Me detengo en la acera, pensando en lo que ocurrió esta mañana mientras intentaba acelerar las cosas para Becca y Luke.

Yo y mi gran bocota.

Siento que apenas tengo un momento para pensar.

—¿Lay? —la voz de Ethan vienen desde la estación—. ¿Estás bien?

Se detiene a mi lado con las manos en los bolsillos, mirando también el cielo nublado de los primeros días de diciembre. No tan fríos como creí.

—Si, solo pensaba.

Permanece en silencio, escuchando mientras yo tengo otra de esas pequeñas crisis de pánico que me dan cuando tengo miedo. Por supuesto que él lo sabe porque es Ethan, el chico más observador que conozco.

—¿No te parece muy pronto? Es decir, acabamos de volver formalmente hace tres días y ya estamos hablando de planes de boda.

Niega ligeramente.

—¿Quién dijo que hay un tiempo correcto? ¿O un plazo oficial? Hemos perdido mucho tiempo, no quiero seguir esperando.

Mierda, es difícil discutir con él cuando es tan dulce.

—¿Y sobre esto de la doble ceremonia? ¿Estás de acuerdo? —Ethan asiente de nuevo.

—Si. No es como que mis padres tengan cabeza para planear una gran boda, o estar juntos en la misma habitación por más de 20 minutos. La única persona que necesito ahí eres tú.

Tonto.

¿Qué dirían mamá y papá? ¿Estarían decepcionados? O simplemente dirían que fuera feliz, como ellos lo son.

—Aún tengo el dinero —agrego, cambiando el tema—. Podríamos tener una ceremonia agradable con champaña espumosa y una banda en vivo.

No sería la boda del año, pero será algo lindo.

—Yo también. —giro para mirarlo, un poco confundida por lo que dice—. También tengo el dinero, me refiero. Aunque preferiría usarlo para comprarnos una casa.

—¿Una casa?

—Si. Algo más grande que tu departamento y definitivamente más privado que la casa de mis padres. Otro nuevo comienzo.

Una casa, un patio enorme, un bebé rubio con los ojos claros de Ethan. Oh, carajo. Está convenciéndome.

Et sigue mirándome con sus ojos brillantes y lo sé, tendremos una hermosa boda.

Dios me ayude con eso.

O Lidia.

—Voy a llamar a mi hermana, será mejor que ella ayude con todo esto o voy a volverme loca.

Ambos volvemos a girar para mirar a Luke bajando las escaleras con un cigarrillo en la mano, lo cual es bastante extraño ya que no fuma. Le hace una seña a Et, y yo aprovecho el momento para tomar el móvil.

Lidia contesta después del tercer timbre.

—¿Y bien? —es lo primero que me dice—. ¿Se reconciliaron y tuvieron sexo caliente?

—¡Lidia! —chillo aunque nadie más puede escucharla, gracias al cielo por eso.

—Uy, ¿Eso quiere decir que no? ¿Estimulaste sus zonas erógenas? —siento el rubor de la vergüenza subir a mi rostro, así que me alejo más de la estación para poder discutir con mi hermana.

—No tuvimos sexo porque hablamos como dos personas adultas que pueden arreglar sus asuntos sin dejarse llevar por la atracción.

—Aburrido —suspira—. Tengo un libro que puede ayudarlos a ambos a salir de la rutina, hasta tiene imágenes y...

—Me voy a casar. —la interrumpo.

Su lado se queda en silencio y eso es algo bueno, mi hermana nunca se queda callada. Me aseguro que la llamada sigue activa y espero.

—¿Okey?

—¿Vas a decir que es muy pronto? ¿O demasiado precipitado? ¿Crees que papá y mamá estén de acuerdo?

Lanzo otro vistazo a donde Ethan y Luke siguen hablando, el cigarrillo aún apagado entre los dedos de Sawyer mientras él agita las manos.

—Todos queremos que seas feliz, Leila. Si eso sigue siendo con Ethan, entonces hazlo. Solo tráelo a casa, así puedo amenazarlo un poco.

Dios mío.

—¡No vas a amenazar a mi novio! —chillo en respuesta, pero ella solo se ríe.

—Bien, haré que John lo haga y yo seré el policía bueno.

Ni siquiera voy a discutir con ella, me enfoco en el motivo de la llamada porque parece que el tiempo es importante.

—Necesito que me ayudes a planear la boda, una boda doble de hecho. ¿Alguna sugerencia?

—¡Si! Hey, conozco una chica de mi clase de yoga que se dedica a organizar bodas, debe tener todos los contactos adecuados. ¡La llamaré! ¡Uy! Tengo algunas ideas para la decoración que seguro le gustarían mucho.

Antes de que mi hermana comience a hablar de estampados y colores brillantes, le pido el número de su amiga y termino la llamada. Esta podría no ser la boda que originalmente quería, pero será una experiencia única.

Para cuando vuelvo a dónde Et y Luke están parados, la idea de atar el nudo con mi chico ya no parece tanto una locura.

Ambos giran para mirarme.

—Está hecho, Lidia me ayudará con todo. —les informo—. Le preguntaré a Becca si hay algo que ella desee, y luego podemos ir a buscar vestidos y todo lo demás.

No suena tan complicado. Puedo hacerlo, todo saldrá bien.

—¡Si! ¡Esto será tan divertido! —Sawyer balancea lo que queda del cigarrillo destrozado en sus dedos—. Asegúrate de poner una despedida de solteros ahí, rubia. Christian tendrá que ser el padrino y se encargará de darnos una noche memorable.

Si, claro.

Tan memorable como podría ser que Ana deje ir a Christian en una noche loca de soltería. Eso sería divertido de ver, pero dudo que pase.

Tal vez debería aprender algunas cosas de la señora Grey, en lugar de las locuras de mi hermana. Contrario a lo que Luke quiere creer, era Christian el soltero más codiciado de Seattle.

Y yo debería aprender un par de cosas de su dulce esposa.

Antes de que me aleje del par de chicos, Ethan sostiene mi mano y la besa por encima de los nudillos.

—Te conseguiré un anillo, Lay. El anillo definitivo.

Si. Eso espero.