Clara

-Mire has tardado una eternidad, pensaba que tendría que irme a casa andando -regaño a mi morena amiga.

-Lo siento, estaba hablando con David, bueno, más bien hablaba él conmigo, yo solo me reía por dentro -explica.

-¿Qué te ha dicho ese capullo? - pregunta Álvaro, su novio, que aparece por detrás nuestro.

-Nada, en realidad ha ido a disculparse.

-¡¿Disculparse?! -exclamo sorprendida

-Si, por engañarme, jugar con mis sentimientos y blablabla.

-¿Y a qué viene eso ahora si se puede saber? -pregunta ahora algo molesto Álvaro

-No lo sé, pero lo está haciendo con todas las tías con las que ha tenido algo -explica -También ha hablado con Tamara, Zoey y Jasmin, me las he encontrado viniendo hacia aquí y lo hemos estado hablando.

Estoy extrañada, los mujeriegos, no se disculpan, ellos se enorgullecen de dejar a sus presas heridas. Está claro que era muy sospechoso, y no solo me lo parece a mí, nos lo parece a todos.

-¿En serio está hablando con todas? le llevará unos cuantos años -comento bromista.

-Incluso a las más antiguas como yo o Alison -añade Mire.

Lo de Alison sí que fue gordo, la había dejado tirada en una fiesta hace un par de años tras poco más de medio año de relación, se enrollo con otras tres tías y dicen que se tiró a una de ellas, y tras presumir de ello toda la noche con sus amigos, y hacer quedar a Alison como una idiota delante de todo el mundo la dejó. Ella estaba perdidamente enamorada de ese chico, y eso que por aquel entonces solo tenían 15 años.

-La verdad no lo se, ahora ya me da igual, pero me ha gustado que se arrastrase, ha sido divertido -dice mi amiga entre risas mientras paraba el coche enfrente de mi casa.

David

La verdad es que a esta me la estoy currando, pero este era mi momento. Siempre he sido el segundo detrás de Adrián y eso que yo soy mucho mejor que él, al fútbol, con las chicas e incluso en el insti, solo me superaba en que sus padres tienen más dinero que los míos, y eso que en mi casa si algo sobra era dinero. Pero ya es hora de que la gente vea quien soy en realidad, y es muy sencillo, solo tengo que tirarme a Clara. Siempre ha estado en alguna clase conmigo, así que se habrá fijado en mí y pensará que soy guapo y esas cosas, pero Clara no parecía tan tonta como las chicas con las que suelo relacionarme yo y sabrá de sobras que soy un cabrón con las tías, por eso tengo que hacer algo para remediarlo, si no ella no se liará conmigo.

-¿Qué haces esta tarde? -me pregunta Adrián casi gritando -Macho es la sexta vez que te pregunto, ¿en qué coño piensas?

-Tengo clase con Clarita, en ese coño pienso. Esta noche tendrás noticias mías -contesto vacilón.

Cierro la taquilla, me cargué la mochila al hombro y salgo de los vestuarios en dirección al aparcamiento, tengo treinta minutos para llegar a mi casa, cambiarme e ir a casa de Clara pero antes tenía pasar por casa de Martha, es mi chica en el anzuelo, oSea que básicamente cuando quiero sexo y no tengo a nadie más, la llamo y siempre está dispuesta para mí, hace lo que yo quiera, así que si le pedía perdón por usarla y todas esas mierdas y luego follábamos un poco, ella acto seguido haría como todas y se lo contaría a sus amigas. Con suerte cuando llegue a casa de Clara ella ya lo sabrá y también sabrá lo que he estado haciendo con el resto de las chicas del insti. Si hay algo que vuela en este instituto son los cotilleos, la gente se alimenta de ellos.

Clara

Perfectamente puntual y con su característico olor a one million y menta, a la hora acordada David llama al timbre de mi casa. Abro la puerta un tanto ansiosa y nerviosa, nunca había hecho de tutora y, en mi opinión, no empezaba con el mejor alumno.

-Buenas tardes preciosa tutora de francés -sañuda él apoyado con un brazo en el marco de la puerta cuando la abro.

-Buenas tardes alumno extra perfumado.

-Me gusta tu sentido del humor Millán, muy graciosa -dice sonriendo mientras entra a mi casa -¿Empezamos?

El tiempo pasa, llevaremos ya casi la hora y media de clase cuando mi teléfono empieza a vibrar un montón por los WhatsApps que me llegaban.

-Míralos, por mi no te cortes -dice David amable y sonriente echando todo su peso en el respaldo de la silla y pasándose la mano por el pelo en modo seductor. No sé qué pretenden estos gestos la verdad. No se que estaba pasando con él que parecía cambiado desde ayer, se disculpaba con las chicas a las que había herido, quería mejorar sus notas y todas sus palabras eran amables. No es que yo hubiese hablado muchas veces con él, y mucho menos cuando lo dejo con Mire, pero no lo tenía como una persona simpática precisamente, aun que por lo que estaba viendo estoy equivocada.

-Aun que no te prometo que no me ponga celoso del teléfono por que le prestes la atención que es legítimamente mío -añade guiñándome un ojo y sacando su móvil para consultar los miles de mensajes que le habían estado llegando a lo largo de la tarde.

WhatsApp

Mireia: Para que sigas alucinando, incluso a la pobre Martha le ha pedido disculpas

Mireia: No es increíble, si no supiera que es un cabrón pensaría que todas sus disculpas son en serio

Mireia: Pero ya sabemos como es, algo se traerá entre manos

Mireia: Por cierto ¿Qué tal la clase?

Clara: Muy bien la verdad, esta noche te llamo y te cuento.

-Bueno, hora y media cumplidas-dice David mientras empieza a recoger sus cosas -Ha sido un placer, he aprendido mucho y en buena compañía -añade guiñándome un ojo.

-Qué halagador -aunque me sonrojo por sus palabras respondo con todo sarcástico, con la esperanza de que él no lo note.

-¿Quedamos mañana?

-Sí, pero no en mi casa -digo, se me había ocurrido una idea. La verdad es que a David no se le da nada mal el francés, y hay una serie de monólogos en francés en Chicago, y podíamos ir en tren -Ven mañana a las cinco a buscarme, nos vamos a Chicago.

Dani

Tengo que llegar a casa de Clara antes de tiempo a toda costa, conozco a David y se lanzará como un león en celo, y no quiero que Clara haga nada de lo que luego vaya a arrepentirse.

He llegado 13 minutos antes para ser exactos, aunque puede que ya sea tarde. Toco el timbre una vez y no hay respuesta así que lo toco una segunda vez y vuelvo a no obtener respuesta y saco el móvil un tanto preocupado cuando de reojo veo que la figura de un hombre me abre la puerta.

Es Adrián.