Entrometidas Pesadas P2: El Mentiroso
Las clases ocurrieron como cualquier día. A Jonathan le resultaba imposible quitarse a Lupa de la cabeza. Parecía ser una chica destacada, la chica que siempre estaba con ella Lacy, parecía ser su hermana y mejor amiga, además de llevarse bien. No era una relación abeja reina-súbdita.
En cambio la niña llamada Honey era una chica que se creía popular. Eso fue lo que aprendió en un par de clases de las chicas que estaban sentadas cerca de él.
Después de varias clases llegó el momento preferido de todos los chicos y chicas: el almuerzo. Jonathan estaba acompañado de Lupa que por pedido de la maestra Vandencricken, tenía que enseñarle a Jon el resto de la escuela.
Lupa: Bien, Jonathan, eso fue el recorrido de la cafetería. Ahora nos sentaremos aquí. Te presento a algunas de mis hermanas, ella es Allie, presentando a una chica con el cabello rubio llegando a blanco, ella es Londey, estaba vestida con un vestido rosado y sandalias del mismo color.
Lupa: Y seguramente conoces a Lacy.
Jonathan: Hola a todas, iré a calentar mi almuerzo en uno de los microondas. Y se retiró.
Lupa: Bueno, compré mi merienda ayer. Sacando una bolsa que tenía el logo "Holly's" y su contenido era un sándwich con queso derretido.
Lacy: ¡Eso es un sándwich...
Londey: ...con queso...
Allie: ...derretido!
Ambas: ¡DANOS UN POCO, HERMANA!
Lupa: ¡NO! ¡Ustedes debieron y deben tener sus almuerzos!
Allie: Hermana, intercambiamos meriendas.
Londey: ¡No, intercambia conmigo, Lupa!
Lacy: ¡No, conmigo! ¡Somos mejores amigas!
Lupa: ¡Ni contigo Allie, ni contigo Londey, NI SIQUIERA CONTIGO LACY!
Ambas: Auuuh.
En eso llego Jonathan.
Jonathan: ¿De qué me perdí?
Lupa: Mis hermanas me están pidiendo que les dé algo de mi merienda.
Jonathan: ¿Y cuál es tu almuerzo?
Lupa: Simplemente un emparedado de queso derretido. Tiene un sabor especial, los venden en Holly's, el lugar de comida más visitado de este lugar.
Jonathan: Para mí, la ÚNICA comida especial son las empanadas de queso y patata.
Lupa: Bueno, respeto todas las comidas.
Jonathan: Toma. Le dijo mientras le pasaba un pedazo de su empanada.
Lupa: Gracias y también toma. Le dijo mientras también le daba un trozo de su sándwich de queso derretido.
Jonathan: ¡Está delicioso!
Lupa: Lo mismo digo.
Mientras Allie, Lacy y Londey miraban toda la escena estupefactas.
Allie: Le dio un poco de su sándwich ¡A UN EXTRAÑO! ¡Y NO A NOSOTRAS, SUS HERMANAS!
Lacy: Ni siquiera me dio un poco, ¡y eso que soy su hermana favorita! ¿Porqué si se lo da a alguien que apenas conoce?
Londey: Chicas, la cosa esta empezando, solo debemos hablar con Lupa.
Allie/Lacy: ¿A qué te refieres, Londey?
Londey: Me refiero a que Lupa se está enamorando de ese chico.
Lupa: Bien, gracias.
Londey: ¿Lupa, que le ves a ese chico?
Lupa se quedó estupefacta al saer lo que venía.
Lupa: No, ¡LO SABÍA, SABÍA QUE ESTO ME PASARÍA!
Londey: Solo dinos.
Lupa: Miren chicas, lo hablaremos después, ¿que les parece en casa?
Allie: Esta bien, pero recuerda que cuando llegues a casa no tendrás escapatoria.
Mucho tiempo después...
Después del almuerzo, pasaron varias clases hasta que sonó la campana lo cual significaba que las clases habían terminado y todo el mundo estaba listo para regresar a sus casas.
Lupa: Bien, nos vemos Jonathan.
Jonathan: Espera, te vas tan rápido, si quieres vamos juntos.
Lupa: Lo siento, es que voy a otra parte y además voy a cambiarme de ropa.
Lacy: ¡Apresúrate, Lupa, si quieres disfrutar del cupón del salón de juegos!
Jonathan: Bueno, ¡adiós, Lupa! Con eso acabó el primer día de clases para Jonathan, donde conoció a Lupa, quien le dio una gran impresión, debido a que no era una chica ordinaria, pero él ya lo sabía por el color de su cabello. Mientras Jonathan caminaba por el pasillo, miró dos caras conocidas que iban a atacar a un niño de nueve años.
Jonathan: Hey, ustedes. Se dirigió a Waylon y Gabriel.
Gabriel: ¿Quien gritó? Ah, espera, eres tú de nuevo.
Waylon: Seguramente vino por una paliza.
Jonathan: Jonathan Richmond para ustedes. Normalmente les golpearía por querer enviarme al baño de niñas pero no quiero ensuciarme las manos.
Waylon:¿Con qué eres rudo, eh? ¡VEN AQUÍ Y PELEA!
Jonathan: No, gracias. No estoy de ánimo. Dijo mientras pasaba por el lado de ellos sin prestarles mucha atención, ya que estaba de buen humor como para meterse en un problema que aparentemente no le importaba y además prometió no meterse en problemas por el resto del año escolar.
Gabriel: Ven aquí y pelea... ¿O ACASO ERES UN GALLINA? Esto le tocó un nervio a Jonathan ya que normalmente pasaba por un cobarde pero ahora había aprendido tácticas de pelea, no volvería a pasar por uno de esos momentos vergonzosos.
Así que Jonathan solo miró a los chicos y sonrió.
Poco tiempo después...
Lupa y sus hermanas estaban saliendo de la escuela, resulta que Lacy había conseguido un cupón para ir al salón de juegos. Todas estaban emocionadas para ir, ya que no suelen pasar momentos como ese, además de que Allie pasaba todo el tiempo acompañando a su madre Luna en sus respectivas giras. Pero de todas formas lo acordaron para salir en la tarde. Cuando ambas iban a empezar a caminar para dirigirse al salón de juegos mientras se reían, escuharon un grito.
Gabriel: ¡Quédate quieto, quédate quieto!
Todo el mundo se volteó para ver a Waylon, uno de los bravucones más odiados de la escuela en el suelo inconsciente y a su compañero Gabriel intentando golpear a Jonathan.
Jonathan esquivaba los golpes como si nada, tal vez era por qué el chico tenía sangre fría, era la adrenalina o simplemente sabía lo que estaba haciendo. Después de unos segundos Jonathan empezó a aburrirse y decidió darle fin a la pelea, pero tenía una coartada: cerca de ahí estaban el profesor de Educación Física y la señorita Vandencricken, quienes iban en su dirección.
Jonathan: ¡Rayos!, si no quiero estar en problemas tendré que seguir esquivando los golpes, o quizás... A Jonathan se le ocurrió una idea para dejar fuera de combate a su adversario, golpearlo en la entrepierna y fingir que había sido un accidente.
Entonces Jonathan puso su pierna en la entrepierna de su contrincante, este obviamente empezo a gritar de dolor, pero quiso rematarlo así que le lanzo su puño... Pero no a quien quería.
Cuando tuvo noción de lo que ocurría, vio a Lupa sobándose su cara al tener un chorrito de sangre saliendo de la mandíbula.
Lupa: ¡No puedo creerlo! ¡Comparto mi almuerzo contigo, Y ASÍ ME LO AGRADECES!
Evidentemente, los maestros se acercaron, Lupa se alejó del lugar, ya que no quería ver a ese chico de nuevo.
E. Vandencricken: ¿Qué sucedió aquí?
Jonathan: Solo fue un accidente- Lo dijo sonriendo de manera falsa- Verá choqué con el chico grande, él se golpeó la cabeza con un casillero, mientras que su amigo me quiso golpear pero cuando iba a esquivarlo, accidentalmente lancé mi pierna en contra de su entrepierna.
Aparentemente, los maestros en esa escuela no son de los más listos, ya que ni siquiera hicieron preguntas debido a que se creyeron la excusa de Jonathan.
E. Vandencricken: Normalmente te castigaría si no hubiera visto nada, pero lo vi, así que puedo asumir de que fue un accidente.
Jonathan solo pudo respirar tranquilo, ya que su excusa funcionaba a la perfección.
E. Vandencricken: Puedes irte, Jonathan, de esto nos encargamos nosotros.
Jonathan se retiró ya que solo había un asunto que quería resolver en ese momento: Lupa.
Jonathan: Dísculpame.
Lupa: Bueno, como sea... ¡NO!
Jonathan: Mira, fue un accidente.
Lupa: ¿Lo fué?
Jonathan: En realidad quería golpear a Gabriel.
Lupa se puso a reflexionar y lo único que pudo decir fue: ¡Qué sorpresa, voy a ayudarte a recibo accidentalmente un golpe tuyo! ¡Vaya, seguramente fue mala idea ir a ayudarte!
Jonathan: Así te hubieras evitado todo eso.
Lupa: Como sea, te perdono.
Allie/Lacy/Londey: ¡¡¿¿QU-QUÉ??!!
Lupa: Te perdono porque al menos asumes que fue un accidente y te sientes muuy culpable.
Jonathan: ¿Cómo lo sabes?
Lupa: Tu cara te delata.
Liby: Wow.
Lacy: Lupa, si no llegamos ahora, perderemos el cupón.
Lupa: ¿Quieres venir?
Jonathan: Como puedo decir que no.
Lupa: ¡Bien, entonces vamos!
El camino al árcade fue más o menos largo, se pusieron a hablar de cada uno hasta que llegaron. Pero nada sale bien, ya que el árcade estaba cerrado por limpieza. A si que se fueron a Holly's, el lugar de comida más visitado de Royal Woods.
Jonathan decidió evitar perder la oportunidad de saber cosas de la vida de Lupa.
Jonathan: ¡Oye, Lupa! ¿Porqué tu cabello es blanco? ¿Acaso te lo tiñes así?
Lupa: Pfff, blanco es mi color natural.
Jonathan: Wow, es algo inusual.
Lupa: Sí, lo heredé de mi padre, el también tiene el cabello blanco, además me gusta y me hace sentir diferente a los demás. Es como mi marca personal, bien, ahora, ¿que te parece si vamos a buscar el modelo a escala de "Universe Invaders" de 600 piezas.
Jonathan: ¿600 piezas?
Lupa: Sí, ya hice el de 500 piezas y quería algo más radical. Los modelos a escala siempre me relajan y me hacen pensar que todas las cosas alocadas que pasan en mi entorno son cosas triviales.
Jonathan: No es raro, todos tenemos diversas formas de sacar el estrés, unos con meditación, otros con respirar profundamente, otros con gritar, pero eso no lo hace raro, raro es que no hagas lo que te gusta.
Ambos se miraron por unos segundos ya que no había palabras para seguir expresando lo que ambos sentían.
Lupa: ¿Vamos?
Jonathan: ¿Y no vas a comer algo?
Lupa: Pensándolo bien, creo que sí. ¡hey amigo, ¿puedes traerme unos churros y un vaso de chocolate caliente?!
Jonathan: Aquí espero.
En poco se fueron a la tienda de hobbies, donde Lupa buscaba con esmero el modelo de 600 piezas mientras Jonathan la esperaba afuera. Jonathan pensaba que le iría muy bien en Royal Woods, analizando todo lo que les había pasado.
Pero es interrumpido por Lupa.
Lupa: Bueno, ya conseguí el modelo a escala, ahora podremos regresar al árcade.
Jonathan: Bueno, vamos.
Ambos se fueron caminando al árcade donde habían terminado con el proceso de limpieza, y por ende ya podían entrar. Tras pasar un buen rato jugando videojuegos, deciden salir.
Lupa: Y ese es mi récord en "Universe Invaders, el juego".
Jonathan: 1666 puntos, sorprendente.
Lupa: Oye, ¿qué te parece si buscas unas gaseosas?
Jonathan: Está bien. Y se regresa al árcade.
Lupa: Vaya las cosas locas que tengo que pasar.
Allie: ¿Necesitas alguien con quien hablar?
Lupa: ¡AHH! Oh, espera eres tú, Allie. Mira, ya lo acordamos, hablaremos esto en casa.
Allie: Pero no está de más decirlo ahora.
Lupa: Puedes dejarme de molestarme, ¿quieres?
Allie: Supongo que sí.
En eso llega Jonathan.
Jonathan: Aqui tienes una de uva. Y yo tengo uno de naranja.
Lupa: ¿Que tal si brindamos?
Jonathan: Bueno, por el comienzo de una nueva amistad- Lo dijo mientras extendía su lata.
Lupa: Opino igual- Extendiendo su lata, haciendo que choquen las latas y todo el contenido de desparramó haciendo que se moje la ropa de ambos.
Lupa: Te ves ridículo con la ropa mojada.
Jonathan: ¿Y tú donde te quedas?- Intentando contener su risa hasta que...
¡¡RRRIIINGG!! ¡¡RRRIIINGG!!
Jonathan: Perdóname, es mi teléfono. Una vez abrió la llamada una voz femenina gritó desde la línea.
Andrea: ¡JONATHAN ROBERT RICHMOND, ACABO DE LLEGAR DE MI NUEVO TRABAJO, Y RESULTA QUE NO ESTÁS EN CASA!
Jonathan: Perdón, mamá, ya voy a casa.
Andrea: ¡Más te vale, ¿eh?! Recuerda que recién tuviste un resfriado, ¡imagínate si volviera a ocurrir!
Jonathan colgó la llamada y se dirigió a Lupa.
Jonathan: Perdona a mi mamá, es muy sobre-protectora y entrometida.
Lupa: No te preocupes, mis hermanos se entrometen mucho en mi vida, aunque lo veo molesto, al final entiendo que ellos solo quieren lo mejor para mí.
Jonathan: Lo entiendo y gracias. Ahora me tengo que ir.- Se fue a parar para dirigirse a su nueva casa cuando...
Lupa: Jonathan, ¿podemos ser amigos?
Jonathan: Claro que si, ¿algo más?
Lupa se puso a pensar en que podía decir pero no consiguió nada bueno para hablar y dijo: Nada más, ¡hasta mañana!
Lupa vio como Jonathan se alejaba del lugar donde podía ocurrir un momento digno de una película romántica. Y solo podía sentir una cosa: pura ira, lo que siempre sentía cuando algo no le salía como ella quería.
Lupa: ¡Rayos, estuve tan cerca de besarle!-A poco se sonrojó.
Tras aguantar todos los comentarios de sus entrometidas hermanas que vieron toda la escena, Lupa se dirigió a tocar la puerta y pensó en voz alta: ¡Qué día más loco! pero sintió que estaba sobre un detector láser, inmediatamente un montón de armas estaban apuntando a Lupa que estaba llena de puntos rojos.
Pero por casualidad, Asimov, el gato de BJ pasaba por ahí y cuando vio a Lupa con tantos puntos rojos se lanzó sobre ella.
Lupa: ¡Asimov, qué... En ese momento los misiles cayeron sobre el buzón del correo, dejándolo destruido.
Lupa estaba toda confundida y gritó: ¿PERO QUÉ ES TODO ESTO?
De repente salió una voz que dijo: Espero que esto te sirva de lección para que aprendas... ¿Lupa?
Lupa: ¡Lía, que rayos te pasa!
Lia: ¡Oh. Lupa! ¿Estás bien?
Lupa: ¿Que si estoy bien, QUE SI ESTOY BIEN? ¡POR POCO ME MATAS, LIA!
Lia: Es que esos misiles no eran para ti, sino para papá.
Liby: ¿Para papá?
De pronto una voz que resulta ser Leia le respondió: Verás, esos misiles eran para darle un merecido a papá.
Lacy: ¿Y porqué quieres matar a papá?
Leia: ¿Porqué? ¡Porqué me hizo enojar!
Allie: Alguien podría traducirnos eso.- Ya que nadie entendía porqué Leia estaba enojada con su padre.
Londey: Por qué él no fue a buscarnos a la salida.
Allie: Eso es estúpido, él debió ir a buscarlas.
Lizy: Pero no lo hizo.
Lops: Y por eso estamos enojadas con él.
Lia: Es una locura, nos dejó esperando UNA HORA, es decir, ¿quien predijo que papá no iría a buscarnos?
Lupa: Ehh, si mal no recuerdo.- Mostrando la revista de astrología- Esto dijo que papá rompería una promesa.
Lia: *toda enojada* ¿Y PORQUÉ NO NOS DIJISTE NADA ANTES?
Lupa: Yo se los dije, pensé que ustedes no creían en el futuro.
Lia: Es decir sí, es decir no, mejor digo ¡CÁLLATE!- Pero Lupa sonrió ya que convenció a Lia, una de sus hermanas más escépticas.
Lupa: ¿Lia, no te aterra usar ese láser?
Lia: No, si lo probé.
Lupa dirigió su mirada al buzón de correo o al menos lo que quedaba de el y no creyó para nada en las palabras de su hermana menor y le dijo: ¿Estás segura que lo probaste?
Lia: Pues claro que sí.- Lo dijo con una sonrisa sinuosa.
*Flashback*
Lia: Bien, Larry, el maniquí, veamos cuanto aguantas con mi mini-bomba atómica. ¡3, 2, 1, COMIENZA! La bomba explotó haciendo que el maniquí quedara destrozado mientras Leia y Londey apagaban las llamas causadas por la bomba con extintores de seguridad.
Lia: Interesante, debo aumentar el poder del láser.
*Fin del Flashback*
Lupa: Como sea.
Allie: Vamos, que ya queremos hablar contigo.
Lacy: Sí, queremos saber que te gusta de ese chico.
Lupa: Esto NO puede ponerse peor.
Bueno, hasta aquí llegó el capítulo y Lupa tendrá que contarle todo a sus hermanas. Ahora con las preguntas:
1: ¿Les gustó el capítulo y que puntaje de 10 le darían?
2: ¿Quieren ver más de Entrometidas Pesadas?
Recuerden 1 VOTO = CONTINUACIÓN.
Saludos para josuePuscan, CarlosChapula, zolldi, TeamDeOro, Al Límite, AdrianGomez957, lordWarriors, y en fin a todos los que siguen esta historia.
Hasta el último momento, primos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro