Juntos
Obligado a bañarse con sus autoproclamados alfas, Bilbo intentaba por todos los medios no mirar a ambos especímenes.
Y mucho menos quería saber si ellos le miraban.
Era tan vergonzoso.
En algún punto del baño ambos comenzaron a discutir, y el termino por error en medio de los dos cuerpos.
Hubiera escapado con facilidad, pero estaba perfectamente encajado entre ambos.
Y si eso no era malo, las dos erecciones que se restregaban contra su cuerpo, comenzaban a hacer estragos en él.
Ellos parecían no darse cuenta, porque seguían intentando "ayudar" a bañarme, ya fuera tallando mi espalda o su cabello.
Estos enanos eran toscos y brutos, y parecían mas interesados en pelear y competir que en poner atención a lo que el pequeño omega hacía.
Bilbo solo trataba de soltarse, repetía en voz baja que podía bañarse solo, pero los gruñidos de aquel par le acallaban.
-Bilbo necesita mi ayuda para lavar su cabello-
-no, el quiere que talle su espalda-dijo Dwalin.
-tu no sabes lo que él quiere-
-tu tampoco-
-NINGUNO LO SABE, SUELTENME YA-
El comenzó a golpearlos, lo que al fin llamo su atención.
El rostro sonrojado de Bilbo, sus pequeñas manos sobre el pecho de Thorin, su cuerpo temblaba un poco, tanto por el enojo como por el frio que comenzaba a hacer.
-perdona Bilbo...no deberíamos comportarnos así contigo-
-si...lo lamentamos-
Bilbo solo se alejo de ellos, y termino de bañarse, luego salió corriendo lo más rápido que pudo, dejando atónitos a los dos enanos.
Lo que nadie vio, fue la dolorosa erección que el pequeño Bilbo tenía entre sus piernas.
Tener tan cerca a los dos alfas le afecto mas de lo que hubiera deseado.
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Balin nos dio una reprimenda por como habíamos actuado.
-si no fueras mi príncipe te golpearía, y aunque a ti si puedo golpearte simplemente voy a darles una solución a ambos-
Balin nos entrego una sesta de comida y un par de mantas.
-van a ir con Bilbo y le ofrecerán una tregua-
-y si nos rechaza... ¿Qué hacemos? -
-dejan las cosas para él y vuelven aquí-
Ambos nos miramos y asentimos.
Dwalin cargo las mantas y yo la cesta, tenemos un nuevo plan, y quizás una última oportunidad.
Ambos corrieron a buscar al hobbit, quien se encontraba acomodando su ropa que terminaba de secarse en una rama.
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La noche comenzaba a caer, y no quería ir con el resto, sentía que se burlarían de el por lo ocurrido en la tarde.
Pero nadie había dicho nada, y peor aún, los dos alfas de los que se escondían, le habían encontrado.
Dwalin comenzó acomodar las mantas, y Thorin se le acerco.
-queríamos disculparnos por nuestro comportamiento-
El pequeño hobbit miro a los dos enanos que traían una cesta y unas mantas, la verdad tenia algo de frio, aun no se acostumbraba a dormir en la intemperie, así que esta ofrenda era bien aceptada, aunque con algo de duda.
-yo...-
-lo lamentamos Bilbo-dijo Thorin, mientras acomodaba las mantas- puedes aceptar nuestras disculpas, si no quieres no tienes que hacerlo, pero al menos acepta esto para que no pases frio hoy-
Quería tanto decirles que se fueran, que lo dejaran solo, pero algo dentro de él, seguramente ese lado omega que había tratado de ignorar, le hacia feliz que esos alfas se preocuparan por él.
Solo les hizo una seña y ellos de inmediato se acurrucaron a su lado, cubriendo al joven con la manta y comenzando a ofrecerle comida, y a tocar un poco de música.
El amiente fue tan ameno que Bilbo no pudo evitar quedarse dormido junto a ellos.
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Tener a Bilbo entre sus brazos era extrañamente tranquilizante, durante años había sufrido de horribles pesadillas a raíz del ataque de aquel dragón.
Noche tras noche imágenes de fuego y el sonido de los gritos le despertaba, pero por primera vez en mucho tiempo pudo dormir toda la noche.
Y fue aun mejor cuando vio a Dwalin durmiendo tan tranquilo, abrazado también al Hobbit y roncando como si nada más importara.
Dwalin al igual que él había pasado momentos difíciles después del ataque, su mal genio solo era el resultado de todo el trabajo que tuvo que pasar, el dolor de perder nuestro hogar, y el difícil viaje que aun tenían por delante.
Aunque en un principio ambos no querían a Bilbo en el viaje, tenerlo esta noche entre sus brazos había hecho darse cuenta lo equivocado que estaba.
Solo esta noche le hizo darse cuenta que jamás podría dejar atrás a Bilbo, que el era todo lo que necesitaba para ser feliz, y estaba dispuesto a darlo todo para hacerle feliz a él, aunque eso significara tener en su cama a Dwalin también.
No seria un problema, Dwalin había sido su mejor amigo por años, habían luchado lado a lado, se habían peleado entre ellos, y aun así siempre tenía a ese terco enano a su lado.
Solo sonrió y deposito un pequeño beso en la frente de su omega, antes de volver a dormir.
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