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"Es mío"


Eran casi las 5 y media de la tarde cuando estaban volviendo a la casa del chileno, estaban abriendo la pequeña reja de la misma cuando vieron al argentino salir de allí. Carlitos no sabía que debía hacer ahora, Alfred no sabía si debía decir algo, quedarse o sólo irse...

-¡Nene~! Anda~ veni con papi!-gritó Martín casi corriendo para abrazar a su niño tomándolo en brazos

-¡Papá!

-Che, Manu está un poco ocupado ahorita... ¿Qué te parece si vamos a dar una vuelta~?-pregunto sonriendo lleno de confianza

El menor asintió alegremente, quizás las cosas se habían resuelto y todo volvería a la normalidad, pero algo le inquietaba de todo eso... ¿Qué pasaría con el gringo? Pues como su madre estuvo tan ocupado antes pasó más tiempo con el estadounidense y le caía bien, no en exceso pero lo suficiente como para preocuparse. En cambio Alfred sólo frunció levemente el ceño cuando noto que el argentino tenía el labio partido, la ropa algo desarreglada al igual que su cabello y tenía ligeramente coloreado cerca de su mejilla y cerca de un ojo...

¿Habían discutido hasta el punto de llegar a golpearse?

-Eh, gringo-llamo Martín dejando al menor en el suelo sin soltar su mano- Lo mejor es que te vayas a tu casa... Manu quiere estar sólo ahora

Pero por alguna razón desconfiaba de él, se alejó un poco como si fuera devuelta a sus tierras pero cuando Hernández estuvo fuera de vista volvió a la casa del chileno golpeando la puerta hasta que noto que estaba abierto...

-Entonces... ¿Todo está mejor?-pregunto la isla mirando de reojo al argentino que sonreía levemente, estaba demasiado feliz como para siquiera sospechar que las cosas salieron mal

-Por ahora si~-dijo sacando su móvil viendo la hora- Pero mañana volveremos a hablar, más tranquilos y contigo presente

-¿Eh? ¿Yo? ¿Por qué?

-P-Por que... eh... debemos tomar las decisiones como familia ¿Eso somos, no?

-Sí-respondió sonriendo levemente

Al menos, ahora podía estar unos momentos con su padre, sólo esperaba que Chile se encontrará bien y que no hubiera hecho algo malo al irse con Argentina... soltó un largo suspiro. Tal vez las cosas no estaban tan bien como le estaba haciendo creer Martín

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El castaño estaba sentado en el techo mirando el patio trasero de su casa, no estaba llorando ni nada pero estaba perdido en sus pensamientos. Las duras palabras del argentino no paraban de rondar su por su mente, le dolía la boca, el cuello y toda su parte baja como un simple recordatorio de que no debía hacer enojar a su pareja...

Si, pareja, porque no había podido mantenerse firme frente a Martín. Porque de una u otra manera terminó aceptando que seria mucho mas dificil separarse del argentino...

El viento movía lentamente su cabello y su mirada miel se perdía entre el pronto atardecer, suspiro, bajó la mirada observando como cierto rubio al parecer estaba buscandole. Sonrió levemente y cuando este se dio media vuelta para volver al interior de la casa, saltó de golpe sin pensarlo dos veces y comenzó a reír suavemente con el grito del pánico que soltó el estadounidense

-¡Estas crazy!- exclamó algo molesto

-S-Sorry-se disculpó levantando una mano en señal de disculpa-¿Que haci' aca?

-Mmm? ¿No puedo venir a ver como estas?-pregunto sin dejar de mirar los labios del chileno provocando que este se sonrojara levemente y cubriera su boca con una de sus manos- ¿Que paso?

-... Solo... tuvimos un pequeño desacuerdo, eso es todo

Dicho esto comenzó a caminar al interior de la casa dándole a entender al ojiazul que no diría nada de lo que paso, pero extrañamente unos minutos después (y unas cuantas botellas de alcohol después) el castaño terminó contándole lo que pasó entre hipeos y risas idiotas. Alfred no se dio cuenta cuando este terminó de hablar para quedarse dormido sobre la mesa, alli comenzo a preguntarse si realmente era sano para el chileno beber tanto...

Se le quedó mirando fijamente unos segundos, su respiración era tranquila tenía el labio roto, unos cortes cerca de su cuello y en sus manos y lo que mas se le notaba despues del labio partido era que en su ojo estaba comenzando a aparecer un color entre morado y verde. Realmente esos dos habían llegado a los golpes cuando les dejo a solas, suspiro y comenzó a mirar a su alrededor, las cosas estaban perfectamente ordenadas pero eso no quiere decir que la habitación del chileno estuviese igual...

Movió su cabeza negándose a pensar más de la cuenta, Martín había dicho que Manuel estaba cansado y que por eso terminarían de hablar mañana pero... ¿Que hacia el castaño en el techo? ¿Pasó algo mas allá de los golpes? ¿El argentino le obligó a no dejarle? ¿Que tan seguro podía estar de que seria él el elegido? Después de todo no podía olvidar el largo historial de cosas "malas y crueles" que tenía en sus relaciones políticas con el otro, si no fuera por los negocios de seguro no hubiera tenido una oportunidad de volver a hablarle...

Negocios...

Las cosas giraban así, los humanos les hacían pensar así... los humanos olvidaban que ellos también eran personas, también sentian amor... también sentían odio y cariño...

Apoyó su cabeza en una de sus manos y con la otra movio un mechon del castaño cabello para dejarlo detrás de la oreja del dueño de este, sonrió levemente por lo inocente que se veía el sureño. No daba para pensar que ese mismo chico ahora tranquilo fuera el mismo malhumorado, mal hablado, tsundere y el resto de descripciones que tenía Chile por el resto de naciones... Y no entendia ¿Que tenia de malo que su personalidad fuera de esa manera? Había naciones que tenían un carácter peor al del chileno...

-Pareciera que no va a despertar...-susurró poniéndose de pie

Con cuidado lo tomo en brazos al estilo princesa, y le llevó hasta el sofá, porque no pensaba subir las escaleras y encontrarse con cualquier cosa que le dijera lo que había ocurrido ya bastante tenía con lo que le dijo el castaño. Le estaba dejando allí, con cuidado de no despertarle pero aún entre sueños Manuel se aferraba a èl como si su vida dependiera de ello... en un mal movimiento por parte de Alfred al intentar separarse término en el suelo con el chileno sobre su cuerpo

-Buta la wea...-susurró bostezando, restregandose un ojo y miró al estadounidense algo confundido- ¿Que bola...? ¿N-No estábamos en la cocina...?

-El Hero te traía para acá, no pensaba despertarte-dijo sentándose tratando de evitar los malos pensamientos al estar en esa postura comprometedora

-Ah...-soltó volviendo a bostezar- ¿Que wea paso... con Carlitos? ¿Si se fue con Martín...?

-¿No te lo dije antes?

-¿Cuando?

-Antes de que te durmieras

-No

-¿Seguro?

-Si

-Pero si te lo dije

-Mentira

-Lo hice

-Nope

-Yes!

-¡Que no!

Siguieron discutiendo durante unos minutos en esa posición, hubieran seguido y seguido de no ser porque el chileno recibió un llamado de su presidenta y casi al mismo tiempo el estadounidense del suyo. Se miraron fijamente unos segundos para luego soltar una risa cómplice, por poco olvidaban que eran Naciones y que tenían deberes que hacer en el Gobierno. Porque aunque fuera un tanto tarde tenían que acudir al deber... Estaban a punto de salir de la casa del castaño cuando el rubio hablo

-Si me dijeras que no...

-¿Que? ¿No de que?-pregunto Manuel algo confundido

-N-No... no es nada-dijo un poco nervioso riendo levemente

-Sé que soy un indeciso de mierda-susurró sin voltearse a mirar al estadounidense- Igual, sé que es mi culpa que Martín se enoje así... ¿Pero que puedo hacer? Cada cosa que pasa me confunde más... me enredo solo en esas weas como si me gustara sufrir. Masoquista no soy pero es como si siempre estuviera buscando el lado negativo de las cosas, siempre...

-¡Deja de ser tan...!-gritó el ojiazul son saber cómo terminar su alegato terminó abrazando al ojimiel- No hables tan mal a ti..

-¿Y vo' que sabi'...? Ni yo me conozco bien a mi mismo... con cuea' sé que casi todos me odiaban acá

-Well...-susurró golpeando suavemente como acariciando su cabeza- ¿Si te digo lo que te iba a decir te dejarías de ser tan duro contigo mismo?

-...-se lo pensó unos segundos, no le interesaba en su totalidad pero como dicen... la curiosidad mató al gato

Muchos kilómetros más al norte del mundo, el pequeño Sealand estaba encerrado en su habitación, no había salido de allí en todo el día y dudaba que no haría... Suecia y Finlandia habían salido a atender sus asuntos nacionales así que aprovecho de quedarse toda la mañana y parte de la tarde acostado, ni siquiera había comido hasta ese momento cuando golpeaban insistentemente la puerta de la entrada

-Y uno que sólo quiere estar tranquilo...-susurro de mala gana saliendo de su habitación

Ignoro los mareos que le provocaba dar un paso y abrió la puerta, joder, a quien menos quería ver en esos momentos en donde a penas y si podía respirar bien... Seborga le sonrió levemente entrando a la casa y se auto-invitó para sentarse en el sofá de los nórdicos

-Ciao~ ¿Estás bien~? No te veo muy animado, Sea-dijo riendo suavemente

-¿Que quieres? De verdad no estoy de humor para tus tonterías-respondió seriamente pero terminó soltando un suspiro cansado

-¿Ya es tiempo, eh?-susurro la micronación italiana mirando al techo

-¡N-No bromees con eso!-gritó Peter- ¡No llevo siquiera un año con Carli! NO puede estarme pasando esto ahora... sería injusto..

-La vida es injusta...-dijo con la voz como si estuviera diciendo una gran frase inspiradora

-Deja de jugar Seborga, además, si eso de verdad fuera a pasar preferiría que mi novio se quede con Wy-chan que contigo...

-¡Anda~! No seas tan duro, Sea~ 

-Callate, no dejaré de vivir tan fácilmente, Carlitos no se quedará contigo...-repitió cruzándose de brazos

-¿Quien sabe? Puede que hasta incluso salga mas suelto que su mamma-pregunto susurrando para si mismo lo ultimo, era una suerte para el castaño que el Kirkland solo hubiera escuchado unos murmullos

La sala se sumió en un silencio pesado que se rompió cuando Tino entro a la casa y Seborga aprovechó esa circunstancia para irse de una vez. Peter le saludo y después al sueco, escucho una breve charla sobre lo que pasó aunque en realidad no le interesaba pero cuando terminaron de hablar noto que la mascota de la familia estaba alli mirándole fijamente. Le acarició la cabeza a Hanatamago y subió a su habitación para ordenarla antes de que Bernard fuera a revisar...

Cuando terminó se sentó en la suave alfombra con los ojos cerrados y el perro sobre sus piernas, mientras le acariciaba el pelaje recordó algo que le hizo sonrojarse de vergüenza y de una ligera molestia...aunque esa noche se había olvidado de todo solo por el sonrojo y los sonidos que salían de la boca de la isla, sin darse cuenta había comenzado a babear ligeramente solo pro el recuerdo, suspiro y miro el techo de su cuarto, pensaba que a la mañana siguiente el otro rubio le odiaría o algo asi, vaya sorpresa se llevó cuando le hablo en esa lengua desconocida y solo hace unos días se había enterado de que le había dicho "Yo tambien te amo, Peter" en el idioma natal de su isla

-¿Que estara haciendo ahora?-pregunto a la nada sintiendo unas corrientes eléctricas recorriendole de pies a cabeza- Ugh...

"Quizas deberia pasar estos días con èl... nada me asegura que podré sobrellevar esto correctamente, ah~, al menos déjenme estar con èl unos días mas..."

Pensó en llamarle pero recordó que su pareja no era muy amante de la scosas tecnológicas, prefería pasar el tiempo haciendo actividades del campo a estar sentado jugando en un pc, hizo un leve puchero ¿Por que debía separarse de èl si eran pareja? Ah, claro, el único problema era que el argentino no permitiría supuestamente su relación... volvió a suspirar moviendo ligeramente al animal para recostarse en la cama encontraría algo que hacer en su movil o simplemente dormiria para olvidar un poco todo ese asunto que pasaba con su territorio, con Seborga, con Wy, con todos... relajarse unos momentos estaba bien.

-------------........-.-.

-¿Estas bien?-pregunto Martin a su hijo algo preocupado de lo silencioso que estuvo durante la tarde

-Uhm...-soltó asintiendo levemente- Pero... ¿Como están las cosas realmente entre tu y mama?

-Che, mira... están un poco complicadas, pero vos sabes que Manu no se alejara asi comoa si de mi, tal vez es solo otro de sus arrebatos como siempre. Ya veras que antes de terminar el mes, volvemos a ser los mismos~ 

Argentina le sonrió confiado a Tierra de Fuego sintiéndose muy seguro, el chileno era solamente suyo y aunque tuviera que irse en una guerra en contra del estadounidense lo haría. Manuel era suyo, suyo, no iba a dejarle ir jamas... que digan lo que quieran, pero ese castaño era su vida y no le dejaría ir 

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