Habían pasado siete meses desde el accidente, Jimin veía a su mamá y se preguntaba si no le dolía el no tener su brazo. También le gustaba llevarle en su silla de ruedas, para Jimin era divertido y Yoongi solo se dejaba hacer con una sonrisa desahuciada.

Hoseok trataba de llegar más temprano del trabajo y besaba a su esposo como siempre lo hacía desde que están juntos. Con todo el amor que podría existir solo para su omega.

-Jimin… ¿qué haces? – preguntó desde la sala Yoongi. Jimin hace un rato se había ido a la cocina y el mayor  escuchó un traste caer haciéndole preocupar.

-¡Nada!

Yoongi apretó el botón de la silla de ruedas  para que esta avanzará, quería ir a su cuarto. Daba gracias a Dios que su casa fuera de un solo nivel. Aunque le ponía triste.  Sabia que Jimin estaba preparado galletas, lo había encontrado en su computador buscando recetas que pudiera hacer en el horno de microondas, y por lo que había leído no debía preocuparse más que de limpiar el desastre que de seguro dejaría, aunque al final Hoseok era quien lo hacía y el solo veía.

Cuando estuvo entonces dentro de las cuatro paredes de su habitación, llegó hasta el tocador y vio su reflejo.

Su cara no era linda, ya no, o eso que lo que pasaba por su mente. Veía su hombro izquierdo bajando la mirada hasta dónde terminaba su delgado brazo. Solo tenía la mitad por lo que río frustrado, no podía caminar y por más que lo intentara con todas las terapias que hacía no veía ningún resultado. Quizá nunca volvería a caminar. 

Pero solo era pesimista, y Hoseok siempre le reprendia por eso, en realidad Yoongi había avanzado mucho, si bien aún debía andar en la silla, su terapeuta dijo que pronto empezaría a usar las muletas y suponia que en 4 o 5 meses más llegaría a caminar con normalidad como lo hacía antes.

Soltó un suspiro desanimado, Hoseok lo seguía tratando igual, con mucho amor y dedicación, pero se preguntaba si solo el alfa, su alfa, sentía lastima cuando lo veía en tal estado. Jamás volvería a ser como antes. Quizá una cirugía podría arreglar su rostro.  Su psicólogo le dijo que era posible cuando él le preguntó y se sintió un poco más aliviado de saber que quizá podría recuperar su rostro bonito cuando Hoseok se lo confirmó diciéndole que el doctor había dicho que podría hacerce tal operación.  

Escuchó la puerta ser abierta y se sobresaltó saliendo de su ensoñación.

-Hola cariño… -Hoseok caminó hasta estar muy cerca de Yoongi, le tomo de sus mejillas y le dio un beso sonriéndole al mismo tiempo.  -¿cómo te has sentido hoy?

-mmm… bien, todo está bien…

-¿seguro bebé? -aun sosteniendo el rostro de su omega, él alfa le preguntó viéndole a los ojos.

-Si, solo me siento cansado de estar sentado aquí todo el día.

-Lo sé… se que es cansado, pero veras que pasara ¿si?, no te desanimes cariño, todo estará bien. Además mañana irás a tus terapias... verás que te divertirás.

Aunque para Yoongi... su respuesta mental habían sido:

No, nada está bien… y tampoco es divertido.

Yoongi pensaba en cómo Hoseok aún podía ser así. Tan positivo y lleno de luz. Le daba tantos ánimos, había ayudado tanto a que no se sintiera fatal al saber como había quedado después del accidente. Le dolió y sufrió por muchos días al principio, pero su esposo nunca le dejó solo y se lo agradecía, Yoongi de verdad le agradecía a su príncipe azul que fuera así. Que fuera su columna y sostén para poder seguir adelante.

-¿Quieres que te lleve a la cama? -Yoongi asintió quedito y Hoseok lo tomo arrullado para así llevarlo a la cama.  -tomaremos un baño juntos después de la cena ¿quieres?

-si, eso suena bien… -un ruido los saco de su burbuja.

-¿qué fue eso?

-Jimin está en la cocina… hace galletas para alegrar la tarde de películas, pero creo que le esta dando mucho trabajo, quisiera ayudarle, algunas de las cosas están altas y la silla es baja al igual que yo y Jimin juntos.

-No te preocupes mi amor, descansa un poco, yo iré a ver que hace. -Hoseok dio una caricia llena de calor a Yoongi y un beso pequeño en sus labios junto a otro en su nariz de botón. -Ya vuelvo cariño.

Yoongi se terminó acomodando en la cama como pudo y Hoseok se fue a la cónica a ver que tanto hacía su hijo.