia por lo que paso pero yo quiero saber más cosas. Dijo Liby regresando la carta rápidamente y volviendo a mezclar las cartas, esta vez con una simple mezcla americana, algo más simple y rápido sin tantas florituras como sus mezclas anteriores, sin embargo cuando Liby volvió a tomar la carta, ahí estaba otra vez, la carta de la justicia.
Lemy: Liby, creo no que debemos de jugar con esto. Le dijo Lemy, ya no asustado, sino horrorizado, podía sentir como si la carta tuviera su mirada fija en él, una ominosa mirada, que le indicaba que esto terminaría muy mal para él.
Liby: Es que no lo entiendo... ¿Por qué sigue saliendo la misma carta? Déjame intentarlo un poco más.
Antes de que Lemy pudiera decir nada, antes de poder detenerla Liby siguió barajeando las cartas.
Liby: Ok ahora... una mezcla hindú... Ha... bueno, ahora una mezcla por deslizamiento y... ahora tomaré la carta del fondo... Ha... pues ahora la mezclare de todas las formas...—
No importaba cuantas veces lo repitiera, no importaba que técnica usara, o aun si combinaba todas, el resultado siempre era el mismo, al final siempre salía la misma carta, "la justicia" y con cada nueva aparición Lemy estaba más y más pálido y asustado, esto no podía ser, esto no podía estarle pasando.
Liby: ¿Cómo es que siempre sale la misma carta?, pues cuantas copias de esa carta tiene la baraja.
Solo una, Lemy no lo dijo, pero se lo respondió a sí mismo, solo había una carta de la justicia en toda la baraja, solo una de las 78 cartas, y sin importar que está siempre se las arreglaba para salir, para entregarle a Lemy el oscuro mensaje del universo simplemente con esa fría mirada y su espada amenazante: "sabemos que lo que hiciste".
Liby: Una última vez, es imposible que salga otra vez si hago... ¡Una mezcla etrusca!
En esta ocasión Liby tomo la baraja y comenzó a mezclarla. Tomando al azar y de forma desordenada pequeños montones de cartas, con la diferencia que los iba combinando unos boca arriba y otros boca abajo, un total revoltijo.
Liby: Lo siento por desordenar tus cartas Lupa, pero es que me desespere, y bueno mira. Algunas quedaron cara con dorso otras... dorso con cara y otras... dorso con dorso. Tras enseñarle eso Liby volvió a cortar y mezclar las cartas de forma sencilla, pero justo antes de sacar otra carta, sonó su alarma.
Liby: Lo siento Lemy, tengo algo que hacer... ¿por qué no tomas tú la carta? Tu eres el cliente, solo abre la baraja en abanico y toma la que más te llame la atención, creo que así si será imposible, que vuelva a salir esa carta, ¡vámonos Lupa! Así ambas se fueron.
Lemy lo pensó, era una buena idea, solo tendría que abrir la baraja en abanico y podría ver un poco de todas cartas que estuvieran boca arriba para asegurarse de no escoger "la justicia". ¿Trampa? Claro que lo era, pero a este punto ya no le importaba solo quería librarse de esa carta por lo que procedió a abrir la baraja en abanico y...
Lemy: ¡No!... es... es imposible.
Era imposible, era completamente imposible para el pequeño comprender como había pasado algo así, él lo vio, el vio como Liby mezcló las cartas en un revoltijo dejando unas boca arriba y otras boca abajo pero... al abrir la baraja todas estaban boca abajo, todas ellas, salvo por una única excepción, Lars solo podía ver una pequeña esquina de la carta pero no importaba, ya sabía que carta era, podía sentirlo en su pecho, era esa carta otra vez, lo era, lo sabía, y con una mezcla de horror y curiosidad se dispuso a comprobarlo tomando esa carta, tomándola tan fuerte que la arrugo sin querer... en efecto... era "la justicia".
Lemy nunca había estado tan asustado en toda su vida, procedió a salir disparado como bala del lugar, tal vez para nunca volver allí, no podía creer lo que había pasado, era algo imposible, pero pasó, pasó justo frente a sus ojos, esa carta lo perseguía, aun podía sentir su mirada sobre él, una mirada fría, severa y aterradora, el pequeño ahora no podía dejar de pensar en lo que hizo, el traiciono a Frederick, de una forma sucia y rastrera, y ahora parecía que el universo entero le estaba declarando la guerra como castigo por su pecado, pues nunca podía ocultar ese error, la verdad, a la verdad.
El niño asustado solo pudo en hacer una cosa, meterse en su cama , taparse completamente con las sabanas y quedarse ahí, intentando calmar su mente, no supo en qué momento se durmió, ni podía recordar que había soñado, pero despertó un par de horas después, un poco más tranquilo, sí, pero aun asustado y sintiendo una presencia ominosa sobre él.
Una lección que todos aprendemos tarde o temprano, por muy malo que sea un día este siempre puede empeorar, y Frederick solo esperaba a que su día empeorara aún más, lo traicionaron, lo castigaron, recibió el peor regaño de su vida y todo por algo que él no había hecho y ahora... ahora tendría que confrontar a su padre; Fred solo lo esperaba sentado en el sofá muerto de nervios, había hecho cuanto sus hermanos le sugirieron para calmar la ira de su padre, limpio su cuarto, es más limpio toda la casa, preparo la cena, hizo su tarea, todo cuanto se le ocurriera para que su padre no lo viera tan mal, y ahora solo le quedaba esperar.
Ferdinand R. Zimmerland: Buenas noches Richard.
Eso fue brutal, en cuanto el señor Zimmerland entro a la casa simplemente, miro a sus hijos esperándolo en la sala, hizo una pausa para ver a Fred y esa mirada fue terrible, era una mirada que mostraba una profunda decepción tal como se lo esperaba, pero el que solo saludara a su hermano mayor... eso se sintió mal.
Ron se demoró un segundo mientras pensaba que debía hacer y lo mejor que se le ocurría era mencionarle a su padre todas las otras cosas buenas que hizo, todo sin olvidarse de una sola...
Su padre solo lo ignoro, solo seguía su camino sin tomarse la molestia ni de mirarlo, sin escuchar ni una sola palabra de lo que le decía, tal pareciera que no existía para su padre, y eso le dolía en el alma, la indiferencia duele y puede doler mucho, y que su padre, el hombre que siempre lo defendió y que siempre creyó en él, quien siempre lo quiso, que ahora lo tratara con una frialdad tan inmensa, le estaba doliendo como el infierno, para ese punto ya deseaba que le gritara e incluso que le diera el regaño de su vida, pero ya no podía soportar que su padre lo tratara de esa forma, por lo cual hizo lo único que le quedaba se paró firmemente justo en frente de él y simplemente no lo dejo avanzar a ningún lado, lo confrontaría quisiera o no.
Frederick: Papá... yo...
Ferdinand R. Zimmerland: ¿Cómo se lo explicaras a tu madre? Esa frase, una frase tan simple hizo temblar a Fred, realmente no lo había pensado y realmente deseaba que su madre nunca se enterara de esto. Ella... ella no se merece soportar algo como esto, ¿qué hice mal Frederick? ¿Dónde me equivoque?
Frederick: Papa.... No, no... es que...
Ferdinand R. Zimmerland: A tu madre se le romperá el corazón cuando lo sepa.
Eso llevo a Ron por encima de su límite, podía ser muchas cosas, pero aún era un niño, y no podía soportar más esto, el frió trato de su padre, todos los regaños de sus hermanos, todos los castigos, toda la traición, y ahora que él rompiera el corazón de su madre, eso era demasiado, se sentía realmente mal, no era justo, no era nada justo, toda la frustración y tristeza se arremolinaban dentro de él hasta que no pudo más y sus ojos no tardaron en llenarse de lágrimas.
Ron ya no sabía qué hacer, solo deseaba que algo interrumpiera esto que lo sacara de ese momento tan malo, lo que fuera.
*Ding Dong*
Richard: Uh... Fred, papá... alguien quiere hablar con ustedes.
La noche no estaba resultando mejor para cierto niño amante del rock, realmente se sentía horrible por lo que había hecho, y seguía asustado por lo que paso con las cartas, pero sabía que no podía retractarse.
Lemy: Fred es un raro, seguro que se lo merecía, mi conciencia está tranquila, seguro que esa rata había hecho muchas cosas malas antes, yo solo nivele el terreno, es justo, no tengo nada de qué preocuparme.
Se repetía el pequeño una y otra y otra vez, sin embargo, no podía dejar de sentirse mal, incluso sintió el estómago muy revuelto para cenar esa noche, y que la cena de esa noche fuera sorpresa de pulpo no ayudó, por lo cual el niño solo se disculpó con su familia y usando sus golpes como excusa se fue a su cuarto a acostarse, conciliar el sueño no sería fácil, después de todo se sentía mal y durmió un poco en la tarde, pero esperaba que mañana se le pasara el sentimiento de culpa y pudiera sentirse mejor.
¿Cómo te duermes tan fácil?
¿Cómo piensas solamente en ti?
Lemy de inmediato se levantó muerto de miedo no sabía de donde venía esa voz, pero rápidamente busco su origen por todas partes, pero el cuarto estaba extrañamente oscuro, pero aún más extraño Lemy podía ver perfectamente en la oscuridad, podía escuchar el rechinido de cada madera del cuarto, todo rechinaba como si el cuarto mismo estuviera respirando o mejor dicho latiendo, era como si el cuarto se contrajera sobre sí mismo, generando un horroroso sentimiento de sofoco y claustrofobia que Lemy no podía manejar; el miedo lo hizo intentar correr a la puerta pero en cuanto la toco el brusco movimiento de las paredes lo voto de regreso al centro del cuarto, las paredes se movían más y más rápido, con mucha mayor brusquedad, un latido fuerte y aterrador, un latido que iba a la par con el suyo propio, y los llenaba de miedo cada vez hasta que final sin poder aguantar más grito.
Lemy: ¡¿QUÉ QUIERES?!
El latido se pauso y parecía que la habitación volvía a la normalidad, claro esto le generaba alivio a Lemy, sin embargo, era imposible sentirse bien al estar en una situación tan extraño, solo podía mirar hacia todos lados buscando algo que explicara esto.
¿¿??: Qué buscas Lemy?
Lemy volteo rápido como un rayo al origen de esa voz, un rincón vacío en el cual rápidamente fue formando una figura, grande y oscura, era una visión de Frederick Zimmerland.
Lars casi se orina del susto con eso, viendo tal aparición, era Frederick, solo que tenía un tridente, vestía de camisa roja y pantalón del mismo color y tenía unos cuernos que sobresalían.
Lemy: Eres un demonio, lo sabía.
"Fred": ¿Qué? ¿De qué hablas? Yo... En ese momento la aparición se da cuenta de su aspecto.
"Fred": Yo solo soy la representación de tu mente de... En ese momento la aparición de Fred se da cuenta de algo y voltea a ver a Lemy enfadado. ¿Es así como tú me ves? ¿Cómo el Diablo?
Lemy: ¿No lo eres?
"Fred": Ok, ya no seré amable contigo ¡Lemy! ¡Tú me mataste!
Lemy: No, no, tú no estás muerto, solo estas castigado.
"Fred": Ha... es cierto... De todas formas, estoy castigado por tu culpa, yo solo intente ayudarte y me traicionaste. Yo fui a ayudarte cuando más lo necesitabas, fui el único que te hubiera ayudado, yo solo intente ser bueno contigo, yo me preocupe por ti y me traicionaste.
Lemy: No... yo... yo... no tenía opción...
"Fred": Eres un traidor Lemy, la peor clase de escoria del mundo, dices que querías protegerte a ti mismo porque yo soy malo, pero ahora mismo tu eres mucho peor.
Lemy: No... no es verdad yo...
"Fred": Sufre, sufre rata cusca, perro sarnoso, gato de alcantarilla.
Y con eso Lemy se despertó en su cama, completamente asustado mirando a todas partes, todo estaba normal, Lyra dormida, y sin rastros de Frederick... fue un sueño, solo un horrible sueño, Lars intento calmarse lo más que podía sin embargo volver a dormir fue una gran lucha para el pequeño.
Era una nueva mañana en el pueblo, y para todos los chicos eso significaba un nuevo día de clases, cosa que a casi ningún chico le gustaba, sin embargo, había cierto chico que estaba particularmente de mal humor él día de hoy, Lemy, casi no había podido dormir, realmente se veía mal, se notaban sus ojeras y su cansancio, y su familia lo achacaba a otra cosa.
Lyra: Vamos Lemy, no tienes nada de qué preocuparte, si ese tonto quiere volver a meterse contigo, seguro que lo expulsan.
Lops: Yo ya quiero llegar a la escuela. ¿Qué? Quiero ver el castigo que le pusieron a ese tonto ojalá sea algo muy grande.
Ante esa idea casi todos los hermanos sonrieron, muy felices de imaginarse a Ron sufriendo, y todos comenzaron a fantasear con eso.
Finalmente llegaron a la escuela y vieron en qué consistía el castigo de Frederick... ¿tengo que decir que todos estaban equivocados?, su castigo era ayudar a la conserje por lo cual estaba barriendo la entrada de la escuela, de mal humor.
Lacy: ¿Qué solo esto? El sistema no funciona.
Frederick: No molesten.
Lois: Pues yo creo que es un castigo cruel e injusto.
Frederick: ¿En serio? Bueno... gracias, yo...
Lois: Si... ¿Qué hizo la pobre conserje para tener que soportarte? Jajaja ¿entienden? Logrando carcajadas sonoras de los Loud.
Por fin otro día de clases había terminado, y eso era un gran alivio para Lemy, aunque trabajar para la fiesta del día de la amistad le sirvió de distracción y lo relajó mucho, quería dejar de ver a Fred trabajando y escuchando todos los comentarios de sus compañeros sobre la paliza que recibió, podría quedarse en casa, tocar música o ver algo en la televisión que le calmaran los nervios, algo con que distraerse para no pensar en nada, sin pensar en lo que hizo, o en las palabras de Liby y Linberd, o lo que paso con las cartas...
Sin embargo, algo lo tenía inquieto, era algo muy sutil pero el día anterior... cuando Richard Zimmerland llevo a Frederick a que se disculpara, lo miraba con pena, sintiéndose mal por lo ocurrido, con cierto dejo de culpa, pero hoy cuando se topó con ellos solo por un segundo cuando él fue a recoger a Fred... Richard lo miraba con indignación, y con enfado... ¿podría ser que...? ¿Fred la representación de la verdad? Eso era imposible, su mentira logro engañar incluso a Liby y a Linberd, era imposible que alguien le creyera sin pruebas y no había ninguna que lo condenara, debía ser solo su imaginación.
Lemy llegó a su casa, y vio que Linberd, Liby y Lynn III estaban ocupando la televisión.
Lemy: (Pensando) Con razón se apresuraron tanto a llegar a casa tras salir de la escuela. Pensó el chico, por lo que decidió ponerse a tocar música, algo que lo relajara, y que mejor que escribir música para relajarse por lo que vio su libro de notas abierto y cuando encendió la luz...
Lemy: ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!
El grito del niño hizo retumbar toda la casa, llamando la atención de toda su familia, quienes de inmediato fueron corriendo a ver qué había ocurrido; y por suerte lo hicieron pues el niño en su terrible ataque de pánico intento escapar tan rápido que casi se cae de las escaleras del ático, siendo atajado por Lacy en una maniobra rápida.
Lynn III: Guau Lemy, ¿qué te pasa?
Lemy: Mi... mi libro... mi libro de música...
Lemy no podía explicar lo que había visto, estaba demasiado aterrado para poder ser coherente, por lo cual producto de la curiosidad Londey fue a buscar el libro en cuestión, encontrándolo de forma rápida y bajándolo.
Londey: ¿Este libro? ¿Qué tiene?
Lemy: ¡A... alguien... alguien escribió en mi libro! Finalmente pudo decirlo y la reacción de todos fue la misma.
Todos soltaron un quejido de fastidio, estaba bien que a Lemy le importara mucho sus cosas, y que se enfadara si alguien le hacía algo, pero gritar de ese modo, y montar tal escándalo, eso era otra cosa.
Lyra: No seas bebe, sabes que tienes que cuidar tus cosas, aquí nadie respeta nada si no lo cuidas.
Lacy: Dos por ser un llorón.
Lupa:: Rayos Lemy, no exageres enano.
Lemy: ¡No lo entienden!
Y era la verdad, no lo entendían, si hubiera sido una escritura normal se hubiera molestado, pero no se hubiera espantado de esa forma, pero al abrir el libro y encender la luz pudo ver como de forma brusca y agresiva estaba escrito "mentiroso" "traidor" "falso", y para su completo terror... no sabía cómo podría explicar eso, pero las palabras brillaban, brillaban en un color extraño, un rojo fantasmagórico, y lo que más lo aterro, entre las 2 páginas estaba colocada una carta, una de las cartas del tarot de Lupa "la justicia".
Liby: Bueno Lemy, entonces explícanos.
Lemy tuvo que tomarse un momento para calmarse entes de comenzar a explicar, como explicar algo tan extraño a sus hermanos, todos lo veían raro era claro que nadie le estaba creyendo.
Linberd: Momento, por qué diría "mentiroso" "falso" o "traidor" ¿has mentido sobre algo Lemy?
Lemy ya no quería seguir con esto, esto realmente lo estaba asustando, al sentirse perseguido, por lo cual lo pensó un momento, por un momento en solo contar la verdad y aceptar su castigo pero... pero no quería echarse atrás, no podía.
Lemy: No... en nada.
Lyra: Bueno ya, esto es tonto, veamos lo que dices. Lyra tomo el libro, lo abrió y... nada, bueno estaba la carta del tarot como dijo Lemy pero nada de palabras espectrales.
Lemy: ¡¿Qué?! ¡Ahí estaban, les juro que ahí estaban! Bueno pero... ¿Cómo explican la carta?—
Lacy: ¿Qué importa? Es solo una de las cartitas de Lupa, tal vez tú la pusiste ahí.
Lemy: ¡Claro que importa! ¡Yo nunca la pondría ahí! ¡Esa carta me persigue!—
Lynn III: ¿Cómo que te persigue?
Lemy: ¡Sí! Ayer Liby estaba aprendiendo a sacar las cartas con Lupa y esa carta siempre salía, una y otra y otra vez, sin importar que esa carta siempre salía, Liby saco la carta 7 veces—
Lynn III: Imposible, la probabilidad de que eso pase siete veces es una en más de 10 billones.
Lemy: ¡PERO PASO! Y luego yo estaba muy nervioso y podía sentir la carta persiguiéndome y solo me escondí en las cobijas y creo que me quede dormido porque después de un rato desperté, y después...
Lyra: Uh... Lemy, hermano ¿no crees que pudo ser solo un sueño?
Lemy: Pero Liby y Linberd estaban ahí vamos chicos cuéntenle todo a ellos.
Linberd: Lemy... nosotros... no tenemos idea de que hablas—
Lemy: ¡¿QUÉ?!—
Liby: Yo si fui a verte ayer, pero te encontré dormido en tu cama, solo te arrope y... oh, si ya recuerdo, tome una de las cartas de Lupa para usarla como separador y no perdieras la página donde te quedaste, perdón si eso te asusto hermanito, ¿pero ya ves? Todo tenía una explicación lógica; pero... si algo te molesta tanto para causarte pesadillas a ti... creo es muy obvio que debes decirnos que es—
Lemy se quedó con la boca abierta, ¿fue un sueño? ¿Cómo la aparición de Fred en su cuarto? ¿Todo había sido un sueño? ¿Tan mal se sentía por lo que hizo? Tal vez era solo eso, tal vez tenía que admitir su culpa, después de todo la aparición de Fred lo dijo, él solo lo había tratado de ayudar, no se merecía algo como eso... Lars miro alrededor, a sus hermanos preocupado por él y que hacían gestos como si se estuviera volviendo loco... Y entonces vio la carta y vio esa tonta carta que le asusto tanto, era solo una tonta carta arrugada.
Lemy: No...
Liby: ¿No?
Lemy: No, no tengo nada que contar. Si era verdad y todo estaba en su mente solo tenía... solo tenía que superarlo, no había necesidad de confesar nada... o eso esperaba.
Linberd: ¿Estás seguro hermano?... no es por ofender, pero estas actuando algo... loco.
Lemy: ¡No estoy loco! ¡Créeme! Solo... nervioso, muy nervioso, Horriblemente nervioso; pero no loco.
Huuuu... Esto se pone bueno, el misterio manda en estos capítulos.
Y bue, parece que hacer énfasis en la suerte (que tendré siempre y cuando cierta persona se vista de ardilla xD) hizo, que actualizara rápido, si el de arriba se apiada de mí, publicaré el especial del 14 de febrero, y solo tengo diez palabras escritas hasta ahora, ya me fregué...
Preguntas:
¿Les gustó el capítulo?
¿Les gustó las referencias?
¿Cuál fue su parte favorita?
¿Qué les parecieron mis 3 pequeños intentos de generar miedo? La habitación que palpita, la carta que persigue a Lemy, y las palabras fantasmagóricas.
¿Notaron... algo... sospechoso?
Saludos para:
y en fin, a los que siguen esta historia.
Hasta el próximo capítulo, mis amigos.
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