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El quinto Hokage
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Seina POV.
En toda la aldea se corría el rumor de que el quinto Hokage ya había llegado a la aldea. Lo que me alegro en todo este tiempo no me he despegado de Kakashi tratando de poder curarlo pero como lo dije antes no estoy muy avanzada para eso, solo Tsunade puede curarlo. Sin duda alguna debo de entrenar más mi ninjutsu medico.
La puerta abriéndose de golpe me saco de mis pensamientos, al girar mi mirada me contre con Naruto y detrás de el se encontraban dos mujeres. Una de pelo negro corto y con un cerdito en sus manos mientras que la otra la conocía perfectamente solo me le quede mirando al igual que ella a mi.
—Lo siento Seina, creí que no había nadie en la habitación. —la voz de mi amigo imperativo me hizo despegar mi mirada de Tsunade.
—No te preocupes. —le di una sonrisa falsa lo que no paso desapercibido por los tres pero más por Naruto.
—¡Oye, Seina! No te preocupes la abuela Tsunade curara a Kakashi-sensei, Sasuke y cejas de azotador. —mire a Naruto y una sonrisa se formo en mi rostro.
—Gracias. —fije mi vista en el hombre inconsciente en la camilla. —Me alegra verte de nuevo Tsuna. —voltee a mirarla. —Sigues igual que la ultima vez que te vi.
—Mi pequeña Tobirama. —se acerco a mi y no me dio tiempo de reaccionar, solo sentí como mi cabeza quedo en sus pechos. —Ya eres toda una señorita Tory. Lo digo porque los genes Senju ya te esta haciendo efecto.
—¡Tsunade! —grite tapandome mis pechos al ver a Naruto fijar su vista en ellos. —¡¿Naruto?! ¡No mires mis pechos! —levante mi puño con enojo a lo que lo hizo retroceder.
—Lo siento, Seina. —de disculpo rápidamente con un sonrojo y un hilo de sangre bajar por su nariz. —Es inevitable. —susurro pero lo escuche.
—¡¡Naruto!! —mi prima se reía por la escena.
La mire y esta me sonrió mientras me separaba de su abrazo volteando a ver a Kakashi.
—Veo que te encariñarse con Kakashi.
—Ni yo se como paso, al estar a su lado me siento amada de una forma que no recuerdo. —mi mirada bajaba al suelo. —Es una sensación de calidez como la que nunca sentía cuando papá estaba conmigo.
—Sientes amor paterno. —Tsunade miro a Kakashi.
—Se escuchara raro e ilógico pero aveces imágenes distorsionadas llegan a mi mente, no puedo ver con claridad lo que es pero se que en casi todas esta Kakashi. —sentí como mi prima se tenso pero lo disimulo.
—No me extrañaría después de todo el te cuidaba desde pequeña incluso me atrevería decir que cuidaba de ti más que tu padre. P-puede que sea por eso, porque es cuando eras muy pequeña como para recordarlo. —preferí no decir nada al fin de cuenta es la verdad incluso llegue a pensar de que no era su hija biológica.
—Bueno basta de tanta charla, abuela Tsunade se le olvida que Kakashi-sensei sigue inconsciente. —Naruto comenzó a dar saltos mientras apuntaba con su dedo al hombre peliplata.
—¡Te de dicho que no me llames así! —miro a Naruto con una vena en su frente.
Suspiro y coloco su mano en la frente de Kakashi y este en unos pocos minutos despertó casi muerto.
—¡Kakashi! —sin poder evitarlo salte a sus brazos que me recibieron gustosamente. —Eres un... bakakashi. —y como era de esperarlo me dio un golpe en la cabeza. —Jamás me había alegrado por recibir un golpe tuyo. —pequeñas lagrimas de felicidad salían de mis ojos.
—Ay. Qué desgracia. —la voz de Tsunade hizo que Kakashi voltear a verla conmigo en brazos. —Ser sacado de la jugada por dos infelices como ellos. —detrás de ella se encontraba Gai-sensei impaciente por llevar a Tsunade con Lee. —¿No se suponía que eras el mejor?
—Siento decepcionarla. —su voz se escuchaba demasiado cansada. Pero aun así cuando quería separarme del abrazo, el me abrazo con fuerza como si no quisiera soltarme por miedo a perderme.
—Buena ese fue Kakashi-sensei. Solos unos más y hemos terminado. —exclamo Naruto llamando la atención de Tsunade.
—Rock Lee está al lado. Está al lado. —Gai-sensei señalaba con sus dedos la habitación continua a la de Kakashi. Ellos se fueron dejándonos a solas.
—Sera mejor que descanses, te ves cansado. —trate de separarme de nuevo de sus brazos pero el no me dejaba. —Kakashi estoy bien, puedes dejarme pararme.
—Jamás vuelvas a poner tu vida en peligro como lo hiciste. —escuche su tono de voz preocupado. —No quiero perderte Seina. Desde que naciste te considere como mi hija.
—No lo harás Kakashi. Siempre estaré para hacerte la vida una pesadilla. —le sonreí. —Por cierto, como vivimos juntos se que al despertarás buscaras esto. —le mostré el libro de Icha Icha. —este lo tomo. —Denada.
—Gracias pequeña. —abrió el libro pero después lo cerro rápidamente para voltear a mirarme. —¿No lo leíste? ¿Verdad? —pregunto nervioso.
—Como puedes siquiera pensar eso. —este suspiro aliviado.
—Lo siento pequeña, te juzgue mal.
Obvio que lo leí pero no se lo iba a decir, quien sabe que pueda hacerme si se entera. —pensé al verlo leer el libro.
Había escuchado de Tsunade que Lee no podrá volver a ser un ninja. Podría hacerle una operación pero solo tiene la posibilidad de el 50% de que sea efectiva y si falla Lee morirá.
Ahora mismo me encontraba con Tsunade caminando hacia la oficina que seria de ella y que fue del tercer Hokage. Pero lo que había dicho Shizune fue que Konohamaru se encerró en el despacho y coloco trampas.
—¿No es muy temprano para tanta bulla? —las tres personas nos voltearon a ver. —Ya me duele la cabeza del escándalo.
—Lady Tsunade, Seina-sama. —Shizune no ha parado de decirme "sama" por ser la nieta del segundo. Tonton, el cerdito salto de los brazos de Shizune y fue hacia los de Tsunade y comenzó a decirle algo.
—¿Qué? ¿No pueden encargarse de un renacuajo? —miro a los dos hombres que no se cual sean sus nombres. —¡Sáquenlo de ahí!
—Pero, señora, es el nieto del tercer Hokage. —hablo el hombre de cabello castaño oscuro que tapaba su ojo derecho.
—No me importa. ¡Yo soy la nieta del primer Hokage! —mire a Tsunade. —Yo debo ser su preocupación ahora. Por lo que veo, quizás le caería bien al mocoso una buena lección.
—Tsunade, el es un niño que esta enfrentando la muerte de su abuelo, no del Hokage. —esta solo me miro.
—Acaso cuando mi tío murió te comportaste igual al renacuajo.
—Pero si cuando nací mi abuelo ya tenía demasiados años muerto. —ni siquiera logro conocer a mi padre.
—Lo que quiero decir es que eres la nieta del segundo Hokage.
—Eso no tiene nada que ver ahora mismo. —esta me iba a reclamar pero llego Naruto seguido de Moegi y Udon diciendo que ellos se encargaría.
Me despedí de Tsunade y me encamine a buscar a Lee. No lo he visto desde que llego Tsunade y no es porque no tenía tiempo sino porque no se como mirarlo a la ojos y no poder tener una buena noticia.
Llegue a un puente en donde estaba con Sakura, así que espere a que se fuera que no tardo mucho para verla caminar a dirección contraria de donde estaba yo.
—Creo que le tengo un poco de envidia a Sakura. —el me miro unos segundos para fijar su vista en el agua. —Escuche lo que te dijo Tsunade. —este comenzó a quitar los pétalos a una de las flores que le dio Sakura y comenzó a murmurar cada vez que las tiraba "éxito" "fracaso" y el ultimo pétalo recibió el fracaso. —No me ignores Lee, me duele el alma al verte así pero me quema al no poder ayudarte sabes porque. —hasta este punto mis ojos comenzaron a picar indicando que en cualquier momento lloraria. —¡Porque prometí ayudarte en todo lo que te pasara y no lo estoy haciendo porque soy débil, porque soy una idiota incluso siento que soy una fracasada.
El levanto su mirada asombrado de ver por primera vez mis lagrimas. Nadie me ha visto llorar además de Kakashi.
—No digas eso, tu no eres una fracasada.
—Te equivocas. Puedo ser una ninja fuerte, pero soy una fracasada con mis amigos. —y sin que el se lo esperara me aferre a su espalda ocultando mi cabeza en esta humedeciendo su ropa con mis lagrimas. —Perdóname Lee por no ser una gran amiga. —el no hablo pero escuche sus sollozos lo que hizo que me aferrara más a el.
Tsunade me había pedido ayuda para la operación de Lee. Eso significaba que el acepto la cirugía aun conociendo el riesgo, pero lo que no contaba todavía era que Tsunade investigo más sobre como ayudar a Lee y su 50% de posibilidad subió a 58% lo que me dio más fe para hacer ayudar a mi amigo.
Pero antes de eso ella me pidió que estuviera a su lado en la proclamación del la nueva Hokage.
Y aquí estamos, ella al frente de todos con el sombrero Hokage y yo a su lado vistiendo un kimono color azul cielo y con una sonrisa falsa a ser amenazada con usar este estupido kimono que no me deja respirar y este peinado versión Tenten 2.0, para que todos no pensaran mal de la nieta del segundo.
Incluso ahora todos los aldeanos me tratan con más respeto al ser no solo la nieta del segundo Hokage y sobrina-nieta del primero sino porque mi tia-prima es la actual Hokage. Lo que no me esta gustando es ver como todos mis amigos me miran con una sonrisa burlona al ver mi expresión de 'acaben con mi sufrimiento".
—A partir de hoy debo proteger Konoha. —se quito el sombrero Hokage. —Porque soy el quinto Hokage. —los gritos no tardaron en hacerse presentes, así que aproveche y di un salto cayendo justo al frente de todos.
—Ninguna palabra. —les señale con el dedo a todos mis amigos con sus senseis quienes se estaban aguantando la risa. —Nadie puede llevarle la contraria a Tsunade. —me comencé a desaser mi peinado de dos rangos así como Tenten.
—Te mirabas bien. —fulminó a Naruto con la vista.
—Mejor me ire antes de que me vean aquí o más bien antes de que Tsunade me grite. —dicho eso pase por sus lados caminando con sigilo de no ser vista.
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