Los pasos de Lust eran erráticos. Sentía que había perdido toda su energía. Después de separarse de Cross en la entrada del sótano, él solo... Intentaba seguir adelante.

Cross iba a ayudarlo. Todo no sería tan difícil. De alguna forma detendrían la operación de hoy, eso era seguro.

Miro hacia las ventanas con barrotes y noto el anaranjado atardecer. La operación de Nightmare sería pronto, debía prepararse.

Debía ser fuerte.

Fue hasta el tablón de cirugías programadas que estaba al frente de la habitación de enfermería, una vez allí busco el nombre del doctor Gaster. Solo tenía una operación programada para hoy, dentro de unas horas, en el pabellón B, sala de cirugías N°1.

Enseguida noto que el día de ayer había tenido otra. Esa debió ser la de Killer.

Su cráneo palpito de manera dolorosa de solo recordarlo. Las imágenes se superponían unas con otras. Puso sus falanges alrededor de su cabeza y cerró sus ojos.

Debes ser fuerte, Lust. Solo un poco más. Cross te ayudará. Solo espera un poco más.

Lust respiro profundamente, llenando su magia de oxígeno, lo cual la ayudo a circular mejor por todo su cuerpo y articulaciones.

Lust pensó en Nightmare, en Dust, en Killer, incluso en Geno y Blue.

También pensó en Horror.

Para su sorpresa imágenes de Error aparecieron en su imaginación, pero rápidamente aparto esas ideas. No, Error no.

Error era un monstruo, y no se refería a su fisionomía. Era un ser cruel, asesino de familias, de niños.

Con sus energías renovadas y sus prioridades aclaradas, las cuales estaban muy por encima de él, Lust se recompuso y enderezo su espalda.

Pabellón B, sala de cirugías N°1. Allá voy.

Observo las indicaciones que estaban sobre su cabeza. Letreros enormes colgando del techo, que indicaban con flechas las salas más importantes.

Cuando llegó al pabellón B, la zona se le hizo levemente conocida, pero ignoro esta sensación porque jamás había estado aquí. Geno fue operado en el A. Ambos pabellones solo debían ser demasiado similares.

Aunque en esta el aire se sentía especialmente denso.

—¡Lust!

Escucho el grito de alguien llamándolo. Enseguida notó que era Ink.

—¿No ibas a la lavandería? ¡Mande a alguien a buscarte y no estabas allí! —dijo Ink. —Por un momento pensé que te perderías la cirugía de Nightmare.

—Por supuesto que no —dijo Lust, sintiendo su alma acelerarse ante la sola idea de que eso ocurriera.

—Ya, que bueno que llegaste —Ink llevaba puesto un uniforme diferente al usual en ese momento. —Vamos, tenemos que preparar el quirófano. Eres parte del personal y toda ayuda es bienvenida. Cámbiate y lávate.

—Enseguida.

Todo era más fácil cuando solo tenía que seguir órdenes. Entro a la habitación de descontaminación, escogió uno de los uniformes que estaban en bolsas de plástico y fue a cambiarse. Una vez listo fue hasta el enorme lavado que se encontraba a lo largo de toda la pared izquierda de la sala. Allí uso un jabón especial y una esponja para limpiar cuidadosamente sus falanges y entre cada articulación, hasta sus codos. El agua fría lo hizo despertar más rápido.

Hacía todo esto mecánicamente, como si fuera parte de su día a día. Y lo fue cuando trabajo en la gran ciudad.

Apenas ingreso a la sala de quirófano, agradeció llevar una mascarilla para ocultar su expresión.

Más que una sala para cirugías, esto parecía el escenario de un circo. En medio de todo había una camilla de metal, con diferentes correas a los lados, para las piernas, los brazos y el cuello. Al costado de la mesa se encontraban las herramientas que se utilizarían.

Entre ellas no estaba el picahielo, pero eso no causo una mejor sensación en Lust.

Rodeando toda la sala estaban los asientos, dispuestos como si todo se tratara de un show. De una gran exposición abierta al público.

¿Quién querría ver toda esta sangrienta carnicería?

Pues más gente de la que Lust se imaginó.

Con el paso de los minutos los espectadores comenzaron a llegar. Algunos vestían como Lust, eran enfermeros, otros parecían médicos o científicos debido a sus batas, pero los más extraños, sin duda, eran los que venían vestidos con trajes o caros vestidos.

Ellos venían aquí para entretenerse. Ellos probablemente habían pagado por el espectáculo. Eran gente rica, disfrutando del sufrimiento, o lo que ellos llamaban: "al avance de la ciencia".

Gaster sin duda lo habría anunciado así.

Lust y el resto de sus compañeros, entre ellos incluido Ink, ya habían terminado de preparar la sala de operaciones con todas las herramientas y utensilios. Solo faltaba el paciente y el medico principal.

El presentador de este teatro.

Como si Lust los hubiera llamado con la mente, ambos aparecieron. Gaster caminaba con la espalda recta, admirando el gran publico que había logrado reunir para su espectáculo.

—¡Damas y caballeros! —anunció. —¡El día de hoy, presenciaran uno de los avances médicos más importantes realizados en nombre de la ciencia!

Detrás de él venía Nightmare. Y Lust tuvo que tragarse sus lágrimas. Una vez más, agradeció estar llevando mascarilla.

Nightmare venía atado a una silla de ruedas con sus tentáculos mutilados, cortados detrás de su espalda. Llevaba un bozal en su mandíbula y estaba completamente desnudo.

Era tratado como un animal.

La gente hizo un coro de suspiros y sonidos de sorpresa al verlo. Al presenciar a la "criatura".

Con la cooperación de dos enormes guardias, Nightmare paso de estar atado a la silla a estar atrapado en la mesa. Sus extremidades fueron restringidas. Su respiración se aceleró notablemente por el sonido que hacía al chocar contra su bozal, pero ninguno de estos desbordes emocionales le hizo presentar su alma. Y eso fue algo que Lust admiro.

En algún momento sus miradas se encontraron. Las pupilas moradas de Lust se encontraron con la pupila turquesa de Nightmare.

En ese solitario punto de luz, Lust pudo notar el terror y el miedo.

Lust no supo de donde reunió fuerzas para no lanzarse a abrazarlo, liberándolo de todos esos monstruos en ese preciso instante.

Tienes que ser fuerte, Nightmare.

Pidió.

Solo un poco más. Un poco más fuerte.

Nightmare cerró su cuenca. Una parte de Lust sintió que el chico se rendía.

—¡Es hora de comenzar! —grito Gaster, sacando a Lust de sus pensamientos.

Ink le paso a Gaster una jeringa con un liquido transparente. Gaster, ya llevando mascarilla, una bata de medico y guantes, la sujeto y la inyecto en el cuello de Nightmare.

El chico se retorció, pero sus ataduras no le permitieron moverse más que un milímetro.

Los efectos de esa medicina pronto se mostraron. El alma de Nightmare apareció a mitad de su pecho.

Y ante la sorpresa de todos los espectadores, incluido Lust, lo que se presento ante ellos no fue un corazón invertido, fue una manzana.

Una manzana oscura, totalmente cubierta de esa sustancia viscosa que tenía Nightmare.

Era el alma más increíble que Lust hubiera tenido la oportunidad de presenciar en su vida.

Y sentía que era incorrecto mirarla. Una parte de él le gritaba que cerrara sus ojos, porque estaba en presencia de algo que ningún otro ser debería poder ver.

Que era poderoso, era importante. Y estaba a punto de ser mutilado.

De repente sintió que una mirada se posaba en él. Era Ink, que hablo en voz baja.

—Nightmare esta demasiado nervioso. Cálmalo.

¿Cómo podría hacer que Nightmare hiciera algo que ni él mismo era capaz de hacer?

Asintió.

Ese era su papel en esta tragedia.

Camino más cerca de la mesa de operaciones —del escenario— y miro a Nightmare.

Lagrimas pálidas estaban recorriendo sus mejillas y entendió que Nightmare jamás se había sentido más vulnerable en toda su vida hasta ese momento.

Lust levanto su brazo y bajo la mirada de todos puso su mano enguantada sobre la de Nightmare.

Gaster apenas presto atención.

—¡Ante sus ojos! —grito Gaster. —¡Hoy vamos a salvar a esta pobre alma maldita!

Gaster menciono el nombre de algo que Lust no entendió. Ink le paso al hombre otra jeringa.

Gaster inyecto esta en el alma de Nightmare.

En ese momento la temperatura corporal del esqueleto oscuro comenzó a aumentar. Lust lo sintió a través de sus guantes de látex.

Sus lágrimas se detuvieron y su única pupila perdió dirección, mirando a la nada.

El liquido que cubría el alma de Nightmare comenzó a despegarse de la misma.

Todos los espectadores se mostraron impresionados. Volvieron a hacer sonidos de sorpresa y a murmurar. Gaster se encontraba en su mejor momento.

Pidió un bisturí.

Lust entendió en ese momento que no podía esperar a que Cross hiciera algo, porque entonces sería demasiado tarde.

Soltó a Nightmare para dirigir su mano a la bandeja con herramientas. Sujeto lo más afilado que encontró.

Iba a matar a Gaster.

Gaster ni siquiera le estaba prestando atención.

Al mismo tiempo que iba a comenzar a hacer el corte, Lust levanto su brazo.

Lust alcanzo a observar a Ink mirarlo con completo pánico.

Entonces una fuerte explosión lo mando a él y al resto hacia atrás, incluidos a todos los espectadores, los cuales soltaron sorprendidos gritos.

Lust ni siquiera pudo gritar. Sentía que se había roto una costilla, pero eso no era importante ahora.

—¡NO! —grito Gaster.

Nightmare comenzó convulsiones y a gritar, tan, tan fuerte que incluso un esqueleto como Lust sintió que quedaría sordo. De su espalda volvieron a crecer tentáculos, los cuales comenzaron a destrozarlo todo.

Atacaron las gradas donde estaban los espectadores, enviaron a un enfermero lejos, trataron de atravesar a Gaster, pero un guardia lo salvo. Ese guardia fue Cross.

Un fuerte pulso mágico provenía del alma del chico y Lust entendió que cualquiera querría quedarse con ese poder. Incluido Gaster, incluido el hermano de Nightmare, Dream.

Lust se desmayó.

(...)

Un fuerte dolor le hizo querer abrir sus cuencas.

Alguien le estaba enterrando algo, en su brazo. Trato de moverse, pero estaba completamente atrapado.

Sus pupilas aparecieron y observó que estaba pasando.

Lo primero que vio fue el rostro de Gaster.

Después observo a Ink.

Y finalmente, parado en una esquina de la habitación, se encontró a Cross.

—Intento de homicidio, esa es una sentencia bastante grave, señor Lust —dijo Gaster.

Lust trato de poner al día sus pensamientos. Miro su brazo, donde tenía conectada una aguja con suero, y quizás un medicamento para que se sintiera así de estúpido. Gaster tenía sus dedos precisamente ahí.

Otra cosa que noto fue un uniforme naranjo, sobre su cuerpo.

—Vandalizar propiedad privada, tratando de destruir el generador. Confesarle a un guardia que planea sacar a algunos pacientes de estas instalaciones. ¿Por dónde deberíamos comenzar?

Lust movió sus pupilas de la aguja en su brazo a Cross.

Sintió una punzada en su pecho. Como una enorme estaca que se clavaba allí, entre sus costillas.

—¿Acaso creyó que mi hijo no me sería leal, señor Lust? Es usted más estúpido de lo que yo pensaba.

Lust le dio razón a Gaster en eso. Él era un completo estúpido.

—Debido a todo el estrés que ha sufrido recientemente y a sus antecedentes, se le ha sentenciado a permanecer en un hospital psiquiátrico, por su seguridad y por la de los demás, mientras que se prepara todo para su juicio.

Lust quería reír, pero ni siquiera podía abrir su boca.

—Bienvenido a su estancia en el Hospital Psiquiátrico Mount Massive, Lust —dijo Gaster.








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Un capitulo cortito que es muy importante, mientras regreso a escribir esta historia en mi vacaciones de la universidad. Espero que les haya gustado, gracias a todos por sus votos y sus comentarios <3