Narra Lucy

Escucho la alarma para levantarme, pero no me interesa, así que la apago. Pienso en dormir 5 minutos más, pero quien diría que esos 5 minutos se convertirían en una hora y media. Y bueno acá estoy llegando tarde al instituto, otra vez

-Ay que estúpida que soy!!!- grito desesperada

Me apuro, me pongo unos jeans oscuros y una remera de mi anime favorito, si me encanta el anime y para mi es muy común llevar la cara de un personaje en mi pecho. Salgo rapidísimo de mi casa, al llegar al instituto, me adentro a mi salón y ya escucho que me abuchean como siempre.

-Miren llego la friki- se ríe

-Mira que ridícula esta vestida- sigo caminando a mi asiento como sino uniera escuchado nada.

Saludo a mis "supuestas amigas" y voy directo a mi lugar.  Ya se pensarán porque "supuestas amigas", es fácil, ellas no me quieren solo se burlan de mi y se aprovechan cuando pueden. Luego de que pasar esas 4 horas de clase,  es hora de retirarme, pero me parece extraño que no se allán burlado de mi otra vez y esto me da un mal presentimiento. Ya todos habían salido del salón, quedaba yo sola, como siempre. Termino de juntar mis útiles y me dirijo hacia la puerta.

-¿Que mierda? -Dirijo mi mirada hacia las paredes y veo mis cosas todas escritas, todo arruinado.

-Hasta que apareciste friki- apretó mis puños y pregunto:

-¿Quien fue?- nadie responde

-Repito ¿quien fue?- ya una lágrima saliendo de mis ojos

Se acerca alguien y me dice en el oído
-Creíste que tenías amigos- me dice en un susurro- pues no tus queridas cosas me las trajo tu amiguita querida- ella señala a alguien y yo dirijo mi mirada hacia aquellas personas.

Veo a mis supuestas amigas con decepción, y ninguna de ellas me dirigen la mirada, tan cobardes son. Trato de contener mis lágrimas pero no puedo y lo único que escucho son risas tras risas.

-Así que la friki llora- dice entre risas- Además de vestirse ridículo, llora ¿ que más podes hacer?- ya no lo soportaba más- A espera me acordé te tu aspecto, será que estas gorda jajajaja- no me aguante más y le respondí

-Aunque sea no soy una lanzada como vos- frunce el ceño- Una fácil como vos, una idiota como vos, a y me acordé una PUTA como vos- agarró mis cosas lista y decidida a irme.

- ¿A donde vas estúpida?- me grita

No le presto atención y salgo corriendo de ahí. Llego a mi casa, entro y cierro la puerta rápidamente me dirijo hacia mi habitación. Entro y me largo a llorar, no aguantaba más esto, solo quería desaparecer dejar de existir,  ya no quería sufrir.
En lo único que pienso es en lastimarme, así que dirijo mi mirada hacia la mesita del al lado de mi cama, abro el cajón y saco el cuter y lo empiezo a desarmar. Estoy lista para cortarme, otra vez más. Una vez prometí no lastimarme más pero parece que no puedo cumplirlo.

Y me corte, y está vez no dolió, solo se que fue un error, un error que no puedo arreglar. Y así estuve toda la noche, corte tras corte mientras lloraba en silencio.

A la mañana siguiente me levante muy adolorida, diriji mi mirada hacia mis piernas todas ensangrentadas y luego hacia las sábanas llenas de sangre, rápidamente me levante con dolor. Luego de cambiar las sábanas, me fui a dar una ducha, después vende mis piernas y brazos para cubrirlas y decidí no ir a clases, ya que era el último día, prefiri pasarla tranquila en mi casa sola como siempre.

Holanda soy yazmin quería decirles que soy nueva en esto de escribir, quería cambiar un poco las cosas. Así que gracias por leer el capítulo y espero que les allá gustado