Sus frentes habían estado juntas desde hace cinco minutos atrás, Taehyung jugaba con los cabellos ajenos en un intento de normalizar su respiración, Seokjin seguía con sus brazos aferrados a su cintura ayudándole a mantenerse de pie ya que si estuviera por su cuenta ya habría caído al piso sentado.

Sus dedos acariciaban de manera cariñosa el cabello negro, cómo si aquello fuera la prueba de que lo sucedido había sido real, porque ni en sus mejores sueños se pudo imaginar la intensidad de aquel beso. Lentamente el mayor subió una mano hasta su rostro dejando suaves caricias con la yema de los dedos, las mejillas del peligris estaban rojas, sus labios hinchados y brillosos por la saliva. Pero lo que más le estaba encantando al pelinegro era la mirada llena de deseo, emoción, y cariño que le estaba dedicando el pequeño peligris que estaba más cerca de ser rubio.

Ninguno de los dos quería romper el silencio, sus miradas eran las encargadas de decir todo lo que el corazón gritaba, Taehyung cerró sus ojos regresando a los labios que habían robado su aliento minutos atrás, necesitaba probarlos una vez más para terminar de convencerse que aquello si estaba pasando.

Seokjin soltó por completo su cintura para tomar con cuidado sus mejillas, correspondiendo la lentitud con la que el menor movía sus labios, el abogado tenía un remolino en su pecho, tenía unas inmensas ganas de gritar, saltar, incluso llorar de tal emoción. Habían sido muchos años los cuales le había tocado aprender a vivir sin él, había sido demasiado cruel y doloroso desear abrazarlo, besarlo, verlo y no poder hacerlo, pero ahora, justo ahora parecía que el tiempo nunca hubiera pasado entre ellos.

Parecía que aquellos labios nunca lo habían olvidado y lo deseaban tanto cómo él lo hacía.

El primero en romper el beso fue quien lo había iniciado por segunda vez, Taehyung abrió lentamente los ojos deslizando su brazo por el hombro hasta posar su mano en el pecho del abogado. Se sentía tan nervioso pero a la vez estaba feliz, era difícil explicar cómo era que por un momento se había sentido ansioso, temeroso, pero después de besar al mayor, su corazón podía palpitar lleno de tranquilidad, se sentía calido, completo de alguna forma.

—Fue... Intenso.

—Si, lo fue. —Los dos sonrieron soltando un suspiro.

—¿Hice mal? —Seokjin negó con un sonido de garganta.

—Tuviste más valor que yo. —Taehyung movió en círculos la mano sobre el pecho contrario.

Sonrió cuándo sintió su corazón acelerado de la misma forma que el propio, el pelinegro deslizó sus dedos sobre sus mejillas, orejas y el cabello, su cabello, sus dedos se fueron enredando con bastante cariño casi que parecía que le estaba dando un masaje. Eso termino por relajar su cuerpo.

—Je, puedo ser muy impulsivo.

—Lo sé. —Taehyung lo veía un poco curioso. —Te conocía más de lo que piensas.

—Cierto. —Asintió palmeando el pecho contrario.

Ahora qué había calmado su corazón se había dado cuenta de lo impulsivo que había sido, demasiado, cuándo acepto su invitación lo último que había imaginado era que estuvieran en su baño besándose o mejor dicho, devorando uno al otro.

—Tae...

—¿Si? —Pestaño lentamente, apartando la mirada de sus labios para encontrarse con la mirada tan intensa del pelinegro.

—Tú no... —Guardo silencio al escuchar nuevamente el insistente llamado de su teléfono celular.

—Puede ser una emergencia. —Señaló con su cabeza hacia la puerta.

Con un suspiro pesado Seokjin apartó las manos de su cabeza para poder pasar de lado e ir a tomar el teléfono, Taehyung suspiro tocando su pecho en un intento de controlar su acelerado corazón. Echo un último vistazo a su reflejo llenándose de vergüenza al ver sus labios un poco hinchados.

—¡Por qué no me lo dijiste antes!

Asomó con cuidado su cabeza por el pasillo, observando la espalda del mayor, sea quien fuera que lo llamará, debía haberle dado una mala noticia.

—¿Pero él está bien? ¿Ya lo están atendiendo? Dios. —Arrastró una mano sobre su rostro a la vez que giraba su cuerpo. —¿Has llamado a alguien más?

Taehyung camino a paso lento, era de mala educación escuchar llamadas privadas, pero Seokjin se veía realmente preocupado así que no era buena idea dejarlo, tal vez él necesitaría alguien que lo apoyará o incluso consolarlo así que con algo de nerviosismo tocó su brazo para llamar su atención, no dijo nada solamente se acercó hasta ser capaz de abrazarlo con su único brazo.

—¿Entonces él está ahí?

—No, Jimin viene en camino. —A esa distancia era capaz de escuchar la llamada.

El pelinegro rodeo su espalda devolviendo el abrazo, aquello se sentía tan reconfortante que parecía que habían hecho aquello toda su vida.

—¿Y Hobi?

—Dijeron que estaba trabajando en un caso un poco lejos de aquí, así que no pude contactarlo directamente.

—De acuerdo, escúchame Jungkook. —Con que era él pensó el rubio platinado. —En cuánto llegue Jimin llévalo a la cafetería y trata de calmarlo.

—Jimin no querrá ir a tomar un café mientras Yoongi hyung está en saber ni dónde.

—Pues obligalo, pero hazlo hasta que yo llegué, necesito hablar primero con el doctor.

—¿Por qué usted? ¿A caso hay algo que no quieren que sepamos? ¿Hyung está escondiendo alguna enfermedad grave? ¿Es eso?

—Hablaremos cuándo llegue.

Termino la llamada soltando un suspiro en la cabellera contraria, abrazo de mejor manera al menor hundiendo su rostro entre su suave cabello, necesitaba tomar un poco del dulce aroma a manzana que soltaba.

—¿Puedo ayudarte de alguna forma?

—¿Podrías acompañarme al hospital? Debo ver a Yoongi.

—¿Yoongi? —Sacó el rostro de su escondite viendo un poco preocupado. —¿Le paso algo?

—Te lo contaré en el camino ¿Vamos?

Taehyung asintió dejando que el pelinegro tomara su mano para guiarlo hacia la puerta, torció sus labios un poco decepcionado, podía sonar egoísta y hasta se había sentido mal por el hecho de pensar en algo así pero se había ilusionado de verdad con la idea de cenar con él.

—¿Nadie lo sabe?

—Yoongi no ha querido decirlo, y para ser sinceros, yo no soy el indicado para hablar, además le prometí a él no decir nada.

—Pero... Eso es triste, si él sufre de constantes dolores ¿Quién lo ayuda?

—Él solo. —Apreto el volante manteniendo la mirada fija en el camino. —Lo he ayudado en varias ocasiones, pero no puedo estar con él en todas esas veces, estuve a punto de perder mi trabajo por haberme ido sin permiso solamente para acudir a Yoongi.

—Es su amigo, es entendible que sucediera eso.

—Lo sé, pero luego cuándo Yoongi se enteró, él dejó de llamarme para pedir ayuda.

Abrió sus ojos y boca para bajar la cabeza cabizbajo, eso sonaba realmente triste. Podía sentir un poco de dolor, él entendía lo que era sentirse cómo una carga para otros así que suponía que el pálido había pensado tal vez eso, haciendo que decidiera guardar las cosas para si mismo.

—Debió sentirse tan solo. —Su mano iba sobre sus rodillas. —Vivir con algo así... Debe ser una carga bastante pesada para él.

—Yoongi es así, según él cree que guardarse las cosas es mejor para todos.

—¿Por qué no quiere que Jimin se entere? Entiendo que usted guarda el secreto, pero querer mantener a Jimin alejado... Eso es algo exagerado ¿Por qué no le dio la misma orden a Jungkook? Pudo decir que esperarán hasta que usted llegará ¿Hay otra razón?

El abogado mordió su labio, Taehyung estaba preguntando demasiado y aunque eso no le molestaba, pero era un poco complicado responder cada vez más a ellas.

—No estoy seguro, pero parece que Jimin tiene cierto afecto por él.

—¿Eso es algo malo? —No entendía ¿A caso no podía preocuparse más por un amigo sobre otro?

—No... Osea, aparentemente Jimin es un chico cariñoso y apegado pero la verdad él está enamorado de Yoongi.

—¿Por qué estás seguro de eso?

—Me lo confesó cuándo fuimos a visitar a Yoongi en su cumpleaños número 23, Jimin él es un chico bastante dulce, demasiado noble que cuándo se enteró que Yoongi y Hoseok se habían hecho novios él fue quién sugerio celebrar.

—Pero...

—Tiempo despues tuvo un ataque, cuándo lo lleve al hospital el doctor dijo que Jimin padecía del síndrome corazón roto.

—¿A caso existe?

—Nos sorprendimos pero si, después de tu «muerte» sufrió algo parecido, pero se pasó cómo un simple ataque de estrés, así que la noticia de Yoongi y Hoseok aunque suene ridículo , fue una noticia que impactó demasiado en él, por eso, que él se entere en estas circunstancias de la verdad sólo provocaría que ese síndrome vuelva, Jimin no puede recibir emociones demasiado fuertes, mucho menos diagnósticos alarmantes cómo el de Yoongi.

—¿Hay riesgos que pueda morir? Jimin.

—No, por suerte ese síndrome no llega a esos extremos, pero por lo menos estaría con malestares en el pecho durante días o incluso semanas.

—Jimin... —Jugó con sus dedos, no podía imaginar que tanto dolor había logrado a sentir para llegar al punto de sufrir aquello.

El auto se detuvo así que levantó la mirada encontrando el hospital frente a sus ojos, era el mismo dónde él había estado cuándo había sido atropellado.

—Verte le hará bien así que Jimin estará bien.

—Ayudaré a tranquilizarlo.

Seokjin sonrió agradecido bajando del auto, Taehyung lo imitó cerrando la puerta para poder levantar su cabeza y ver hacia arriba del gran edificio. Almenos agradecía no llegar a ese lugar porque tuviera algún accidente pero si lamentaba tener que haber llegado porque uno de sus conocidos parecía estar pasandola de verdad mal.

En silencio siguió los pasos del abogado hasta detenerse en recepción.

—¿Podría decirme si hay noticias de Min Yoongi?

—¿Usted es?

—Amigo y responsable de él mientras sus padres no están.

La mujer frente a la computadora asintió haciendo un pequeño sonido con su garganta hasta que regreso la atención nuevamente al pelinegro.

—Acaba de ser llevado al área de intensivo, el doctor Lee está revisando las resonancias que se le hicieron, así que deberán esperar en el pasillo 5.

—Gracias.

Se alejó del recibidor para comenzar a caminar al lado izquierdo en busca de dicho pasillo, Taehyung corrió los pocos pasos que había avanzado hasta llegar a su lado.

—¿Cree que Yoongi esté bien?

—Eso espero.

Cuándo cruzaron el final del pasillo encontraron un nuevo pasillo un poco más pequeño con una hilera de sillas pegadas a la pared, Seokjin reconoció a las dos personas que estaban ahí, Jungkook quién se encontraba sentado y Jimin daba vueltas de un lado a otro mordiendo sus dedos, cuándo vio a los nuevos visitantes abrió sus ojos con lágrimas.

—¡Jin, Tae!

Rodeo el cuello del abogado para luego hacer lo mismo con el rubio platinado.

—Hyung.

—¿Ha salido el doctor?

—Aún no, Jungkook dice que en la hora que lleva esperando no ha tenido noticias de Yoongi ¿Es que qué fue lo que pasó con él?

Cuándo Jimin se giró a ver a Jungkook este vio hacia su mayor recibiendo una señal dándole a entender que fuera cuidadoso con lo que fuera a decir.

—No sé, Yoongi hyung solamente pareció que había tenido un mareo mientras bajamos las escaleras de su edificio, de pronto cayó haciendo que rodará por ellas.

—¿Mareo? —El rubio llevo una mano a su rostro frustrado. —¡Dios! Sabía que no estaba comiendo bien.

Seokjin se espanto al pensar que Jimin tal vez ya sabía la verdad, aunque se preguntaba cómo había sido capaz de enterarse ¿A caso Yoongi le había dicho la verdad y prometer guardar el secreto?

—¿A qué te refieres Jimin? —Preguntó cauteloso.

—Hace unos días salí con él y él no comió nada diciendo que no tenía apetito, entonces pude observar que estaba mucho más delgado, más pálido y con ojeras, creí que tal vez eran ideas mías pero estaba seguro que él no estaba cuidándose.

Soltó un suspiro de alivio, Taehyung se acercó hasta Jimin para abrazarlo con su brazo bueno y lograr que al fin dejará de dar vueltas en el pasillo.

—Tranquilo Jimin, estoy seguro que Yoongi hyung estará bien, tal vez solamente ha estado bajo estrés de trabajo o algo parecido.

—¿Tú crees?

—Si, así que él estará bien. —Jungkook se sintió un poco molesto.

Él había intentado calmar al rubio desde que llegó pero lo único que había conseguido había sido ponerlo de mal humor poniéndolo mucho más nervioso, pero llegaba aquel sujeto y lograba calmarlo para sacarle una sonrisa en menos de 1 minuto.

No le agradaba ese chico.

Habían estado esperando por media hora sentados hasta que las puertas por fin se abrieron dejando ver al primer doctor desde que llegaron.

—¿Están aquí por Min Yoongi?

—Si ¿Cómo está él?

Seokjin se apresuró a preguntar, el doctor vio de él a los demás. Por unos minutos el abogado olvidó que debía pedir hablar a solas con él, pero había estado tan nervioso por la salud de su amigo que había olvidado aquel detalle para cuándo se dio cuenta ya era tarde.

Tomó la tablilla que tenía bajo su brazo para pasar la primera hoja.

—Logramos establecerlo, sufrió un paro cardíaco pero está bien, el problema aquí es que cuándo logró recuperar la conciencia lo primero que hizo fue vomitar.

—¿Y eso es grave? —Nego pero luego asintió al pasar la siguiente hoja. —¿Si?

Aquello no le estaba gustando para nada al pelinegro.

—No estuviera preocupado si el vómito no estuviera mezclado con sangre.

—¡Sangre! —Los 4 pares de ojos lo vieron espantado.

—Hicimos unas resonancias y encontramos con que el tumor creció 3 centímetros más, parece que el medicamento no ha funcionado para hacer que su tamaño se reduzca, ésto es un problema que afectará su salud a gravedad.

—¿Tumor? —Jimin y Jungkook estaban bastante sorprendidos.

Seokjin al verlos quiso golpearse por haber olvidado un detalle tan importante.

—Si, Yoongi ha estado bajo un tratamiento los últimos cinco años ¿No sabían?

El doctor parpadeo confundido, Jungkook regreso a tomar asiento para poder sujetar su cabeza apoyando los codos en sus piernas, por otro lado Jimin cayó al suelo cuando sus piernas le fallaron para seguir sosteniendo su peso. Seokjin se apresuró a inclinarse a su altura y sostenerlo evitando que cayera por completo y perdiera la conciencia.

—¡Jimin!

—No, no puedo... —Intento desabrochar los botones de su camisa pero sus manos no tenían la fuerza.

Seokjin comprendió al instante abriendo su camisa hasta el cuarto botón y abanicar su rostro con una mano en un intento por echarle aire.

—Jin... No puedo... —Cada vez le costaba hablar. —Res... Pi... Rar...

El doctor Lee se acercó hacia ellos para tomar su muñeca colocando sus dedos en ella.

—Su presión no es tan baja, pero será mejor tranquilizarlo antes que ocurra eso.

Tomando el control de la situación el doctor Lee apartó a los otros chicos colocando a Jimin entre sus piernas para recostar su espalda en su pecho y comenzar acariciar su cabeza quitando el cabello de su frente.

—Vamos intenta inhalar y exhalar ¿Si? Hazlo conmigo, inhala. —Tomó aire sin apartar las caricias. —Exhala.

—Lo haces bien Jimin, tú puedes. —Seokjin intento alentarlo.

—Una vez más Jimin, inhala, exhala conmigo.

El rubio poco a poco fue respirando con más calma comenzando a sentirse más relajado dejando de sentir cómo si su pecho estuviera oprimido, el doctor seguía repartiendo las caricias sobre su cabeza alentandolo hacer ejercicios de respiración.

—Inhala, exhala.

—¿Estás bien? —Asintió lentamente abriendo sus pequeños ojos.

Sonrió débilmente cuándo pudo enfocar al frente a su amigo Seokjin, recibiendo ayuda para levantarse lograron sentarlo en una silla recostando su cabeza sobre la pared, el pelinegro tomó asiento a su lado acariciando con cariño su rostro.

—Lo siento.

—Descuida, ahora estás bien.

—Si hubiera sabido que uno de ustedes sufría ataques hubiera sido más delicado.

Negó débilmente para despegar su cabeza de la pared y ver al doctor frente a él.

—Descuide doctor. Pero regresando al tema principal ¿Yoongi, que pasará con él?

—Bueno, intentaremos con una dosis más fuerte en su tratamiento, si eso no funciona entonces no hay algo más que pueda hacerse.

—¿Cómo? —Jungkook pregunto antes que todos.

—Una operación siempre ha sido riesgosa en su caso, por eso decidimos someterlo a un tratamiento, durante estos cinco años conseguimos mantenerlo en un mismo tamaño pero parece que con éste problema el tumor se expandió demasiado rápido.

—¿Y si el tratamiento no funciona que pasara con él?

—Les recomiendo que disfruten el tiempo que pasen con él.

Aquella respuesta había sido la más cruel que Seokjin pudo haber recibido, y no sólo él, los demás también. Incluso Taehyung sintió un dolor en el pecho al escuchar dichas palabras. El doctor hizo una leve reverencia.

—Tengo asuntos que atender, permiso.

—¿Cuándo veremos a Yoongi?

—Les recomiendo que vuelvan mañana, estaremos vigilando está noche su progreso.

Dio vuelta hacia la derecha perdiéndose del campo de visión de los chicos, el doctor los había dejado atrapados en un silencio que todos temían ser el primero en romperlo ¿Qué se supone que debían decir?

Sin embargo, alguien debía ser el valiente y Taehyung cerró sus ojitos tragando saliva tomando el valor que necesitaba.

—¿No sería bueno avisarle a sus padres? Creo que ellos deberían estar aquí también.

—Si. —Concordo Jungkook para su sorpresa. —¿Cómo se supone que le diremos ésto a Hoseok hyung?

Seokjin compartió miradas con Jimin recibiendo una sonrisa bastante dulce de su amigo rubio.

—Le diré yo.

Los tres lo observaron esperando que dijera algo más, pero Jimin había cerrado sus ojos mordiendo su labio inferior. Seokjin llevó su mirada al piso cerámico preguntándose mil de cosas pero ninguna de ellas tenían respuesta.

¿Cómo Jimin podía ser tan fuerte para tomar aquella situación? Probablemente él estaba sufriendo más de lo que estaba demostrando.

Estaba seguro que cuándo llegará a casa lloraría en silencio hasta quedarse dormido.

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Cuídense, no anden solas o si no pueden estar acompañadas, estén pendiente de quién va atrás, adelante, si hay alguien extraño en la esquina, si alguien se detiene a mitad del camino, anden con cuidado, griten, pidan ayuda pero no sé rindan.

Publicado:
17/04/2019

Modificado:
08/06/2019
19/10/2020