21 de febrero de 2017

Después de pasar la tarde riéndonos de varios chistes me pediste que amarrara tu hermoso cabello rojo.

Un mechón salió en el intento; recuerdo lo triste que te sentías al ver que tu cabello salía con el paso de los días. Yo todavía tenía mi cabello.

Se que tenía que animarte por lo cual conseguir una máquinita para cortar el cabello y me lo corté todo, no parabas de reírte cuando eso pasó.

Te saqué risas, eso era suficiente.

Además, descubrí algo curioso sobre el amor, los enamorados llegamos s nuestro límite, pero, 

¿Qué tan lejos estaba dispuesto a llegar mi amor por ti?