❀•[14]•
El camino hacia el salón de Seokjin había sido un poco silencio, Jimin sujetaba con más fuerza el gorro hacia abajo cómo si aquel chico pudiera aparecer en cualquier momento y quitárselo.
—Caeras si sigues así Minie.
—Estoy bien.
—¿Te dijo algo ese chico? —El rubio negó levemente, guiándose según los pies de Taehyung. —¿Te hizo algo entonces?
—Nada.
—Si tú lo dices, pero si te hizo algo lo iré a poner en su lugar.
—No me hizo nada, tranquilo y mejor sigamos a Jin, nos perderemos si nos separamos de él.
Taehyung volteó a ver hacia adelante cayendo en la realidad que el mayor se había adelantado bastante sin percatarse que ellos habían decidido quedarse a mitad del pasillo.
—¡Espera Jin! Vamos Jimin. —Tiró de su mano, comenzando a correr para llegar al mayor.
Lo último que querían era perderse en semejante ola de gente y tener que volver a casa por no encontrar al mayor, Seokjin se giró al escuchar su nombre sorprendiéndose por no prestar atención que se habían quedado atrás.
—Chicos, no se separen.
—Lo sentimos, nos distrajimos un momento.
—Tengan cuidado, iré a cambiarme la camisa así que pueden esperar en mi salón.
—¿Podemos?
—Claro, le diré a Sanha que los vigile.
Los dos menores asintieron caminando detrás del mayor, siendo guiados hasta uno de los salones dónde muchas chicas estaban afuera gritando y tratando de entrar a la fuerza, Jimin se tensó de sólo pensar en tener que enfrentarse con todas esas chicas.
—¡Amigo, por fin llegas!
Un chico salió entre aquellas chicas, lanzándose hacía el pelinegro para abrazarlo de la pierna mientras lloraba sobre está. Taehyung parpadeo confundido pero un poco molesto por el atrevimiento.
—Sanha.
—¡Esas niñas son monstruos! No paraban de preguntarme una y otra vez por ti.
—Lo siento, estaba con unos amigos y...
—¡Qué le pasó a tu camisa! ¡Ésto es un desastre!
De un salto se puso de pie, sujetando el sombrero que llevaba puesto. Sanha era de la misma estatura de Seokjin por lo que no tenía problemas en poder ver perfectamente el rostro del pelinegro.
—Un accidente.
—¡No estamos para accidentes, ahora corre a cambiarte antes que esas niñas me maten y me cuelguen en el campanero de la escuela!
Seokjin hizo una mueca de inconformidad cuándo se vio ser empujado en aquella multitud, había estado queriendo huir de eso al estar con Taehyung y Jimin pero parecía que iba a ser algo imposible. Las chicas voltearon a verlo, dando gritos emocionadas para comenzar a rodearlo, empujando sin cuidado a los invitados de dicho pelinegro.
—¡Oppa es mucho más guapo de lo que decían!
—Por favor tómate una foto conmigo, oppa.
—¡Oppa!
Sin oportunidad a dar respuestas fue asfixiado por tanta atención, Minho uno de sus compañeros y participantes de dichas fotos tiró de su mano para lograr que entrara al salón, colocando la cinta roja de nuevo en la puerta.
—¡Oppa!
—Señoritas, les pido paciencia, su turno llegará.
Minho en verdad que intento dar su mejor sonrisa aquel grupo de pajarracas que no dejaban de gritar y chillar, siendo incapaces de controlar las estúpidas hormonas. Seokjin intento hablarle a Sanha, sin embargo fallo cuándo Mina tiró de su brazo para darle una camisa de repuesto y verla de forma severa.
—Date prisa para poder terminar con todas esas idiotas.
—Pero mis amigos.
—No les pasará nada, ahora ve y date prisa.
—Pero...
—¡Ya! Yo me encargo.
La pelirroja sacudió sus manos dándose la vuelta para comenzar a caminar hacia la puerta del salón, metió dos dedos a su boca enredando la lengua para soltar un silbido bastante agudo llamando la atención de todas las chicas que no dejaban de armar alboroto fuera del salón.
—¡Escuchen cotorras! Deben esperar su turno para poder tomarse las fotografías.
—¿Y tú quien eres bruja?
—La presidenta del consejo estudiantil, así que cállate y espera, Minho cierra la puerta y... —Levantó un poco su cabeza alzando su brazo. —¡Hey ustedes dos, vengan!
—¿Nosotros? —Se señalaron a la misma vez Taehyung y Jimin, Sanha empujó a los dos chicos abriendo paso en aquella pequeña ola de niñas.
—Vamos, entren.
—Ustedes son los amigos de Jin ¿Cierto?
—Si.
—De acuerdo, entren rápido.
—¡Eso es injusto! —Las quejas de las chicas no se hicieron esperar, Mina frunció su ceño tirando su cabello hacia atrás.
Ignorando por completo sus quejas, caminando entre el salón para tomar su lugar nuevamente, detrás de la mesa dónde estaban imprimiendo dichas fotografías.
—Muy bien ¿Hay suficientes hojas?
—Si presidenta.
—Bien ¿Seokjin ya está listo?
—Creo que sí. —Minho buscó con la mirada a Seokjin encontrándolo peinándose el cabello descubriendo su frente. —Seokjin.
—¡Estoy listo!
Levantó su pulgar saludando con su mano cuándo vio a Taehyung y Jimin. Mina dio la orden de que volvieran abrir la puerta y dejar entrar al primer grupo de cinco chicas.
—¡Seokjin oppa!
—Hola ¿Cómo te llamas?
—Mary.
—Bien Mary, di «queso.»
La chica sonrió viendo hacia la cámara, Taehyung frunció su ceño arrugando su mano en la orilla de su chaqueta, sintiéndose un poco molesto al ver la cercanía de aquella chica con Jin.
—¿Tae?
—¿Qué pasa Jimin?
—¿Estás bien? Tus mejillas están muy rojas.
El castaño tocó sus mejillas sintiendo estás un poco calientes. Jimin lo vio confundido, doblando un poco el gorro para dejar expuesta su mirada.
—¿A caso te sientes mal?
—No, creo que mucha multitud después de todo cansa ¿No?
—Tal vez.
Las fotografías habían tardado más de lo que habían pensado, terminando con un dolor en el rostro por fingir sonrisas durante un largo tiempo.
Seokjin masajeó su rostro dejándose caer sentado al lado de los menores, Taehyung levantó su cabeza un poco desorientado.
—Siento mucho la tardanza chicos.
—Oh, está bien, debiste pasarla peor tú ¿No hyung?
—Tal vez ¿Jimin está bien?
—Si, sólo quedó dormido por la espera pero está bien.
Taehyung levantó su hombro comenzando un leve movimiento para poder mover la cabeza de Jimin, provocando que su gorrito cayera descubriendo sus hebras doradas.
—¡Qué tierno!
Jimin se despertó de golpe asustado, viendo a su alrededor un poco desubicado. Mina que ante la vista de Taehyung parecía una niña seria, su expresión se había suavizado para formar una sonrisa y tomar con bastante ternura las mejillas del rubio.
—Dios, eres demasiado adorable con ese color de cabello ¿Quieres ser mi modelo? Mi padre te podría contratar en su empresa en impulsar tú carrera de modelaje.
—¿Modelaje?
—¡Si! Serías un éxito, eres el rostro que he estado buscando ¿Cómo te llamas?
—Hey, Mina no creo que él quiera.
—Cállate Jin, deja que el chico responda ¿Y bien pequeño? ¿Aceptas? Te aseguro que hablaríamos con tus padres.
—Yo... —Todo aquello lo había tomado por sorpresa, cada palabra había sido un bombardeo. —¡Me das miedo!
Empujó a la pelirroja del pecho, provocando que cayera sentada al suelo. Sin esperar a sus amigos, Jimin corrió fuera del lugar olvidando el detalle que su cabeza había quedado al descubierto, llamando la atención de varias niñas quienes no tuvieron la decencia de disimular sus chillidos.
—¡Jimin espera! —Seokjin fue el primero en ponerse de pie para correr detrás del menor.
Taehyung le siguió el paso tomando la mochila del mayor que había dejado olvidada en el piso, dio una pequeña reverencia y una disculpa en nombre de Jimin por haber empujado de esa forma aquella chica.
—¡Jin espera!
Las piernas de Jimin corrían a bastante velocidad golpeando en el camino a otros estudiantes sin detenerse a pedir disculpas. Quería tomar el primer autobús de regreso a casa y poder esconderse bajo su cama.
Aquella chica lo había tomado por sorpresa, pero lo que había logrado que entrara en semejante pánico era la idea de una carrera de modelaje, él no era bueno con un público demasiado grande y pensar en que podía llegar ser acosado o perseguido por muchas mujeres, incluso hombres lo espantaba.
—¡Hey Jimin detente!
—Wou, wou ¿A dónde vas con tanta prisa?
Su cuerpo impacto contra alguien mucho más alto que él, siendo rodeado por unos brazos ajenos para frustrar por completo su huida.
—Ji-min.
Seokjin se apoyo entre sus piernas respirando agitado, Dios nunca creyó que Jimin fuera tan buen corredor. Taehyung llegó a su lado cayendo de rodillas tosiendo con fuerza para lograr sacar la mosca que se había tragado en el camino.
—¿Por qué te fuiste de ese modo?
—Lo siento.
—Puedes soltarlo Minho, está bien.
—Bien, los dejo entonces.
El castaño claro soltó a Jimin con un poco de pesar, aún así retomó su camino. Mientras tanto Jimin jugaba con sus pies formando círculos en el suelo nervioso y un poco culpable.
—¿Qué sucedió?
—Lo siento, sólo tuve pánico.
—No aceptes si no quieres Minie, Mina está un poco loca. —El mayor movió el dedo al lado de cabeza. —Se ha pasado casi los últimos tres meses buscando el rostro perfecto para la compañía de su padre.
—Pero yo no soy el indicado.
Seokjin sonrió enternecido por la leve queja del rubio, se colocó a su lado palmeando sus cabellos dorados con cariño.
—Vamos a casa mejor Minie, en recompensa por el susto te daré mi parte de galletas ¿Te parece bien?
El menor asintió con una sonrisa y mejillas un poco acaloradas por la reciente carrera, Taehyung logro ponerse de pie lanzándose a su cuello para abrazarlo.
—Debes compartirme, me trague una mosca por seguirte.
—Iugh.
—Si, así que lo menos que merezco es un par de galletas extras también.
—De acuerdo, pero no será más de una.
—¡Oye!
Los tres salieron riendo de aquel instituto, Seokjin contempló a los dos pequeños, sintiendo su pecho llenarse de bastante calidez y cariño, sin embargo, su corazón dio un vuelco en su pecho por cierto castaño.
Un nuevo año había llegado con bastantes cambios, cómo el cabello de Jimin se volvió negro, Taehyung se había hecho su primera perforación de oreja y Seokjin había dejado crecer su cabello al punto de tener la necesidad de atarlo en una pequeña coleta en la parte trasera de su cabeza.
Jimin había dejado de ser Barbie molestando al dúo de torpe y torpino al no ser capaces de encontrar un nuevo apodo para él.
—Parece que esté año tendremos un poco de paz al no recibir las burlas de esos idiotas.
—No te confíes, todos los días los encuentro planeando apodos ridículos.
—Pero para eso, vengo preparado.
—¿Y cómo?
Taehyung hurgó entre su mochila sacando un pequeño paquete transparente sellado. Jimin levantó una ceja para dejar a un lado el libro de literatura.
—¿Qué es eso?
—Pica pica, aún no olvido lo del año pasado, así que está vez me las cobraré.
—Tae, eso ya es pasado.
—Pero necesito hacerlos pagar, no perdonaré el hecho que te hicieron sentir mal.
El nuevo pelinegro sonrió un poco conmovido por su amigo, sin duda alguna, aquel chico era la persona más valiente, traviesa pero con el corazón más noble de esta tierra.
—¿Y cómo planeas echarles eso?
—¿Quieres saberlo? —Preguntó levantando ambas cejas.
—Dime y te ayudaré hacerlo.
—¡Así se habla Minie! Bien, lo que debemos hacer es lo siguiente.
Taehyung guardo nuevamente la bolsita en su mochila pasando su brazo al rededor de los hombros del más bajito para poder hablar en un tono que sólo pudiera ser escuchado por ellos dos.
Ninguno de los dos se dio cuenta cuándo habían pasado de largo al chico de segundo año de preparatoria, hasta ambas mochilas fueron tiradas hacia atrás deteniendo su paso.
—¿Qué están planeando está vez chicos?
—¡Jin! —Pudieron respirar tranquilos cuándo se dieron cuenta de quién había sido.
—¿Qué estaban hablando, para que me ignoraran de esa forma?
—Ah bueno, la verdad. —Taehyung vió de forma nerviosa al segundo mayor, pidiendo ayuda.
—Estabamos hablando sobre cómo podríamos lograr hacer que la profesora de química nos diera una nota perfecta en el proyecto que necesitamos hacer para la siguiente semana.
El castaño lo vio completamente confundido y un poco aterrorizado, Jimin golpeó su brazo con su codo obligándolo a darle la razón.
—Ah si, Jimin no acepta que la explosión de un volcán es mejor idea qué un...
—Huevo flotante.
Dios, se quiso dar una cachetada por soltar aquella estupidez. Seokjin levantó una ceja bastante dudoso de aquellas palabras, él conocía mejor que nadie a esos dos y sabía que entre manos se traían alguna travesura.
—Claaaaro.
—¿Y tú qué haces aquí? ¿No habías dicho que tenías entreno con los de tu equipo?
Seokjin rasco su cuello un poco nervioso, la verdad era que se había escapado de los entrenos para irlos a ver, habían pasado tr s semanas sin verse y siendo sincero, no quería que se formará una nueva brecha entre ellos.
—Los suspendieron por hoy, el conserje fumigo el gimnasio así que no pudimos entrenar hoy.
—Oh, entonces eso significa ¿Qué podríamos ir algún lugar antes de llegar a casa?
—¿A dónde quieren ir?
—Al parque de diversiones ¿Podríamos?
—Si eso quieren.
Jimin levantó un poco su mano para interrumpir en la charla de sus amigos, ambos Kim lo voltearon a ver esperando que hablara.
—La verdad es que yo no puedo ir.
—¿Por qué? —El castaño se quejó escandalosamente.
—Mamá quiere ir a Seúl para visitar a la abuela, así que nos iremos por el fin de semana allá.
—¡Qué!
—Así que lo siento chicos, pero debo ir a casa para terminar de hacer mi maleta, los veo el lunes.
—Pero, pero...
Taehyung intento detenerlo cuándo ya era demasiado tarde, el pelinegro había corrido perdiéndose al doblar la esquina.
Seokjin parecía haberse quedado paralizado en su sitio. Tratando de procesar su situación. Taehyung se lanzó a él para abrazarlo del brazo apoyando su mejilla en su hombro.
—Estamos solitos ahora.
—S-si... Solos.
Ese era el problema, se habían quedado solos.
Seokjin bajó su mirada observando la cabellera castaña del menor, sintiendo el nerviosismo recorrer desde los dedos de sus pies hasta la punta de sus cabellos, no sabía si podría actuar normal y que sus sentimientos lo traicionaran.
Lo último que él deseaba, era espantar al menor por enterarse que a Kim Seokjin, gustaba de él desde hace mucho.
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Publicado:
12/11/2018
Modificaciones:
05/06/2019
10/09/2020
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