Bruno seguía observando atónito a su sobrina.

Mirabel- ¿señor se encuentra bien? - pregunto

Bruno- ¿señor?

Mirabel- disculpe, creo que fui irrespetuosa sin darme cuenta, ¿Cómo debería llamarlo?

¿Acaso Mirabel no lo había reconocido?, talvez porque había cambiado bastante, eso era algo bueno.

Bruno- no te preocupes, solo estaba algo distraído- exclamo con una sonrisa

Mirabel- oh bueno, no se preocupe.

Bruno- ¿y dime a que vienes?

Mirabel- bueno, el señor José me pidió que viniera a recoger su pedido

Bruno- oh ya sé a qué te refieres- exclamo mientras sacaba de su cajón una lista- en seguida te doy el pedido.

Mirabel- gracias- respondió

Bruno entro al pequeño deposito que tenía la tienda y saco 1 costal de Harina.

Bruno- este es el pedido- exclamo mientras se acercaba a Mirabel con el costal

Mirabel- vaya, es muy grande el costal

Bruno- ¿no trajiste a alguien más para que te ayude?

Mirabel- no vine sola

Bruno- si quieres yo te puedo ayudar

Mirabel- ¿enserio?, no quiero ser una molestia

Bruno- una jovencita como tú, no debería cargar cosas tan pesadas, te puedes lastimar

Mirabel- muchas gracias por ofrecerme su ayuda señor Hernando

Bruno- ¿Hernando?- pregunto

Mirabel- ¿ese es su nombre no?

Bruno- sí, solamente que...

Mirabel- ¿ocurre algo?

Bruno- no es nada, te acompañare hasta el rio, ¿okey?

Mirabel- está bien señor.

Bruno se dio cuenta que su querida sobrina no lo había reconocido, ella pensaba que el era otra persona. Eso tiene su lado positivo, porque así podría continuar viviendo tranquilo lejos del encanto, pero aun así se sentía muy solo, pues no tenía muchos amigos en el pueblo.

¿talvez pueda buscar la manera de estar con su sobrina, sin que ella sepa que el es su querido Tío Bruno?