Día 10. ~Hua Cheng & Xie Lian~
Obra: El oficial de la bendición del Cielo.
Ship: Hua Cheng & Xie Lian
Tema: Patadas
Título: Confirmación
✧─── ・ 。゚★: *.✦ .* :★. ───✧
Han pasado algunos años desde que Hua Cheng y Xie Lian unieron sus vidas en matrimonio. Una unión que reflejaba el verdadero y devoto amor que sienten el uno por el otro, un profundo vínculo que les ayudó a concebir una pequeña vida, la cual cuidan como su mayor tesoro.
✧─── ・ 。゚★: *.✦ .* :★. ───✧
La vida les concedió el privilegio de amarse después de una tan larga espera, no bastando aquello les regaló el milagro al poder concebir un pequeño ser, fruto del más sublime amor que sentían mutuamente. Han pasado unos cuatro meses desde que confirmaron la maravillosa noticia de que serían padres, establecidos en su residencia en la Ciudad Fantasma pasan los días viendo como su bebé crece, disfrutando de este proceso de estar embarazados.
—¡San Lang, ven rápido!
Era el llamado de Xie Lian en la cama, su esposo al oírlo de inmediato se acercó con un gesto bastante preocupado. No podía evitar pensar que esta dicha le fuera arrebatada en cualquier momento, que este milagroso embarazo pusiera en riesgo la vida de los dos seres que más amaba. Trataba de no mostrarse pesimista, de atraer con nefastos pensamientos la desgracia a su hogar, pero le aterraba perderlos, por lo tanto para calmar sus preocupaciones ponía bastante énfasis en su cuidado.
—No te asustes, no es nada malo. —Decía el embarazado al ver lo pálido que el otro estaba, había olvidado que llamarlo así de repente lo ponía algo nervioso, dedicándole una sonrisa parecía disculparse— No quería asustarte es que comenzó a patear, ¿quieres sentir sus primeras pataditas?.
Cuestionó sin dejar de sonreír al sentir como ese pequeño ser en su interior golpeaba su vientre con algo de fuerza, incluso podía ver la piel de su vientre abultado estirarse un poco donde se daban los golpes. Al oír esa novedad Hua Cheng olvidó su sobresalto anterior para emocionarse también al instante, la alegría de su amado le era contagiada. Sin dudarlo se acercó, sentándose al filo de la cama sintió la mano de Xie Lian guiar la suya hacia donde debía apoyarla para percibir la inquietud de su bebé, esperó unos segundos para que sentir su firme patada, su mirada se iluminó de inmediato y una sonrisa cargada de emoción se esbozaron en sus labios. Ese ligero golpe en el vientre de su Alteza, fue un golpe directo a su corazón al sentir como este dio un vuelco al percibir su inquieto movimiento.
¿Qué otra prueba necesitaba para afirmar que su bebé estaba bien? Por la vitalidad con que se movía era evidente que estaba saludable y nacería sin inconveniente, pensaba mientras esperaba en silencio que volviera a patear. Xie Lian por su parte se complacía por la emoción que su amoroso esposo expresaba en su gesto, ese hombre que con su devoto cuidado hacía que disfrutara plenamente de esta nueva etapa en su vida.
—Que fuerte es... —Susurró animado Xie Lian al sentir una nueva patada— Tendrá buenas habilidades de combate, ¿no lo crees?
A pesar de su pregunta, Hua Cheng estaba extrañamente callado, pensando que tal vez por su emoción se mantenía en silencio solo se limitó a acariciar su rostro con dulzura, solo para notar que su expresión era seria contrastando la desbordante alegría de hace unos segundos. —¿Qué sucede? ¿Pasa algo malo con el bebé?
—¿Te duele?
—¿Qué...? No, no me duele, solo se siente extraño que alguien tan pequeño te pateé las entrañas.
—Porque si te duele, puedo decirle que deje de hacerlo.
—...San Lang, ¿piensas intimidar al bebé? —Xie Lian con una sonrisa cuestionó, algo conmovido por su actitud siempre sobreprotectora, aunque a veces podía ser algo exagerado como ahora. Sabía bien que no hablaba en serio porque él amaba más que nada a su hijo, solo era San Lang siendo San Lang— Me subestimas si crees que un bebé pueda lastimarme con unas pataditas.
—No quise decir eso...
—Lo sé, lo sé... Solo jugaba, ven recuéstate a nuestro lado.
Hua Cheng no dudó en obedecer su petición, recostándose a su lado lo acogía en su regazo, no había nada más reconfortante que sentir la calidez de su esposo e hijo tan cerca. Pensaba que podía mantenerse así por largos días y noches, después de todo, el tiempo no era ningún problema, pero mientras más feliz se sentía mayor era su temor de perder esta dicha.
Un embarazo siempre era un riesgo, aún más uno inusual como el suyo, tal vez solo era los miedos propios de un padre primerizo, de un esposo muy enamorado que temía perder lo más preciado en su vida. Sus confusos pensamientos fueron interrumpidos por una nueva patadita de su hijo, haciéndolo volver a la maravillosa realidad que vivía.
—El bebé parece decir que no te preocupes, estaremos bien.
—Es inevitable no preocuparme, es algo de lo que no tengo control.
—Si dices que no tienes el control, entonces depende de mi porque el bebé crece en mi interior... —Tomando su mano la entrelazada a la suya con firmeza, mirándolo fijamente se prestaba a dar palabras que lo animaran— San Lang, voy a darte un hijo hermoso y sano, confía en mí.
Con una abrumadora seguridad digna de un dios hacía esta promesa, no le gustaba que su esposo se afligiera, lo conocía tan bien que aunque tratara de disimular su preocupación podía percibirla. —No es que no confíe en ti... Confío en ti más que nadie, pero...
—Ahora que lo pienso bien, creo que tampoco depende del todo de mi, solo pretendía animarte... —Con una sonrisa nerviosa decía al darse cuenta lo pretencioso que pudo sonar antes— Pero no importa de quien dependa, si el destino quiso darnos un hijo es porque así debió ser desde siempre y nada malo pasará.
—Tienes razón. —Cariñoso susurraba al sentirse de nuevo animado por esas firmes palabras, su determinado esposo siempre sabía que decir— ¿Crees que seré un buen padre?
—Eres un maravilloso esposo así que no dudó que serás un maravilloso padre también... Aunque esa es una pregunta que yo no debo responder.
—¿Qué quieres decir?
—Pregunta al bebé, estoy seguro que entiende todo. —Con una actitud juguetona Xie Lian proponía para fortalecer el vínculo entre los tres— Bebé, ¿crees que San Lang será un buen padre para ti? Da una patada enseguida si tu respuesta es "si".
Hua Cheng sonreía ante este inesperado jueguito, aunque dudaba que su bebé pudiera entender lo que le decían no apartó su mano de ese vientre abultado. Para su sorpresa pudo sentir en su tacto una fuerte patada de inmediato. —Fue solo coincidencia.
—¿Eso crees? Pregunta algo más.
—Bebé, ¿crees que tu padre me ama mucho? Si tu respuesta es "si" da una patada de inmediato.
—San Lang, no preguntes esas cosas, me haces avergonzar frente a nuestro hijo. —Dijo Xie Lian y enseguida sintió su patada, tiñendo de un tenue rubor sus mejillas al ser expuesto así por su hijo— Se acabó el jueguito.
—¿Por qué? Se estaba poniendo divertido.
Hua Cheng con una traviesa sonrisa decía al notar su bochorno, le era lindo ver que a pesar de llevar una vida de casados todavía su Alteza se mostrara tímido de esta manera. Acercándose a sus labios los besaba dulcemente siendo correspondido, ambos podían sentir como su bebé sin dejar de moverse seguía pateando, esa pequeña vida que daría más alegría a lo que ahora finalmente podían llamar hogar.
«────── « ⋅ʚ♡ɞ⋅ » ──────»
Muchas gracias por leer esta pequeña historia de esta pareja que no había escrito antes, espero que haya sido de su agrado. 💖
«────── « ⋅ʚ♡ɞ⋅ » ──────»
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro