Addison Miller

Nunca pensé que volver aquí podría ser de gran ayuda para poder enfrentar a los Stevenson.

Mi abuela vivía en el mismo pueblo de donde se encontraba la casa del lago.

Hace muchos años atrás vivía con nosotros en Oregón, pero luego empezaron a surgir problemas, y es por esa misma razón que decidió irse de casa.

Yo haría lo mismo si pudiera.

Mi abuela Grace Baker conocida como Grace Miller, ya que había adoptado el apellido de su esposo, mi abuelo. Era una mujer de negocios que siempre acompañaba y muchas veces dirigía la compañía familiar.

Siempre me decía que desde hace mucho tiempo hubo rivalidades entre los Stevenson y los Miller, pero nunca pensé que fuera para tanto hasta el día de hoy.

Esto parecía como las típicas batallas en el viejo oeste, solo que un poco más sádicas y macabras.

Harry y yo habíamos decido ir a la casa de mi abuela para poder saber un poco más sobre mi extraña y retorcida historia familiar.

Jamás tuve el valor para volver aquí, muchas veces pensé que mi abuela estaría decepcionada de mi por no ser lo suficiente valiente o fuerte cuando Michael quiso atacarme.

Mi familia había soportado tantas cosas, aparentaban ser tan fuertes. Mientras que yo era la oveja negra, era diferente a todos ellos. No sabía si eso era bueno o malo, pero era lo que me había mantenido con vida por todos estos años.

Me encontraba en la puerta de su hogar, y a decir verdad, estaba muy nerviosa. Hace dos años que no la visitaba, desde el accidente intenté distanciarme de todos, hasta de mis propios padres, pero nunca tuve que alejarme de mi abuela.

Di tres leves golpes en la puerta esperando a que alguien la abriera, y como si el universo escuchara mis pensamientos a los pocos segundos esta se abrió.

Mi abuela se encontraba frente a mí asombrada observándome con sus ojos que se encontraban inquietos.

Grace Miller es una mujer muy hermosa, está muy cerca de los setenta años, pero a pesar de eso su físico era admirable. Sus ojos eran de color gris y su piel tan pálida como la nieve.

—No puedo creer que estás aquí —dijo entre lágrimas acercándose a mí con los brazos abiertos.

—Yo también te extrañe —susurré—. Y sé que no estuve bien alejarme de ti, pero pensé que ibas a decepcionarte de mí.

—No, cariño —indicó con una leve sonrisa—. Nunca me decepcionaría de ti, intentaste ser fuerte, pero la situación te supero.

—Pero debí...

—¿Es tú novio? —preguntó mi abuela mirando a Harry—. ¡Pero si es tan lindo!

Mi abuela agarró a Harry y lo abrazo tan fuerte que el pobre casi se queda sin aire.

—En realidad él no es... bueno aun....

—Pasen, pasen. —Nos ordenó—. No queremos que nadie nos vea.

—En realidad vine a hablar sobre lo de...

—Michael. —Terminó de decir ella por mí—. Están cobrando su venganza.

—¿Cómo es que sabes de todo esto?

—Oh, cariño. Se cosas que no debería saber, soy vieja y chismosa. —contestó, Harry y yo tomamos asientos en un gran sofá de color negro—. ¿Tienen hambre?

—Yo no.

—Pero yo si —objetó Harry sonriente.

—Eres demasiado tierno. —Mi abuela apretó las mejillas de Harry, mientras que él intentaba librarse—. ¿Cómo te llamas?

—Harry Reynolds.

—Bueno eres bienvenido, Harry —dijo mi abuela sonriente apretando nuevamente las mejillas de Harry—. Iré por galletas y chocolate.

—¡Harry! —farfullé—. Vinimos a investigar, no a comer.

—Como esperas que investigue con el estómago vacío— respondió frotando sus mejillas con una mueca de dolor—. Necesito energía.

—Eres todo un caso. —Me burlé apretando sus mejillas.

—¡Auch! —exclamó provocando que riera.

Ambos nos quedamos en silencio observando todo nuestro alrededor. Extrañaba mucho este lugar, amaba venir de niña aquí, era mi lugar de paz y de tranquilidad.

—Aquí está —habló mi abuela entando a la sala con un gran sonrisa en su rostro—. Quieres saber la historia, ¿verdad?

—Sí —afirmé—. Con todos los detalles posibles.

—De acuerdo. —Su semblante cambio drásticamente, y aquella sonrisa fue reemplazada por una mueca de seriedad—. Las familias Miller y Stevenson siempre han sido familias con mucho poder, pero lamentablemente a pesar de que aquel poder nos llevó a la cima, también nos arrastró a lo que hoy en día seria nuestra perdición.

Agarré mi chocolate caliente para tomar un sorbo y poder seguir escuchando la historia de mi abuela.

—Hace algunas décadas atrás el padre de tu abuelo  fue asesinado por uno de los familiares de los Stevenson, desde ese momento comenzó una guerra sin fin. Su familia en vez de intentar no meterse en más problemas, decidieron cobrar venganza matando al padre de Edward Stevenson, Eliot Stevenson —narraba con un aire melancólico—. Y es ahí cuando todo comenzó.

—Eliot Stevenson es el papá del abuelo de Michael. —Harry y yo nos mirábamos asombrados.

—Exactamente —respondió—. Luego de muchos años todos pensban que las cosas se habían solucionado. Yo me casé con tu abuelo Gregory, y tuvimos tres hijos.

—Creo que ahí te confundes abuela. —La corregí observándola confusa—. Solo son papá y la tía Emma.

—No, cariño. Yo tuve tres hijos —murmuró—. Tu padre, tu tía Emma y tu tío Clark. El cuál jamás llegaste a conocer.

—Ellos... Ellos lo mataron, ¿verdad? —pregunté notando como los ojos de mi abuela comenzaban a cristalizarse.

—Ellos mataron a Clark cuando tenía solo veinte años, en ese entonces tu padre tenía dieciséis. Me arrebataron a mi hijo, pero aun así no decidi cobrar venganza. —Ella se secó las lágrimas y continuó—. Nuestra familia no es tan inocente, Addison. Le advertí a tu padre que no era buena idea tomar venganza, pero no me hizo caso. Una noche fue a la casa de los Stevenson y asesino al menor de los tres hermanos Stevenson, Michael Stevenson. El padre de Michael para hacer memoria de su hermano le puso el mismo nombre que este su hijo.

—Y ahora es mi turno. —Todo comenzaba a cobrar sentido—. Ahora es su momento de cobrar venganza y nada más y nada menos que con la hija del asesino de Michael.

—Debes terminar con esto. —Me suplicó agarrando ambas de mis manos—. Sangre se paga con sangre. Ese es el lema de ambas familias, pero tú puedes romperlo.

—Yo no soy la indicada para esto, soy débil.

—No, Addison. Tú no eres débil, sé que te resulta difícil creer en ti misma y en tus capacidades, pero debes intentarlo.

—Hay algo que no comprendo —dije analizando todo lo que acababa de oír—. Nicholas, el hermano de Michael me dijo, bueno en realidad más bien me escribió, que están siendo sometidos porque si no me matan acabaran con ella.

—Mierda —maldijo mi abuela—. Sabía que los Stevenson eran capaces de dañar a otros, pero no a integrantes de su propia familia.

—¿A quién te refieres? —pregunté levantándome del sofá.

—No soy quien para decírtelo cariño —dijo buscando unos papeles—. Si llegase ocurrir algo, búscala.

—¿A quién? —pregunté, mientras que mi abuela me daba una foto

—Ella es inocente, Addison. Ella es como tú y si no la salvas sufrirá lo que tú sufriste, lo que Rydel sufrió, o mucho peor — contestó—. No dejes que la maten.

—Pero... —intenté reclamar, pero ella nos empujó a Harry y a mí hacia la salida de su casa—. Te quiero.

—Y yo a ti —respondió—. ¡Espera!

Mi abuela se dio la vuelta y comenzó a buscar algo en su casa. Al par de minutos nos dio dos grandes bolsas repletas de...

—¡Armas! —exclamé—. Nunca use un arma en mi vida

—Yo si —respondieron Harry y mi abuela con una sonrisa cómplice.

—¿Tú sabes usar un arma? —pregunté.

—Mi padre me obligaba a casar conejos de niño —respondió Harry—. Una experiencia traumática, pero que ahora va a servirme.

—Enséñale. —Le ordenó mi abuela—. También ten esto.

—El brazalete que te hice de niña —dije sonriente.

—Llévalo siempre contigo para que jamás te olvides de mí.

—Nunca lo haría —contesté—. Nos vemos pronto.

—Adiós.

Y es así como Harry y yo comenzamos a caminar rumbo al auto.

No podía creer aun todo lo que me había ocultado mi familia.

Y no eran tan inocentes como pensaba, se podría decir que estamos al mismo nivel que la familia de Michael.

El poder nos había corrompido y como dijo mi abuela, nuestro apellido estaba maldito.

¿Pero alguna vez dejaría de estarlo? ¿Acaso ambas familias podríamos ser libres?

Eso no lo sabía, pero sobre todo iba a procurar mantener a salvo la vida de Harry, Savannah y Noah. También a "ella" la chica sin nombre, una Stevenson inocente, alguien como yo.

No iba a dejar que la arruinaran. Aunque eso implicara salvar a un familiar del enemigo.

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¡¡Hola hermosuras!!

¿Cómo están?

Yo muy bien porque ya estoy de vacaciones en mi país y es lo mejor.

¿Qué les pareció el capítulo? 

Ya conocemos a Grace Miller, la abuela de Addison. Y ya sabemos la oscura historia entre los Stevenson y los Miller.

¿Qué opinan sobre todos estos secretos que están saliendo a la luz?

No se olviden de votar o deja un comentario que es gratis JAJAJAJA y me alegran el día.

Nos leemos prontos.

Besos 💞