Capitulo 1
Todos en la gran familia Madrigal poseían un don único y especial, todos excepto Mirabel, quien nunca pudo obtener uno, nunca nadie supo la razón.
Debido a esto, ella no recibía el mismo trato que el resto.
Pero para su suerte, su querido Tío Bruno también era despreciado, entonces se podía decir que no estaba del todo sola, bueno, lamentablemente su tío había desaparecido hace más de 10 años.
La razón, pues tampoco se sabe.
Entonces Mirabel estaba sola.
Nadie recordaba la cara del tío Bruno, pues la abuela había quitado sus fotos, de todos lados, entonces nadie recordaba cómo era el rostro de este.
Mirabel se acordaba de un hombre, con cabello corto y afeitado, pues solo había podido estar con el cuando era pequeña, su tío era una persona muy buena y cariñosa, pero lamentablemente todo el mundo siempre pensaba lo contrario, debido a que su don era ver el futuro, pero siempre las visiones que el daba eran malas, y pues la gente creía que esas cosas malas las provocaba el.
¿talvez por eso se fue de la casa?, seguramente no pudo aguantar ni un día mas atrapado en aquel lugar, eso era lo que suponía Mirabel
Y, a decir verdad, incluso ella quería alejarse de aquel lugar.
El día de hoy como siempre, la familia se encontraba realizando sus tareas, todos excepto Mirabel, ella jamás tenía nada que hacer, pues creían que su ayuda era innecesaria.
Ella se la pasaba encerrada en su habitación, o si no en el bosque contemplando los animales, tristemente no tenía con quien estar.
Aunque ella tenía cierto apoyo de sus padres, pues la verdad se sentía muy sola, ella quería algo nuevo en su vida.
Mirabel fue al pueblo a buscar a su abuela para poder conversar con ella.
Después de un rato de caminata llego finalmente donde ella, quien estaba hablando con unas personas.
Mirabel- Abuela, ¿puedo hablar contigo? - exclamo mientras se acercaba
Abuela- ¿Qué sucede?, no ves que estoy ocupada
Mirabel- es que todos en la familia hacen algo, menos yo, ¿no hay algo en que pueda ayudar?
Abuela- ya te dije que tu ayuda no es necesaria
Mirabel- por favor abuela, déjame intentar hacer algo, no quiero sentirme tan inútil
Abuela- todos ayudan aquí gracias a sus dones, ¿dime en que puedes ayudar tú?
En eso un señor de unos 60 años se acercó a la abuela.
Señor- disculpe que la moleste, señora Alma, pero necesito ayuda
Abuela- ¿Qué necesita?
Señor- como vera, yo soy una persona mayor y necesito que alguien me ayude en mi trabajo
Abuela- ¿Cuál es su trabajo?
Señor- soy panadero, necesito tener alguien que pueda traerme mis ingredientes, lo malo de esto es que las cosas que utilizo no las venden aquí, se tiene ir al pueblo que hay cruzando el rio en el bosque.
Abuela- entiendo, pero toda mi familia tiene muchas tareas, no pueden viajar todo el tiempo a traer sus ingredientes, pues eso les perjudicaría en el resto de sus deberes.
Mirabel- talvez yo pueda hacerlo, yo tengo bastante tiempo, podría viajar a aquel pueblo las veces necesarias
Señor- eso sería maravilloso, además eres una chica bastante joven, entonces tienes mucha energía, y eso es justo lo que necesito
Mirabel- ¿tú que dices abuela?
Abuela- está bien, puedes ayudar al señor, pero has bien el trabajo.
Mirabel- no te preocupes abuela, me encargare de que todo salga bien- exclamo con una sonrisa
Abuela- bueno, ahora habla con el señor y coordinen como harán todo, yo tengo que retirarme, hasta luego
Señor- hasta luego señora, que le vaya bien- exclamo
La abuela Alma se retiró dejando solos al señor y Mirabel.
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