《Capítulo 25》
Harry Reynolds
—Sabía que te gustaba Savannah. —Decidí hablar cuando llegamos a la habitación.
—No sé lo que siento —contestó Noah pasan su mano sobre su cara. Estaba frustrado—. Me hace sentir feliz, puedo ser quien yo quiero ser a su lado porque sé que no va a jugarme. Me hace sentir...
—Completo. —Terminé de decir por él—. Dile lo que sientes.
Tal vez no era la persona indicada para este tipo de consejos, pero mis palabras podrían ayudarlo, como también hacer que todo se vaya a la mierda.
Ese era mi súper don.
—¿Seguro? —preguntó dudoso— ¿Y si no me acepta? ¿Y si hay alguien mejor que yo?
Me quedé en silencio por algunos segundos, no sabía que responder. No era algo fácil de responder, todos somos diferentes, pero eso no hace que unos sean mejores que otros.
—Seguro que hay alguien mejor que tú —contesté recibiendo una cara de disgusto por parte de Noah—. Pero Noah, ella te ama a ti y tal vez tengas razón. Tal vez, haya mejores personas que tú, pero entre todas las personas que Sav ha conocido te ha elegido a ti. Ella te eligió por lo que eres, no por lo que tienes. Ha aguantado todas las peleas entre ustedes dos y aun así te ama.
Me sentía todo un poeta de la época victoriana.
—Gracias —respondió Noah. Abrazándome con fuerza—. Tú deberías hacer lo mismo con Addison, pero decirle realmente lo que sientes, no que te gusta. Si no que la amas.
Aquellas palabras resonaban una y otra vez en mi cabeza.
Mi relación con Addison era extraña, no teníamos un título. Sin embargo, no creía que lo necesitáramos. A veces no estaba seguro de confesar lo que sentía, ella ya lo sabía, de eso no me cabía duda, pero aun así quería demostrárselo.
El sonido leve de que alguien golpeaba la puerta hizo que ambos nos calláramos.
—Pase —ordenó Noah, mientras que la puerta se abría lentamente y la pequeña cabeza de Savannah se asomaba.
—Es mejor que los deje solos —dije sonriendo levemente, saliendo por la puerta para ir en busca de Addison.
Recorrí los largos pasillos de aquel hotel en busca de Addison. Tenía algo especial para ella, que venía planeando desde que llegamos al hotel.
Seguí caminando por aquellos blancos y espléndidos pasillos, hasta que me topé con la puerta número treinta y seis; la habitación en donde se encontraba Addison. Toqué levemente la puerta y escuché un "pase" del otro lado.
—Oh, hola —dijo Addison con una leve sonrisa.
—¿No era lo que esperabas? —pregunté arrugando mi ceño, provocando que ella riera.
—Créeme, eres más de lo que esperaba —respondió con una gran sonrisa—. ¿Qué necesitas?
—No necesito nada.
—¿Y entonces que haces aquí?
—Tengo una sorpresa para ti —comenté viendo como una sonrisa se asomaba en su rostro.
—Creo que ya me has dado demasiadas sorpresas.
—Nunca es demasiado y nunca lo será —contesté acercándome lentamente a su cuerpo—. Solo necesito unos segundos para prepararla.
—Seguro —respondió.
—¿Me esperas?
—Te espero.
Dejé un pequeño beso en su cabeza decidido a irme, pero Addison me detuvo agarrándome desprevenido del cuello y estampando mis labios contra los suyos.
Era un beso lento, pero a la vez lleno de pasión. Podía sentir como pequeños escalofríos recorrían mi cuerpo y mi temperatura aumentaba.
Nuestros labios encajan a la perfección, moviéndose sincronizada mente. Amaba la forma en que nuestros cuerpos se entendían, entregándole placer al otro. La forma en que nos tocábamos y nos besábamos era única
Addison jaló mi cabello, provocando que un gruñido saliera de mis labios.
La tomé de la cintura acercándola más a mi cuerpo, para poder sentir su calor. Con ansias y el deseo recorriéndome cada parte del cuerpo, dirigí mis manos hacia sus muslos, otorgándole dulces y suaves caricias.
Addison Miller era una maldita adicción, una adicción imposible de escapar. Hacía que de un momento a otro mi corazón se acelerara y miles de emociones recorrieran mi cuerpo.
Causaba sensaciones en mí, que nadie jamás había logrado provocar. Ella era la indicada y sé que no habría nadie más después de ella.
Era mi pequeño ángel oscuro que saqué de las sombras y acerqué a la luz, pero aun así, una parte oscura seguía intacta en ella. Se podría decir que era su esencia, era aquella característica que la hacía especial y única, que la hacía Addison.
Charles Chaplin dijo una vez que no debemos tener miedo a equivocarnos, tener miedo al caos porque hasta los planetas chocan y de todo aquel caos, de todo aquel desorden, nacen las estrellas.
La vida de Addison era caótica, no era fácil en lo absoluto. Tener que vivir con el constante miedo de saber que tu vida está en peligro, que la vida de los demás está en peligro era muy difícil de sobrellevar. Pero eso me hacía amarla cada vez más porque ella era fuerte, era valiente y sabía que podría superarlo.
Nuestras respiraciones eran caóticas, es así que decidimos separarnos lentamente, a pesar de que nuestros cuerpos exigían estar unidos. Mordí levemente su labio, provocando que un suave y sensual gemido escapara de aquellos labios que me volvían loco
—Te veo dentro de unos minutos.
—De acuerdo.
Y esta vez salí por la puerta principal, dispuesto a preparar aquello que venía planeando hace semana. Solo que estaba esperando el lugar y el momento indicado para hacerlo.
De una vez por todas iba a decirle lo que sentía.
Hoy sería el día.
Tal vez de una forma muy diferente, a decir verdad completamente extraña, ridícula y loca, pero a fin de cuentas solo era cuestión de tiempo para que ella lo supiera.
[ ... ]
—Disculpe. —Le hablé a la chica que se encontraba del otro lado de la barra.
—¿Qué necesita? —preguntó sonriendo amablemente y se sonrojaba.
—Noté que arriba del edificio hay algún tipo de azotea —indiqué—. ¿Podría ser posible que me la prestaran por algunas horas?
Ella me observó confundida y algo asustada. Ni que fuera a asesinar a alguien.
—¿Se puede saber el motivo? —preguntó.
No quería decirle que iba a proponerle a la chica más hermosa y maravillosa que fuera mi novia, bueno, en realidad no iba a proponérselo en persona, más bien...Sí, esto es ridículo.
Me quedé callado por algunos segundos pensando en la respuesta apropiada, pero no hizo falta porque la chica comenzó a hablar.
—Estas son las llaves —dijo tendiéndome el juego que tenía solo cinco llaves—. Nada de alboroto.
—¡Muchas gracias! —exclamé comenzando a correr para dirigirme a la azotea, pero recordé que debía pedir un favor más—. ¿Por casualidad no tendrán luces?
—Claro... —contestó la chica con confusión y algo de temor sacando una caja para luego extendérmela—. Eres alguien muy extraño.
—Me lo dicen seguido —comenté tomando la caja y corriendo nuevamente—. ¡Y también me dicen ridículo!
Lo último que pude escuchar fue a aquella chica reírse.
No sabía cómo iba a terminar esto, pero realmente ya no aguantaba más, el no poder confesar mis sentimientos.
Solo debía recoger algunas cosas que se encontraban en el auto y todo estaría listo.
Porque entendí que Addison valía cada maldito segundo de mi vida, la amaba como nunca ame a nadie. La forma en que ella tenía el dominio sobre mis sentimientos era única, y a la vez me hacía enojar que todo lo que sentía fuera por ella. Nunca nadie había tenido el control sobre lo que sentía, nunca.
Estaba perdido, me había enamorado de Addison Deméter Miller, y no podía seguir negándolo.
[ ... ]
Las luces de color blancas estaban colgadas en las esquinas de dos postes, dándole al lugar un toque acogedor y mágico.
Había dos mantas tiradas en el suelo y una mesa de madera antigua con comida sobre ella.
La cámara estaba en su lugar, ahora solo faltaba que comenzara a grabar.
—Hola, Miller. Soy yo, Harry —dije mientras reía por lo que estaba haciendo—. Seguramente cuando veas este video pensarás que soy la persona más ridícula del universo. Y tal vez tengas razón, pero ese no es el caso.
Respiré profundo y continúe:
—Este video lo hago porque por fin me he decidido decir lo que siento; lo que siento por ti.
Y así continué hablando, dejando que las palabras fluyeran por si solas como la brisa ligera del verano.
No me importaba si ella no me correspondía, no me importaba si ella no estaba lista, con el simple, pero maravilloso hecho de que forme parte de mi vida me sentía el chico más feliz del mundo.
Porque aquella chica de cabello castaño claro y ojos azules que podías admirarlos por siempre, me volvía loco.
No esperaba tener ninguna relación a menos que fuera con ella, no podía ver un futuro sin ella, no había día, tarde o noche que no pensara en ella. No sabía si esto iba a terminar como yo deseaba, pero ya no me importaba.
No podía callarme, ya no más.
Y tal vez era la forma más extraña y ridícula de confesar mis sentimientos, pero así era yo. Alguien ridículo, loco y realmente extraño, pero aun siendo así, ella me aceptó y jamás me juzgó.
Ella es la llave de mi corazón, con la que puedo confesar libremente cada pecado y secreto sin temor.
Y era capaz de desangrarme, de agonizar y hasta dar mi vida si eso la mantenía a salvo. La amo más que a mi propia vida.
En un breve resumen...
Me encontraba perdidamenteenamorado de Addison Deméter Miller.
~♡~♡~♡~♡~♡~♡~♡~♡~♡~♡~♡~
¡¡Hola hermosuras!!
¿Cómo están?
Yo estoy demasiado feliz debido a que llegamos...A LOS 1.2K DE VOTOS Y 3K DE LEÍDAS
No puedo creer que aproximadamente en tres meses llegamos a esta cantidad, me sorprende la idea de haber llegado a tanto. Como siempre lo digo esto se los debo a ustedes, por no rendirse con mi historia y estar presente siempre, por sus hermosos, magníficos, graciosos comentarios que me emocionan de una manera difícil de explicar. Por aquella personas que han recomendado mi historia a otras personas, y también muchas gracias a mi lectores fantasmas ( si es que tengo porque por algo se llama fantasmas, ¿verdad? ) a ellos también les debo de agradecer por su apoyo fantasmal.
Bueno vamos a enfocarnos en el capítulo
Acá le traje un capítulo narrado por Harry, ya que muchos me lo han estado pidiendo.
Harry por fin va a confesarle sus sentimientos a Addison pero, no de la manera que ustedes piensan. Se podría decir que ese videito en un futuro va a ser importante.
Un super anuncio que tengo es que ya tenemos cuenta de insta!! Por fin he decidido hacerme una cuenta, intentaré ser constante pero no prometo nada debido a que también debo estudiar y encargarme de otras cosas. Pero intentaré subir uno o dos post a la semana.
Pueden encontrarme como Skar_Roma
En esta ocasión este capítulo se lo voy a dedicar a un persona que sus comentarios simplemente me alegran la existencia, me emocionan mucho realmente y me motivan a seguir escribiendo (como los de los demás) le agradezco mucho todo su apoyo.
yada1312 este capítulo va a dedicado a vos.
No se olviden de votar o deja un comentario que es gratis JAJAJAJA y me alegran el día.
Nos leemos prontos.
Besos 💞
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro