❀•[11]•
Las cosas para Seokjin parecían que estaban resultando de maravilla mientras su mano sujetaba delicadamente la mano de Chaeyoung caminando lado a lado, dando pequeños empujones el uno al otro cómo un pequeño juego.
Aquello parecía ir bien, tal vez para los ojos iluminados del pequeño Jimin, quien iba observando desde atrás cómo su amigo pelinegro parecía estar feliz junto aquella. Por otro lado Taehyung no apartaba la mirada de la feliz pareja, frunciendo su ceño rodando sus ojos fastidiado cuándo la tierna Chaeyoung reía por algún chiste de viejo que contaba Seokjin.
—Dios ¿De dónde sacas tantos chistes Seokjinie?
—Mi padre, cuenta muchos chistes a la hora de la cena, mamá dijo que ese había sido su encanto ¿Crees qué pueda ser el mio?
—Lo son.
Seokjin sonrió dejando ver el claro sonrojo sobre sus mejillas, Chae se empino sobre sus pies para poder alcanzar la mejilla del pelinegro y así dejar un pequeño beso, avergonzándose en el camino.
—Bleh. —Taehyung sacó su lengua soltando un quejido de nausea.
Sin voltear a ver a su amigo, Jimin estaba seguro que expresiones hacían su rostro. Taehyung llevaba de esa manera durante los últimos dos meses, no había ocultado su desagrado por la novia de su hyung cuándo la conoció.
—¿Qué significa eso?
—Me dan asco ¿Es qué a caso no les da vergüenza que los veamos dándose muestras de... cariño? —Aquella palabra había provocado que su estomago se encogiera.
Definitivamente su boca se negaba nuevamente a decir semejante ridiculez. Jimin soltó una pequeña sonrisa mientras su boca era ocupada por una paleta en forma de corazón que una niña le había regalado, rechazo su declaración pero la paleta no tenía la culpa así que le había dicho a su compañera que la paleta si la aceptaba.
—Pero los novios hacen ese tipo de cosas ¿A caso tú no harás eso cuándo tengas novia?
—Claro que no, que asco.
Echó un vistazo al frente, sintiendo la decepción golpear su corazón cuándo noto que Seokjin ni siquiera se había inmutado por sus palabras, parecía demasiado absorto en aquella burbuja color rosa que escupía brillitos y flores al rededor de ellos dos.
—Cuándo lo hagas, te recordaré justo esté día.
—No seas ridículo Jimin, jamás me veras actuar de ese modo.
—Seeh, seguro.
El de mejillas abultadas prefirió darle la razón aunque no la tuviera, pero eso los llevaría a una discusión en donde Taehyung no hablaba con él en todo el día así que no tenía ánimos como para comer solo en hora de receso.
—Chicos, iré a dejar a Chaeyoung a casa, nos vemos mañana.
—Claro, nos vemos, adiós Chaeyoung. —Jimin fue el único en despedirse de ellos.
Por parte de Taehyung ambos mayores recibieron un rechazo cuándo el castaño giró su rostro con indignación, marchando hacía su casa para volver a entrar sin despedirse. Aquello ya era algo normal para Jimin, estaba acostumbrado a que su amigo actuara de esa forma enfrente del mayor, sin embargo, cuándo estaban solos, Taehyung solía hacer berrinches quejándose de la poca falta de atención que le daba Seokjin.
—Creo que Taehyung sigue odiándome.
—Claro que no, sólo es un poco... —Torció sus labios. —Arisco.
—Creo que la palabra correcta sería: Celoso.
—¿Tú también lo crees?
—Estaría muy ciega cómo para no darme cuenta de ello.
Levantó sus hombros sin apartar la mirada del frente, Chaeyoung se había dado cuenta de los celos del menor cuándo descubrió sus expresiones de burla cada vez que ella halagaba al más alto. Si Taehyung no fuera un niño, pensaría que sus celos eran de manera amorosa.
—No sé que hacer, Tae ha estado tan alejado de mí, que en ocasiones pienso que ya no me quiere volver hablar.
—Puedo volver a casa sola, no es necesario que vayas a dejarme todos los días.
—Pero Chae...
—Podemos seguir compartiendo la hora de almuerzo.
Dejó un nuevo beso sobre su mejilla para poder por fin soltar la mano del pelinegro, Seokjin se quedó de pie atónito mientras veía cómo su pequeña novia caminaba el camino restante sin él.
Ella en ningún momento lo volteo a ver así que dando un suspiro pesado giro sobre sus pies para retornar hacia su casa, dejando su mirada clavada sobre sus zapatos. El camino fue demasiado silencio para él, más que otras veces.
Cuándo llegó al camino de piedra que guiaba hacía su casa, levantó la mirada cómo reflejo chocando con una silueta sentada en la tabla de madera que colgaba de aquel arce que estaba frente a la casa del lado derecho.
Taehyung se mecía en aquel columpio hecho por su padre, impulsando su cuerpo con bastante lentitud hacia el aire mientras parecía tararear una canción que a los oídos de Seokjin, no lograba entender que decía.
—¡Taehyung, cariño entra!
El castaño se levantó de un brinco corriendo nuevamente hacia el interior de su casa, siendo recibido por un beso en su frente por parte de su madre, Seokjin abrió la puerta de su propia casa entrando de igual forma que Taehyung.
Las palabras de Chae resonaban en su cabeza una y otra vez. No entendía el por qué su amigo debería sentirse celoso, no comprendía tal cosa. Si era ese el caso ¿Cuáles eran los motivos de esos celos?
—¿Cómo te fue hoy Jin?
Su padre preguntó desde la sala colocando pausa la película que veía en el televisor. El menor de la familia Kim caminó hacia el sofá dejándose caer sobre el mueble para hundirse cómo si fuera gelatina.
—¿Qué pasa?
—Taehyung parece estar molesto conmigo.
—¿Le hiciste algo? —Negó. —¿Entonces?
—No tengo idea, pero según Jimin, mamá y Chaeyoung, él está celoso.
—Oh, eso es complicado.
Giró su rostro totalmente curioso está vez, su padre volvió a renaudar la película echando a su boca un puño de palomitas de mantequilla.
—¿Tú también?
—Era de suponer, Taehyung es un chico posesivo ¿A caso no te has dado cuenta?
—¿Cuenta de qué?
—Siempre que está contigo y alguien ajeno capta tú atención, él parece molestarse, pero cuándo la atención es para él parece que revolotea a tu alrededor desprendiendo brillitos.
—¿Qué?
—Oh guarda silencio, van a decir quién es el culpable.
Seokjin frunció su ceño inconforme con aquello, su padre le había dejado la conversación a medias y eso solamente había generado mucho más preguntas dentro de su cabeza.
¿Es que nadie podía aclarar sus dudas?
Al quinto mes, las cosas no parecían mejorar entre Seokjin y Taehyung, esté último ya no disimulaba su enojo ni el hecho que lo ignoraba a propósito.
Y aquello sólo había provocado que el pelinegro estuviera detrás de su pequeño amigo, rogándole por una explicación del por qué estaba molesto con él, si no había hecho nada malo que él recordará.
—¿Seokjinie?
—¿Decías?
Dio un pequeño salto en su lugar cuándo la voz de su novia lo había sacado de sus constantes pensamientos. Chaeyoung bajo la mirada a la caja de almuerzo que descansaba sobre su regazo.
No era la primera vez que Seokjin parecía ignorarla por estar divagando en sus pensamientos, ella intento buscar una explicación a ello, sin embargo, todo llegaba a la misma conclusión de siempre.
Taehyung.
—Jin ¿Tú realmente estás interesado en esta relación?
—¿A qué te refieres? —Preguntó bastante desconcertado.
Chaeyoung detuvo el camino de la comida a su boca, regresando los palillos sobre el traste de comida la cuál parecía estar casi intacta cómo cuándo lo abrió.
—Durante las últimas semanas, pareces estar aquí pero tus pensamientos parecen estar muy lejos de mí.
—Oh si ese es el problema entonces yo...
—Intento comprender pero me he sentido desplazada por alguien que ni siquiera descubre los sentimientos amorosos.
—¿A qué te refieres?
La pelinegra levantó la mirada, tratando de retener las lágrimas que pedían a gritos querer caer por sus mejillas, aún así ninguna lágrima cayó.
—Se que estoy empezando a vivir mi plena juventud, pero no estoy ciega cómo para no darme cuenta que mis ilusiones no son correspondidas.
—Chae...
—Tú aún no te has dado cuenta, pero la llave de tu corazón la tiene alguien más.
—No, no es así.
Sin prestarle importancia a sus palabras decidió recoger su almuerzo, sacudiendo la tierra de su falda para ponerse de pie y marcharse definitivamente.
—Espera, puedo cambiar. —De igual manera se levantó, sujetando la muñeca más pequeña para detenerla.
—No, no lo hagas, me odiaría si por mí egoísmo tú cambiarás tú verdadero ser.
Seokjin no entendía a qué iba todo aquello, pero que Chaeyoung no quisiera darle la cara hacia que una opresión en su pecho se hiciera presente, los últimos cinco meses con ella habían sido bonitos, su dulzura le provocaba remolinos en su estómago y un terremoto en su corazón.
—Chae...
—Realmente disfrute salir contigo Seokjinie.
Decidió afrontarlo, está vez siendo incapaz de seguir reteniendo sus lágrimas. Seokjin soltó su muñeca cuándo vio la sonrisa rota que estaba formada en los pequeños labios.
No era necesario que ella dijera más, que saliera corriendo con lágrimas en los ojos le dejo en claro que aquella había sido el punto final para su relación. Al igual que dejó caer su mano al costado su mirada bajo hasta sus zapatos nuevamente, tratando de que la vista no se siguiera nublando.
Su primera relación no había salido del todo bien.
—¿Y Chaeyoung? ¿No vendrá con nosotros hoy?
Jimin pregunto caminando al lado izquierdo de Seokjin, su amigo había ido con la mirada gacha durante todo el camino.
—Ya no vendrá con nosotros.
—¿Qué? —Esta vez el curioso fue Taehyung, corrió a su lado derecho ladeando su cabeza confundido.
—Terminamos.
—Oh. —El más bajito abrió sus labios formando una «o» bien, él no sabía que debía hacer en estos casos.
—¿Eso significa que jugaras de nuevo con nosotros? —Seokjin levantó la mirada hacia Taehyung.
Quién tenía una gran sonrisa en sus labios, quizás el que mostrará su felicidad no era lo mejor en esos momentos pero la inocencia del castaño era demasiada cómo para saber que su felicidad era descarada.
—Si Tae, jugaré con ustedes. —Palmeo su cabeza regalando una sonrisa desganada.
Aquella sonrisa no había pasado desapercibida para el más bajito, tal vez podría preguntar a su madre que podía hacer en esos casos pero mientras recibía consejos se abrazó al mayor rodeando su torso para apoyar su mentón en su brazo.
—Esta bien si no lo haces.
—Jimin. —El mencionado decidió ignorar las quejas Taehyung.
—Jin, estaremos bien así que puedes hacer cosas con chicos de tu edad.
—Gracias Minie. —El pequeño asintió para soltar su abrazo. —Nos veremos mañana.
Levantó su mano para despedirse de los dos menores, caminando cabizbajo hasta su casa. Taehyung lanzó una patada a la rodilla de Jimin recibiendo de vuelta un golpe en su cabeza.
—Debemos dejar a Jin crecer, un chico de secundaria no puede estar jugando con niños de primaria.
—Pero... Pero Jimin. —Negó con su dedito.
—Hyung está triste, mamá dice que si alguien está triste debemos darle espacio.
—¿Espacio? ¿A caso hyung es astronauta? —Ladeo su cabeza confundido.
Jimin rodó los ojos para dar un golpe con sus dedos sobre su frente. Taehyung refunfuño molesto.
—¡Deja de hacer eso!
—Obligame.
—Ugh ya verás enano de pacotilla.
Taehyung corrió detrás de Jimin intentando alcanzarlo para tomar venganza, mientras los menores jugaban a las perseguidas, Seokjin los veía a través de su ventana, deseando que la tristeza de su corazón desapareciera.
Taehyung se mecía una vez más en aquel columpio que colgaba del árbol que estaba en el jardín delantero de su casa, Jimin estaba recostado en el césped de panza apoyando el rostro entre sus manos mientras intentaba encontrar las diferencias de aquel libro.
—¿Hasta cuándo Jin jugará con nosotros?
—Supongo que cuándo se sienta bien.
El castaño asintió en su lugar, bajando del columpio para imitar al mayor. Jimin levantó la mirada ladeando su cabecita para prestar atención a su amigo.
—¿Qué pasa?
—¿De qué? —Devolvió la mirada.
—Mhm has estado actuando muy raro ¿Sabías? Y no hablo de lo normal, si no raro, raro.
—Es tú imaginación Minie.
—Seh, claro, mi imaginación. —Regresando la atención nuevamente a su libro, tomó el crayón morado que hacía en medio para marcar una «x» la diferencia que tanto buscaba. —¡Encontré todas!
Taehyung rodó sobre su espalda extendiendo sus brazos y piernas cómo una pequeña estrella sobre el césped. Desde que Seokjin había decidido ignorarlos, las tardes no eran lo mismo, no cuándo Jimin siempre quería jugar rompecabezas, buscar las palabras en las sopas de letras o buscar diferencias.
—Jimin.
—¿Si? —Dio vuelta a la pagina, llevando el crayon entre su nariz y boca.
—¿Crees que Jin hyung realmente vuelva a jugar con nosotros?
Apartó la atención de su libro para mirar a su amigo. Mentiría si dijera que no lo extrañaba, que los juegos y chistes de su mayor no le hacían falta, incluso cuándo no estaba con Taehyung él solía llorar bajo las mantas de su cama. Preguntándose una y otra vez ¿Qué habían hecho de malo para qué el mayor ya no los quisiera ver? ¿A caso realmente se había aburrido de ellos? No sabía, sus preguntas nunca obtenían las respuestas que él quería.
—No lo sé Tajun, tal vez Jin ya no vuelva a jugar con nosotros.
—¿Hicimos algo malo?
—Tal vez Jin ya se canso de nosotros.
Está vez Taehyung giró su rostro para afrontar la mirada de su amigo, encontrando un rostro rojo tratando de contener las ganas de llorar. El castaño se levantó de su lugar para rodear con sus brazos a Jimin, dejando su cuerpo entre sus piernas.
—No llores Minie, no eres el único en extrañar a Jin hyung.
—Aún no encuentro la explicación del por que él se alejo, mamá dice que son etapas en los adolescentes, que pronto pasará. Pero entonces ¿Cuándo? ¿Deben pasar otros seis meses para que hyung nos vuelva a querer?
—Tal vez tengas razón, y él se canso de nosotros.
Jimin rodeo el cuerpo de Taehyung, aferrando sus manitas sobre su espalda mientras ocultaba sus mejillas húmedas sobre el suéter azul de lana. Taehyung palmeo su espalda justo cómo su madre hacía cuando él lloraba.
—Si crecer significa olvidar a tus amigos, entonces no quiero hacerlo.
—Yo tampoco quiero.
Susurró sobre su coronilla, cerrando sus ojitos a la vez que acompañaba a su amigo al soltar sus propias lagrimas. Él tampoco quería crecer si significaba tener que abandonar a sus amigos, Jimin se alejó para frotar sus ojos hinchados por las recientes lagrimas, Taehyung frotó las mangas de su suéter sobre él, ayudando a borrar todo rastro de esa agua salada que dejaba tiesa tu piel luego.
—Ya no llores Minie, Taehyung sigue aquí contigo.
—¿Prometes no irte cómo Jin?
—Prometo no irme cómo Jin hyung.
Jimin asintió estirando su manita para dejar únicamente su dedo meñique a la vista, Taehyung lo imito entrelazando ambos dedos.
—Trato hecho.
—Jamás deshecho.
Con aquella promesa contemplada, Taehyung se lanzó abrazar de vuelta a su amigo, restregando su mejilla contra la mas rechonchita. Jimin había subido un poco de peso, generando que se convirtiera en una masita de ternura ante los ojos de Kim. Sin embargo, había preferido guardarse ese secreto ya que el mayor solía llorar cuándo algún niño de su clase le hacía mención sobre su aumento de peso.
—Se te caerá la nariz si rompes tu promesa.
—Y a ti te saldrá un cuerno.
🍁
No soy quién para meterme en las vidas de ustedes, pero aquellas personas que tengan pensamientos suicidas, por favor piensen dos veces si realmente quieren dejar el mundo de esa forma.
Cada persona es una estrellita que brilla hermosamente, por favor no apaguen ese resplandor.
Publicado:
19/03/2019
Modificaciones:
07/06/2019
06/09/2020
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