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❀•[02]•


—Taehyung... Tú...

—Eres un idiota, si alguien te pide que le devuelvas algo debes hacerlo.

Limpio con fuerza sus ojos aún sujetando sobre su puño la joya. Cayendo sobre su asiento anterior, llevo sus manos hasta su cabeza negando una y otra vez.

Ja, ésto debe ser una broma, sólo es una maldita casualidad.

—¿Casualidad? —Sorbió su nariz ladeando su cabecita en total curiosidad. —¿Qué tanto estás rezando?

—Te llamas Taehyung y tienes... Tienes... —Señalo su puño. —¡Eso!

—¿Y qué tiene de malo con que mi nombre sea Taehyung y tenga está pulsera? ¡Explicate!

Ambos compartieron miradas en una mezcla de molestia y confusión. Seokjin se puso de pie de un brinco asustando al contrario.

¿Qué?

—El nombre de tu novio ¿Cuál es?

—¿Por qué debería decírtelo? —Giró su rostro en signo de indignación. —No te importa.

—Por favor. —Dejando sus rodillas sobre el suelo y sus codos apoyados en la camilla, Seokjin tomó su mano entre las de él. —Sólo necesito saber eso.

—Bueno... Pues... —Decir que aquello no le gustaba sería mentira, sin embargo, le incomodaba la situación en la que se habían metido. —Aunque quisiera decirlo, no podría.

—¿Por qué?

—Bueno... Porque ni siquiera lo conozco. —Bajo la mirada con pesar hacia sus manos.

Teniendo un repentino sentimiento de culpa en su pecho, era tan lamentable y frustrante recordar tener a alguien pero no recordar quién era ni cómo era.

Pero...

—No lo sé ¿De acuerdo? Ni siquiera se quién soy.

—¡Te borré la memoria! —Taehyung soltó una carcajada, escupiendo saliva sobre la mejilla del pelinegro.

Aquello había sido gracioso y adorable de su parte, diciéndolo con tanta sorpresa al punto que sus ojos parecían que iban a saltar de sus órbitas.

Claro que no, el golpe no fue tan fuerte para lograr eso.

—¿Entonces?

—Desde antes... Yo no tengo recuerdo alguno, más que sólo el de un chico dándome ésto.

Abrió su manita dejando brillar la pulsera plateada siendo unida por dos anillos entrelazados. Volvió a cerrar su mano contra su pecho tratando de sonar normal.

Pero dices que es tu novio.

—Solamente deduje eso, ni siquiera sé si era un simple amigo y quizás yo estoy confundiendo todo, pero no importa, porque me he aferrado tanto a ese único recuerdo, que no quiero perderlo.

Dejó su mirada fija en aquel rostro un poco demacrado, siendo adornado por un pequeño hematoma sobre su pómulo, acercándose a su ojo derecho.

Deseo descubrir alguna clase de mentira en sus palabras, pero sabía que la persona frente a sus ojos estaba siendo completamente sincera. Recordaba que Taehyung desviaba la mirada y mordía sus labios cuándo mentía pero aquel chico le había dicho todo de frente sin titubear.

Era imposible que mintiera, soltando un suspiro desganado se puso de pie, sacudiendo sus rodillas.

—Comprendo, debo estar confundido entonces.

—¿Con qué?

—No es nada, si deseas acordar lo de tus pagos de daño puedes buscarme en el bufete popular, pregunta por Kim Seokjin.

—Yo...

Dedicando una leve sonrisa dio por terminado aquel tema de conversación. Si aquello se suponía que debía haber aclarado sus dudas, consiguió lo contrario y algo peor.

Volver abrir una herida que él juraba haber cerrado hace mucho.

Apoyando su frente contra el volante del auto, soltó un llanto silencioso. Se supone que él había dejado en el pasado aquella persona, se suponía que había dejado en el pasado aquel amor infantil, pero parece que la vida le gustaba jugar de manera despiadada.

Trayendo de vuelta a su persona especial, más no su corazón.

Tiene su rostro, pero no es él.


Limpiando el rastro de las viejas lágrimas Seokjin llegó hasta el edificio en dónde vivía Yoongi, y seguramente lo iba a matar por haber llegado cuatro horas tarde.

Tocó tres veces la puerta con sus nudillos guardando apretando con más fuerza la bolsa de compras en su mano izquierda.

La puerta se abrió dando paso una cabellera negra, recargando su peso contra el marco de la puerta de brazos cruzados sobre el pecho.

—¿Estás consciente que por tu culpa estoy perdiendo mi precioso día libre? —Asintió un poco desganado, alzando la bolsa de plástico.

Traje una botella de Jack Daniel's ¿Aún así me matarás?

—Por hoy no. —Señalo con su mentón al interior, apartándose de la puerta. —Entra.

Cerró la puerta tras su espalda, comenzando a quitar la chaqueta.

—¡HYUNG! SI VINO. —Unos brazos rodearon su cuerpo, apresando sus brazos de igual forma.

Hey, feliz cumpleaños. —Sacó uno de sus brazos, dando una cariñosa palmadita sobre su cabeza.

¿Por qué tardo tanto? —Jungkook decidió soltarlo.

Dejando el paso libre para que pudiera desplomarse contra el sofá blanco que adornaba la mitad de la sala de aquel lugar.

Tuve unos percances, creo que fue demasiado para mi. —Soltó una leve sonrisa, extendiendo sus brazos sobre el respaldo del mueble.

¿Qué pasó con tu teléfono Hyung? —Hoseok brindo un vaso de soda sentándose en medio de él y Yoongi.

Se le murió la batería cuándo intenté llamar a la ambulancia.

—¿Ambulancia?

Está vez Namjoon, Jimin y Jungkook que había regresado a la alfombra a jugar bancopoly, giraron sus cabezas sin contener la curiosidad.

Casi mato a un pobre chico, todo por ir cantando a todo pulmón viva la vida de Coldplay.

—¿Y lo dices así, de fresco? —Yoongi preguntó sonando un poco tosco.

¿Si? —Enarco una ceja, dando el primer sorbo a su bebida.

Bueno, bueno, dejemos que Jin hyung pueda integrarse a la fiesta y disfrutar.

Namjoon respondió sin despegar la mirada del dado que Jimin había lanzado, alzo sus brazos con emoción al ver el número obtenido, dando paso a la ficha verde caer en Ilsan.

¡NOOOOO! —En derrota, Jimin se lanzó contra el piso cómo si fuera una estrella.

Me debes 300 mil Jiminie.

—Yoongi Hyung~ —El nombrado cubría su boca tratando de contener la risa. —¿Aún puedo pedir prestado?

—Te quedan 700 mil de crédito aún.

—Bien, deme 400.

—Debes pagar tú deuda también o te irás a bancarrota.

—Cierre la boca, se supone que los bancos no hablan.

—Pero esté si. —Jimin rodó los ojos divertido alzando su mano riendo al escuchar la manera tan animada en la que reía Hoseok.

Bien ¿Y los billetes?

Negando con una sonrisa entrego los billetes en la palma de la mano del contrario quién hizo lo mismo con la mano de Namjoon, refunfuñando al ver la poca cantidad de dinero que le había quedado.

Sigues Jungkook.

El castaño arrugó su nariz cerrando sus ojos para lanzar el dado, haciendo una pequeña oración hacia el cielo, pidiendo que alguna fuerza divina lo salvará de caer en bancarrota.


Todo marchó bien durante ese tiempo, escuchando risas y lamentos por parte de los perdedores. Namjoon había logrado ganarle a TODOS, a excepción de Jin quien se había negado a jugar.

¡No quiero pintarme el cabello de azul!

—Era la penitencia para los perdedores, el ganador decidiría el color de los tintes.

—¡Me voy a quedar calvo! —Yoongi gritó subiéndose al sofá cómo un pequeño haciendo berrinches.

No es mi culpa, les daré un lapso para que lo hagan, a menos que quieran pagarme.

—¿No puede escoger otro color hyung? Realmente no quiero ser rubio. —Jimin se levantó del suelo después de terminar de recoger el juego con ayuda del cumpleañero.

Jiminie, te aseguro que contigo mi elección fue blanda.

Apretujó sus mejillas ganando que le regalaran un ceño fruncido. Jimin dio grandes zancadas hasta perderse en la cocina, cruzándose se brazos cuándo llegó al lado de Jin.

¿Y tú qué?

—En verdad no quiero ser rubio ¿Sabes lo cruel que pueden ser en ocasiones tus compañeros de clase?

—Pues si no contamos al dúo de florecita, creo que no.

—Ugh tienes razón, nadie puede ser más idiota que esos dos.

Alzando el pastel entre sus manos con las velitas finalmente prendidas, Jin camino hacia la puerta de la cocina señalando está a Jimin.

¿Qué te parece si olvidamos eso con pastel?

—Es mucho mejor, luego me preocuparé por ser el próximo Brad Pitt.

—Serías más bien el muñeco Ken ¡Auch! —Jimin le había dado un golpe en su brazo.

Demasiado fuerte para su gusto, aún así rieron de sus propias bromas. Jimin se adelanto para apagar las luces de la sala comenzando aplaudir siendo seguido por los demás.

Jin salió de la cocina con el pastel iluminado, uniéndose al coro que cantaban bastantes animados alrededor del menor.

—¡Feliz cumpleaños a ti!

Quedó frente a Jungkook alzando el pastel en su dirección, invitándolo apagar las pequeñas flamitas.

Pide un deseo Jungkookie.

Cerró sus ojos soplando contra las velitas, sonriendo en grande tras escuchar los aplausos de sus mayores, Yoongi encendió de nuevo las luces yendo a buscar el cuchillo y los platos para servir.

¿Qué pasa?

Guardaron silencio esperando que Jungkook sacará el rostro de sus manos, Jimin lo rodeo en un abrazo desde atrás, apoyando su mentón suavemente sobre su hombro.

Nada. —Limpió sus lágrimas a mitad de una pequeña risa. —Gracias por seguir conmigo.

—Claro que lo haremos, somos amigos y tu familia también. —Namjoon abrazó a Jungkook por encima de Jimin, dando un leve apretón.

Mordió su labio al sentir cómo sus ojos se humedecía y veía el pastel borroso, Hoseok se rió uniéndose al abrazo también llamando a los dos faltantes.

Bueno, si seguimos así no podremos comer pastel y no presté mi casa para verlo nada más.

Estando de acuerdo, se separaron tomando asiento y los vasos vacíos para comenzar a servir el wisky que Jin había llevado cómo regalo de disculpas por llegar tarde.

Continuando con los juegos y dejando por un lado el lado de ingerir alcohol en exceso decidieron por continuar con los juegos está vez estando enredados sobre una manta de twist.

¡Namjoon, quita tu trasero de mi cara! —Hoseok intentaba con todas sus fuerzas alejar su rostro de aquella parte del moreno.

Tú quita tu cara de mi trasero.

—¡Ya dejen de lloriquear! Ahora pie izquierdo en amarillo. —Yoongi ordenó mientras los veía recostado desde su sofá.

Jungkook estiró su pierna pegando con su rodilla sobre la frente de Jimin haciéndolo caer y perder.

¡AAAH JUNGKOOK!

—Lo siento, ganaré por usted Hyung.

Seokjin reía divertido apoyado sobre el balcón de la sala, dando pequeños sorbos a su bebida, arrugando el rostro cuándo notó que ya no había nada más que beber en el recipiente de plástico.

¿Todo bien, Jin?

Negó agitando su vaso hacia su boca, tratando de que lengua llegará al fondo del recipiente y alcanzar las últimas gotas.

Se acabó la bebida ¿No pueden hacer vasos infinitos?

—Supongo que aún no lo descubren. —Se alzó de hombros recostando sus brazos sobre el borde del balcón.

Tendre que descubrirlo entonces.

—¿Qué fue lo que realmente sucedió?

Alzó una ceja confundido, apoyando sus codos de igual forma sobre el balcón de cemento, viendo atentamente cómo Jimin reposaba su mejilla en una de sus manos.

¿A qué te refieres?

—Se que hay una historia trasfondo.

—Mh no, les dije todo lo que pasó. —Alzó sus hombros sujetando el vaso del borde con sus dientes, moviéndolo de arriba abajo.

Te conozco lo suficiente Jin, estás mintiendo.

—No.

—Tus orejas están rojas y cada vez que mientes, ocupas tú boca con cualquier cosa. —Quitó el vaso estrujandolo.

Bien, lo había intentado pero sabía que Jimin no se rendiría fácilmente y podía llegar a ser lo suficiente persistente llegando a lo desesperante. Y no, pensándolo bien no estaba de ánimos para llegar a esos extremos.

Si en la corte supieran cuándo miento, estaría perdido.

—Lo sé, por eso quedará en nosotros.

Se giró para quedar con sus brazos apoyados sobre el cemento, recostando su mentón en rendición. El menor lo imitó a diferencia que volvió apoyar su mejilla sobre su mano.

Jimin tú ¿Crees en las casualidades?

—Pues supongo que algunos momentos pueden coincidir un poco ¿Por qué?

Cerró sus ojos un momento, disfrutando de la pequeña briza que había en aquellas horas de la noche.

Si te dijera que hay alguien exactamente con el mismo rostro, el mismo nombre y una pulsera exactamente a Taehyung ¿Qué pensarías?

—Bueno... En el mundo existen siete caras iguales así que si hay un parecido, hay más de una persona con el mismo nombre y con la joyería pues...

—Si la joyería es personalizada y estilo único ¿Hay posibilidades de que existan más copias?

—Pues el caso de las joyas la mayoría son edición única así que veo algo complicado que exista una copia, a menos que sea la misma y alguien las la obtuviera.

—Lo mismo pensé, pero...

—¿Qué ocurre? ¿Es sobre Taehyung? ¿Encontraste alguien parecido a él?

—Quiero creer eso. —Alzó sus manos, tensando sus dedos al sentir la frustración nuevamente. —¡Agh! En serio, no sé qué es todo esto Minie.

—Trata de respirar y contar lo que tienes en mente.

Ambos se giraron quedando frente a frente, tomando un suspiro el pelinegro relajo sus hombros para abrir sus ojos y bajar su tono de voz.

Taehyung está vivo.

—¿Qué? —Jimin lo vio de manera descolocado, no entendía a qué venía aquello. —Jin, ya hablamos sobre ésto, Tae-...

—Hablo en serio Jimin, Taehyung es-tá vi-vo.

Sujetó el puente de su nariz tratando de conservar la calma, para Jimin ésto tal vez era nuevamente una confusión de Jin, no sería la primera vez que pasara algo cómo esto.

Jin, hemos hablado de esto y sabes que...

—¡No estoy loco! Te estoy diciendo la verdad. —Sujetó con fuerza los hombros de Jimin, agitando su cuerpo con brusquedad. —Taehyung está vivo ¡Vivo!

—Jin... Duele. —Forzó sus brazos intentando soltarse, haciendo puñitos para contener el dolor. —Jin.

—Por favor debes creerme, lo vi, fue el chico que atropelle y al que casi mato.

—Estas confundido, quizás solamente viste alguien parecido a él y estás volviendo a recaer en los pensamientos de que él sigue vivo.

Empujó su cuerpo hacia abajo frunciendo su ceño al no verse libre de aquel agarre. Deteniendo sus luchas decidió afrontar la mirada del mayor.

¡Taehyung está muerto! ¡Murió hace 8 años, tú y yo lo vimos cómo era enterrado!

—¡Te estoy diciendo la verdad!

Ninguno de los dos se había dado cuenta de que habían alzado la voz lo suficiente alto para llamar la atención de los demás y dejarán de jugar para prestar atención a su conversación.

Jin, por favor deja de hacer esto porque realmente te creo. No quiero volver a ilusionarme con qué él sigue vivo ¡Ya no más!

Su cuerpo se aguado haciendo que la única fuerza que lo detenía era la de Seokjin. Con lágrimas en los ojos Jimin trato de soltarse.

Jimin, por favor creé una vez más en mí, te juro que digo la verdad.

—¿Qué sucede?

Ambos giraron al escuchar a Namjoon, encontrando con un pequeño público atento a ellos, Seokjin soltó a Jimin provocando que cayera sentado por la falta de fuerza en sus piernas.

Nosotros. —Jin se apresuró a ofrecer ayuda para que volviera a ponerse de pie. —Sólo teníamos una conversación.

—Estaban gritando y estabas lastimandolo. —Yoongi interfirió entre ambos sujetando por los hombros al de su misma estatura.

Estoy bien, no debe preocuparse, Jin no me estaba haciendo nada, sólo intentaba ayudar a controlar mi pequeña histeria.

—Pero...

—Estoy bien. —Jimin sentenció de manera brusca. —Será mejor que terminemos la fiesta, pronto será media noche y no quiero que mi padre salga a buscarme sin rumbo fijo.

Nadie dijo nada, Jimin fue el primero en entrar a la sala seguido de Jungkook y los demás, dejando cómo último a los dos mayores.

No fue mi intención alterarlos.

—Luego hablaremos de eso, ahora ve a descansar y bajar tú histeria.

Asintió apenado pasando a su lado para recoger la chaqueta del sofá y despedirse del pálido y Hoseok.

Con las manos dentro de los bolsillos salió del edificio encontrando a Jungkook apoyado en el capo del auto, frotando sus manos frente a su boca.

¿Y los demás?

—Jimin tomó un taxi en cuánto salió y Namjoon hyung decidió irse caminando diciendo que se encontraría con su hermana en la tienda de conveniencia que está cerca de aquí.

¿Por qué no estás en el auto?

Levantó sus hombros restándole importancia, Seokjin camino hacia el auto abriendo la puerta del piloto hasta que fue cerrada nuevamente por el empujón por parte de Jungkook.

Jungkook ¿Qué ocurre? —Retrocedió un paso inseguro.

¿Sucede algo con Jimin? —Se apresuró a negar al ver aquella mirada acusatoria.

Sólo tuvimos una pequeña discusión, es todo.

—Por un momento creí que entre ustedes dos ocurría algo más. —Comenzó a toser al atragantarse con su propia saliva.

Nunca, Jimin es cómo un hermano no podría verlo de otra forma.

—Eso es un alivio. —Jungkook se lanzó abrazarlo, dejando inmóvil su cuerpo. Seokjin río un poco nervioso por aquel cambio de ambiente tan repentino.

Ah ¿A qué te refieres con eso Jungkook? —Paso saliva. —A caso a ti ¿Te gusta Jimin?

—¿Qué? —Jungkook frunció su ceño cuándo levantó su rostro para apoyar el mentón sobre el pecho del mayor. —No.

—¿Entonces? —Apretó sus labios desviando la mirada tan sólo un segundo, para asentir cómo si hubiera quedado de acuerdo con alguien más para regresar la mirada a los ojos de Seokjin.

Hyung... Me gusta.

¿QUÉ?


🍁

Segundo capítulo listo.
Puede que algunos capítulos sean eliminados, así que por si alguien lo noto este era el capítulo 3.

Publicado:
13/10/2018

Modificaciones:
05/06/2019
18/08/2020

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