❀•[17]•
—Entonces ¿No le preguntaste? —Negó manteniendo el rostro oculto entre su brazo. —¿Cómo se supone que lo vas a encontrar entonces?
—¡Ya! No me regañes.
Eunwoo rodó los ojos echándose a la boca el pedazo de huevo duro que adornaba su plato de comida. Taehyung tomó la cuchara comenzando a comer cuándo su amigo quitó la tapadera al Topper.
—No te hagas la víctima.
—No me hago la víctima, soy la víctima que es otra cosa.
—Uy si. —El peligris bufó con sus mejillas llenas. —Se dice gracias, perro malagradecido.
—Frafhcias.
—No hables con la boca llena, marrano.
Taehyung cubrió su boca para no escupir la comida mientras reía, la cara de Eunwoo había sido tan graciosa que para él había sido incapaz no soltar risas.
—Pareces peor que abuela quejandote.
—Claro que no.
—Gracias por la comida.
El pelinegro se sonrojo un poco, aquellas palabras lo tomaron desprevenido. Cómo un acto de reflejo levantó el plato para ocultar su rostro en él mientras metía todo el arroz posible en su boca. Sabía que Taehyung se burlaria mucho más por su facilidad en sonrojarse.
—¿No debes trabajar hoy?
—Sana me cubriría mientras me aseguraba que seguías vivo y comias algo.
—La siguiente semana me quitarán está cosa.
Levantó su brazo con yeso, las últimas semanas habían sido bastante complicadas y desastrosas, en lugar de lograr ordenar su casa sólo había logrado quebrar la mitad de los pocos platos que tenía.
—¿Tienes quién te acompañe?
—¿Ves alguien que esté a mi lado? —Eunwoo se señaló un poco ofendido. —¿Tú?
—¿Quién más? La verdad es que la semana siguiente tengo día libre así que puedo acompañarte.
—¿Hablas en serio?
—Claro, a menos que le digas a ese grandote que te atropelló para que te acompañe.
Dejando su boca abierta bajo lentamente la cuchara de vuelta a su comida ¿Cómo no se le había ocurrido? Era una excusa perfectamente buena para poder ir a buscarlo, aunque en el fondo deseaba que Seokjin le preguntará cuándo quitarían el yeso pero dudaba que lo buscará.
Una, Taehyung no le había dado su número de teléfono así que ese era el error número uno de aquella situación y dos, él mismo había insisto en irse solo a casa así que no había modo que el grandulon (cómo Eunwoo lo había apodado) lo contactará.
—¿Qué?
—¿Crees que quiera acompañarme?
—Preguntale, dile que al ser el culpable debe asegurarse que tú brazo haya sanado por completo o simplemente dile que te morias por verlo y tal vez logres que te bese.
—Oye, eso es muy rápido.
—Crei que eso querías. —Subió sus hombros restándole importancia a sus propias palabras.
—Osea si, pero no así. —Apoyó el mentón sobre su mano, fijando su mirada en las cortinas floreadas que adornaban su ventana. —Quiero que sea especial.
—Eso mismo dijiste con el doctor, y tú especial fue conseguir que te besara en una gasolinera de mala muerte.
—Pero el beso fue especial y ya déjame terminar de hablar.
Pateó a su amigo bajo la mesa, consiguiendo que el pobre chico mordiera su lengua en lugar de la salchica que había metido a su boca para saborearla.
—¡Mhg!
Ignorando la queja, Taehyung continuo observando sus cortinas tratando de imaginarse un escenario bastante bonito en dónde los partícipes eran él y el chico de hombros de infarto.
—Cómo decía. —Eunwoo acomodó mejor su cuerpo, dispuesto a escuchar mientras intentaba controlar el dolor en su lengua. —Puede llevarme a cualquier lugar que él quiera, incluso a un basurero si así desea pero lo seguiría hasta el fin del mundo.
—Un basurero es el lugar al que menos querrás ir, ni que fueras una rata para conformarte con eso.
—Sólo es un decir idiota, obviamente que un basurero es el último lugar al que quisiera que me llevará para un primer beso.
—¿Entonces?
—No sé, tal vez un parque.
—¿Parque? —El peligris asintió con una pequeña sonrisa embobada que combinaban con sus mejillas brillantes.
—El otoño está muy cerca y los parques se ven tan bonitos pintados de naranja con café que es perfecto para conseguir fácilmente un ambiente romántico.
—Dices algo igual a eso y harás que mi almuerzo termine en tu alfombra.
Rompiendo su burbuja romántica Taehyung desvío la mirada hasta su amigo, para dedicarle una de pocos amigos ¡Nadie se metía con su alfombra!
—Tú la manchas con tu asqueroso vómito y yo te meteré la cabeza al retrete.
—Oye, eso es asqueroso.
—Tú comenzaste. —Se defendió regresando a tomar el cubierto para continuar comiendo.
Eunwoo negó con su cabeza dispuesto a terminar de comer, aquello era lo mejor a que empezar una discusión sin sentido con su amigo.
Taehyung mastico en silencio volviendo a su fantasía, las hojas comenzarían a caer de los árboles para llenar las calles de colores cálidos y aquello era un espectáculo que él amaba ver.
Mucho más si implicaba ver un arce votar sus hojas, el aroma se volvía mucho más fuerte convirtiéndose reconfortante para su corazón, no podía recordar de dónde era, quién había sido pero aquel aroma lo hacía sentirse en casa. Le daba confort.
Ojalá el otoño pudiera llegar antes de tiempo.
Seokjin golpeaba con insistencia su lapicero contra el escritorio mientras leía una y otra vez lo que había escrito en su computadora. Había pasado la última hora buscando algún error dentro del texto.
Aquello era demasiado importante cómo para dejar pasar el error más mínimo, así que por ello leía y leía cada una de las palabras con cuidado hasta encontrar aquello que no lo convencía del todo.
—¿Algo anda mal? —Jihyo dejó un vaso de café sobre su escritorio.
Llevaba observando a su compañero la última hora, notando que su ceño se fruncía con bastante insistencia. Por un momento pensó que su frente se había quedado de esa forma y él no podía cambiar expresión.
—Es bastante difícil conseguir las palabras adecuadas para mí argumento.
—¿Es sobre ese señor que atropelló y encima se hizo el ofendido?
—Si, el señor Dong Sung no ha sido ningún santo, he buscado en sus antecedentes y ha recibido varias demandas por agresión.
—Eso es un problema.
—Lo sé, no sabré cómo podré conseguir que está vez se libere de la sanción, probablemente el fiscal ya investigo también y hará todo por ganar.
Frustrado paso sus manos sobre su rostro tratando de despegar un poco su mente, el café sin duda no sería la mejor medicina para calmar el dolor de cabeza, así que amablemente rechazo el gesto amable que tuvo su compañera de llevarle aquella bebida caliente.
—Tal vez deberías regalar ese juicio, después de todo el tipo no se salvará de sufrir algún cargo.
Tomó el bolso de su escritorio llevándolo a su brazo para volver a tomar el vaso con café y caminar hasta la puerta de salida. Seokjin observó el reloj cayendo en la cuenta que ya era demasiado tarde.
—Piensalo, te puedes ahorrar un dolor de cabeza.
—Claro. —Su respuesta había sido por pura cortesía, pero la verdad es que aquella era una pésima opción.
—Nos vemos mañana Seokjin.
—Si, hasta mañana Jihyo.
Quedándose solo en la oficina apoyo el mentón en una mano observando una última vez aquel texto.
—Lo mejor sería hablar con él, tal vez exista algo que pueda salvarlo.
Asintió para si mismo guardando una última vez el documento para poder apagar el ordenar y así por fin salir de la oficina. Sólo deseaba que el tráfico no fuera tanto, no tenía ganas de esperar sentado una hora hasta poder llegar a su casa a paso de tortuga.
Decidiendo dejar a un lado sus pensamientos salió de la oficina hasta llegar al ascensor, al ver a su alrededor pudo darse cuenta que había sido el único en quedarse en aquel nivel así que no esperaba que nadie lo acompañará.
Esta vez se había equivocado, cuándo las puertas del ascensor se abrieron pudo observar una cabellera gris que había perdido bastante su color convirtiéndolo en un rubio cenizo.
—¿Qué haces aquí?
—Bueno, me cansé de esperar así que decidí subir para asegurarme que no te habías ido sin que me diera cuenta.
Taehyung sonrió un poco tímido, durante el camino en el ascensor había estado pensando que decirle al pelinegro para cubrir sus motivos del por qué estaba ahí. Seokjin entró al ascensor quedando a su lado, había una mínima diferencia en estaturas pero Taehyung se sentía pequeño frente a él.
—Lo siento, mi trabajo se extendió un poco.
—Siento venir sin avisar.
—Descuida, es una agradable sorpresa.
Ambos sintieron el calor subir a sus mejillas, aquellas palabras habían sonado tan cariñosas que para Seokjin era una total vergüenza no poder contener su emoción al verlo ahí, por otro lado, Taehyung se avergonzaba por la facilidad que tenía el otro al decir dichas palabras ¡Había sido lo más diñce que escuchaba en el día!
Su corazón estaba bastante alocado ya que no dejaba de palpitar rápido, se sentía tan nervioso al estar a solas y tan juntos que no sabía por cuánto tiempo podría aguantar aquella presión y no cometer alguna estupidez debido por su impulso.
—¿Hace cuánto llevas esperando?
—¿Sobre qué? —Ni siquiera era capaz de conectar cables dentro de su cabeza.
—Bueno... A que yo saliera.
—¡Ah! —Golpeo su frente mentalmente, estaba actuando demasiado estúpido. —Bueno, tal vez hora y media.
—¡Hora y media!
Se encogió en su lugar tratando de cubrir sus orejas en sus hombros y así amortiguar semejante volumen que había usado Seokjin en su voz.
—Fue culpa mía, creo que vine demasiado pronto.
—No, se supone que salía justamente hace hora y media, pero el tiempo se me fue.
Ambos relajaron un poco sus hombros, apesar que el ascensor parecía ir bajando lentamente más de lo normal, habían logrado conseguir sentirse cómodos junto al otro, para Seokjin era muy díficil calmar su desenfrenado corazón al estar tan cerca del menor.
Aún no cabía en su mente que su preciado Taehyung estuviera frente a sus narices en completo estado, bueno tal vez no tan completo pero si en su mayoría.
Las puertas se abrieron ganando que tropezaran torpemente entre ellos al intentar salir ambos a la misma vez, Taehyung río algo nervioso retrocediendo apenado.
—Puedes salir tú primero.
Con las mejillas un poco rojas, levantó la cabeza para encontrar la mirada penetrante que le dedicaba Seokjin. Sus ojos parecían brillar por el hecho de tenerlo frente, pero el peligris no quería ilusionarse y creer que Seokjin realmente estaba feliz de verlo, tal vez sólo estaba siendo educado.
—Gracias. —Sus ánimos bajaron un poco.
Volviendo a que su mirada quedará pegada en el piso cerámico del lugar. El abogado salió igualmente del ascensor para quedar frente a él, la mano que sujetaba su maletín parecía un poco inquieta, sus dedos jugaban demasiado que Taehyung creía que podría soltarlo en cualquier momento.
—¿Estás libre ahora mismo?
—¿Um?
—Jungkook no estará en casa está noche, así que podemos cenar juntos ¿Qué dices?
Taehyung mordió su labio pensando en si era buena idea preguntar o no, pero es que aquello lo estaba carcomiendo desde que supo la existencia del otro chico y más el hecho que vivía con su crush.
Si ponía en una balanza, Jungkook las llevaba de ganar en todos los sentidos, aunque ni siquiera sabía si Seokjin le gustaban los hombres, hasta dónde él sabía el mayor había tenido una novia, en ningún momento mencionó novio.
Eso era un problema, eso mataría cualquier esperanza que podía tener.
Había estado tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera había notado en que momento habían llegado al auto del abogado, no hasta que esté tocó su hombro para invitarlo a entrar al auto después que le abriera la puerta.
—¿Debo subir?
—A menos que no quieras. —Deseaba que Taehyung no rechazara su invitación.
Tal vez sólo se había quedado pensando en tratar de recordar algún compromiso o estaba pensando una excusa para dar, esperaba que no fuera lo segundo.
—Gracias.
—¿Aceptas ir a mi casa entonces?
Un poco confundido asintió, Seokjin sonrió en grande sin intentar ocultar la emoción, Taehyung lo vio cómo rodeaba el auto casi saltando. Sonrió enternecido ¿Cómo alguien podía verse perfecto aún actuando cómo niño? Seguramente nadie más que sólo Kim Seokjin.
—Te aseguro que mi comida es mejor a la de cualquier restaurante que hayas ido.
—Estoy ansiando saberlo entonces.
Jugó un poco con sus dedos sobre la rodilla, tratando de contener las ganas que tenía de gritar por la emoción que aquello le hacía sentir, podía jurar que aquello parecía una cita o mejor que eso, es cómo si fueran una pareja de matrimonio joven en dónde se iban juntos de vuelta a casa para cocinar juntos.
Tal vez podrían compartir algún beso y caricia, sin duda aquello sonaba a un sueño bastante imposible para Taehyung, era demasiado bueno cómo para que llegara a suceder en su realidad.
Pero soñar era gratis, así que se permitiría hacerlo durante el camino.
¿Qué clase de apodos cariñosos usarían? ¿Amor, cielo, mi vida, cariño? Frunció su nariz, no, aquellos apodos eran muy usados y demasiados aburridos.
Él prefería algo más original, algo que fuera sólo algo entre ellos dos.
¿Seokjin le molestaría si alguna vez él lo llamara mi ratoncito? Tal vez si, era un apodo bastante estúpido.
—Llegamos.
Salió de sus pensamientos al ver que habían entrado al jardín de la casa y estacionado el auto, parecía que llevaban tal vez cinco minutos porque el pelinegro no dejaba de verlo y eso hacia que se pusiera nervioso y algo torpe.
Con la torpeza que lo caracterizaba cuándo estaba nervioso salió del auto cerrando la puerta, dejando que está dejará prensada su chaqueta e hiciera que regresara de un tirón al auto.
—¿Ocurre algo?
—Creo que... Me quedé atorado.
Seokjin regreso al auto, quedando a su lado. Taehyung moría de vergüenza ¿Por qué tenía que ser tan torpe? La única ventaja de aquello era que pudo obtener un poco de la colonia que estaba impregnado en la ropa del abogado, olía tan bien que no fue consciente cuándo pegó su nariz en el cuello de la camisa.
—Li-listo. —Solto nervioso el pelinegro cuándo por fin libero al peligris.
Taehyung abrió sus ojos queriendo que la tierra lo tragara en esos instantes ¡Podía haber algo más para dejarlo en total vergüenza! Con brusquedad se alejó del mayor golpeando su espalda contra el frío metal de la camioneta.
—¿Tienes un necesito ir baño?
El mayor asintió, entendiendo que su adorado menor estaba demasiado nervioso y quería huir en esos momentos, así que sin preguntar o decir algo más camino hasta la casa abriendo la puerta para encender la luz del pasillo de la entrada.
Taehyung lo siguió de cerca echándose la culpa por no saber comportarse, de ese modo lo único que lograría era espantar al contrario y así realmente iba a perder cualquier oportunidad que pudiera tomar.
—Es la primera puerta del pasillo que da a las habitaciones.
—Mhm... —Seokjin sonrió enternecido dejando el saco y maletín sobre el sofá.
—Puerta blanca.
Taehyung asintió, caminando o bueno, casi corriendo hasta el pasillo suspirando al ver que sólo había una puerta blanca, cuándo entró pego su espalda contra la madera llevando su mano libre al pecho para tratar de calmar su ajetreado corazón.
Necesitaba calmarse con urgencia, encendió por fin la luz abriendo sus ojitos un poco sorprendido por la vista, su baño era una porquería en comparación a este lugar, sin duda alguna, Seokjin nunca pondría un pie en su apartamento.
Moriría de vergüenza, era un lugar bastante humilde y quizás el abogado estaba acostumbrado a semejantes lujos que sería algo desagradable para él entrar a un basurero cómo ese.
—Debes guardar la calma Taehyung, debes actuar cool no estúpido.
Encendió la llave del lavamanos para mojar un poco su rostro y así lograr calmar los nervios, cuándo levantó la mirada se topó con el espejo sintiéndose mucho más avergonzado, era un desastre.
¿En verdad había sido capaz de ir a verlo en esas fachas? Quiso meter la cabeza en el inodoro y que al jalar la cadena este arrancará su cabeza, ahora no sólo se sentía avergonzado si no que un poco entristecido.
Se escucharon dos toques al otro lado de la puerta, haciendo que pegará un pequeño salto.
—¿Todo bien?
—Eh si... Ya voy, ahora salgo. —Apagó la llave tratando de colocar todo en su lugar
Ni siquiera había tocado algo para que estuviera acomodando las cosas, dejando todo en su lugar abrió la puerta olvidando que no había secado su rostro.
—¿Todo bien?
—Si, si, gracias por dejarme usar su baño.
—Cuándo gustes. —Respondio bastante sereno. Entro al baño tomando una toalla para caminar de vuelta al peligris y tocar suavemente sus mejillas con la suave tela. —Si no secas tu rostro, mojaras tu ropa.
Abrió sus ojos sintiendo nuevamente el calor adueñarse de sus mejillas.
Seokjin secaba su rostro con bastante cuidado, disfrutando de aquel pequeño momento que estaba siendo lo más cercano a íntimo que podían compartir hasta hora, Taehyung cerró sus ojos apoyándose en el toque.
Se sentía tan bien.
El pelinegro sintió su corazón encogerse al verlo tal venerable, Taehyung sólo estaba parado frente a él con la guardia baja, que le estaba siendo difícil no hacerle caso a sus impulsos, lo tenía entre sus manos literalmente.
Sujeto el rostro de Taehyung aún con la toalla, pasando sus ojos por el perfecto rostro moreno, aquellos pequeños lunares que recordaba estaban ahí al igual que sus pestañas espesas que adornaban sus ojos. Tragando saliva fue acercándose lentamente hasta el rostro de la persona que había extrañado todos estos años.
Puede que fuera demasiado pronto, pero si no hacia esto sentía que moriría de la frustración, además el peligris parecía que estaba perdido en sus caricias porque ni siquiera abría sus ojos, por un momento parecía que se había dormido entre sus manos.
Trago saliva una última vez para acercar un poco más su rostro, podía sentir cómo la respiración del contrario comenzaba a chocar contra la de él, si Taehyung no abría los ojos y lo alejaba ahora, sería demasiado tarde para retroceder.
Estando a centímetros de volver a sentir la dulzura y suavidad de esos labios Seokjin sentía enloquecer, no quería besarlo bruscamente porque lo más seguro era que lo espantara y ahí sí que la cagaria por completo, podía anticipar desde ya el roce de sus labios, podía sentir esa electricidad que provocaría el choque de sus labios.
Sin embargo, parecía que no era el momento para llevar acabó el beso, parecía que el universo le estaba diciendo que aún faltaba y se lo hacía saber con su teléfono timbrando escandalosamente desde la cocina.
Taehyung temia abrir sus ojos y encontrar quizás el arrepentimiento en la mirada contraria, su corazón se había paralizado cuándo sintió la calidez de la respiración de Seokjin golpear contra su rostro ¿De verdad iba a ser besado? Porque si era así ¡Qué era lo que estaba esperando para hacerlo! La espera era una completa tortura ¿Por qué jugaba de esa forma tan sucia el abogado rompe brazos?
Cuándo creyó que el pelinegro juntaría por fin sus labios un estúpido teléfono que tenía un sonido bastante irritable en esos momentos debía interrumpir su momento de gloria ¡Maldito teléfono! Sintió cómo Seokjin suspiraba contra sus labios ¡Estaban tan cerca!
Estrujó su mano contra su pantalón tratando de contener su frustración, lo último que deseaba era que el mayor se alejara y quizás perder la oportunidad que esté perdiera el pequeño encanto que había tenido con él, así que tomando todo el valor que podía subió su mano hasta alcanzar enredar sus dedos en la nuca contraría.
Ni un estúpido teléfono iba arruinar aquel momento, y si él debía tomar la iniciativa lo haría aún si luego fuera echado de esa casa a patadas.
Con bastante brusquedad empujó la cabeza contraria y acercó la suya hasta terminar con aquella maldita distancia que tenían, sus labios se estamparon contra los abultados dejando un momento en dónde ninguno de los dos hacia algún movimiento, Taehyung estaba comenzando arrepentirse por haber hecho eso, pero abrió sus ojos cuándo sintió cómo su cintura era rodeada con bastante fuerza y posesividad.
Seokjin comenzó a mover sus labios en busca de que los contrarios correspondieran al beso, Taehyung hizo más fuerte el agarre sobre la nuca por fin entendiendo lo que estaba pasando.
Aquello era real, y estaba sucediendo en aquellos momentos, dejandose llevar cerró sus ojos comenzando a corresponder el movimiento de los labios contrarios.
Consiguiendo por fin tener un compás armónico, retiro sus dedos del cabello para subir su brazo y rodear su cuello, pudo sentir cómo los brazos de Seokjin lo pegaron mucho más a su cuerpo logrando sus pies quedarán apoyados sobre las puntas de sus dedos.
Aunque cada uno tenía sus razones pero ninguno podía negar que deseaban aquello desde la primera vez que se habían encontrado.
Tanto para Seokjin cómo para Taehyung aquel beso era el primero.
🍁
Hace un año está historia había llegado a los 5K de lecturas, un año después tiene 50K lecturas.
Publicado:
12/04/2019
Modificado:
07/06/2019
10/10/2020
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