❀•[01]•
—Si, te aseguro que estoy en camino. —Rodó sus ojos mientras tomaba de la estantería una botella de Jack Daniel's.
—¡Has dicho eso desde hace una hora Jin!
—¡Yaaa! Deja de regañarme Hobi, te dije que tuve un percance.
Dejó la botella con cuidado en la canasta saliendo del pasillo de las bebidas alcohólicas para buscar el de las botanas.
—Jungkook ha estado en una esquina lamentándose ¡Hasta da miedo! —Aquello tal vez había sido un poco exagerado.
Seokjin río deslizando sus dedos entre las bolsas de aluminio hasta encontrar las papitas saladas que tanto le gustaban, se pasó el teléfono a la otra oreja deteniéndose a mitad del pasillo.
—Oye ¿Compraron velitas para el pastel?
—Por supuesto que sí ¿Nos crees tan tontos? Pfff.
—No lo sé, por eso pregunto.
Tomó una bolsa de chetos dando por terminado su viaje entre los pasillos de aquel supermercado. Arrastró sus pies hasta la caja registradora número 7 quedando detrás de una anciana.
—De acuerdo no, no las compramos, parece que Yoongi se olvidó de lo más primordial.
—Tengo veladoras, es lo mismo. —Se quiso golpear la frente al escuchar la manera tan despreocupada de Yoongi al decir aquello.
Sus hombros se sacudieron por su risa llamando la atención de algunos clientes, quienes no pudieron disimular tener discreción.
—Las llevaré y ¿En verdad Jungkook está en un rincón?
—Si, pero no por ti, si no por estar jugando bancopoly con Jimin y Namjoon, va perdiendo.
—Dios, debe ser terrible para él perder justo en su cumpleaños.
Levantó su mentón tratando de ver por encima de la anciana y descubrir que era aquello que había hecho que la fila dejará de pasar.
—¿Ya vienes?
—Mh creo que tardaré un poco, parece ser que el cajero dejó el puesto.
—¡Pues cambia!
—Las demás cajas tienen a 10 personas.
Golpeó su pie contra el piso apoyando su peso en una pierna, tiró su cabeza hacia atrás en frustración ¿Qué más podía suceder?
Después de pasar 20 minutos en la fila logro salir del supermercado con una bolsa en su mano izquierda y el teléfono aún en su mano y oreja derecha.
—¿Ahora?
—Ya, ya salí y voy para allá así que voy a colgar.
—Está bien, sólo no vayas a tener otro «percance»
—De acuerdo, adiós.
Frunció su ceño al ver que había pasado casi aproximadamente una hora hablando con Hoseok, y no es que le molestará o no le gustará, al contrario, hablar con él era bastante reconfortante, divertido y fresco.
Pero si no fuera porque tuviera menos del 20% de batería, no le hubiera importado seguir charlando.
Apresuró un poco el paso en busca de su camioneta dentro del estacionamiento de aquel lugar. Arrugó su nariz al notar el cielo pintado de color gris, escondiendo por completo el sol que hacía cuándo entró al lugar.
—Debo darme prisa, si no quiero que Hobi me termine tirando de la terraza.
Dejó la bolsa de compras en el piso del auto tras cerrar la puerta, sin perder más tiempo encendió el auto a su vez que el radio estéreo se encendiera dejando escuchar a un volumen demasiado viva la vida de Coldplay.
—I hear Jerusalem bells are ringing.
Golpeó el timón a su vez que agitaba su cabeza y cantaba al ritmo de la canción.
—Roman cavalry choirs are singing.
Sintiendo la felicidad contagiada por la canción, aumento el volumen casi a su máximo, dejando que la música retumbara con fuerza en sus oídos y aunque probablemente obtendría un dolor de cabeza en esos momentos no importaba tanto.
—Be my mirror, my sword and shield. My missionaries in a foreign field.
Levantó la mirada hacia el espejo retrovisor torciendo su boca al ver cómo una fila de autos venían en el otro carril, obstaculizando el cambio hacia su izquierda.
—For some reason i can't explain.
Con resignación a tener que cruzar a la siguiente calle de está apretó el timón con ambas manos, volviendo la vista hacia el frente chocando contra el cuerpo de alguna persona.
Para cuándo se dio cuenta ya era demasiado tarde para frenar evitando aquel accidente, se inclinó hacia adelante en busca de la persona olvidando su karaoke.
«Once you go there was never, never a honest word. That was when i ruled the World.»
Bajo del auto caminando con inseguridad hasta el frente, corriendo hasta caer de rodillas cuándo vio a un chico tirado boca abajo en el pavimento.
—¡Hey! ¡Chico! ¿Estás bien?
Aquello debía ser que las fuerzas divinas estaban en su contra aquel día, primero el auto se le había quedado parado a mitad del camino, sumándole la espera en el supermercado y ahora, había probablemente matado a saber ni a quién por no fijarse en su camino y tener a todo volumen la música dentro del auto.
—Por favor, por favor resiste, voy por ayuda.
Con pasos torpes regreso a su auto apagando la música y tomar con prisa su teléfono, lo único que rogaba era que la batería aguantará lo suficiente.
—Vamos, respondan.
Volvió hacia el chico, arrodillándose para tratar de tocarlo con suavidad. Por lo menos quería asegurarse que tuviera pulso y no tener que cargar con la muerte de un pobre cristiano.
—Pobre chico, parece un pobre pordiosero.
—Debió estar ebrio para cruzar la calle con el semáforo en rojo.
—Y está todo asqueroso.
Sin guardarse sus comentarios Jin retiro su teléfono para intentar marcar nuevamente y levantar la mirada para ver aquella mujer que se había atrevido a decir palabras tan ofensivas.
—Asquerosa su lengua, por decir eso.—Volvió a llevar el teléfono a su oreja levantando el mentón hacia ellas. —¿Por qué no llama a una ambulancia en lugar de escupir el veneno que no puede contener? Víbora.
Dando nuevamente la espalda a las personas que iban reuniéndose a su alrededor dejó el teléfono en el suelo mientras esperaba ser conectado con la operadora.
—Chico, por favor, trata de resistir.
Deslizó sus dedos hacia los cabellos de su frente, despejando parte de sus ojos. Se sintió mucho más miserable al pensar en que pudo arrebatarle la vida a un chico mucho más joven que él.
—Chico, yo... Perdoné, me atreví a llamar a una ambulancia al ver que no tenía respuesta.
Limpio su nariz tratando de sonreír en agradecimiento aquel sujeto de traje que no le había importado tirarse al suelo junto a él.
—Gracias.
—¿Aún tiene pulso?
—Respira, muy débil pero aún respira.
—Será mejor no moverlo hasta que vengan los paramédicos, puede tener algo roto y eso sería peor.
Quiso reír, aquello tal vez había sido una clase de ánimos o querer romper la tensión de la atmósfera, pero lo había hecho sentirse mucho peor.
Espero unos minutos más hasta que la ayuda llegó en su auxilio acompañados de una patrulla de policía, levantando con cuidado al pobre chico y colocar un inmobilizador en su cuello. Jin intentaba ver por encima de los paramédicos, tratando de alcanzar a ver si el chico seguía vivo.
—Señor ¿Es un familiar del chico?
—No, pero soy el responsable de su accidente.
El policía asintió con sus manos sobre su cadera, haciendo una seña con su cabeza hacia adelante.
—Iremos primero al hospital.
Asintió subiendo a su camioneta dispuesto a seguir a la ambulancia y ser perseguido por una patrulla. Vio hacia la pantalla de su teléfono, se había quedado sin carga en los intentos por pedir ayuda.
—Menudo día de mierda para mí.
Golpeando el pie contra el cerámico de aquel pasillo de espera dentro del hospital decidió levantarse sintiéndose asfixiado de tanta espera y tensión.
—¿A dónde vas muchacho?
—Necesito llamar a un amigo. —El oficial levantó una ceja dando un sorbo a su vaso de café.
—Deberías llamar a un abogado mejor.
—Soy abogado, conozco mis derechos y cuáles son las consecuencias de mis actos, permiso.
Camino a paso firme hasta el teléfono público dentro del hospital, buscando en sus bolsillos las suficientes monedas para llamar. Golpeando sus dedos contra la caja metálica espero hasta el cuarto tono.
—¿Diga?
—Hobi, soy Jin.
—¡KIM SEOKJIN! Me puedes explicar ¿por que no estas aquí? Tuvimos que atrasar la sorpresa de Jungkook por ti.
—Lo siento, no tenía planeado faltar y... —Sus palabras se vieron interrumpidas por las quejas del otro. Quién soltaba bastantes pestes cómo si no existiera un mañana.
—Es increíble ¿3 horas de retraso? Debes tener una buena excusa para explicar eso.
—¡Y la tengo! —Alzó su voz junto a su brazo, olvidando en dónde estaba. —Dios Hobi, estoy asustado.
—¿Qué pasa? —Su voz se suavizó. —¿Hyung?
—Creo que mate a alguien.
Mordió su labio esperando alguna respuesta, quería que aquello fuera una broma, que su amigo le dijera que era algún tipo de cámara oculta y había caído redondito, no importaba que quedara cómo idiota, pero preferiría mil veces eso a convertirse en un asesino.
Si esa era su condena por llegar tarde al cumpleaños de Jungkook, entonces ya había aprendido la lección, juraba ya no llegar nunca más tarde a ninguna fiesta sorpresa.
—¿Qué dices?
—Hobi, por favor dime qué es una broma.
—Eso mismo quiero saber yo Hyung ¿Cómo viene y me dice que mato a alguien? ¿Qué fue lo que hizo?
—Bueno yo...
Vio cómo el oficial lo llamaba con la mano esperando con el médico que se había llevado al chico tiempo atrás.
—Te hablaré posiblemente de una comisaría luego.
—¡Qué! ¡Espera, espera!
Tras colgar camino con las manos hechas un manojo de nervios, por más que limpiaba el sudor sobre su pantalón, no dejaban de estar mojadas.
—¿Usted es el señor Kim Seokjin?
—Si, soy yo.
—¿Tiene alguna relación con el paciente? —Negó suavemente. —Entonces no puedo darle demasiada información.
—Pero ¿El chico está bien?
—Por supuesto, sólo sufrió una pequeña lesión en la cabeza y un brazo roto, nada del otro mundo.
—¿Y lo dice tan relajado? —Aquello le había parecido algo ofensivo.
—¿Perdón?
Según el doctor aquello era algo tan normal, Jin mordió su lengua tratando de formular las palabras correctas y no insultar aquel sujeto de bata blanca.
—¿Puedo ver al chico?
El doctor parpadeo un poco confundido pero al final asintió, guardando el tablero metálico bajo su brazo.
—Claro, habitación 430.
—¿Eso sería todo?
—Supongo. —El pelinegro veía del doctor al oficial de policía y viceversa. —Creo que me voy, los dejo.
—Ya que el chico sigue vivo supongo que sabe que sigue ¿No?
Frunció su ceño un poco fastidiado pero asintió dándole la razón, no sabía si aquel sujeto se burlaba de él o eran simples ideas, pero su manera de comportarse parecía más la primera opción.
—Debo pagar por sus daños, así que a partir de aquí oficial, deberé hablar eso con él.
—Tuvo suerte está vez.
Dando un suave jalón a su gorra hacia abajo, se marchó dejando a Jin sólo en aquel pasillo.
Negando suavemente con su cabeza decidió ir a buscar el ascensor para ir al cuarto nivel decidido a terminar con esto y así por fin ir a la fiesta de Jungkook.
—Aunque sólo quiero ir a casa.
Buscando de ambos lados en aquel pasillo logro conseguir la habitación 430, en la placa de identificación no había ningún nombre así que seguía sin poder saber el nombre de la persona que casi mata, el doctor ni siquiera le había dicho ¿O si?
—¿Puedo pasar?
—¿Claro? —Recibió una respuesta bastante dudosa.
Cerro la puerta tras su espalda con cuidado, dejando la mirada clavada en sus zapatos ¿Cómo se suponía que debía comenzar una conversación?
—¿Te encuentras bien?
—Bueno, dejando de lado que todo el cuerpo me duele, tengo una venda en la cabeza y un brazo roto pues, supongo que sí.
—Ja ja. —Rio sin ganas levantando la mirada apenado. —Lo siento.
—Está bien, fue mi culpa.
Camino a paso tortuga hasta tomar asiento en el sofá que se encontraba en la esquina frente a la camilla de la habitación.
—¿Puedo saber por qué te lanzaste a mi carro de esa forma?
El contrario parpadeo ladeando un poco su cabeza. Seokjin lo imitó, observando detenidamente cada una de sus facciones.
—No me lancé, solamente estaba huyendo y tú carro me tiró.
—¿Huyendo? ¿De quién?
—De nadie. —Se apresuró a responder para desviar la mirada un momento. —Supongo que puedes respirar tranquilo al ver que sigo vivo ¿No es así?
—Supones bien, pero por otra parte, realmente estoy feliz que no murieras.
—Claro, para no ir a prisión.
—Si también por eso.
Sus ojos viajaron miles de veces por su rostro, tratando de descifrar cuál era aquella sensación en su pecho. Ni siquiera se había dado cuenta de la intensidad de su mirada ni de la incomodidad que sentía aquel chico.
—¿Sucede algo?
—¿Eh? —Parpadeo confundido, saliendo de su ensoñación.
—Llevas un rato viéndome de esa forma ¿Sucede algo?
—No... Solamente te observaba.
—De acuerdo, deja de hacerlo, me incomoda. —Acarició su brazo enyesado, removiendose sobre la camilla.
—Lo siento.
El chico frunció molesto su ceño al no poder acomodarse sobre las almohadas cómo se le antojaba, así que sin pensarlo Seokjin se lanzó ayudarle, quedando demasiado cerca de su rostro para su gusto.
—Yo podía hacerlo, gracias.
—¿No crees que eres un poco petulante?
—¿Qué dices idiota? No sólo casi me matas y ahora vienes a insultarme. —Sin despegar su mirada, apretó el cuello de la camisa del mayor.
—Tú... No sé porqué tengo la sensación de que tendría que recordarte.
—Pues si, me tendrías que recordar ya que me debes por daños.
—No... —Soltando la camisa, retrocedió su rostro cruzando sus brazos sobre su pecho. —¿Dónde vives?
—En mi casa ¿Dónde más?
Seokjin rodó sus ojos con fastidio, si no estuviera malherido seguramente ya hubiera golpeado su cabeza con el florero encima de la mesa.
Mencionando eso, arrugó su frente tomando entre dos dedos un pequeño objeto plateado, dejándolo frente a su rostro.
—¿De dónde sacaste ésto?
—Y a ti que te importa. —Estiró su brazo bueno, en un intento de alcanzar aquella joya. —Dámelo.
—Tú no deberías tenerlo... Ésto...
—Dámelo, es algo muy valioso para mi. —Alejó la joya viendo cuidadosamente al contrario.
Sintiendo un poco de pena y lástima cuándo lo vio casi a punto de romper en llanto mientras estiraba su brazo en un intento de alcanzar la joya.
—¿Dónde lo conseguiste?
—Me lo dio mi novio, fue un regalo de cumpleaños. —Dejando salir las lágrimas, alcanzó el brazo de Seokjin, tirando de éste. —Así que, por favor dámelo.
Borrando el rastro de sorpresa y ser intercambiado por uno de tristeza, dejó que aquella mano arrebatará la joya para resguardar aquello entre su puño pegado al pecho.
—¿Ta-taehyung?
🍁
Sean bienvenid@s una vez más a esta historia, incluyendo nuevos cambios pero continuamos con la misma trama.
Por favor leer la descripción ✌️♥ ahí podrán ver las advertencias de que cambios pueden esperar.
Publicado:
12/09/2018
Modificaciones:
05/06/2019
18/08/2020
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro