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❀•[16]•


—¿Entonces debo asustar a unos niños?

—Si, la verdad es que no confío en que realmente hagan caso a mí consejo.

—Eso fue una amenaza.

Entrecerró sus ojos acusando a su amigo, Seokjin lo tomó por los hombros para tirarlo y que así pudiera caminar derecho sin miedo a caer de espaldas.

Uno de ellos tiene el cabello negro peinado hacia atrás cómo si fuera un puercoespín.

—Eso no ayuda mucho.

Acomodó su gorra, dejando la visera al frente, comenzando a subir las mangas de la chaqueta hasta los codos.

¿Qué haces?

—Intento dar una imagen del chico malo ¿Qué tal?

Abrió sus brazos dando una media vuelta frente al pelinegro, Sanha había desalineado su uniforme logrando un toque de chico rebelde, aún así, su rostro de niño bueno no le ayudaba tanto a obtener la imagen que deseaba.

Te ves lindo.

—¿Lindo? ¡Lindo! ¡No quiero verme lindo!

—No grites. —Cubrio ambas orejas pasando de lado al rubio. —Oh, son ellos.

Seokjin dio un golpe en su brazo haciendo que el rubio girará a ver, aún así antes que aquel dúo lograra verlo, atrajo a Sanha detrás de un auto para señalar al par de chicos que esperaban en la puerta de la escuela, probablemente a Taehyung y a Jimin.

—Realmente parece un puercoespín.

—Te lo dije.

—De acuerdo, entonces ¿Debo recitar una maldición de mentiras y ya?

—Exacto.

—Muy bien, allá voy.

Tomó aire para salir de su escondite y caminar directo a sus víctimas de manera despreocupada, Seokjin lo imitó al salir detrás del auto para caminar hacia el lado del muro en donde solía esperar a los chicos.

Por suerte no estaba tan lejos o por lo menos, su sentido auditivo lograba alcanzar a escuchar un poco.

Ahí vienen, ahí vienen. —

—Oye Keun, mira quién viene ahí, pulgar y pul-...

—Burlandose de sus compañeros, eso está muy mal.

Hong Gi giro a ver a sus espaldas encontrándose con un chico mucho más alto que él, tenía los brazos cruzados sobre su pecho con la mirada fija en ellos.

¿Tú quién eres?

—Un mensajero. —Regalo su sonrisa más bonita.

¿De quién?

—Mhm les diría pero no quiero.

—¿Qué idioteces estás hablando? —El pequeño puercoespín alzó la voz tomando por sorpresa a Sanha.

Para ser un menor era demasiado maleducado al no saber respetar a sus mayores, observó cómo Taehyung y Jimin se acercaban hacia ellos un poco curiosos.

¿Hyung? —Taehyung fue el primero en preguntar.

Oh ¡Hola chicos! ¡Jimin, pintaste tu cabello!

—Ah... Si y usted también, Sanha hyung.

—¡Por supuesto! —Pudo observar cómo el pequeño dúo de brabucones intentaban zafarse de ahí, así que decidió por abrazar a los dos, apretando sus cuellos contra sus brazos. —Me inspiraste, siempre quise usar rubio pero no sabía si me quedaría bien, así que el año pasado cuándo te conocí me pareció una buena idea intentarlo.

—¿Yo?

—Claro, así que gracias por ello. —El pelinegro asintió un poco tímido.

Taehyung intercalaba su mirada entre Keun, Hong Gi y Sanha ¿Por qué estaban juntos? Sin contenerse la curiosidad y necesidad de saber, tomó valor para preguntar directamente.

¿Por qué está con Tonto y Toribio?

—¿Quiénes? —El castaño señaló a los chicos que estaban siendo prisioneros entre sus brazos. —¡Ahhh! No, no, solamente estábamos hablando ¿Verdad chicos?

Movió un poco brusco sus brazos haciendo que los menores intentarán soltarse por la repentina fuerza que aquellos aparentemente débiles brazos habían ejercido en sus cuellos.

Pero...

—¡Seokjin está por allá! —Señalo con su mentón en dirección de su amigo. El pelinegro levantó la mano para saludar desde la distancia. —Los llevaremos por helado, así que vayan, vayan.

Taehyung y Jimin compartieron miradas un poco perdidos, no entendían realmente porque Sanha tendría la necesidad de hablar con aquel par de cabezas huecas. Aún así prefirieron obedecer al mayor para caminar directamente hacia Seokjin.

—¿Qué ocurre con Sanha hyung?

—Solamente está ayudando. —Los tres observaban desde lejos cómo aquel chico rubio había soltado los cuellos de dichos menores.

Sin embargo, tenía entre sus manos una oreja de cada uno.

No quisieron hacer caso aún cuándo se les advirtió ¿Verdad? No me dejan otro camino más que sólo echarles la maldición.

—Eso ni siquiera existe. —Keun quiso sonar seguro.

¡No digas eso! ¡Tú falta de creencia lo hace peor! ¡Oh no! —Había sonado tan dramático que Taehyung, Jimin y Seokjin tuvieron que contener las risas. —¡Perdonalos madre naturaleza, por estas pobres mentes!

—Sueltame.

—Escuchen. —Intentó agravar dos tonos más su voz, llamando por completo la atención. —Cada palabra llena de burla será pagada de formas bastantes feas, tengan cuidado, abran muy bien los ojos porque puede que sufran las consecuencias.

—¿Consecuencias? —Hong Gi sentía sus piernas cómo gelatina.

Revisen lo que coman, puede que sus espaguetis se conviertan en gusanos, que la soda se vuelva sangre, que los dulces se conviertan en insectos ¡O peor! ¡Pueden comer las tripas de algún pobre inocente! ¡No, es horrible, la fortuna que les espera es muy horrible! ¡Tú! —Señalo a Keun. —Cuida tu cabello.

—¿Qué dices?

—Bajo advertencia, no hay engaño. —Soltó sus orejas dando un leve empujón. —Muy bien, nos vemos chicos.

Con una sonrisa en su rostro y sacudiendo ambas manos llegó ante aquellos tres actuando cómo normalmente era. Seokjin preguntó si todo había salido bien así que Sanha levantó su pulgar guiñando un ojo.

¡Pelfect! Lo demás deberán hacerlo ustedes dos chicos, para que realmente crean en mis palabras.

—¿Y qué se supone que debemos hacer? —Taehyung preguntó cuándo empezaron a caminar por el mismo rumbo.

—Les explicaré.

Seokjin río cuándo aquellos tres se acercaron para comenzar a armar un plan perfecto, sabía que aquella travesura podía costar un castigo pero valía la pena intentarlo hacer.

Después de todo, aquellos chicos se lo merecían y darles un poco de su propia medicina no estaba tan mal.


—Y pues lo demás te lo podrás imaginar.

—¿Qué cosa? —El peligris frunció su ceño un poco confundido.

Estaba tan atento al relato del pelinegro que esperaba que aquella historia continuará, pero parecía que el mayor no seguiría hablando.

¿Y eso es todo?

—Pues si, es todo. —Jimin estaba igual de confundido, él creyó que Jin hablaría desde el principio hasta el último detalle.

¿Cómo que sólo eso? ¿Y, y, y qué se supone que paso con Keun y Hong Gi? ¿Qué pasó conmigo el resto de los años? Aún falta el último año de secundaria y ¿La preparatoria? ¿Qué pasó con ella? ¿Qué dijo Sanha? ¡Necesito respuestas!

Tiró de su cabello con la mano libre, sintiendo la frustración en su mente ¿Cómo podía ser sólo eso?

Pues creo que lo mejor es que sepas hasta ahí, despues de todo, tú deberías saber.

—¿Es una broma? —¿Estaba hablando en serio? Hizo un puño su mano tratando de conservar la calma. —¿Debo volver a decirlo? ¡No sé quiénes son ustedes, no recuerdo nada! Lo único que sé es que desperté en un hospital y no recordaba nada ¡Nada!

—De acuerdo. —El rubio se levantó de su lugar para acercarse cautelosamente a Taehyung.

Tomó con cuidado su mano, dando suaves caricias con su pulgar sobre el dorso del moreno para intentar calmarlo, atreviéndose a más, Jimin subió una mano a su cabeza dejando suaves caricias en su cabello.

—De acuerdo, no debes porque alterarte ¿Si? Creo que Jin lo dice para que no te saturemos de información, tenemos tiempo para seguir conversando.

—¿De, de verdad? —Jimin asintió, limpiando las lagrimas de Taehyung con sus dedos.

Claro, podemos volver a vernos ¿Te parece? Pero creo que por ahora debes tratar de asimilar primero está información.

—Estoy tan confundido.

—Lo sé, si estuviera en tú lugar estaría igual pero vamos paso a paso ¿Qué dices?

Taehyung asintió limpiando está vez por sí mismo las lágrimas que habían corrido por sus mejillas. Jimin sonrió conmovido cuándo el peligris tomó una actitud sumisa, se levantó del piso tomando un recuadro que reposaba sobre la mesa de centro.

Puedes ver lo que quieras, incluso puedes llevarte estás cosas a tu casa y puedas verlas tranquilamente.

—Pero son de Seokjin.

—Son tuyas también. —Respondió el pelinegro sin ninguna duda en sus palabras. —Así qué puedes llevarlas, si quieras.

—Si, me gustaría.

—Bien, sólo necesito hablar con Jin un momento, toma tu tiempo de ver lo que quieras.

El rubio camino hacia su amigo dando leves empujones en su espalda para que comenzará a caminar en dirección a la cocina. Cuándo estuvieron lejos de Taehyung, Jimin tiró de su brazo para llamar su atención.

¿Por qué cortaste la historia? ¿No se supone que le dirías todo?

—Lo sé, pero se veía tan confundido, además no sé si el decirle que soy su ex no cause un shock en él.

—Por eso le estabas contando todo despacio para qué no sintiera un terrible golpe al saber que está frente a su ex.

—¿Y qué pasa si Taehyung ahora es heterosexual y tiene homofobia o algo así?

—Taehyung no es así, y lo sabes, él sobrellevo de mejor manera el saber que era gay a comparación de ti.

—Bien, lo acepto ¡Tengo miedo!

El de pequeña estatura llevo un dedo a sus labios volviendo a ver qué Taehyung siguiera ignorando su conversación. Cuándo estuvo seguro de ello, regreso su atención al pelinegro.

¿A qué te rechace?

—Eso y a qué decida desaparecer de mi vida por cuenta propia.

—No lo sabrás si no hablas. —Ambos intentaban hablar en un sonido considerablemente bajo, pero estaban susurrando a gritos.

Se lo diré, pero no hoy.

Jimin suspiro llevando una mano a su cintura y otra arrastrarla por su rostro. En ocasiones su amigo realmente lo desesperaba por no ser sincero del todo desde el principio.

De acuerdo, dile cuándo quieras, pero dile la verdad.

—Lo haré.

—Bien, ahora lo único que si considero que no sepa aún, sea lo del accidente, eso de verdad puede ser un gran shock.

—Estoy de acuerdo con ello.

—Muy bien, ahora vuelve y aprovecha tú tiempo con él. —Volvió a empujarlo por la espalda.

Sacándolo por completo de la cocina, Taehyung levantó la mirada confundido al ver cómo aquellos dos parecían luchar entre ellos.

¿Todo bien?

—¡Por supuesto! —El rubio respondido bastante animado.

Caminó hasta el peligris para echarle un último vistazo, Taehyung se sentía un poco tímido y tal vez expuesto ante aquella mirada que lo estaba analizando de pies a cabeza.

Has crecido tanto Tae.

—Um...

—Bien, debo de irme, te quedarás con Jin así que estarás bien.

—¿Te irás ahora? —No es que no quisiera quedarse a solas con el peligris.

Pero tan sólo pensarlo se llenaba de nervios, comenzando a sudar por las manos ¿Qué se suponía que hablaría con él? O peor ¿Podría mantener sus manos lejos de él? Dios, había pasado tanto tiempo sin verlo que sus manos picaban por tocar su rostro para sentirse seguro que realmente fuera él.

Claro, debo ir a preparar mi clase de mañana, no quiero decepcionar a mis pequeños alumnos.

—¿Alumnos? —Taehyun preguntó entre curioso y asombrado.

Soy profesor de párvulos, así que debo preparar mi clase.

El peligris sonrió en grande, aquello le había parecido realmente interesante. Tal vez podría pedirle favor al rubio si podía llevarlo algún día a su trabajo, realmente le encantaría convivir con niños.

Nos vemos Tae, Jin cuídalo y si es posible llévalo a su casa. Adiós.

Cerró la puerta sin darle oportunidad a los dos Kim para despedirse, parecía que tenía bastante urgencia por irse y Seokjin tenía una idea del porque.

Cuándo Taehyung volteo a verlo se sentido atrapado, así que sin saber muy bien que hacer o qué decir, soltó lo primero que vino a su mente.

¿Quieres jugar algo?

—¿Tienes Jenga? —No parecía una idea descabellada el quedarse a jugar un rato.

Después de todo no tenía nada que ir hacer a su casa, más que sólo tirarse a su cama a ver el techo y hablar con él mismo sobre cuáles son los mejores detergentes para lavar su ropa.

Sin duda, ésto era mejor.


—¡Nooo, de nuevo no!

Se dejó caer de espaldas hacia el sofá, ya era la quinta vez que tiraba la torre de Jenga, parecía que todo estaba en su contra o qué Seokjin realmente era muy bueno para jugar.

No te desanimes, podrás hacerlo mejor está vez.

—Si claro, lo has dicho durante las últimas cinco veces.

—No te rindas tan pronto. —Armó nuevamente la torre, dando el primer turno a Taehyung. —Intentalo una vez más.

—De acuerdo.

Volvió a sentarse sobre sus piernas, apoyando su mentón sobre la mesa para
estirar su mano y empujar la primera tablilla.

Sonrió en grande por empezar bien, Seokjin saco una tablilla de en medio continuando de esa forma conforme seguían jugando, hasta que nuevamente Taehyung tuvo la situación complicada para hacer un nuevo movimiento.

Se escuchaban risas, berrinches y gritos de frustración, pero todo bajo la diversión entre aquellos dos, Taehyung intentaba sacar una pieza con el mayor cuidado hasta que el repentino golpe de la puerta cerrandose lo exaltó, haciendo que su dedo se moviera bruscamente y tirará nuevamente la torre.

¡Volví Jin hyung!

—No es necesario que grites.

—Ah tan quejumbroso hyung.

Ambos chicos entraron a la sala, uno bastante sorprendido y confundido, mientras el otro parecía tan tranquilo que tomó asiento en uno de los sofás levantando una de las tablillas del juego.

¿Jenga?

—Si, pero he perdido seis veces. —Yoongi asintió ayudando a colocar las tablillas nuevamente.

Hyung...

—Jungkook ¿Por qué no vienes? —Seokjin lo llamó con su mano, invitando a unirse también.

¿Él quién es? —Entonces, cayó en cuenta que el menor no sabía de la existencia del peligris.

Ah, verás, él es ... —Taehyung levantó la mirada, saludando con su mano. —Kim Taehyung.

—¿Y quien es?

—Mi primo. —Yoongi interrumpió colocando la última pieza de la torre.

¿Su primo? —Jungkook estaba bastante sorprendido, vio del peligris al peliazul.

Apartando el color de sus cabellos, no veía algún parecido en ninguno de los dos. Aún así su hyung había sonado tan tranquilo y seguro de sus palabras que lo hacía dudar en si creer o no.

Si, primo lejano, no hace mucho lo conocí, le dije que podía buscar a Jin en caso de que no me encontrará en casa.

—Ah si... Espere un buen tiempo a que llegarás a la casa, primito.

Taehyung hablo un poco nervioso, pero aún así siguió el juego sin entender muy bien el porque. Yoongi movió la primera tablilla dedicándole una mirada al moreno para que moviera.

Ah, mucho gusto entonces, yo soy Jeon Jungkook.

—Ho-hola. —Saludo dudoso, apoyando nuevamente su espalda contra el sofá.

¿Ya cenaron? —El pelinegro se levantó, sacudiendo su pantalón.

Ni siquiera se había dado cuenta del tiempo que se había llevado jugando con el menor, así que cuándo vio la hora se dio cuenta que había pasado un poco de tiempo desde la hora de la cena.

Aún no.

—Bien, iré a preparar algo entonces.

—Pide algo mejor, te ayudaré a pagar. —Volvió a mover otra tablilla.

Taehyung mordió sus labios al verse un poco acorralado, aún así movió otra pieza sin ninguna dificultad.

De acuerdo, iré por mi teléfono.

Los tres asintieron, Jungkook se sentó frente al peligris, siendo imposible apartar la mirada de él. Había algo que no le convencía del todo, pero preferiría guardarse sus comentarios.

Una foto dura más Jungkook.

—¿Qué? —Sus mejillas se calentaron al verse atrapado por Yoongi.

Lo que escuchaste, no será la primera vez que verás a mi primo por aquí, así que ¿Por qué intentan llevarse bien? Después de todo, creo que será parte de nosotros.

—¿De nosotros?

—Si ¿Verdad Taehyung?

—Si, supongo.

Su dedo volvió a temblar, provocando que la torre se derrumbará una vez más, frustrado tiró su cabeza contra la mesa soltando quejas. No, era una total vergüenza que perdiera con tan pocos movimientos.

Jaja eres malo jugando esto.

—No es justo, Seokjin se la paso ganando todo el día, ahora tú.

—Es porque soy un genio.

Seokjin volvió a la sala, encontrando a Taehyung riendo junto al pálido. Su corazón brinco de completa felicidad al poder tener una vez más la oportunidad de apreciar aquella sonrisa que tanto había extrañado.

Quería seguir viéndola, por ello, lo mejor era ir una vez más poco a poco, hasta poder conseguir una vez más la confianza y el corazón del menor.


🍁
La historia sobre el noviazgo de Taehyung y Seokjin será más adelante, así que paciencia.

Publicado:
10/02/2019

Modificaciones:
06/06/2019
20/09/2020

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