Algunas horas antes...
.
.
.

Ali me entrega una copa de champaña y abre la puerta de la limosina, dando así iniciada mi celebración de despedida de soltera.

—Hola, chicas —saludo a Ana y Becca cuando subo al auto—. ¿Listas para celebrar?

—¡Si! —tambien levantan sus copas y brindamos por eso.

Me alegra que Ana esté aquí, se ha convertido en una de mis mejores amigas igual que Becca. ¡Por fin tengo amigas!

Ali sube detrás de mí, con el móvil pegado a su oreja y le hace una seña al chofer para que avance. Me encantaría que se tomara una copa con nosotros, pero entiendo que está en modo trabajo y la admiro por eso.

Ana es la primera en preguntar.

—¿Los chicos siguen en el bar?

Ali mira su reloj.

—Si.

Sé que está pensando en el asunto de las strippers, tal vez yo también debería estar preocupada pero decido que voy a disfrutar mi noche.

La limosina nos lleva hasta un club nocturno de música electrónica. La fila para entrar no es tan grande y hay un montón de chicos y chicas en grupos, esperando.

Tomo a Ana del brazo cuando bajamos y entramos al club sin esperar.

—Honestamente, no sé cómo hiciste todo esto siendo tan joven. Estoy muerta de los nervios. —ella arquea las cejas, así que aclaro— . El matrimonio.

—Oh, bueno. —sonrie y puedo ver más de Ana, y un poco menos de la señora Grey—. Quería a Christian a toda costa. Y tal vez era un poco mimada antes, pero papá siempre me dijo que si quería algo, peleara hasta que lo consiguiera.

—Bueno, salud por eso, chica. Tienes al hombre.

Nos ubicamos en una mesa cerca de la pista y una camarera ya está ahí, lista para tomar nuestras órdenes.

—Quiero una cerveza.

—Yo quiero tequila, con limón. —Becca comienza fuerte.

—Yo, hmm, un cosmopolitan está bien. —Ana mira distraidamente el menú, y de pronto lo entiendo.

—¿Aún estás amamantando?

—Bueno, no. Christian y yo decidimos que ahora que volví al trabajo, era mejor si empezaba a darle fórmula a Ted. Nadie toma en serio a una oficial que tiene leche materna escurriendo de su uniforme.

—Oh, ya entiendo. Bueno, disfruta tu bebida porque está noche nos vamos a divertir mucho.

Ali regresa de algún lugar, se acerca primero a Becca y le coloca una banda en color rosa sobre el pecho. Luego viene hacia Ana y hace lo mismo, finalmente coloca la mía.

Dos "La Novia" y un "Dama de Honor" complementan nuestras atuendos. Gracias Dios que no estamos usando tiaras o velos sobre nuestras cabezas.

Ana me lleva con ella a la pista de baile para nuestra primera canción mientras Becca se queda en la mesa esperando su tequila.

Dos canciones después, Becca se une a nosotras que seguimos bailando en círculo. Ocasionalmente un chico se acerca para tratar de invitarnos un trago, pero rápidamente señalamos nuestras bandas y se alejan. Otros pocos más envían bebidas, que son rechazadas por Ali.

—Todavia estoy sorprendida porque Christian no está aquí, con lo celoso que es.

Ana se ríe.

—Repitelo cuando estemos en el club de strippers. Estoy caso segura que el lugar será clausurado en minutos.

Mierda, una redada sorpresa suena exagerado.

—¿Tu novio no es celoso? —pregunta Becca, tomando otro de esos caballitos de tequila.

—Diría que no, pero golpeó a Jesse una vez, así que no lo sé. ¿Luke lo es?

Becca se ríe, sus ojos poniéndose en blanco.

—Es Luke Sawyer, su ego es tan grande que no creo que haya espacio para los celos. Además, diría que no hay nadie más atractivo que él y que tuve mucha suerte.

Si, eso suena como él.

Bailamos dos canciones más, antes de que sea la hora de salir de aquí. Aún no estoy segura sobre la próxima parada, pero estoy yendo con mis amigas de todas formas.

El club de desnudistas al que vamos tiene área de hombres y de mujeres, y espero que los chicos no estén aquí o sería muy incómodo. Aunque creo que Ali lo previó perfectamente y los envío en otra dirección.

De nuevo nuestro cubículo es un VIP justo en el centro de ambas pistas, un grupo de chicos ya se encuentra bailando una coreografía que me recuerda a esa película que ama Lidia de Magic Mike.

Los chicos hacen un movimiento de cadera que hace que la pequeña señora Grey tosa su bebida sobre la mesa.

—¿Se supone que eso debería gustarme? Siento un poco de pena por ellos. —sus mejillas están rojas pero tiene las cejas fruncidas.

—Claro que sientes pena, tu esposo parece modelo de ropa interior comparado con estos chicos.

—¿No te gustan? —Ana señala al escenario.

Supongo que esto sería más divertido para alguien como Lidia, no para nosotras que somos más reservadas. Señalo al primer chico de la fila.

—Demasiado delgado.

—¿Y ese? —Becca señala un rubio.

—Demasiafo bonito.

—¿Aquél? —Ana señala de nuevo, ahora preguntando a Becca.

—Demasiado musculoso.

Ana se ríe, luego Becca y finalmente lo hago porque somos un montón de quejumbrosas. Mi amiga pelirroja termina su tequila y se pone de pié.

—Deberiamos aprovechar que tenemos niñera por hoy y tener sexo premarital caliente con nuestros hombres.

—Salud. —Ana y yo también acabamos nuestros tragos.

Ali se acerca a Becca, seguramente por el hecho de que parece que vamos a salir corriendo, pero no escucho lo que dicen porque mi móvil suena alto y fuerte.

—Es Ethan —comunico.

—Agh, carajo. —Ana Grey saca un billete de su cartera y me lo entrega.

Apostó a qué Christian sería el primero en llamarnos para saber de nosotras.

—¿Et? —me alejo del ruido de la música para escucharlo. De su lado el sonido es más tenue.

—Hola nena, oye... ¿De casualidad Luke no les ha llamado?

Miro a Becca, que sigue hablando con Ali despreocupadamente. Dudo que hubiera mantenido en secreto esa llamada, o que ignorara el móvil siendo madre de tres.

—No.

—Entonces... Tampoco ha aparecido por ahí, ¿cierto?

—No. —se queda en silencio, y eso solo hace que me preocupe más.

—Fue al baño hace rato y no regresó. Creemos que se fue, pero no sabemos a dónde.

Dios mío, ¿Huyó?

Sería demasiado tonto si hace eso, Becca y los niños son lo mejor que le pido haber pasado en la vida.

—¿Llamaste a la niñera en caso de que fuera a casa?

—Si. No está ahí.

Rayos.

Vuelvo sobre mis pasos sintiendo el corazón latiéndome en la cabeza por el miedo. Toco el hombro de Becca para atraer su atención.

—¿Luke dijo si iría a otro lugar? ¿O trató de comunicarse contigo?

—No.

Sus cejas caen y la confusión le cambia el gesto. Extraña manera de terminar la noche, con Sawyer perdido. Becca revisa el móvil e intenta llamarlo, pero entra directo a buzón.

—¿Es Luke? —Ana también se acerca—. ¿Llamaron a la señora Sawyer?

Repito la instrucción a Ethan, luego escucho una conversación y la voz gruesa de Christian viene del otro lado de la línea.

—Lay, Luke desapareció. —su voz de jefe activada—. El protocolo dice que debemos esperar, pero es Luke, tenemos qué localizarlo ya.

—Entendido, jefe.

—Lleva a Rebecca y a Ana a Escala, no quieremos preocupar a los niños. Ethan y yo iremos a la oficina a rastrear la última ubicación de su móvil —resopla con fuerza—. Espero que esto no sea lo que creo que es, y esté cometiendo una estupidez.

Yo tampoco.

Termino la llamada justo a tiempo para escuchar a Becca llamar a la niñera, pero todo parece estar bien en casa. Ana se acerca y trato de explicarle todo en voz baja.

—Luke desapareció en el club nudista en el que estaban. Alguien lo vió salir, así que no está adentro enrollándose con una stripper.

—¿Lo crees capaz de eso?

—No. Pero tengo qué pensar en todas las posibilidades. Y no sabemos a dónde podría ir, puesto que ya estaba con sus amigos. Llevemos a Becca a Escala.

Ana asiente, luego ambas tomamos los brazos de Becca y volvemos a la limosina que nos espera en la acera. Ali nos mira, completamente confundida.

Le doy la dirección del edificio y se dirige ahí lo más rápido que puede. Unos minutos después, y justo antes de estacionar, el móvil de Ana Grey timbra.

—Es Christian. —dice, y le contesta a su esposo—. ¿Lo encontraron?

Alivio cruza su expresión, pero nos hace una seña para que esperemos.

—Claro, estaremos ahí pronto.

Termina la llamada rápido y le pide de nuevo al chofer que nos lleve a una nueva dirección. Una que no me suena conocida.

Vaya día que escogió Luke Sawyer para desaparecer... En la víspera de su boda.

Y la mía.

Algo que en definitiva vamos a recordar en el futuro. Espero que como algo divertido y no como el día que a mi amiga le rompieron el corazón.