Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

❀•[03]•


Su mente se había quedado atrapada en aquellas palabras «Me gusta» se repetían una y otra vez, se sentía cómo si cayera sobre un remolino con muchas caras de Jungkook viéndolo con pequeños ojitos tiernos.

—¿Hyung? —Frunció su ceño, soltando al mayor para mover su mano frente al rostro congelado. —Hey, hyung ¿Qué ocurre?

—No... No...

—¿No qué? —Preguntó confundido.

Seokjin bajó la mirada y juraba que podía ver a un pequeño cachorro con las orejas gachas mientras le dedicaba la mirada más conmovedora que pudiera.

Quizás la bebida le había afectado, eso explicaba porque veía brillos salir de sus ojos.

Hyung~

Abrió sus ojos lo más que pudo escuchando la pequeña alarma dentro de su cabeza.

¡NO!

Lo tomó por los hombros separándolo por completo, dejando a un sorprendido Jungkook, siendo sincero, no sabía que hacer o qué decir en aquella situación.

Vio su reflejo através del vidrio polarizado del auto, fijándose en su expresión afligida mezclada entre preocupación y pánico.

—Hyung... Yo... —Sus pequeños ojitos se humedecieron, sintiendo el arrepentimiento por su confesión. —No debe poner esa expresión.

—¿Qué dices? —Aflojó el agarre de sus hombros.

Sintiendo culpa al ver cómo el menor ponía una mirada completamente triste llena de arrepentimiento. Podía leer en su rostro el deseo que la tierra lo tragara.

—No debe poner esa expresión.

—¿Cuál? —Por más que intentaba encontrar la mirada triste, no lograba conectar miradas.

Una de asco.

Tonto.

Era un gran tonto, por hacer que aquel rostro pusiera una expresión demasiado lamentable. Soltó por completo sus hombros, retrocediendo un paso de nuevo.

No, no es nada de e-

—No necesita darme excusas. —Levantó su rostro tratando de sonreír sin dolor.

Consiguiendo que las lágrimas brillarán con más intensidad al ser contenidas por mucho tiempo, sin decir más se dio la vuelta para entrar al auto y colocarse el cinturón de seguridad.

Seokjin subió al auto de igual forma en completo silencio, abrochó el cinturón de seguridad echando una mirada através del espejo retrovisor.

No fue tan buena idea, no cuándo encontró el rostro de Jungkook empapado por las lágrimas, mientras limpiaba constantemente su nariz con la manga de su chumpa.

—Jungkook. —Intentaría cambiar aquella atmósfera tan deprimente que se había formado. —¿Podrías sentarte adelante?

Jungkook sabía que aquello sólo haría la situación más incómoda, sin embargo cambió de asiento, jugando con sus pies, mientras recostaba su frente contra el cristal tratando de no soltarse a llorar.

El stereo comenzó a sonar, dejando escuchar «Welcome to my life de Simple Plan».

Durante el resto del camino ninguno dijo nada, ambos decidieron que aquel silencio lo llenará la música, Jungkook estuvo jugando con sus dedos sobre sus rodillas, tratando de quitar el hormigueo de sus manos.

Guardando la camioneta dentro del jardín de la residencia, el menor fue el primero en bajar y correr hacia el interior. Seokjin camino siguiéndolo llegando demasiado tarde cuándo la puerta de la habitación de Jungkook golpeó contra su nariz.

Jungkook, por favor abre. —Pegó la oreja a la puerta, tratando de saber si el menor lo escuchaba o no. —¿Kookie?

Lo-lo siento Hyung, no me odie por favor. —Su voz se escuchó gangosa.

¿Qué estás diciendo? —La puerta se abrió repentinamente.

Haciendo que se tambaleara hacia adelante por la sorpresa, Jungkook apretó salió envuelto con el cobertor de la cama, cubierto de la cabeza hasta los pies.

No me odie. —Limpio su nariz con la misma sábana. —Usted es lo más importante para mí, Así que porfavor no me odie. Se que me ve sólo como un hermano menor pero aún así no pude detener mis sentimientos.

Calma, no te odio, mirame por favor. —Tomó su rostro suavemente entre sus manos, mientras limpiaba sus lágrimas con cuidado.

Yoongi se lo había advertido, que aquella atención que le brindaba 24/7 podía llegar a ser un problema más adelante y causar un daño irremediable a alguien. Ahora entendía a quien se refería.

Me siento halagado, en serio. Si fueran otras circunstancias te aseguro que me hubiera enamorado de ti, pero no te puedo corresponder ¿Lo entiendes Kookie?

Jungkook le sostuvo la mirada con sus ojitos inundados por las lagrimas, manchando a su paso sus mejillas ¿Por qué tenía que pasar ésto?

Lo entiendo. —Bajo la mirada al suelo, sorbiendo su nariz. —Sólo olvide lo que paso hoy... Estoy cansado iré a dormir, que descanse Hyung.

Quitó su rostro despacio de aquellas manos, retrocediendo nuevamente para quedar escondido tras la puerta, tratando de poner su mejor sonrisa mientras cerraba lentamente su habitación.

Seokjin no tuvo las fuerzas ni se sentía con el derecho de obligarlo a seguir hablando, no cuándo le había roto el corazón a último minuto del día de su cumpleaños. Subió su mano para acariciar la textura de la madera y pegar su frente contra ella, sintiéndose la persona más horrible del mundo.

Perdoname Jungkook.


La noche anterior había sido imposible para Seokjin lograr conciliar el sueño, no cuándo el rostro lleno de tristeza de Jungkook venía a su mente en cuánto cerraba sus ojos.

Había escuchado la puerta de la entrada abrirse y cerrarse temprano, suponía que el menor había decidido salir de casa a preferir quedarse comiendo helado en el sofá mientras se lamentaba de un amor no correspondido.

Sin aguantar seguir postrado en la cama un minuto más, decidió tirar las sábanas y salir de la cama para caminar hacia el baño, lavar su cara, dientes y cambiar la pijama por ropa limpia.

Lo mejor sería salir de igual forma, cuándo cerró la puerta de la casa vió por un monito la camioneta azul en su jardín, arrugando su rostro.

No quiero atropellar a alguien más.

Restregando su rostro con frustración dio vuelta en la esquina de la calle caminando sin rumbo fijo por las calles mientas veía su alrededor, deteniéndose frente a una tienda de ropa.

En aquella vitrina se podía ver un maniquí modelando una chaqueta deportiva azul con franjas blancas y negras sobre las manga. Aquella prenda la pudo imaginar luciendo bastante bien si cierta persona la podía usar. Sin perder más el tiempo entro a la tienda siendo recibido por el sonido de una campanilla.

Viajando con la mirada sobre el lugar, chocó con una chica de cabello naranja leyendo una revista sobre el mostrador del lugar.

La chaqueta azul ¿Podría envolverla?

—Claro ¿Es algún regalo? —Preguntó curiosa cuándo saco la prenda del maniquí.

Se podría decir.

Continuó observando la tienda, camino hasta perderse unos minutos entre la fila de ropa, regresando al mostrador con una camisa blanca rayada, un pantalón negro junto a una corbata roja.

Y ésto también.

—Claro. —La chica asintió doblando las prendas para guardarlas en una bolsa de cartón decorada por papel de china color verde. —¿Efectivo o tarjeta?

—Tarjeta.

Con una sonrisa de cortesía la chica le entrego la bolsa junto a su tarjeta, no sabía si aquello era lo correcto o no pero ya era demasiado tarde cómo para echarse atrás. Salió de la tienda con la bolsa relajando sus hombros para dar vuelta en la dirección contraria.

No estaba haciendo algo malo o raro, sólo iría para curiosear si el chico llamado Taehyung estaba bien, y quizás comprobar si se trataba del mismo o solamente era alguien que coincida demasiado.

Sólo te vas asegurar que el chico sea real.

Se repitió aquello una y otra vez durante el camino al hospital, tratando de convencerse así mismo cuándo sentía un revoltijo en su estómago y el sudor empezar a mojar su frente.

—Hola

—Si ¿Puedo ayudarle en algo?

La enfermera levantó la mirada del computador, observándolo en espera de una respuesta. Apoyando la bolsa en el módulo, se acercó tímidamente.

—Si, podría decirme el estado del paciente, Kim Taehyung.

—¿Es un familiar? —Escuchó los golpes que daba la enfermera contra el teclado con sus uñas.

Soy el responsable de qué esté aquí.

—El señor Kim Seokjin ¿No?

—Si. —La mujer asintió dando un último golpe contra el teclado, levantando la mirada para dedicarle una sonrisa.

El señor Taehyung está bastante bien, su herida en la cabeza está sanando sin ningún problema, y él yeso en su brazo podrá retirarselo en 4 semanas.

Seokjin torció la boca ¿Subir a verlo o no? Tal vez el chico ni siquiera quisiera verlo o tal vez se podría sentir incómodo ante su presencia.

Usted podría ¿Entregarle? ¿Por favor?

La enfermera tomó la bolsa echando una ojeada, tratando de alcanzar a ver algo, sin embargo fue inútil ver algo.

—Por supuesto.

—Gracias. Salió del hospital, soltando todo el aire que tenía retenido.

Aquello había sido un poco incomodo y difícil ¿Qué persona se preocupaba por la persona que había atropellado? Claro, sólo él, cómo un idiota.


Moviendo el café con aburrimiento, Seokjin veía el reloj de pared con su mejilla apoyada sobre su mano. 7:30 AM marcaban las agujas, manteniendo el constante ritmo del tic tac.

Aquel martes no era tan diferente a los demás martes, su rutina no cambiaba, y tal vez así sería por el resto de su vida hasta que escuchará el último tic tac, bufando con fastidio se levantó de su silla para caminar hacia el pasillo de las habitaciones.

Dos días habían pasado desde que no hablaba con Jungkook, dos días habían pasado desde que fue al hospital a dejar la bolsa de regalo. Y aquellos dos días habían sido de lo más desastroso.

Contando que el domingo que el calentador de su baño se había quemado, haciendo que saliera congelado despues de bañarse, el día lunes su pantalón se había roto en la parte de su trasero que fue tan vergonzoso cuándo escucho la carcajada de Jihyo.

Kookie, tú desayuno está en el microondas... —Seguia sin recibir respuesta.

Volvió a pegar la oreja a la puerta tratando de escuchar algún ruido, frunció su ceño al percibir nuevamente el silencio cómo los últimos días.

—Bien, debo irme. Recuerda no abrirle la puerta a desconocidos y si sales házmelo saber ¿De acuerdo?

Esperó unos minutos por una respuesta pero se dio por vencido. Se alejó de la puerta para salir de la casa y subir a la camioneta, encendiendo el estéreo para escuchar «The Reason de Hoobastank».

Se sentía preso de aquella rutina diaria, levantarse, comer, ir al trabajo, sentarse horas y horas en una silla para revisar demandas, y más demandas, hasta que se le hacía tarde e iba a casa cansado.

¿Tan temprano y ya andas flojeando? —Detuvo el giro del lápiz entre sus dedos, levantando la mirada al escuchar aquella voz femenina.

¡Oh vaya! Tenemos una Jihyo muy animada hoy. —Levantó su nariz, olfateando el aire. —¿Mh? ¿Estas usando perfume?

—¿Y qué con eso? —Cómo reflejo, cubrió su pecho con sus brazos.

¡Oh! ¡No me digas! ¿A caso me quieres enamorar? —Fue bastante gracioso ver como su rostro se puso rojo.

Q-que tonterías dices. —Trató de sonar segura, quitando los brazos de su pecho para tirar su chaqueta hacia abajo.

Con una pequeña sonrisa Seokjin regreso la mirada a la hoja que llevaba leyendo hace media hora. Tomó su taza con café, sintiendo una mirada bastante intensa sobre él.

—¿Necesitas algo?

De verdad que te ves horrible hoy ¿No has dormido bien?

Tosiendo por aquella repentina pregunta, se golpeó el pecho con su puño tratando de recuperarse se aquel ataque. Jihyo era una chica amable pero no solía preocuparse por su compañeros o por lo menos no lo aparentaba.

Gracias, pero aún con estas ojeras sigo conservando mi belleza.

—¡Ash! Pero que tonto.

—Se que me amas Jihyo.

—¡Ja! Ni en sueños. —Martillando con fuerza con los tacones sobre el piso, Jihyo se dejó caer sobre su silla dándole la espalda.

Seokjin parpadeo confundido ¿Había dicho algo malo? Sin entender bien, intento llamar su atención, sin embargo fue ignorado a propósito. El teléfono de la oficina sonó, interrumpiendo su misión por intentar llamar la atención de su compañera.

Buenos días, bufete popular habla el abogado Kim Seokjin ¿En qué puedo ayudarlo?

¿Señor Seokjin?

—Si, el habla señor ¿Puedo ayudarlo con algún trámite legal? —Mascó el auricular entre su hombro y mejilla. Buscando entre el escritorio algún Post y un lapicero.

—Le habla el doctor Lee del centro médico Asan, para informarle que el paciente Kim Taehyung saldrá hoy a las 4 PM. —Dejando a un lado su búsqueda, tomó de vuelta con su mano el auricular.

¿Perdón?

—Vera, el señor Kim no tiene un familiar o amigo cercano que pueda responder por él, entonces pensamos que tal vez usted podría acompañarlo a casa debido a que es el responsable de su accidente.

—S-si... Supongo que estaría bien.

—Entonces esperamos que pueda venir a recogerlo señor Seokjin.

Si, le agradezco doctor. —Colgó el teléfono, tirándose hacia el respaldo en su silla, girando con sus pies para quedar viendo hacia la ventana que estaba a sus espaldas.

¿Cómo se supone que debía verlo? O mejor dicho ¿Cómo se suponía que debía hablarle? Si la última vez no habían establecido una amistad de mejores amigos.

No sabía si era bueno o malo que debiera ir a verlo.


El tiempo había pasado un poco demasiado lento para su gusto, vio a su reloj de muñeca la hora, encontrando las 15 horas. Volvió a golpear el lápiz contra el escritorio escuchando al hombre que estaba frente a él.

¿A caso está del lado de ellos? Yo soy su defendido. —Cerró sus ojos cansado de escuchar lo mismo.

El señor había provocado un accidente de coche por estar en estado de ebriedad, había golpeado al perjudicado sumándole que había faltado el respeto a una autoridad.

Señor Dong-sun entienda, usted cometió un delito al agredir a un inocente, y la víctima ha puesto una demanda en su contra, así que necesitamos llegar a un acuerdo.

¿Y si no quiero?

—Ira a la cárcel por conducir bajo efecto de alcohol, haber golpeado a un inocente y faltarle el respeto a una autoridad, además tendrá que pagar si o si los daños. —Termino de enumerar con sus dedos.

—¡¿QUÉ?! ESO ES UNA ESTUPIDEZ, MIRE ABOGADUCHO DE MIERDA, ¿USTED DE VERDAD ES ABOGADO?

Negó cansado, levantando su mejilla que yacía apoyada contra su mano.

Señor por favor, guarde la calma, puedo sumarle cargos por faltarme el respeto.

Me puse de pie tirando mi silla al mismo tiempo que golpeaba con mi mano el escritorio, lo tome por el cuello de la camisa acercándolo a mi rostro.

METASE SUS CARGOS POR EL CU-

NO VOY A PERMITIR QUE ME HABLE DE ESA MANERA, Si no cierra esa boca haré que se pase toda su vida en la cárcel, y tenga por seguro que el que tendrá que meterse más que palabras por el culo, es usted ¡¿ENTENDIÓ?!

Seokjin quedó cara a cara con el hombre mayor, escupiendo con bastante molestia sus palabras. La situación se le había salido de las manos, en primer lugar el que perdía más era él por haberle hablado así a un cliente.

Aquella conversación no termino de la mejor manera, no cuándo había recibido un puñetazo en su ojo y ahora tenía una bolsa de hielo en éste.

Seokjin, sabes que lo que hiciste fue grave, y si el jefe se entera lo que hiciste te suspenderá o peor te pueden correr ¿Quieres eso?

Cansado de escuchar los regaños de su compañera, retiro la bolsa de su rostro para tomar sus pertenencias y caminar hacia la puerta.

Ve y dicelo entonces, si me suspenden o me corren será mi problema.

—¡Seokjin espera!

Dejó a Jihyo con la palabra en la boca tras salir de aquel edificio, sacándose el saco y la corbata cuándo subió a su auto. Su rostro seguramente se llegaría arrugar por tanto fruncir su ceño.

Golpeó el timón cuándo se encontró atrapado entre los autos, esperando que aquel semáforo estúpido se apresurara a cambiar a señal verde.


16:05 había esperado casi veinte minutos para lograr salir de aquel pequeño tráfico, frenó de golpe cuándo estuvo frente al hospital y bajo con el peor humor del auto, golpeándose la rodilla contra la puerta.

¡Por una mierda!

Uy que humor. —Levantó la mirada encontrándose a Taehyung frente a la puerta.

Usando la ropa que él había comprado en aquella tienda, teniendo su cabello bastante esponjoso cayendo suavemente sobre sus ojos.

¿Qué? ¿Te comió la lengua el ratón? —Soltó con burla, parándose cómo debía.

¿Tae? —Seokjin caminó hasta quedar frente a él. —Te queda bien. —Halago al terminar de echar un vistazo.

Seh, me enteré que tú me la diste, la devolveré cuándo llegué a mi casa.

Aún si tenía la mitad del brazo enyesado y la chaqueta deportiva tenía una manga colgando.

No debes hacerlo, tómalo cómo una parte de mi paga.

—Mh, yo que pensé que era por tu buena voluntad. —Hizo un pequeño puchero.

Tal vez estaba un poco decepcionado, quizás le hubiera gustado escuchar qué había hecho aquel regalo de manera un poco más significativa aunque no sabía porque esperaba eso, negó rápidamente sacando aquellos pensamientos de su mente.

Lo hice porque...

—No importa, verás, no es necesario que estés aquí.

—Pero... —Taehyung levantó su mano interrumpiendo su charla.

Alguien más me llevará a casa, siento que hayas venido de valde aquí.

Seokjin tomó el brazo bueno de Taehyung, quedando bastante cerca de su rostro de manera inconciente. Tae parpadeo confundido, retrocediendo un paso de forma nervosa hasta chocar con el pilar a sus espaldas.

¿Qué, qué estás haciendo?

—Tú... —Tragó saliva nervioso, sintiendo la respiración del pelinegro golpear su mejilla. —¿En verdad eres Taehyung?

—Ya te dije que si, siempre he sido Taehyung desde que recuerdo.

Seokjin tomó sus mejillas de forma desprevenida, acarició con sus pulgares la piel sonrojada, viajando en busca de aquellos pequeños lunares que estaban esparcidos por su rostro.

De verdad eres tú. —Taehyung asintió aún sin entender nada.

¿Si?

De verdad eres tú Taehyung, mi TaeTae ha vuelto ¡Espera que lo sepa Jimin! Dejará de creer que estoy loco. —Rio para si mismo, moviendo la cabeza de Taehyung de un lado a otro.

Mhm oye, no crees qué ¿Ésto es raro?

—Es qué... Yo... No, no puedo creerlo. —Sus ojos se llenaron de lágrimas, negando una y otra vez sin poder creerlo. —¿Dónde has estado todo esté tiempo? ¿Sabes lo qué estuvimos sufriendo por creerte muerto? Y todo este tiempo ¡Has estado vivo!

L-lo lamento, pero no sé quién eres. —Alejó las manos de sus mejillas, escapando del pilar y del cuerpo de Seokjin.

¿Tae? —El peligris negó, alejándose otro paso cuándo Seokjin intento volver a tomar sus mejillas.

Basta, por favor.

Para su gusto, su voz salió demasiado gangosa, el rostro del pelinegro se volvió borroso cuándo las lágrimas llegaron a sus ojos de manera repentina, aquella mirada ilusionada le parecía demasiado triste.

¡Tae!

Ambos giraron a ver, encontrando un auto negro detrás de la camioneta de Jin.

Doctor Chanyeol. —Taehyung saludo con su brazo, bajando los escalones del edificio.

Tae espera. —Sujetó su brazo una vez más, intentando buscar alguna palabra para detenerlo.

No es necesario que pagues por mis daños.

—¿Qué?

—Adiós. —Seokjin soltó su brazo, sintiendo su corazón apretarse por el rechazo.

Tae espera por favor. —Sin voltear a ver, Taehyung se subió al auto negro, siendo ayudado por aquel sujeto alto. —No te vayas. ¡TAE NO ME DEJES!

Corrió tras el auto en un arranque de impulso, por más que sus piernas corrieran para alcanzarlo era imposible.

¡TAEEE! —Detuvo sus pasos con la respiración agitada, negando mientras dejaba salir sus lágrimas. Viendo cómo perdía aquella persona por segunda vez.

Tae regresa.

🍁

Si observaron, Taehyung
tendrá un pequeño cambio en su personalidad.
Ya no será tan tímido , estuve leyendo
y me dio pena ajena la
personalidad que le había puesto.

Publicado:
26/12/2019

Modificaciones:
06/06/2019
19/08/2020

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro