Al despertar me froté los ojos, y estiré los brazos. Isabella seguia a mi lado, dió un ronquito seguido de un quejido, encontré aquello como adorable.

- Isa - La moví un poco, pero no funcionó - ¡Isabella Margarita Rojas madrigal despierta!

Al fin abrió los ojos y me empujó haciendo que me cayera de la cama. Ella me preguntó si estaba bien entre risas.

- Duermes como oso en invernacion - Dije mientras me ponia de pie

- Y tu pareces un leon que peleó por un trozo de carne, cabellera rebelde

- Pues lo siento señorita "Cabello de ensueño" ¿Cómo le haces para que amanezcas asi?

- Créeme, no es tan fácil como parece

También se levantó, acomodó su vestido y se miró al espejo peinando su larga cabellera con sus dedos.

- ¿Y qué harás hoy?

- Ayudaré a tu mamá con los cultivos de café, después acompañaré a Dolores a... Un lugar

- Entiendo, información secreta, no te preocupes. Pues yo tengo el día libre así que aprovecharé para acompañar un rato a Bruno, a veces quiere que le ayude a montar sus ratonovelas y dale ideas

- Mirabel también le ayuda con eso

- Si ,pero últimamente ellos se han comportado un tanto raro, como si trataran de evitarse. Pero en fin

- ¿Y en la noche estaras ocupado?

Noté en su tono de voz algo de desesperación, como si tuviera necesidad de que la acompañara.

- No, de hecho no, si quieres que nos veamos más tarde esta bien, tu me acompañaste y ahora es mi turno

- Gracias. Ok, debo irme, ya casi es hora del desayuno

- Está bien te veré más tarde

En cuanto salió de la habitación, me miré al espejo, tenía un tenue color rojo en mis mejillas, mis palmas sudaban y mi corazón estaba acelerado. No  quise creer que ella era la responsable de aquello.

[...]

- Entonces ¿Le pondrás más azul a esto? - Bruno me mostró un escenario que yo acababa de pintar - Siento que lo sobrecargaste de pintura en algunas partes

- Confía en mi, se verá muy bacano

- Ok, confiaré en ti

- Por cierto ¿Por qué Mirabel ya no te ayuda con esto? Digo, ella siempre estaba aquí haciéndole los vestuarios a las ratas, llámame loco, pero siento que se están evitando mutuamente

Él soltó un suspiro y se recargó en el respaldo de su sofá - Es complicado

- ¿Tuvieron un desacuerdo?

- Algo asi - Musitó en un tono bastante triste

Ok, aquí hay algo mal - Así como puedes confiar en mi con los escenarios también puedes confiar en mi para todo lo demás, así que dime ¿Qué sucedió entre ustedes?

- Promete que nos se lo vas a decir a nadie

- Prometido - Levanté mi mano en juramento

- Le dije que no podíamos ser más una pareja

Ok, en definitiva eso no me lo esperaba

- ¿Qué, ella y tu... No me la creo

- Se que esto es algo... Incorrecto, pero la amo

- No los voy a juzgar ni nada por el estilo, pero debo de decir que esto es un tanto delicado y la familia no lo tomará muy bien sobre todo si tu eres...

- Anda, dilo, soy viejo y ella tiene toda una vida por delante y no es justo que le robe su juventud

- ¿Y no vas a intentar algo más, dejaras de lado tus sentimientos por Mirabel?

- Lo mejor es actuar como lo que somos tío y sobrina

- Pues no me imagino tener que vivir eso

Él me miró y eso me extrañó.

- ¿Qué pasa, por qué me miras así?

Buscó algo en un cajón al darse la media vuelta noté que era una visión - ¿Recuerdas a la chica que sería muy importante para ti?

- Si ¿Acaso en esa visión...

- Exacto, aquí se muestra quién es - Dicho esto me mostró

- ¿I-Isabela?

Después dijo algo que nunca pensé escuchar y que me generó muchas dudas.

- Ustedes están destinados