Lemy, el delator (1)
Otra tranquila tarde de invierno en Royal Woods, Michigan, el aire de la temporada aún corría por las calles dejando una estampa blanca en los árboles, hermosos copos de nieve volando al viento; realmente parecía un cuadro de estampa, un hermoso invierno en un pequeño pueblo; y es en este día tan hermoso nuestra historia comienza, a solo un par de calles, en un pequeño edificio acogedor conocido como: La primaria de Royal Woods.
En este lugar el ambiente no era menos acogedor, los niños ya estaban con planes de qué hacer el día de los enamorados, y con algunas ideas muy especiales, decoraciones de corazones inundaban el ambiente. El día del amor y de la amistad era un día querido por muchos puesto que puedes recibir entregar cartas a tus amigos o a esa persona especial, pero ese no era el caso para cierto niño que caminaba por los pasillos de la escuela, con su tatuaje y su cabello beige como el café con leche, Lemy Loud.
Leia: Eh hermano puedes... ¿Pero qué te paso en la cara?
Una pequeña niña rubia, que usaba una camisa blanca y una falda rosada, se le acerco, simplemente quería preguntarle a su hermano mayor si tenía un dólar que le prestara, una solicitud común de la pequeño, después de todo Leia era algo codiciosa y vio algo que le gustaba; pero al ver a su hermano se quedó de piedra pues este estaba sonriendo, si claro no era la sonrisa más grande del mundo, pero ella se sorprendió siendo que Lemy desde hace un tiempo odia esa fecha.
Lemy: No es nada.
Leia: Habla Lemy, estabas sonriendo y tú nunca sonríes cuando se trata de San Valentín. ¿Qué paso? ¿Te ganaste la lotería u otra cosa? Y en cuanto Leia pensó en lo que acababa de decir se pegó mucho a su hermano mayor en un gesto cariñoso. Por si es así déjame decirte que eres mi hermano favorito.
Mismo gesto que Lemy rechazo, apartándola con el brazo, obligándola a apartarse, pues a este no le gustaba nada esas cursilerías.
Lemy: No, es solo que, el director escogió mi idea para las decoraciones de la fiesta del día de la amistad.
Leia: Guau, hermano eso es genial, sé que va a estar increíble... ¿Pero me dejas vender boletos? – Pregunto la pequeña con esperanza de poder sacar algo de beneficio para ella.
Lemy: No.
Esa fue toda respuesta que le dio Lemy a su hermanita, antes de simplemente marcharse. Tenia mucho que planear, la fiesta seria en tal solo unos días y tenía muchas ideas para hacer de esta la mejor fiesta del día del amor y de la amistad que su escuela haya visto jamás, solo siguió caminando feliz mente por los pasillos pensando en todas las posibilidades cuando... ¡Pum, puñetazo en la cara!
Lemy cayó al suelo por el fuerte golpe, frotándose el lugar del impacto, en un intento de aliviar el dolor, dolor tan intenso que ya hacia seguro que le saldría un buen moretón en ese punto, y estaba bastante desorientado por lo sorpresivo que fue ese golpe, sin lograr entender que había pasado intento parase; pero antes de tener oportunidad de recuperarse, recibió otro golpe, en esta ocasión una patada justo en el estómago, sacándole todo el aire, sin darle oportunidad para hablar y menos de gritar por ayuda.
Gabriel: Pero mira a quien tenemos aquí Waylon, el pequeño Lemy "basura" Loud. Apodo que le pusieron ese par justamente porque siempre lo terminaban metiendo al bote de basura.
Waylon: Si, la pequeña sanguijuela no se supo esconder el día de hoy. El infeliz le dio otro fuerte puñetazo al niño, mientras este en el piso solo intentaba recuperar el aliento de forma desesperada.
Gabriel: Waylon, ya sabes que hacer.
Waylon de inmediato obedeció, obligando a Lemy a ponerse boca arriba y sentándose sobre su estómago aplastándole, mientras tapaba con una mano su boca para asegurarse no fuera a decir nada, mientras con la otra mano le daba alguno que otro golpe mientras reía.
Gabriel: Mira pequeña basura, sabemos que la directora escogió tus ideas para la fiesta del día de la amistad por sobre las nuestras, y siendo honestos las nuestras eran mucho mejores.
Lemy sabía perfectamente por donde iba esto, y no le gustaba para nada, ese par sugirió no gastar nada en decoraciones sino solo poner una gran bolsa de chucherías para que todos tomaran dulces de ella, y con "todos" querían decir que solo ellos dos podrían tomar dulces, pues amenazarían a cualquiera que se atreviera a tomar una sola pieza; y ahora él los tenía encima, y como les había arruinado los planes, sabía que se desquitarían con él.
Gabriel: Nos quitaste una gran oportunidad basura y creme que de esta te vas a acordar. Al tiempo que el bravucón piso las partes privadas de Lemy, haciendo que se retorciera de dolor.
Lemy estaba atrapado, no podía quitarse a ese enorme idiota de encima sin importar cuanto intentara, tampoco podía gritar por ayuda, y había estado tan metido en sus ideas que se metió en un pasillo muy solitario, sin nadie a la vista que podría ayudarlo, que va, aun si algún chico pudiera ver lo que pasaba nadie se metería en problemas con ese par de bravucones solo para ayudarlo; estaba muerto, estaba bien muerto; solo con sentir el pie de ese maldito de Gabriel pisando su intimidad ya no aguantaba el dolor, y Waylon se estaba preparado para darle tremendo puñetazo en la cara; estaba a punto de llorar. Si, era Lemy Loud, un chico que tenía fama de muy rebelde e insensible al dolor, pero igualmente era solo un niño, un niño de 10 años, nadie podría culparlo por terminar llorando por el miedo y la paliza que le iba a tocar.
Lemy solo dio un último vistazo, sintió como Gabriel seguía pisándolo cruelmente y vio como Waylon retrocedía su puño para golpearlo en la cara con todas sus fuerzas; y cerró los ojos, un reflejo instintivo, cerrar los ojos para negar el dolor que se aproxima y entonces escuchó tremendo golpe en la mandíbula.
Lo escucho, mas no lo sintió, en lugar de sentir el dolor de un nuevo golpe, sintió un enorme alivio, pues Gabriel dejo de pisarlo; aún no sabía que había pasado, pero seguido a ese primer golpe escucho otro y otro más, y todos acompañados de quejidos de dolor de Gabriel.
Fue entonces cuando se animó a abrir los ojos y vio a un chico algo mayor que él, dándole una paliza a Gabriel.
Lemy no pudo verlo todo, pero este chico pasó casualmente por ahí y pudo ver a ese par encima de él a lo lejos y sin dudarlo ni un segundo se lanzó corriendo a ayudarlo, comenzando su rescate heroico con un fuerte puñetazo sorpresa contra la mandíbula de Gabriel, pues este era quien le estaba infringiendo mayor dolor a Lemy, dejando a Gabriel desorientado, aprovechó para darle un fuerte rodillazo en el estómago sacándole él aire, mientras lo estrellaba contra los casilleros, pero Lemy no fue el único que noto la presencia de ese chico, Waylon detuvo su golpe al darse cuenta de su presencia y se preparó para voltear y enfrentarlo por golpear a su amigo, pero ese chico moviéndose de forma rápida y precisa pudo leer sus intenciones, dejando a Gabriel tirado contra los casilleros, y dando un rápido giro, ni siquiera le dio tiempo a Waylon de levantarse, ni siquiera a procesar bien lo que había pasado cuando este chico, con la inercia de su giro, le dio fuerte codazo en la base del cuello, que logro derribarlo, momento que aprovechó este chico para quitarlo de encima de Lemy y colocarse en un gesto protector entre el par de abusones y Lemy.
********: ¿Estas bien?— fue todo lo que pregunto este chico dándole una pequeña mirada por sobre su hombre pero sin quitar la vista del par que tenía enfrente.
Lars no pudo responder nada, estaba muy sorprendido como para decir algo; Lo había salvado, lo había salvado de la que sin lugar a duda hubiera sido la mayor paliza de su vida, pero no era eso lo que tenía tan sorprendido a Lars, sino quien lo había salvado él. De entre todas las personas del mundo ¡¿tuvo que ser él?! Su cabello seudo-rubio, sus frenillos, sus dientes extraños, y su clásica chaqueta militar: era Frederick Zimmerland, mejor conocido como Fred Zimmerland, el mejor amigo de Linberd.
Lemy no podía entenderlo, ¿por qué lo había ayudado, si ese chico era todo un antipático? Si él hubiera sido quien viera a Frederick en problemas no hubiera movido ni un solo dedo para ayudarlo, por el contrario se hubiera quedado a verlo sufrir; pero él hizo lo contrario, se lanzó sin dudarlo en su ayuda, y aunque odiara admitirlo, nunca se había sentido más feliz de verlo.... Nunca se había sentido feliz por verlo en primer lugar, pero igualmente estaba muy aliviado porque este lo ayudara; y eso lo hacía sentirse asqueado, es decir, se trataba de Frederick Zimmerland, el "bicho raro" que según algunos viejos estudiantes robaba el almuerzo de todos allí, pero igualmente era el bicho raro que lo salvo, y no podía dejar de estarle algo agradecido por eso, tal vez... tal vez... ¿El chico tal vez solo tiene buenas intenciones? ¡PUAJ! Solo de pensar en eso se sentía mal.
Por su parte Frederick seguía en posición de defensa, todo había sido muy rápido, literalmente todo su rescato heroico paso en apenas 10 segundos, por lo que Gabriel seguía muy desorientado y sin poder recuperar el aire mientras que Waylon quedo muy confundido por el fuerte golpe que recibió, en realidad Frederick se sorprendió de que no lo logro desmayar con ese golpe, siendo que él sabía boxeo, pero desde que comenzó a estudiar casi no había estado en ninguna pelea, tal vez se estaba comenzando a oxidar sin poner en práctica lo aprendido.
Frederick: Muy bien par de idiotas, ya tuvieron con eso, ¿o quieren más? Ese fue el segundo error del muchacho, darles un momento para recuperarse, pudo largarse de ahí corriendo con Lemy a rastras, pero decidió quedarse y pelear. ¿Por qué? Simple, quería dejarle claro un punto. —Porque si se quieren seguir metiéndose con él, se las van a ver conmigo.
Gabriel apenas logro procesar lo suficiente para entender la situación, se lanzó al ataque, tenía asuntos que tratar con Fred desde el primer día que lo vio y esta vez no pensaba permitir que se quedara así, por lo que se levantó rápidamente y corrió directamente a golpearlo, con un brazo bajo y con el otro puño algo, un ataque típico de aquellos que no tienen idea de cómo pelear, Frederick solo tuvo que hacerse a un lado para evitar tan torpe ataque y poniéndole el pie a Gabriel, exactamente igual que en su primer enfrentamiento, lo derribó, aprovechando para darle un par de patadas en el piso, no tanto para desquitarse o como un ataque sino como carnada, Waylon no pensaba dejar que patearan a su amigo de esa forma por lo que se lanzó como un toro en contra del muchacho, cometiendo exactamente el mismo error que Gabriel, olvidarse de la inercia, al lanzarse corriendo contra él lo único que tenía que hacer era moverse ligeramente para un lado, algo fácil cuando estas quieto pero cuando llevar toda la inercia de correr a gran velocidad se vuelve muy difícil, por lo que Frederick pudo esquivar el ataque fácilmente haciendo que Waylon se tropezara con el propio cuerpo de Gabriel en el suelo volviendo a caer al suelo, y en esta ocasión aprovecho para darle a cada uno un fuerte puñetazo en la cara, algo para asegurarse de dejarles el ojo morado, como un recuerdo de que no se metieran con los más pequeños.
Sin embargo, Frederick ya había sellado su destino, en efecto, desde que comenzó a madurar empezó a oxidarse, no era solo que ya no tuviera la misma precisión o fuerza de antes, sino que cometía errores tontos, y cometió uno grave, no revisar contantemente los alrededores.
Profesora McDonald: ¡¿QUÉ ESTA SUCEDIENDO AQUÍ?! Ella estaba acompañada del director y la profesora Vandencricken, que veían la escena con claras señales de molestia.
La pelea entre los chicos causo mucho ruido, sobre todo porque Frederick estrello en repetidas ocasiones a Gabriel contra los casilleros causando un fuerte estruendo metálico, que era imposible no oír aun desde muy lejos, mismo que atrajo la atención de los maestros y de algunos niños que comenzaban a acercarse para enterarse del chisme; y la escena que se encontraron al llegar no fue para nada bonita, 3 niños muy golpeados en el suelo, Lemy quien tenía un moretón en la cara por el puñetazos inicial y aun no lograba recomponerse por el dolor de todos los golpes (y la pisada) que le dieron, y justo a este estaban tirados Gabriel y Waylon fuertemente golpeados con la cara hinchada, y para colmo vieron al claro responsable de esto mientras les daba un último para de golpes directo a la cara, dejándole a cada uno un grande ojo morado.
Director Sanders: ¡Frederick J. Zimmerland! Creí que te deje muy claro que ese tipo de comportamiento no era aceptable en mi escuela. El joven estaba preocupado por lo que se venía.
Frederick: Pe... pero no es justo... ellos... Él estaba muy nervioso, tanto que al momento de explicarles lo que había ocurrido se trabó.
Normalmente no se hubiera puesto tan nervioso, lo hubiera tomado de manera más relajada pero justo la noche anterior...
Ferdinand R. Zimmerland: Fred, hijo ¿podemos hablar?
Frederick: ¿Ahora que hice? Pregunto el chico confundido, pues no recordaba haber hecho nada que ameritara una plática de su padre... Al menos no en los últimos días.
Ferdinand R. Zimmerland: ¿Qué? No nada de eso, de hecho... Es justo lo contrario. Bueno cuando decidí que Royal Woods fuera mi residencia de por vida, no estaba seguro de que fuera lo correcto para la familia, pero ahora viéndote y viendo a tus hermanos sé qué fue lo mejor.
Frederick: ¿Viéndome? ¿Pero qué he hecho para que digas eso?
Ferdinand R. Zimmerland: Es más bien lo que no has hecho, desde que nos mudamos no he recibido quejas de ti en la escuela.
Frederick: Oh eso.
Eso fue todo lo que pudo decir el muchacho, no le gustaba hablar de eso, sabia de la mala fama que se había hecho en su antigua escuela y sabía que eso había traído problemas a toda la familia, Richard, el hermano mayor de la familia, estaba teniendo que disculparse por algunas cosas que hacía, su padre teniendo que salir de su negocio por las llamadas del colegio, aunque no lo quisieran decir, él sabía que había sido una molestia para su familia por ese tiempo.
Ferdinand R. Zimmerland: Eh, arriba esos ánimos, no estoy aquí para regañarte por eso, de hecho, aún si no me gustaba que te metieran en tantos problemas, siempre estuvo orgulloso de que defendieras lo correcto, siempre has sido un gran chico, siempre he sabido que tuve mucha suerte contigo, eres listo, noble, responsable, leal, amistoso y heredaste toda la galanura de tu padre. Eso último hizo reír a ambos.
Frederick: ¿Papá?
Ferdinand R. Zimmerland: Escucha Fred, siempre supe que eres un buen chico, sin importar lo que me dijeran en tu escuela, nunca lo dude, pero igualmente no sabes lo orgulloso que estoy que pudieras dejar todo eso atrás y ahora resolver tus problemas de otras formas.
Ese fue un momento agridulce para Fred, si bien estaba feliz por las palabras de su padre, también le confirmaba todos los problemas que causo a la familia por su comportamiento pasado, y... la verdad él no había cambiado mucho, sí, ahora el era callado y tranquilo, pero no es que él hubiera decido dejar atrás los problemas, o buscar otra forma de tratar con los bravucones, sino que su escuela actual era mucho mejor, no había tantos bravucones como en la anterior y aun él par que había no se metían con él porque... bueno, eso es algo que solo Fred sabe y pensando en eso sentía que no se merecía todo el orgullo que su padre le estaba mostrando ahora.
Frederick: Papá yo...
Ferdinand R. Zimmerland: Oye y creo que alguien se a ganado unos helados con su viejo— Le dijo de forma muy cariñosa mientras lo terminaba cargando debido al gran abraso que le dio —A que suena bien verdad, unos helados padre e hijo.
Frederick: Sí, suena bien.
Todo eso pasó solo la noche anterior y ahora no podía simplemente meterse en problemas, hacer que volvieran a llamar a su padre como antes; él realmente no quería decepcionarlo después de todo lo que le dijo, eso era lo que lo ponía tan nervioso en esta ocasión, tan nervioso que le estaba costando horrores explicarse.
Frederick: Yo... déjenme explicar, ellos... Intentó decir el nervioso chico pero fue interrumpido bruscamente por su profesora.
Profesora McDonald: ¿Una explicación de por qué golpeaste de esa forma a 3 niños? Pues más vale que sea buena. Es que los maestros no creían que Fred tuviera una explicación para eso.
Frederick: Si yo... momento... ¿3 niños? El chico no entendía porque dijo 3, ahí los únicos golpeado eran Biff, Gary y... ¡Oh rayos!
No fue hasta ese momento que Fred cayó en cuenta, él solo había golpeado a Waylon y a Gabriel y solo lo hizo para defender al pequeño Lemy, pero... nadie más vio esa parte, para todos los que estaban llegando la escena era muy clara, tres niños tirados y golpeados y solo un niño de pie, el responsable de todo.
Frederick: ¡¿QUÉ?! ¡YO NO LO HICE! Fue lo único que se le ocurrió decir en ese momento sin darse cuenta que solo lograba cavar más su propia tumba.
Gordon: Huy amigo, mala excusa.
Director Sanders: Oh, si claro, justo cuando llegamos vimos como los estabas golpeando, no caeremos en un pretexto tan tonto como ese.
Frederick: ¿Qué? No, enserio yo no los golpe... bueno si pero... quiero decir que no a todos...
Las palabras de Fred caían en oídos sordos, los maestros ya habían llegado a una conclusión y se necesitaba de algo muy grande para hacerlos cambiar de idea; el director tomó a Ron del brazo para arrastrarlo a su oficina, pero este no quería que terminara todo de ese modo, tenía que haber algo... Algo que pudiera hacer para convencerlos que no fue su culpa, y entonces lo vio, claro como la luz del sol... irónicamente, ¡Lemy! Solo necesitaba que Lemy dijera lo que en verdad ocurrió.
Frederick: ¡ESPEREN! Solo pregúntele lo que paso, él puede explicarles todo. Vamos Lemy, diles que yo no te golpeé, que yo te estaba defendiendo de ellos.
Todas las miradas se depositaron en Lemy, el pequeño golpeado en el piso, que aún se estaba recuperando de la paliza, todos los miraban curiosos por lo que pudiera decir, todos excepto Fred, que lo miraba con ojos suplicantes llenos de esperanza, solo necesitaba que el contara la verdad y tal vez podría salir bien librado de esta.
Lemy iba a hacerlo, realmente iba a contar la verdad, después de todo era lo justo, era lo que iba a hacer... al menos hasta que...
Liby: ¿Lemy?...
Lyra: ¡¿LEMY?! Resulta que todos sus hermanos, menores y mayores llegaron al lugar, movidos por la curiosidad del escándalo, pero cuando logro llegar al frente de la multitud, vieron a Frederick siendo tomado firmemente por los maestros, pero aún mucho más importante vio a Lemy golpeado en el suelo.
El instinto de hermanos se activó en su máximo poder en el mismísimo instante que todos vieron a su hermano de esa forma, corriendo a abrazarlo, mientras Lynn III usaba todas las habilidades de enfermera que aprendió al cuidar de sus hermanos durante todos esos años para revisar que estuviera bien, y conforme más lo revisaba más se alertaba.
No era solo el enorme moretón en su cara, cuando sus hermanos lo abrazaron notaron que su hermanito se quejó de dolor, y comenzaron una revisión más a fondo, casi arrancándole la ropa que tenía para ver varios moretones en los brazos, y uno enorme en estómago, producto de la patada que le dieron, y también notaron cierta incomodidad de Lemy en sus partes privadas, y bueno... solo digamos que Lemy tuvo que usar toda la fuerza que le quedaba para que sus hermanos no le quitaran los pantalones frente a toda la escuela en su intento por revisar que estuviera bien.
Lyra: ¡¿PERO QUIEN TE HIZO ESTO?! ¡POR QUE JURO QUE LO MATO!
Profesora Vandencricken: Fue él, Frederick.
Frederick: ¿Qué? No, yo no fui. El chico temía que los Loud empezaran a verlo con mala cara.
Linberd volteó de golpe con una mirada rabiosa llena de furia asesina, buscando al responsable de lastimar a su hermano, pero el ver a su mejor amigo... se quedó congelado, es como si toda su furia se congelara al momento, y solo lo miro con cara confundida, sin poder creer que alguien tan cercano a él pudiera hacer algo como eso a uno de sus hermanos menores.
Linberd: ¿Fred? ¿Lemy?
Director Sanders: Si, justamente Lemy estaba por explicarnos exactamente que paso; puedes continuar hijo.
Lemy se quedó un segundo quieto, sintiendo las miradas de todos sobre él, y pensando... ¿Qué rayos iba a decir? Porque él... ya no quería decir la verdad.
Resulta que como habíamos dicho antes Lemy tiene fama de rebelde y desobediente, y a él le conviene que eso se mantenga, por lo que quedaría en ridículo si se llega a saber que lo golpearon los dos bravucones de la escuela, mientras que si decía que alguien que alguien como Frederick lo hizo, mantendría su reputación, al menos desde la perspectiva del chico grande que abusa del más pequeño.
¡No! Lemy no podía dejar que su reputación se cayera, pero estaba seguro de que ese sería el resultado si decía la verdad ¿Por qué tuvo que ser Fred quien lo ayudara?... Si claro, no lo ayudó por bondad, claro que no, seguramente era para manejarlo e infringirle alguna maldad en un futuro, ese chico era la representación de casi todo lo que Lemy odia, seguro era para eso, así que el chico hizo que lo único que quería hacer.
Lemy: ¡ÉL ME GOLPEO! Gritó el pequeño mientras señalaba a Frederick con el dedo, cosa que no sorprendió a ninguno de los presentes, o mejor dicho a casi ninguno.
La cara de Fred era de retrato, la sorpresa y la traición estaban plasmadas en ella, no entendía cómo podía decir eso, como podía acusarlo de eso, cuando él fue quien lo defendió, miraba a Lemy, no con ira sino con una autentica y triste decepción por lo que estaba haciendo.
Sin embargo, Fred no fue el único sorprendido por esas palabras, Waylon y Gabriel que ya se imaginaban el gran problema que tendrían cuando Lemy dijera la verdad estaban igual, no podían creer que esa sanguijuela de Lemy los estuviera defendiendo, los estaba sacando de un gran problema y como extra verían a Zimmerland metido en uno aún mayor, y eso sí que les agradaba.
Finalmente estaban Linberd y Liby quien saltaban su mirada por toda la escena, intentando armar las piezas para comprender que rayos estaba pasando, ellos dos conocía a Fred, él... bueno él solía ser alguien que actuaba por nervios, pero no uno de esos que golpean solo por diversión, él nunca golpeaba a alguien sin una razón, y querían saber qué razón pudo tener para golpear de esa forma a su hermanito.
Liby: ¿Qué? ¿Por qué lo haría? La chica estaba comenzando a entrar en su modo detective.
Lemy: Yo... porque él... Ese fue el gran problema del plan de Lemy: lo dijo todo sin pensar, todo paso muy rápido por lo que no tuvo tiempo de pensar en nada y ahora no sabía cómo responder a esa pregunta.
Gabriel: Él quería robarse el presupuesto para la fiesta de San Valentín. Dijo rápidamente el bravucón mientras se ponía al lado de Lemy, incluso rodeando sus hombros con un brazo en un gesto de camaradería.
Gabriel: Si por eso lo hizo, solo llego y dijo que si no le dábamos el dinero nos daría una paliza.
Frederick: ¡¿QUÉ?! ¡ESO NO ES VERDAD!
Gabriel: Claro que sí, ¿verdad Waylon? Le dijo Gabriel en tono picaresco mientras le daba unos suaves codazos en las costillas, una señal simple para que le siguiera la corriente.
Waylon: Eh... ¿Qué?... Ha si, lo que dijo Gabriel.
Linberd: Eso no tiene sentido. Dijo Linberd haciendo temblar a Lemy pues este conocía las habilidades de detective de sus dos hermanos.
Liby: Así no funciona el presupuesto para la fiesta, tu tienes que entregar una lista con las cosas que necesitas y si todo está bien, los profesores compran las cosas.
Gabriel: ¿Así es como funciona el presupuesto? Pregunto el muchacho molesto, pues el plan de quitarle el dinero a Lemy después de golpearlo no hubiera funcionado.
Liby: Si, así es como funciona.
Linberd: Además, ¿qué hacían ustedes par de bravucones con Lemy?
A Lemy no le gustaba por donde iba esto, era seguro que Liby y Linberd los iban a atrapar y estarían en grandes problemas por haber intentado mentir, pero Gabriel no renunciaría tan fácilmente.
Gabriel: Pero es que Zimmerland no sabía eso del presupuesto, yo llevo estudiando aquí toda la vida y tampoco lo sabía, menos él que es solo un niño que lleva algo más de cuatro años ¿o es que puede probar que él sabía sobre eso?—
Eso era verdad, ellos no podían probar que Fred sabía cómo funcionaba el presupuesto, de hecho era probable que no lo supiera, así que su primera refutación quedaba completamente descartada.
Gabriel: Y en cuanto a lo segundo... pues... nos ofrecimos a ayudar a Lars con las decoraciones, si al director no le gusto nuestra idea para el evento pero igual queríamos ayudar ¿verdad Lars? Ante esa pregunta Lemy asintió nerviosamente.
Director Sanders: Bien eso lo explica todo, venga conmigo jovencito.
Frederick: ¡PERO SOY INOCENTE! Lemy vio al chico, que le dirigió una súplica "ayúdame", una súplica quea Lemy que le dolió en él alma, sabía que dé a haber podido ver su mirada cuando lo estaba golpeando, hubiera visto esa misma mirada suplicante, solo que él no tenía el valor de ayudarlo... A diferencia de Frederick.
Profesora McDonald: Bien ustedes tres vayan a la enfermería, en cuanto al resto ya pueden largarse no hay nada que ver aquí.
Así todos los niños se marcharon rápidamente, mientras chismeaban sobre lo ocurrido, todos menos Linberd y Liby, que se quedaron viendo el lugar, era cierto que la explicación de Lemy era posible pero... el que fuera posible no la hacía segura, y ellos no podína... o mejor dicho no querían creer que Frederick pudiera hacerle algo tan horrible a un miembro de su familia.
Más tarde en la enfermería estaban atendiendo a 3 niños, que no paraban de quejarse del dolor, y mientras el enfermero los cura iba registrando todas sus heridas en un reporte, pata entregárselo a la directora, un reporte sobre lo que había hecho "Fred", y cuando ella se marchó para llevarlo, los 3 chicos pudieron hablar.
Waylon: Eh, sanguijuela nos golpearon por tu culpa. El chico molesto hizo un ademán de querer golpear a Lemy, pero siendo detenido bruscamente por Gabriel.
Gabriel: Cállate Waylon, bien Lemy, eso sí fue sangre fría, arrojar a Zimmerland a los tiburones después de que intento ayudarte, eres despiadado. Dijo Gabriel con cara seria haciendo sentir aún más culpable a Lemy.
Gabriel: Me agrada.
Waylon/Lemy: ¿En serio?
Gabriel: Claro, puede que nos costaras algunos golpes y muchas chucherías, pero todo eso vale la pena con tal de ver a Zimmerland en problemas, y sabes algo niño, creo que te juzgue mal, eres un bicho raro, pero eres algo astuto y mostraste que tienes sangre fría; Waylon, creo que es hora de convertir nuestro dúo en un trio.
Mientras tanto en la dirección, la directora estaba sermoneando a Fred, mientras lo amenazaba con lo grave que fue lo que hizo, golpear a 3 niños, uno de ellos más pequeño que él, e intento de robo, todo eso era muy serio, y finalmente llego a la peor parte.
Director Sanders: Jovencito no me has dejado otra opción, tendré que llamar a tus padres para discutir tu castigo.
Frederick: ¡Pero todo eso es mentira! ¡Yo solo intente ayudar a ese enano!—
Director Sanders: Oh si claro, ¿enserio crees que eso convence a alguien? Si eso fuera verdad, ese niño, Lemy, se hubiera puesto de tu lado. ¿Qué razón pudo tener para defender a sus supuestos atacantes en lugar de a ti?—
Frederick: ¡POR QUE ES UN PEQUEÑO DES...!
Director Sanders: Ninguna, Lemy no tendría ningún motivo para acusarte falsamente si tu fueras quien lo ayudo, por lo cual es claro que tú eres quién miente, y eso también lo pondré en tu reporte de castigo—
Frederick: Pero...
Director Sanders: ¡Pero nada! Ya está en muchos problemas jovencito no lo empeore.
Frederick no pudo hacer nada más, el director había tomado una decisión y no había que el pudiera decir para convencerlo de la verdad, solo pudo sentarse afuera de la oficina de el director mientras él hacia la llamada, escuchando como le contaba lo peor a su padre, como le decía que lo vieron, y como confirmaba todo, aun si no era verdad, no podía decir nada, ¿y si le decía la verdad a su padre? ¿Él si le creería? ¿O también pensaría que es un mentiroso? ¿Se decepcionaría de él?
L***: Fred... ¿podemos hablar?
El día de clases por fin había terminado y Lemy salía de la escuela acompañado de sus "nuevos amigos". Se sentía terriblemente incomodo con eso, él no quería juntarse con ese par de bravucones ni ser como ellos, pero no sabía cómo rechazarlos, a ese par les agradaba mucho desde que mintió para meter a Fred en problemas y eso solo lograba hacerlo sentir aún peor, después de todo si cuando uno hace algo y los despreciables lo aplauden y los honorables lo desprecian, es por qué hiciste algo muy malo.
Lemy solo se despidió de sus "nuevos amigos" y de dispuso a ir a casa, pero fue detenido cuando 2 pequeños bultos lo taclearon.
Leia/Londey/Lizy: ¡¿Estas bien?! Resulta que ellas ya habían oído los rumores.
Lemy: Estaría mejor si no me hubieran embestido.
Londey: Lo sentimos pero escuchamos que te golpearon y... guau, tremendo moretón.
Leia: Ese desgraciado, yo siempre supe que era un problema.
Lemy: ¿Se enteraron de eso?
Lynn III: En efecto, yo siempre supe que esa rata no debía estar en la escuela, un manicomio sería mucho mejor para él.
Lemy: ¡Si!... ¿Pero qué paso exactamente? Por qué cuentan muchas versiones raras de la historia.
Lacy: Si incluso, unos chicos, dicen que Frederick solo te defendía, ¿qué locura verdad?
Si, a pesar de toda la evidencia en su contra, algunos chicos de la clase de Fred creyeron su versión de los hechos, ¿por qué? Tres simples razones:
1.- Conocían a Fred y sabían que él no era un ladrón y no haría algo como eso, además creían más en su palabra que en la de Waylon y Gabriel..
2.- En la historia estaba involucrado un Loud, y sabían que por muy loca que fuera la historia si un Loud estaba involucrado, podía pasar.
3.- Les hacía más sentido, que Frederick defendiera a alguien como Lemy que atacarlo, ya que conocían de su personalidad y de su amistad con Linberd.
En ese momento algo llamo la atención de todos, era un joven gritando un montón de cosas, una voz que ellos ya conocían, se trataba de Richard Zimmerland que no paraba de regañar a su hermano por lo que supuestamente había hecho, sin creerle ni una sola palabra de sus argumentos de inocencia; en cuanto a Fred, él ya no podía decir, nada solo caminaba tristemente detrás de él, pero cuando pudo ver a Lemy le dedico una mirada que lo hizo enfermar, era una mezcla de furiam tristeza y sobre todo decepción, Ron sabía que los hermanos de Linberd lo odiaban y no le tenían confianza, pero no podría creer que lo odiaran al punto de acusarlo de algo de lo que era inocente cuando él solo intento ayudarlo, eso fue muy bajo y se encargó de hacérselo saber a Lemy solo con su mirada.
Lemy: Creo que me siento mal.
Lars solo se repitió a sí mismo una y otra vez, que hizo lo correcto... bueno hizo algo malo, algo muy malo, pero por un buen motivo, confiaba que con eso seguría siendo el rebelde de la escuela.
Linberd: Lemy, ¿lo que dijiste era verdad? Mírame y dime la verdad ¿Frederick te golpeo?
Lemy tembló por esas palabras, pues era justamente Linberd quien se lo estaba preguntando, si Linberd lo descubría en su mentira estaría en grandes problemas, por lo que solo intento tragarse su culpa y asintió con la cabeza.
Linberd solo suspiró, de tal forma que mostraba una clara decepción, al tiempo que vio a Lemy con pesadez.
Linberd: Esta bien Lemy, te creo.
Había funcionado, Lemy no pudo evitar sonreír, logro engañar a Linberd, y este se había decepcionado de su mejor amigo, con algo de suerte dejarían de ver a esa lacra en la casa por mucho tiempo...
Pero si todo salió tan bien, ¿por qué se sentía tan mal?
A un inocente has acusado este día, a los pies de la verdad.
Lemy: Seguro que él se lo merecía igualmente, seguro que había hecho muchas otras cosas malas.
Y mentiste ante todos, a los pies de la verdad.
Lemy: Tengo limpia la conciencia.
Tú podrás engañarte a ti mismo.
Y podrás toda culpa negar,
Pero nunca podrás esconder este error
La verdad, a la verdad.
Aún aquel que logra salirse con la suya, no puede ocultar la verdad a sí mismo, y el castigo sobre estos es la culpa, una culpa que exige la verdad y no puedes escapar de la culpa.
Bien chicos, este es el primer capítulo de 3, espero les gustara el inicio de esta saga, que con algo de suerte terminaré antes del 14 de febrero, donde si tengo suerte publicaré un especial del día del amor y de la amistad (énfasis en el "si tengo suerte").
Preguntas:
¿Les gustó el capítulo?
¿Les gustó la idea?
¿Les gustó las referencias?
Y sobre algunas incógnitas sobre Frederick Zimmerland esperen a que saque el capítulo (ojo: no será ahora) La vida social de los Loud.
Saludos para
y en fin, a los que siguen esta historia.
Adiós, mis valientes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro