19 de Enero de 2017

Cada día que pasa quiero decirte lo que siento pero aun tengo miedo, no puedo evitarlo.

Después de pensar un rato me dije que no pasaría lo que me queda siendo tan cobarde, así que armé de valor para contarte.

Cuando terminaste tu desayuno me acerqué a ti y empecé a balbucear un "me gustas" y reiste, ¿te burlaba de mi?, no lo sabía, ya había perdido el animo.

Te pusiste sería y luego me abrazaste diciendome que sentias lo mismo.

Lo sabía, me había perdido, me había enamorado completamente de ti.

Allá, en el patio del hospital, donde el sol reflejaba en tus hermosos ojos verdes, fue nuestro primer beso.

Me sentia tan bien a tu lado, sentir eso era algo que jamás había experimentado.