Royal Woods Michigan - Hospital General - 3:30 p.m.

Podemos ver a nuestro protagonista, el cual se encontraba con una mirada llena de miedo, mientras observaba la cama, en la cual estaba un hombre castaño, quien estaba conectado a varias maquinas de allí.

Lincoln: Rick... Owens... Es una pena, que su tío haya tenido ese accidente tan horrible, señorita Maggie. Lo lamento mucho por usted. - dice el peliblanco algo nervioso, mientras veía como la pelinegra se pone a su lado.

Maggie: Si, fue algo realmente horrible. Mi mamá se sorprendió bastante al verlo así y... Bueno, realmente nunca pensé que el terminaría en ese estado. Pero bueno, te agradezco que hayas venido, para hacerme compañía. - dice la pelinegra con una leve sonrisa, mientras frotaba sus brazos.

Lincoln: Mjm... Más bien, a mi me alegra que hayas querido pedirme ayuda. Siempre es bueno, ayudar a una amiga, cuando está en una situación difícil. - dice el albino con una sonrisa, mientras agachaba su mirada.

Maggie: Por cierto... Sobre lo que paso con la película. Te vi en tu escuela, ibas muy dormido y parecía que te ibas a desmayar. Lo lamento, creo que no pudiste dormir bien, por las pesadillas, quizás fui algo irresponsable. - dice la pelinegra con una mirada de pena, mientras agachaba su cabeza un poco.

Lincoln: Eh, no, no tiene por que sentirse mal. Yo... Yo en realidad, si no dormí mucho pero, me quede despierto, por que quería esperar a mi mamá, eso es todo. - dice el peliblanco en un tono bajo, mientras agachaba su mirada.

Maggie: Oh ya veo. Eso me alegra un poco, ya que no tienes edad para ver esa película y bueno, supongo que a veces la rebeldía puede ganarme, pero dime algo... Por que tienes ese moretón en el rostro. Y no me digas que te pegaste con algo, que ya conozco esa excusa. - dice la pelinegra en un tono serio, haciendo que el albino se asuste un poco.

Lincoln: Bue... Bueno. No le puedo mentir más, señorita Maggie. Quien me golpeó, fue mi hermana mayor, Lori... Y... Creo que fue por culpa mía. - dice el albino en un tono bajo, mientras agacha su mirada. Al mismo tiempo que Maggie se molesta un poco.

Maggie: Ella te golpeó, eh... Hmm. No quiero ser grosera, pero... Tú hermana es una idiota. Pero tú no tienes la culpa de nada, de seguro ella no tenía algún motivo, para hacer eso. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras se cruzaba de brazos.

Lincoln: Le dije una verdad que tenía escondida. Le dije, que su novio Bobby, la engañaba con otra chica. Y que el me amenazó, para que me mantuviera callado. Pero obviamente, Lori no me creyó y yo... Al insistir, termine siendo abofeteado. - dice el albino en un tono bajo, mientras se sobaba su mejilla.

Maggie: Hmm, tranquilo. Esa chica ya perdió completamente la cabeza, al golpearte por un motivo tan ridículo. Verdaderamente, es una estúpida. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras apretaba sus puños.

Lincoln: No es necesario que te enojes. Mi otra hermana, Leni le termino devolviendo la bofetada. Pero eso no me hizo sentir mejor. Yo no soy alguien violento y por eso, no apruebo que Leni le haya ido a reclamar. - dice el peliblanco en un tono bajo, mientras se sentaba en una silla.

Maggie: Bueno, al menos le dieron su merecido. Y entiendo que seas un niño pacifista. Todavía no tienes la edad, para poder defenderte solo. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras se cruzaba de brazos.

Lincoln: Lo se... Y ahora... - observa la cama. - Ehm, necesito ir al baño, jeje. En seguida regreso. - dice el peliblanco algo nervioso, mientras camina hacia la puerta. Para luego salir del cuarto.

Maggie: ¿Por qué actuará así?. Supongo que tiene miedo de los hospitales, como yo. O al menos eso pienso. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras observaba a su tío.

Unos minutos después. Nuestro protagonista se encontraba lavando su rostro con agua fría. Para luego mirarse en el espejo, viendo sus pequeñas ojeras, para luego cerrar los gritos del agua.

Lincoln: Dios... Estar frente a ese señor, fue muy aterrador. Me dieron escalofríos, cuando lo vi. En todo este rato, no eh parado de temblar. - dice el peliblanco bastante nervioso, mientras se seca las manos, para luego salir del baño.

Al caminar por el pasillo, el peliblanco observa algunos cuartos, los cuales se encontraban abiertos. Pero al pasar por uno, este se da cuenta. Que allí estaban la señora y el señor McCann, los cuales miraban una cama con tristeza.

El albino con algo de curiosidad se acerca a la puerta y observa a Chandler, el cual se encontraba en una cama. Con algunos vendajes y curitas, además de tener un yeso en su brazo derecho.

Lincoln: Señor y señora McCann. Ehm, como se encuentra Chandler, ¿Ya está mejor?. - dice el albino un poco nervioso, mientras entraba a la habitación. Llamando la atención de ambos pelirrojos.

Sra. McCann: Tú eres aquel niño, que mi hijo molestaba. Hmm, si el ya está fuera de peligro. Hace días que despertó y se encuentra mejor. Solo que se quedó dormido. - dice la pelirroja algo triste, mientras tomaba la mano de su esposo.

Lincoln: Eso me alegra un poco. Yo sinceramente, no esperaba que le sucediera esto a Chandler. Realmente, por más malo que fue conmigo. El no se merecía esto. - dice el albino en un tono de preocupación, mientras se acerca a la cama.

Sr. McCann: Eso es tener un buen corazón, jovencito. Me alegra que no le guardes rencor. Pero... En lo que vamos a la cafetería, puedes quedarte unos minutos con el, por favor. - dice el pelirrojo algo nervioso, mientras que su esposa se pone de pie.

Lincoln: Hmm... Claro, no hay problema. Solo no tarden mucho, que una amiga me está esperando. - dice el albino con una sonrisa, mientras veía como ambos salen de la habitación, para luego mirar al pelirrojo. - Al menos no veré a ese señor, en unos minutos. Eso me deja tranquilo.

De pronto. El pelirrojo poco a poco, se comenzó a mover. Al mismo tiempo que abría sus ojos. Asustando al peliblanco, el cual retrocede un poco. Por su mirada tan seria y oscura.

Chandler: Tú... Larry. ¿Qué rayos haces aquí?... ¿Dónde están mis padres... o la enfermera?, para que te saquen... de aquí. Pequeño mocoso... maldito. O es que te alegra... Verme así. - dice el pelirrojo con pocas fuerzas, mientras apretaba sus puños.

Lincoln: Chandler... Escúchame. Tus padres me dijeron, que me quedara contigo, para que fueran a la cafetería. Y... Siendo sincero, no vengo a burlarme o a alegrarme por lo que te paso. Al contrario, vengo a perdonarte. - dice el albino en un tono serio, llamando la atención del pelirrojo.

Chandler: Perdonarme... No digas tonterías. Por qué diablos, quieres perdonarme. Si... Si no tienes nada de que perdonar, yo todo lo hice con la intención de herirte. Y no... Necesito un perdón, tuyo. - dice el pelirrojo bastante molesto, mientras se acomodaba en su cama.

Lincoln: Claro que sí. Yo sé que me odias, desde el primer día que nos conocimos. Se que has lastimado mis sentimientos y que me has herido muchas veces, pero... Nadie merece vivir sin perdón, por los errores que cometieron. Y sobre tus burlas, de que mi mamá no iba a volver. Agradezco que fueran falsas, por qué... Ella si regresó. Y ahora está conmigo. - dice el peliblanco con una sonrisa, sorprendiendo al pelirrojo, el cual se sienta en su cama. - Yo sé que tienes miedo. Nunca fuiste aceptado por nadie y por tú actitud todos te han rechazado. Pero se que puedes cambiar, que puedes ser otro. Y que podemos incluso ser amigos.

Chandler: ¿Amigos?. Hmm... ¿Por qué no eres como el resto?, por qué no te burlas de mí. Por qué no... Dices, que soy una basura, como lo hubiera dicho cualquier otro. Te lastime y te herí, por diversión. Pero jamás te burlaste o me insultaste. Solo me golpeaste por un impulso de irá. ¿Por qué eres así?. - dice el pelirrojo en un tono serio, mientras veía al peliblanco.

Lincoln: Por que una vez, mi abuelito me dijo algo. "Incluso tu peor enemigo, puede convertirse en tu mejor amigo". O... "A quien más odies, algún día lo querrás como los demás". Mi abuelo me enseñó a no guardarle rencores a nadie, incluso si ellos me lastiman de la peor forma posible. Puede que les siga teniendo miedo, pero jamás los odiaré. Por qué el odio, no cabe dentro de mi. - dice el albino con una leve sonrisa, mientras que el pelirrojo desvía un poco su mirada. - Por eso... Te perdono.

Sra. McCann: Ya volvimos. Oh, hijo... Ya estás despierto. Dime, como te sientes. - dice la pelirroja con una sonrisa, mientras veía como el pelirrojo se quedaba callado, sin decir una sola palabra. -  Te encuentras bien.

Lincoln: No se preocupe, está bien. Yo ya me tengo que ir, nos vemos luego señora McCann. Que tengan bonita tarde. - dice el peliblanco con una sonrisa, mientras se iba de allí, al mismo tiempo que los señores McCann, se acercan a Chandler. El cual se queda bastante pensativo. Por las palabras del peliblanco.

Un rato después. Afuera del hospital. Maggie se encontraba guardando algunas cosas en su mochila. Mientras que Lincoln, observaba una ventana del hospital. En la cual se encontraba Chandler.

Maggie: Bien, es hora de irme. Supongo que... Quieres ir a casa, luego de un largo rato, no crees. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras veía al peliblanco, el cual seguía observando aquella ventana. - ¿Todo bien?.

Lincoln: Si, no se preocupe, señorita Maggie. Y descuide, mi casa no queda muy lejos, además... Quisiera pasear un poco, pero le prometo que voy a tener cuidado. - dice el albino con una sonrisa, mientras juntaba sus manos.

Maggie: Hmm, eso no me crea nada de confianza, pero como eres tú, confiaré en ti. Así que... Cuídate mucho y no te acerques a extraños, entendido. Nos vemos Lincoln. - dice la pelinegra en un tono serio, mientras se alejaba, al mismo tiempo que el albino comienza a caminar. - Lincoln... Eres demasiado bueno, para este mundo tan asqueroso y frío.

Minutos más tarde. Por unas calles, nuestro protagonista observaba algo sorprendido, como era el pueblo. Pues este siempre estuvo en el orfanato, sin poder explorar mucho. Ya que luego de que Sofía se marchara. El peliblanco no volvió a salir o a hablar con alguien.

Lincoln pensando - Hmm, solo recuerdo muy poco de este lugar, cuando salía con Sofía, solo íbamos hasta los parques o a ver algunos lagos, pero no nos fuimos tan lejos del orfanatorio. Me preguntó hasta donde llegará el pueblo. - decía el peliblanco en sus pensamientos, mientras caminaba, sin saber que al frente de el, salía una chica de cabello rubio, la cual llevaba una pequeña pila de libros en sus manos.

El peliblanco sin fijarse muy bien, se termina chocando con aquella rubia, la cual se tropieza y deja caer los libros, los cuales se riegan por la acera, al mismo tiempo que un par, caen en la cabeza y en la mano del peliblanco.

Sam: Ay, eso me dolió. Pero... ¿Te encuentras bien, pequeño?. ¿No te hiciste daño?. Déjame ayudarte. - dice la rubia algo preocupada, mientras le tendía la mano al peliblanco, el cual al alzar su mirada se sorprende al ver, quién tenía al frente. - Eh, ¿Lincoln eres tú?.

Lincoln: Eh, S-si... Señorita Sam. No sé preocupe, estoy bien. Solo fue un pequeño golpe. - dice el albino con una sonrisa, mientras se levanta del suelo. Al mismo tiempo que se limpiaba la tierra de sus pantalones. - Lo lamento, no sabía por dónde iba.

Sam: Eh, no, no te preocupes. La torpe soy yo, por llevar una pila tan larga. Es que necesito algunos libros, para estudiar ya que mi computadora se dañó. - dice la rubia con una sonrisa nerviosa, mientras recogía algunos libros.

Lincoln: No se preocupe. Además... También está bien, leer un poco. Yo lo hago siempre. - dice el peliblanco con una sonrisa, para luego tomar un libro del suelo. - "20,000 lenguas de viaje submarino". ¿Usted lee a Julio Verne?.

Sam: Si, soy algo fanática. Tengo libros para la escuela, de música y otros para entretenerme como ese. Ya lo leí 3 veces, pero quiero leerlo una vez más. Por eso siempre que puedo, vengo a la biblioteca a buscarlos. - dice la rubia con una sonrisa, mientras señalaba la biblioteca.

Lincoln: Hmm, ya veo. Yo apenas estoy leyendo algunos, pero si me gustan sus historias. Ya me termine, "La vuelta al mundo en 80 días". - dice el albino con una sonrisa, mientras le ayudaba a la rubia a levantar algunos libros. - Quizás pueda venir seguido a la biblioteca a buscar algunos libros para leer.

Sam: Si puedes, pero... ¿Estás aquí solo?. Sabes que no debes estar solo por las calles, Lincoln. Aún eres demasiado pequeño, para estar allí. - dice la rubia algo preocupada, mientras se cruzaba de brazos. Haciendo que el albino se ponga algo nervioso.

Lincoln: Eh, bueno... Es que yo... Quería pasear un poco, luego de ver a alguien en el hospital. Estuve ayudando a una amiga, para visitar a su tío. Es todo. - dice el albino con una sonrisa, mientras terminaba de recoger los libros.

Sam: Entiendo, eso es algo lindo de tu parte. Pero creo que tienes que volver a casa. Ya son las 4 y media, y no se si tengas alguna hora para volver. - dice la rubia, mientras tomaba sus libros.

Lincoln: Bueno, cuando íbamos al parque. Mi mamá me dijo que regresaría hasta las 5:40 o a las 6 así que no hay problema. Solo debo regresar al parque. Allí puedo leer tranquilo. - dice el albino con una sonrisa, para luego mirar la avenida. - Lo malo, es que debo cruzar esto... Otra vez.

Sam: ¿Otra vez?. Y como lo hiciste. Es peligroso que cruces esto solo. Los autos aquí son rápidos y deben de venir lejos, para que cruces Lincoln. ¿Cómo lo hiciste?. - dice la rubia en un tono de curiosidad, mientras veía como el peliblanco se ponía bastante nervioso.

Lincoln: Es que... Mi amiga, la señorita Maggie, fue quien me ayudó a cruzar esto. Y me da algo de miedo, cruzar solo. Me... Puede ayudar... Por favor. - dice el peliblanco bastante nervioso, mientras miraba a la rubia. La cual al ver sus ojos tan tiernos, termina por acceder.

Sam: Está bien. Pero tienes que ayudarme, toma unos cuantos libros para que pueda ver cómo cruzaremos, de acuerdo. Esto será algo difícil, pero no imposible. - dice la rubia con una sonrisa, mientras le daba varios libros al peliblanco, el cual los sostiene bien, para luego tomar la mano de la rubia. - ¿Listo?.

Lincoln: Si, estoy listo. - dice el albino algo nervioso, por lo que Sam rápidamente comienza a avanzar con el, por la calle, siempre observando que no hubiera algún auto que viniera rápido. - Ya merito llegamos, es que no puedo ver, por dónde vamos.

Sam: Si, ya casi. Solo un poco más. No te preocupes, ya falta poco. - dice la rubia con una sonrisa, mientras observa al peliblanco, pero al mirar a un lado. Está ve como un auto, venía a una gran velocidad. - Mejor corre, Lincoln. Por qué viene un carro muy rápido.

Lincoln: ¿Qué?. ¡Ay mamá!. - gritó el peliblanco, bastante asustado, mientras se aferra a la mano de Sam, para luego salir corriendo junto con ella. La cual se sorprende, al sentir como el peliblanco, la lograba mover con toda la carga que tenían.

Sam: ¿Cómo hiciste eso?. ¿Cómo cruzaste el camino, así de rápido y sin esfuerzo?. - dice la rubia bastante sorprendida, mientras veía al peliblanco. El cual se cae algo mareado al piso. - Oh, estás bien Lincoln.

Lincoln: Si... Es solo que... Me mareé un poco, es todo. - dice el albino con unos remolinos, en los ojos. Para luego levantarse. - No, no se cómo lo hice... Solo sentí que debía correr y use todas mis fuerzas para hacerlo. Pero creo que me pase un poco.

Sam: No te preocupes. Supongo que todos tienen sus arranques de adrenalina, en algún momento. A Luna le pasa a veces, cuando se luce con los solos de guitarra. Destruyó un par de amplificadores en una tocada. - dice la rubia algo nerviosa, mientras comenzaba a caminar con el peliblanco.

Lincoln: Bueno, creo que eso es demasiado. Se que varias de mis hermanas, son así, pero... No me esperaba que Luna, fuera tan lejos, para hacer algo como eso. - dice el peliblanco algo sorprendido, mientras caminaba junto con la rubia.

Sam: Pues, Luna es... Luna. Ella es así, lunática, con un loco ideal de rockear hasta el amanecer y destruir todo a su paso. Créeme, en un momento cuando estuvimos en algún concierto, estuvo muy cerca de destruirlo todo. Pero por suerte, todo se compuso y quedamos bien. Aunque si nos cobraron, las cosas que Luna destruyó en su arranque. - dice la rubia algo nerviosa, mientras se rascaba la cabeza. - Sin duda, es mi mejor amiga.

Lincoln: Jeje, ya veo. Supongo que al final, termine junto a una familia que está realmente loca, por la destrucción. - dice el albino con una sonrisa, mientras miraba a otro lado. - Aunque no puedo decir lo mismo de mi madre, Zoe y Rachel. Ellas son muy diferentes a mi familia.

Sam: Por cierto, Lincoln. Te has sentido bien. Es que la última vez que te vi, fue cuando tocaste con nosotros, aquella canción en la que reemplazaste a Sully y después te dolió la cabeza. Cuando me dijiste que estabas bien, me alivié. Pero me quedé un poco preocupada por ti. - dice la rubia con una sonrisa, mientras se detenía en un poste de luz.

Lincoln: Hmm, no te preocupes. En ese tiempo, tenía algunos dolores de cabeza, pero eran por un golpe que me di, cuando me caí de una colina. - dice el albino con una sonrisa, mientras se sobaba su cabeza, dejando bastante sorprendida a la rubia. - Si, no hubiera sido por una amable amiga, no se que habría sucedido conmigo.

Sam: Wow... Eso me dejó sin palabras. Me preguntó, que otras cosas te pudieron haber sucedido, en lo que no nos hemos visto. - dice la rubia en un tono de curiosidad, mientras que el albino se queda algo pensativo, al recordar todo lo que ha pasado.

Lincoln: Pues... Pasaron muchas cosas. Algunas buenas, otras malas. Que la mayoría lo son, pero... Fuera de eso. Eh tenido noticias excelentes. - dice el peliblanco con una sonrisa, mientras descansaba un poco. - Mi mamá bio... biológica regresó. 

Sam: De verdad, bueno Luna me comentó hace tiempo, que ella había regresado contigo, pero... Siendo sincera jamás me lo espere. Digo... Que una madre regresé después de 2 años, sin motivo aparente. Es algo un poco sospechoso. - dice la rubia en un tono serio, haciendo que el albino se asusté un poco.

Lincoln: Ella regreso por un par de cosas, las cuales la dejaron alejada de mi. ¡Mi mamá no es una mala persona!. - dice el albino en un tono serio, dejando bastante sorprendida a Sam, la cual no se esperaba ese cambio tan repentino, en su actitud.

Sam: No, no, no, no, no, no digo que sea una mala persona, solo digo que me parecía sospechoso. Por favor no lo malinterpretes, Lincoln. Yo no podría decir eso. Ya que... Si aprendiste a tener esa ternura y esa amabilidad. Creo que fue por tu madre. - dice la rubia con una sonrisa, haciendo que el albino cambie su actitud un poco.

Lincoln: Es cierto, pero no solo fue ella, también mi abuelito me enseñó a ser así. Respetuoso, amable, caballeroso y... Leal, creo que así lo dijo una vez. No sé que signifique, pero supongo que es algo bueno... Creo. - dice el peliblanco algo confundido, mientras se rascaba la cabeza.

Sam: Mjm, bueno... Pero sabes, tengo una mejor idea. Que tal si en vez de ir al parque. Por qué no vienes a mi casa. Quisiera enseñarte un poco sobre la música. Luna me dijo una vez, que te intento enseñar a tocar la guitarra. - dice la rubia con una sonrisa, mientras veía como el peliblanco tomaba los libros del suelo.

Lincoln: Está bien, señorita Sam. Solo debo avisarle a mi mamá y quizás me pueda quedar incluso, un poco más de tiempo con usted. - dice el albino con una sonrisa, mientras comenzaba a caminar junto con la rubia.

Un rato después. En la residencia Harriet. Lucas se encontraba entrando a la sala, con un par de tazas y una tetera, las cuales coloca en la mesa. Para luego alejar un poco las botellas con alcohol. Y al sentarse, este observa a Elizabeth, la cual hablaba por teléfono.

Elizabeth: Está bien, hijo. Yo me encargo de decirle a Rita, en un rato que no llegarás a la hora que te dije. Confiaré en ti. Nos vemos, te amo. - dice la peliblanca con una sonrisa, para luego colgar el teléfono.

Lucas: Es bueno que el muchacho socialice con más personas. El estuvo realmente alejado de la gente, cuando estaba en ese orfanatorio. Literal, esa señora me contó que Lincoln estuvo demasiado solo, desde que su amiga Sofía se fue. - dice el pelinegro en un tono serio, mientras servía algo de té.

Elizabeth: Lo sé... Por eso quiero que mi hijo, haga algunos amigos más. Quisiera que el siempre esté acompañado, por personas de confianza. En caso de que en algún futuro, terminé mal, por culpa de los problemas del pasado. - dice la peliblanca en un tono serio, mientras tomaba una taza.

Lucas: No digas eso. Sabes que yo pienso protegerlos a ambos y a mi familia. No dejaré que nada malo les pase. Ni mucho menos, que ese infeliz de El Jefe, les ponga una mano encima. - dice el pelinegro en un tono serio, mientras bebía un poco de té.

Elizabeth: Gracias, Lucas. En serio te lo agradezco. Eres un buen hombre. Sin duda cualquier mujer, sería afortunada de tenerte a su lado. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras desviaba un poco su mirada.

Lucas: Bueno, ojalá y así fuera. Soy soltero, no eh tenido pareja desde hace años. Tuve varios amoríos, pero... Muy pocos, fueron bastante importantes para mí. Eso es todo. No me gusta hablar mucho de las cosas del pasado. A menos que sean cosas, no tan personales. - dice el pelinegro en un tono serio, mientras dejaba la taza en un pequeño plato. - Pero que querías preguntarme o de que quieres hablar conmigo.

Elizabeth: Bueno... Quisiera saber más de ti. Quisiera conocerte un poco mejor, para que haya más confianza entre nosotros. Y bueno, cuéntame de ti. Tus gustos, aficiones, algún sueño o algo en particular. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras veía como el pelinegro se queda algo pensativo.

Lucas: Bueno, que puedo contar. Tuve una infancia, realmente aventurera y genial, tuve grandes amigos y compañeros, a los cuales admiro mucho. Me convertí en un corredor de carreras experto y fui a la milicia. Participé en al menos 2 guerras, una batalla que me dejó medio muerto, estuve algunos años en Japón, Italia, China, España, México, Inglaterra, Las Vegas, Miami, Nueva York, entre otros lugares. Incluso fui piloto kamikaze. - dice el pelinegro con una sonrisa, dejando boquiabierta a la peliblanca, la cual bebé un poco de té. - Créeme, esa es solo una pequeña parte de mi historia.

Elizabeth: Wow, no me esperaba que hayas ido a tantos lugares y que hicieras locuras asi. Pero bueno, otra de mis preguntas es, ¿Cómo fue que conociste a mi padre?. El jamás me lo contó, yo solo te conocí cuando tú y él, ya eran amigos. - dice la peliblanca en un tono de curiosidad, mientras bebía algo de té.

Lucas: Bueno, lo conocí cuando estaba volviendo de Nueva York, el y yo estábamos en un restaurante elegante. Se presentó y me dijo que comenzó a manejar pequeñas empresas. Y como ya tenía experiencia en manejar eso, pues... Decidí ayudarlo, para ver qué negocios podíamos hacer juntos. - dice el pelinegro con una sonrisa, mientras se recarga en su sillón. - El quiso empezar con una cadena de restaurantes y nos pusimos manos a la obra. Cómo tengo experiencia en varios campos, no tuve problemas en ayudarlo. Invertimos cierto dinero en capital, y otras cosas, comenzamos desde abajo, con un puesto de comida, hasta incluso llegar a más de 7 restaurantes muy finos y elefantes. Pero eso sí, manteniendo una estabilidad económica, para que familias incluso chicos de escuela, fueran a comer allí.

Elizabeth: Si, por eso uno de los restaurantes a los que fuimos, fue el que tú y mi padre construyeron juntos. Pero cuéntame más, quisiera saber más sobre eso. - dice la peliblanca con una sonrisa, mientras se cruzaba de piernas. Haciendo que el pelinegro se ponga algo nervioso.

Lucas: Ehm, bueno... Invirtiendo en muchos negocios, también nos fuimos por el camino de la construcción. Y ayudamos en varias construcciones de tiendas, fábricas, centros, y varias cosas más, incluso hoteles. Por eso Royal Woods, no le tiene que envidiar a muchas grandes ciudades. Además... La fortuna que dejó tu padre es mucho mayor. Pero la tengo guardada, ya que... Es peligroso si cae en manos equivocadas. - dice el pelinegro en un tono serio, mientras seguía comentando varias cosas, pero Elizabeth no le presta atención y solo se le queda viendo, sin decir una sola palabra.

Mientras tanto en la residencia Sharp. En una habitación, Lincoln se encontraba sentado en una cama, mientras veía a Sam, la cual sale de su armario, con una guitarra electrica de color azul celeste.

Sam: Que bueno que encontré mi vieja guitarra. Aún funciona, solo debo conectarla al amplificador. - dice la rubia con una sonrisa, mientras se sentaba en la cama, para luego tomar un amplificador. El cual conecta a la guitarra. - Veamos que te puedo enseñar con una guitarra eléctrica.

La rubia con una leve sonrisa, toma una plumilla de una caja y comienza a sonar las cuerdas de la guitarra. Las cuales emiten un sonido bastante suave en el amplificador, al mismo tiempo que comenzaba a tocar una pequeña melodía con la guitarra.

Lincoln: Vaya, suena muy bien. Usted toca muy bonito, señorita Sam. Yo no se mucho de música, pero... Me gusta lo que está tocando. - dice el peliblanco con una sonrisa, mientras escuchaba el sonido de la melodía, que tocaba Sam.

Sam: El rock, es algo muy bello Lincoln. Cada canción tiene su propio toque, todas son distintas y tienen algo único, ya sea un solo de guitarra, su letra, estilo, melodía, voz... Todo depende de muchos factores. La música es como un segundo idioma Lincoln, puedes aprenderla. - dice la rubia con una sonrisa, mientras dejaba de tocar. - ¿Quieres tocar la guitarra un poco?.

Lincoln: Si claro, no hay problema. - dice el albino con una sonrisa, mientras se acercaba a la rubia, para luego ponerse a su lado. Pero esta con algo de esfuerzo lo carga y lo sube en sus piernas, para luego colocar la guitarra enfrente de él.

Sam: Así será más sencillo, Lincoln. Déjame ayudarte con las manos, para que tengas un buen agarre de la guitarra. - dice la rubia con una sonrisa, mientras tomaba las manos del peliblanco, el cual un poco sonrojado, mueve sus dedos, para formar un acorde. Al mismo tiempo que la rubia, le entrega la plumilla. - Veamos que puedes tocar.

El peliblanco con algo de esfuerzo, comenzó a tocar un par de acordes básicos, al mismo tiempo que Sam lo ayudaba a mover los dedos, para los acordes. Pero mientras seguían tocando, la puerta del cuarto se abre y se muestra a un niño de unos 8 años, con el cabello rubio y con un mando de consola en sus manos.

Simon: Hermana, quieres jugar un videojuego conmigo, se llama... Eh, hermana quien es este niño. - dice el rubio algo sorprendido, mientras veía al peliblanco, el cual se queda callado, mientras que Sam se sonroja un poco, por como los habían encontrado.

Sam: Simon, por favor toca antes de entrar. Y el... Es Lincoln, el hermanito de Luna y es un amigo mío. Lincoln, el es mi hermano menor, Simon. - dice la rubia con una leve sonrisa, mientras presentaba al rubio, el cual se pone un poco celoso, al ver al peliblanco encima de su hermana, con su guitarra en manos. - Lincoln es mi invitado, le estoy enseñando a tocar un poco la guitarra y luego íbamos a leer un poco.

Simon: Leer... Eso suena algo aburrido. Los videojuegos son más emocionantes, pero... Por que está tocando tú vieja guitarra. A mi ni siquiera me dejas tocarla, eso no es justo. - dice el rubio algo molesto, mientras se cruzaba de brazos. Haciendo que Sam se avergonzará un poco, mientras que el albino se rasca la cabeza.

Sam: Bueno... Quería que Lincoln aprendiera un poco. Y además, sabes que eso no es cierto, siempre te dejo tocar algunas de mis cosas. Sobretodo esta guitarra, pero eso si... Te digo siempre que con cuidado, es mi primera guitarra y es muy especial para mi. - dice la rubia con una sonrisa, mientras dejaba la guitarra a un lado, al mismo tiempo que el peliblanco se baja de la cama.

Sra. Sharp: ¡Sam, Simon, ya llegué!, por favor ayúdenme a bajar las compras, voy a hacer la cena dentro de unos minutos. - dice una voz femenina desde el piso de abajo, llamando la atención de ambos rubios. A lo que Sam se baja de la cama y deja la guitarra en el armario.

Sam: ¡Voy enseguida mamá!. Simon, vamos y Lincoln... Quieres quedarte a cenar. - dice la rubia con una sonrisa, mientras veía como el peliblanco asiente con la cabeza. - Bien, ayudaré a mamá a hacer la cena, vamos Simon. - sale del cuarto.

Simon: Si, voy hermana... Hmm. Espero que bajes pronto, cuando mi hermana cocina, ella hace la cena algo especial, para algún invitado. - dice el rubio en un tono serio, mientras salía de la habitación, al mismo tiempo que el peliblanco baja su mirada algo nervioso.

Lincoln: Creo que no le caí muy bien. Espero que al menos, pueda llevarme bien con él, en la cena. Ya no quiero terminar mal con nadie. Como me paso con Lori. Quiero que se acaben los problemas en mi vida, para estar tranquilo con mi familia. - dice el albino en un tono bajo, mientras salía de la habitación.

¿Qué pasará?, ¿Lincoln podrá caerle bien a Simon?, ¿Lucas y Elizabeth podrán tener una relación más allá de la amistad, ¿Chandler habrá reflexionado con las palabras de Lincoln?, descubranlo pronto.

Continuará... Fin del capítulo 68, si les gusto dejen su voto, comenten y síganme para más y antes de irme, les mando un abrazo fuerte y un saludo muy especial a:

KarlaOreki
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Naimar62
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LapislazuliMSA
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Bueno hasta aquí los saludos, yo me despido por ahora, mi nombre es PinBlack97 y esto es todo por hoy, les mando un fuerte abrazo, chao chao.