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Capítulo 10: El festival deportivo de UA

☠ Kozlov Ayami.

Estuve inquieta toda la semana previa al inicio del festival cultural, no sabía si eso era bueno o malo. Me aseguraba de comer bien y entrenar mi resistencia y agilidad, que eran mi gran punto fuerte, porque realmente mi quirk no lo ocupaba mucho más que para situaciones puntuales.

Había sido responsable con la recuperación de mi cuerpo, así que me encontraba lista para darlo todo de mí. No tenía ninguna lesión y estaba confiada en que mi régimen de alimentación había sido el adecuado. Fueron semanas atareadas, pues volví a clases y también al trabajo, y en ninguna parte me daban la oportunidad de descansar. Las noches nunca se me habían hecho tan cortas y durante el almuerzo me solía dedicar a dormir después de comer.

El incidente en USJ con aquellos villanos parecía un sueño, pues mi preocupación principal era el festival deportivo. Debía resaltar entre todos mis compañeros para así obtener la oferta de prácticas que estaba buscando y que deseaba desde antes de entrar a UA.

En el día del festival me levanté como un resorte más temprano que todos los demás. Me bañé y desayuné contundentemente. Me despedí de Dai-san, quién era la única que andaba despierta a esa hora. Me deseó buena suerte y me dijo que me estarían viendo por la tele del comedor. 

Me fui pedaleando tranquilamente hacia UA, pues tenía tiempo de sobra. A la entrada, ya había muchos periodistas preparándose para entrar.

—¡Todavía no comienza la inspección de maletas, así que manténganse atrás, por favor!

Había una cantidad notable de héroes rondando por ahí. Tenía sentido que le pusieran tanta atención a la seguridad, tomando en cuenta lo que había sucedido en USJ y cómo los villanos habían logrado burlar la seguridad de la UA.

Cuando estacioné mi bicicleta, me llegó un mensaje al celular que me dejó la sangre helada.

Número Desconocido

Buena suerte en el festival deportivo, traidora. Te estaremos viendo. Te queda muy bien fingir que eres una heroína.

07:34hrs.

Traidora...

Era un número desconocido. Ignoré el mensaje, barajando todas las posibilidades de quién podría llamarme traidora y por qué. Cabía la pequeña posibilidad de que fuera algún error o alguna broma estúpida, pero sabía que, en realidad, existían muchas personas que tendrían razón en llamarme traidora.

Suspiré, echándome el cabello hacia atrás con ambas manos, diciéndome a mí misma que no sacaba nada con preocuparme con eso, porque de todas formas no hallaría a la persona detrás del mensaje ni la razón de por qué me lo enviaron justo en ese momento.

¿Estarán intentando intimidarme o algo?, pensé, entrando a UA. Bueno, ya los intimidaré yo con mi actuación de hoy.

A pesar de que una parte de mí había decidido no seguir pensando en aquel mensaje, para mi otra parte le fue imposible dejar de pensar en aquello. Deducía fácilmente que cualquiera que hubiera entrado a internet durante las últimas tres semanas tenía conocimiento de mi rostro y que estaba en UA, pues mostraban fotos nuestras como curso saliendo de la USJ...

Espera, yo no salí en esas fotos porque a mí me sacaron antes para llevarme a una ambulancia... Ni yo ni Midoriya salimos en esas fotos porque estábamos en camilla rumbo al hospital...

—¡Kozlov! ¡¿Estás emocionada por el día de hoy?!

Tuve que disimular mi rostro de sorpresa ante Sero y Kaminari. Sacudí mi cabeza y pasé de largo a mi asiento.

—Sí, estoy emocionada, claro.

Nadie que tenga el derecho de llamarme traidora sabe que estoy en UA, porque precisamente ser alumna de UA me hace traidora para algunos. Así que, ¿quién lo sabe y cómo fue que se enteró? ¿Y cómo consiguió mi número celular?

—¿Eso es todo? —preguntó Kaminari, sentándose en mi mesa.

Me sudaban las manos y se me apretó el estómago.

¿Quién me mandó este mensaje?

—Es todo... anoche no pude dormir bien, pero de seguro que cuando empecemos con la primera prueba me despierto del todo.

—Te ves... enferma —comentó Sero.

—Ya... debería ir a lavarme la cara, quizás despierto con eso.

Me puse de pie rápidamente y salí de la sala casi trotando. Faltaba poco para que dieran las 07:30hrs, el festival comenzaba en una hora más.

Había poca gente en los baños. Me acerqué a un lavamanos, me saqué el parche del ojo y me enjuagué la cara varias veces. Por alguna razón, seguía muy nerviosa. El hecho de no saber quién estaba detrás de ese mensaje era lo que me tenía los pelos de punta, si tan solo hubiese podido relacionar esas palabras con un rostro conocido...

Me sequé la cara y me volví a poner el parche sobre mi ojo izquierdo. Me miré al espejo y fruncí el ceño, como desafiándome a mí misma.

Sea quién sea, será esa persona la que acabe con miedo de haberme enviado ese mensaje. Hoy debo hacer las cosas bien, por muchas razones.

Salí del baño y de camino al salón Bakugou me detuvo. Estaba apoyado en una de paredes del pasillo y en cuanto me vio aparecer por la esquina se paró derecho. Puse mi ojo en blanco.

—¿Qué quieres?

—Tenías razón —dijo.

—Todos tenemos razón cuando decimos que eres un insoportable de mierda, ¿a qué quieres llegar?

No pareció afectado por mis palabras y eso me pareció extraño. Sus ojos rojos estaban clavados en mí, pero no parecían estarme mirando realmente.

—Tenías razón cuando en secundaria dijiste que podías vencerme —admitió. Vi sus dos manos apretarse en puños y finalmente sus ojos se aclararon, mirándome de verdad—. Pero ya no estamos en la secundaria y hoy te voy a ganar. A ti, al maldito de Deku y al bastardo de hielo.

—Haz lo que quieras —dije, volviendo a caminar hacia el salón—. Tú no eres mi objetivo, así que no me importa. —Llegué a su lado y le toqué un hombro. —Pero es bueno que hayas podido reconocer la diferencia entre nuestras habilidades.

Cuando volví al salón, ya estaban todos, solo faltábamos Bakugou y yo.

—¿Ya te estabas metiendo en problemas? —me preguntó Kaminari cuando fui a sentarme.

—Fue él quién me habló primero —gruñí, sentándome.

Al poco rato entró Bakugou junto a Aizawa, que seguía con el rostro exageradamente vendado.

—Buenos días, espero que se hayan preparado bien para el día de hoy. Recuerden que esta será su primera y gran oportunidad para su futuro laboral como héroes, así que esfuércense al máximo, confío en que pondrán todo su empeño en el festival deportivo de hoy. Ahora deben ir a cambiarse de ropa. De su traje de héroes solamente podrán usar sus zapatos, por lo demás, deben usar el uniforme de educación física de la escuela.

De inmediato se escucharon quejas:

—¿Quéeee? ¿Y eso por qué, sensei?

—¡Y yo que tenía tantas ganas de usar mi traje!

—¡Silencio! Es para que todos compitan en igualdad de condiciones.

—No es mi culpa que hayan tontos que no sepan mandar a hacer trajes que les beneficien —alegué.

—¡Cierto, cierto! —me apoyaron algunos.

—¡Tú incorporaste manoplas a tu traje! —chilló Mineta apuntándome con su dedo índice.

—Te voy a cortar las manos y haré que te las comas —dije inclinándome sobre mi escritorio en dirección a él mirándolo tan fijamente como pude. Su expresión de horror se mostró en seguida y dejó de apuntarme.

Escuché la risa ahogada de Sero y chocamos los cinco por debajo de mi pupitre.

—¡Sensei, ¿escuchó lo que me dijo Kozlov?! —gritó Mineta, casi subiéndose a su mesa.

—Yo no dije nada.

—¡Dejen de pelear! Dios —suspiró Aizawa—, debí tomarme la licencia que me dijo el doctor... —se le escuchó susurrar—. Vayan a cambiarse de ropa y luego vayan a la sala de espera A, quiero que a las 08:00hrs estén todos ahí. Luego se les darán más instrucciones.


❀ Kuroka Hanako

—Oh, así que te quedaron cicatrices —comenté en voz baja, mirando las muñecas de Kozlov, justo dónde el enemigo la había agarrado ese día en la USJ.

Mientras estábamos en el camarín de chicas para cambiarnos de ropa, me había acercado a ella para preguntarle cómo estaba. Al principio me había mirado con un gesto de confusión, pero luego se acercaron las demás chicas también y ante nuestras miradas curiosas y preocupadas, accedió de mala gana a mostrarnos. Kozlov se terminó sacando la blusa, quedando en sujetador deportivo y puso sus muñecas a la altura de su pecho. Habían quedado marcas notorias en su piel.

—Sí, pero mis huesos están bien, así que no importa.

—¿No importa...? —solté despacio, agarrando sus muñecas con mis manos.

No me extrañaba que no le importase. Nunca lo habíamos comentado con las demás chicas, pero Kozlov tenía una gran cantidad de cicatrices en todo su cuerpo. En la espalda, hombros, bíceps, estómago, muslos. Y sus nudillos siempre los tenía con heridas. En su rostro también tenía cierta variedad de cicatrices, por no hablar del parche que tapaba su ojo izquierdo. A veces me preguntaba si realmente había un ojo bajo ese parche o no.

Todavía sujetando sus muñecas, moví mis pulgares como si le hiciera cariño. Kozlov retiró sus muñecas con una mueca extraña.

—¡Oh, lo siento! Soy muy confianzuda con este tipo de cosas —dije rápidamente.

—Lo noto.

Me dio la espalda para seguir cambiándose de ropa, entonces pude ver con claridad lo que en anteriores ocasiones solamente podía ver de reojo: un tatuaje de halcón con sus alas extendidas. Era un tatuaje bastante grande, cubría dos tercios de su espalda superior y las alas del halcón llegaban hasta sus hombros.

Nuevamente entré en un trance y me quedé viendo su espalda.

Su piel es muy fina, cada vez que se mueve puedo ver sus músculos trabajando... tiene los músculos de su espalda muy bien definidos... wow.

—Oye, ve a cambiarte —Jiro me tocó el hombro.

—Ah —sentí que mis orejas se pusieron rojas—, cierto, perdón.

—Ayami-chan —le habló Tsuyu-chan—, siento la pregunta tan directa a pesar de que no somos cercanas... ¿a qué edad te hiciste ese tatuaje?

¡Gracias, Tsuyu-chan!

Debía estar concentrada cambiándome de ropa, pero solo me quedé en silencio y de pie esperando a escuchar la respuesta de Kozlov.

—Oh, ¿esto? Me lo hice cuando cumplí 15, fue un regalo. Míralo, es tremendo y está bien hecho, nunca habría podido pagar por un trabajo así.

Parecía muy feliz por su tatuaje. El rostro incómodo que había puesto cuando yo le había acariciado las muñecas se había esfumado por completo.

—Pero un tatuaje a esta edad... ¿sus padres no le dijeron nada? —preguntó Yaomomo preocupada.

Kozlov terminó de abrocharse sus zapatillas y caminó a la puerta de salida.

—No tengo.

Salió de los camarines y dejó todo en un profundo silencio.

—Hice una pregunta terrible sin darme cuenta —dijo Yaomomo, poniéndose pálida en menos de un segundo—. Debo disculparme...

—No hiciste esa pregunta por insensible, Yaomomo —le dije mientras me desabrochaba la blusa—,  no tenías cómo saberlo. No te sientas mal.

—Kuroka tiene razón —me apoyó Jiro, que ya tenía su uniforme de educación física puesto—. Puedes pedirle disculpas si quieres, claro, pero no es como si lo hubieras hecho a propósito.

Ninguna palabra que pudimos haberle dicho a Yaomomo la hizo cambiar de parecer. Cuando llegamos a la sala de espera, ya estaban todos los demás ahí. Iida andaba dando vueltas por la sala preguntándole a todo mundo si ya estaba listo, puesto que faltaba poco para salir.

—¡Chicas! —dijo, yendo hacia nosotras en cuanto nos vio entrar— ¡¿Por qué tardaron tanto?!

—Iida, no nos contagies tu nerviosismo —pedí—. Estamos bien de tiempo, ¿no? No pasa nada entonces.

—Las chicas siempre se tardan mucho cambiándose de ropa porque les preocupa no verse lindas para los demás, Iida, se nota que no entiendes para nada el corazón femenino —suspiró Mineta.

Kozlov lo agarró de los pies y lo lanzó hacia arriba. El cabello de Mienta se pegó al techo, provocando que el mismo Mineta quedara colgando.

—Qué fea te quedó la decoración de la sala —dijo Sero.

—Mejórala entonces —respondió Kozlov sonriendo con malicia.

Sero apuntó su codo hacia Mineta y lo enrolló con su cinta, callando los gritos y llantos de Mineta. Debía reconocer que me daba un poco de pena, pero se lo merecía por andar haciendo comentarios tan molestos.

—Parece una piñata, ¿no deberíamos golpearla para ver si salen dulces? —sonrió Jiro.

—Me vendrían bien unos dulces antes del festival. Oye, Yaoyorozu, ¿puedes crear un bate para nosotros?

Yaomomo se puso aún más pálida ante la petición de Kozlov.

—P-pero... no creo que... sea... correc- —Kozlov la miró con una ceja alzada. —Sí, Kozlov-san. —Y de su mano salió un bate de béisbol.

Yaomomo, no tienes que actuar así solamente porque te sientes culpable...

Kozlov agarró el bate y se puso en posición de golpear a Mineta, que seguía colgando del techo gracias a su cabello y envuelto en cinta. Kozlov se puso en posición para golpear.

—¡Deténgase! ¡Este es un comportamiento impensable para alumnos de UA! —saltó Iida, que parecía ser el único en desacuerdo con que se utilizara a Mineta de piñata— ¡Sí, es cierto que Mineta-kun es desagradable y hace cosas horribles, pero ningún conflicto se resuelve con violencia!

—No quiero resolver nada, solo quiero golpearlo —gruñó Kozlov.

Como era de esperarse, Kozlov no hizo caso a las palabras de Iida, pero antes de que pudiera golpear a Mineta, la puerta de la sala de espera se abrió y en un solo segundo Aizawa-sensei utilizó sus vendas para quitarle el bate a Kozlov y bajar a Mineta del techo.

—¿Qué planeabas hacerle a tu compañero, Kozlov? —preguntó Aizawa-sensei.

—Romperle la columna.

—¡¿Ya vio, Aizawa-sensei?! —lloriqueó Mineta, abrazándose a las rodillas de nuestro profesor— ¡Me quiere matar! ¡Estoy conviviendo con mi futura asesina, ya no lo aguanto!

—Mineta-chan estaba haciendo comentarios desagradables sobre nosotras, Aizawa-sensei —le comunicó Tsuyu-chan.

Todos los demás asentimos.

Aizawa-sensei suspiró y se sacudió a Mineta de encima con gesto molesto.

—Venía a ver si estaban listos, sabía que no debía quitarles el ojo de encima —murmuró, llevándose una mano al rostro—. Vayan a las puertas para que entren a la cancha dónde se hará la competencia. Por favor, recuerden que este es un gran paso para ustedes, así que no lo echen a perder y den todo de sí —nos dijo, casi como suplicándonos que nos comportáramos.

—¡Entendido, Aizawa-sensei! —le dijimos todos, pero él no pareció muy seguro.

Aizawa-sensei se fue y los demás nos ocupamos en comenzar a salir de la sala de espera, pero antes de que pudiéramos hacerlo...

—Midoriya.

Todoroki le habló a Midoriya y los demás giramos a ver.

Somos unos chismosos.

O quizás estábamos tan nerviosos por el festival que queríamos estar concentrados en otras cosas.

—¿Qué pasa, Todoroki-kun?

—Viendo esto objetivamente, soy más fuerte que tú.

—Eh... sí —asintió Midoriya, con carita de pena.

Dios, primero Bakugou y ahora este Todoroki, ¿por qué no lo dejan en paz?

—De todas formas All Might tiene la mirada puesta en ti. No trato de entrometerme en eso, pero te derrotaré.

—¿Oh? ¿El mejor de la clase está declarándole la guerra a Midoriya? —dijo Kaminari. Kozlov le dio un golpe en las costillas y el chico se rectificó en seguida: —¿El segundo mejor de la clase está declarándole la guerra...?

Kirishima fue hacia Midoriya y Todoroki con prisa.

—Oigan, ¿qué sucede? —Afirmó su mano sobre el hombro de Todoroki—¿Por qué estás buscando pelea? El festival ya está por comenzar, así que detente.

—No me importa, no vine aquí para hacer amigos —respondió Todoroki bruscamente, sacándose de encima la mano de Kirishima.

Todoroki se encaminó hacia la puerta de salida, pero las palabras de Midoriya lo detuvieron.

—Todoroki-kun, realmente no sé en qué estás pensando cuando vienes y dices que me derrotarás, siendo que ambos sabemos que eres mejor que yo...

—Ah, Midoriya, no hables de esa forma tan negativa... —Kirishima seguía intentando calmar las cosas.

—Pero —prosiguió Midoriya—, todos los estudiantes de los otros cursos están apuntando a lo más alto dando todo lo que tienen. No me permitiré quedarme atrás. Yo también daré todo de mí.

—¡Heyy, atención, audiencia! —se escuchó la voz de Present-Mic por los parlantes. El festival deportivo ya había comenzado.

—¡CHICOS, ESTAMOS ATRASADOS! —vociferó Iida.

Salimos todos corriendo de la sala, casi empujándonos los unos con los otros.

—¡¿Dónde queda la puerta para entrar a la arena?! —grité.

—¡Síganme! —nos indicó Iida. Se había puesto a sudar— ¡Esto es una vergüenza!

—¡Pongan mucha atención, medios masivos de comunicación, aquí les traemos lo que más les gusta! —continuó hablando Present-Mic por medio de los parlantes. Nosotros seguimos corriendo— ¡El festival deportivo de la UA con los estudiantes que tanto aman ya está empezando! Everybody, are you reaaadyyyy?! ¡Es hora de que entren los de primer año!

—¡No vamos a lograrlo! —gritó Kaminari. El pasillo para llegar a la arena era largo y oscuro. La luz parecía muy lejana a nosotros.

—¡No se rindan, chicos, esta será la primera impresión que tengan de nosotros! —gritó Iida, a la cabeza del grupo.

—¡Tengo las piernas muy cortas, que alguien me lleve! —lloró Mineta. —¡Ojiro, me voy a subir a tu cola!

—¡¿Qué?! ¡Oye, no!

Se produjo un horrible efecto dominó: Mineta se tiró hacia Ojiro, este perdió el equilibrio y cayó sobre Shoji, que consigo se llevó a Tsuyu-chan y Jiro, quienes a su vez botaron a Yaomomo y Kaminari...

No me di ni cuenta cuando Kirishima había caído sobre mí y fue suficiente un solo momento para que toda la clase 1-A nos transformáramos en una masa humana que rodaba por el pasillo. Llegamos a la arena y finalmente nos detuvimos (caímos al suelo).

—Ay, ay... ¡Siempre caes encima de mí! —le grité a Kirishima, que estaba tirado sobre mi estómago.

—Dios santo... chicos... —abrí los ojos de golpe al escuchar la voz de Aizawa-sensei.

No supe qué fue lo que más me cegó al momento de abrir los ojos luego de la caída: el sol, las luces de la cancha, o los flashes de las cámaras que acompañaban a los periodistas.

—Y... bueno... ¡Con ustedes, la clase 1-A del curso de héroes! —salieron fuegos artificiales como en una celebración, pero nadie nos estaba celebrando.

—¡De pie, compañeros, de pie! —chilló Iida. El pobrecito parecía estar a punto de llorar.

Kirishima me ayudó a ponerme de pie de un tirón.

—¡Quedamos como idiotas! —gruñó Bakugou.

—Creo que me voy a vomitar... —Kaminari estaba siendo sostenido por Kozlov y Sero.

Luego, el público estalló en carcajadas. Me encogí en mi lugar, casi escondiéndome detrás de Kirishima.

—¿Se están riendo CON nosotros, o se están riendo DE nosotros...? —preguntó Uraraka, jugando nerviosamente con sus manos. Tenía el rostro rojísimo.

—Obviamente se están riendo de nosotros —suspiró Kozlov—. Si me hubieran dejado romperle la espalda al enano asqueroso, nada de esto estaría pasando.

—¡No fue mi culpa! —se defendió Mineta— ¡¿Cómo iba a saber que Ojiro tenía tan poco equilibrio?!

—¡Me agarraste desprevenido!

—¡Silencio! —los mandó a callar Iida.

—Esperemos que nuestra clase 1-A nos pueda dar buenas actuaciones de ahora en adelante... Bueno, ahora, ¡la clase 1-B, también del curso de héroes! ¡Siguiendo, clases C, D, y E, del curso de estudios generales! ¡Clases F, G y H, del curso de apoyo! ¡Y las clases I, J y K del curso de negocios! ¡Todos los del primer año de UA están aquí!

Todas las demás clases tuvieron una presentación más digna que la de nosotros.

Nos hicieron reunirnos a todos en el centro de la cancha. Por supuesto, todas las otras clases no dejaban de hacernos burla. Kirishima y Sero hacían su mejor esfuerzo para no dejar que Bakugou fuera y se pusiera a pelear con algún estudiante.

—¡Orden, es hora de la promesa de jugadores!

Midnight estaba de pie frente a nosotros, con su traje de heroína y una fusta en mano.

—¿Era necesaria la fusta...?

—¡100% necesaria! —gritó Kaminari.

—Así que ya estás mejor, bastardo. —Kozlov soltó a Kaminari, quién cayó al suelo. —Sigues tan mareado como para no poder caminar por tu cuenta pero sí para ser un pajero, ¿debería hacerte lo mismo que al enano asqueroso?

—¡Llamo a Bakugou Katsuki como representante de los estudiantes de la clase 1-A! —exclamó Midnight.

Bakugou se hizo espacio entre nosotros y caminó hacia el escenario. Me percaté de que tenía un poco de pasto en el pelo, producto de haber rodado en la cancha. Me adelanté hacia él y pasé mi mano por su pelo, sacándole el pasto.

—¡No te pongas nervioso, amigo! —dije, y le di un golpecito en el hombro para disimular.

Le mostré el pasto que le había sacado del pelo y lo escuché gruñir desde el fondo de su garganta. Reanudó su caminar hacia el escenario y respiré más tranquila.

Había un micrófono en el escenario y Midnight lo posicionó delante de Bakugou. Tomó un respiro bien hondo y dijo:

—Prometo que seré el número uno.

Los abucheos no se hicieron esperar, pero Bakugou no se vio afectado en lo más mínimo. Los insultos que se escuchaban no solamente iban dirigidos hacia Bakugou, también hacia toda nuestra clase.

—¡Bakugou nos puso en una situación incluso peor a la que estábamos antes!

Bakugou miró a todo el conjunto de clases. Levantó su dedo pulgar y lo pasó por el grueso de su cuello.

—Espero que al menos puedan servirme como peldaños para llegar a la cima, basuras.

Dicho eso, Bakugou se bajó del escenario y volvió con nosotros.

—Debí dejar que subieras con el pasto en el pelo —suspiré.

—Nunca te pedí que me lo sacaras.

—¡Bien, con eso podemos seguir! —habló Midnight. Una pantalla gigante se posicionó detrás de ella—. ¡Y nuestro siguiente evento es... carrera de obstáculos! ¡Esta carrera se hará en la periferia de este estadio, de casi cuatro kilómetros! —Midnight se pasó la lengua por los labios de una forma muy sugerente— ¡La ventaja de nuestra escuela es nuestra libertad! ¡Mientras se mantengan dentro del circuito, todo lo que hagan está bien!

—Espera Midnight, no digas eso —se escuchó la voz de Aizawa-sensei por los parlantes—. Kozlov, Bakugou, asesinar no está permitido así que no le hagan caso a Midnight.

—HAHAHAHAHAAAA!! ¡Qué bromista, Aizawa! ¡No sabía que tus alumnos podían sacar ese lado tuyo! —Aizawa quedó en completo silencio y se volvió a escuchar la voz de Present-Mic— Wait, brother, ¿estabas bromando, verdad?

—Aizawa no confía en nosotros —suspiró Kozlov, que ya estaba haciendo estiramientos.

—Me pregunto por qué será —respondió Kaminari, que la imitaba en todos los estiramientos que ella hacía.

Por mi parte, me puse a hacer los estiramientos que me había enseñado mi hermano mayor, quién había sido el encargado de ayudarme a entrenar para el festival deportivo.

Una vez estuvimos todos en la línea de partida, comenzó la cuenta regresiva. La puerta hacia la pista de carreras era demasiado estrecha. Desde el mismo inicio UA nos estaba poniendo las cosas difíciles.

—¡COMIENCEN!

Fui llevada por la corriente y apretujada entre los participantes. La gente no dejaba de moverse de allá para acá, desesperada por traspasar la angosta puerta.

Pronto, una gruesa capa de hielo se hizo presente en el suelo y la puerta. Todoroki había sido el primero en adelantarse, pero lo que había hecho me servía, puesto que gracias a eso casi todos se habían quedado congelados en sus lugares y ya no estaba siendo apretujada por la multitud.

Me agaché y formé una pequeña llamarada con mis manos, derritiendo el hielo poco a poco. Mientras estaba en eso, vi a Kozlov saltar de una persona sobre otra, llegando pronto a la delantera de la carrera. Luego, gritos y olor a quemado. Solamente necesité ver unas llamaradas negras para darme cuenta de que Hogoko no había tomado en cuenta la potencia de su poder y que para deshacerse del hielo de Todoroki simplemente había dejado que su fuego negro saliera sin pensar en que podría quemar a los que estaban a su alrededor.

En el examen de admisión también tuvimos que pasar por una carrera de obstáculos, recordé, Hogoko ganó ese día, en segundo lugar estuvo ese chico calvo y en tercer lugar... Todoroki...

¿Por qué Todoroki y yo acabamos en la clase 1-A? ¿No debieron ser Hogoko y ese chico calvo?

Por fin pude derretir la gruesa capa de hielo que había estado aprisionando mis pies y salí corriendo. Todoroki había seguido congelando la pista, al menos 100 metros de ella. Afortunadamente, Hogoko, con su calor infernal lograba derretir parte del hielo de Todoroki, creando un camino seguro para transitar en él. Lo malo es que todos los que habían logrado salvarse de ser congelados al suelo por Todoroki estaban usando ese camino y no dejaban de empujarse entre ellos. Yo no pasaría por ahí.

Tendré que crear mi propio camino. 

Junté mis manos y me concentré. Formé un hurón de fuego que saltó frente a mí y comenzó a correr, derritiendo el hielo de Todoroki y formando un camino por el cual pudiera ser seguro correr.

—¡Bien!

Más adelante en el circuito había robots gigantes. Un buen número de ellos ya estaba derrotado en el suelo.

¿Tan detrás voy?

Un robot se lanzó contra mí, lo único que tuve que hacer fue esquivar y dejar que mi hurón de fuego se entrometiera entre sus circuitos y los quemara. No fue difícil.

Me detuve ante una especie de acantilado. Tenía pequeñas islas de tierra que estaban conectadas entre sí por cuerdas que se veían bastante resistentes.

Miré hacia atrás. A pesar de que estuviera atrás en la carrera, todavía quedaba gente detrás de mí.

Si quemo las cuerdas, me aseguraré de que haya menos competencia.

¡No, no! Lo importante es ganar, ¡no hacer perder a los demás!

Ese pensamiento fue reforzado al ver que ya había muchas cuerdas chamuscadas. De seguro Hogoko había pensado lo mismo que yo, pero él sí lo había hecho.

¡No seré como él! 

Apagué mi hurón de fuego y me froté las manos.

—Tendré que hacerlo a la antigua.

Me colgué de las cuerdas con manos y piernas, forzándome a mí misma a no mirar hacia abajo. Solamente debía ser rápida para que no seguir bajando de posición en la carrera.

Finalmente pude llegar al otro lado.

—¡¿Qué pasa con estos psicópatas?!

Casi me desmayo cuando vi que la última etapa de la carrera consistía en un sitio minado. Por todas partes podía ver estudiantes volando por los aires.

Midoriya era el único que no estaba avanzando. Con un gran pedazo de metal estaba haciendo hoyos en el suelo, encontrando las minas y agrupándolas en un solo lugar.

—¿Qué estás haciendo, Midoriya...? —vi las minas acumuladas. Explosiones. Se me ocurrió una idea— ¡Midoriya! ¡¿Quieres colaborar conmigo?!


☠ Kozlov Ayami.

A la cabeza iban Todoroki y un tipo alto, musculoso, de piel negra y cabello crespo, así que di por hecho que era un Kuroka, específicamente, Hogoko Kuroka; Kaminari me había hablado de él, al parecer no le tenía mucho aprecio a su prima, Hanako Kuroka, y había ido a intentar intimidarla un día durante el almuerzo.

Tanto Todoroki como Hogoko peleaban por el primer lugar a la vez que esquivaban las minas enterradas bajo tierra. Si bien podía activar mi quirk y simplemente adelantarlos, me arriesgaba a que los dos se fueran en contra de mí, lo que me llevaría a una situación en donde tuviera que esquivarlos a ellos y además esquivar las minas del suelo, así que por el momento me había contentado con estar en el tercer lugar. Me había fijado en que luego de pasar el campo minado, había un trecho que al parecer no tenía trampas. Sería en ese momento cuando llevaría mi quirk a su límite y los pasaría a los dos, quedando yo con el primer lugar al final de la carrera.

—¡No piensen que lo tendrán tan fácil, hijos de puta!

Bakugou hacía perfecto uso de su quirk: utilizaba sus explosiones para mantenerse en el aire sin necesidad de pisar el campo minado.

Me mantuve en silencio, comenzando a dudar de mi estrategia con la repentina aparición de ese desagradable.

—¡Eres el amigo de Hanako! —le gritó Hogoko al ver llegar a Bakugou.

—¡Ni siquiera sé quién es esa! —gritó Bakugou con una gran explosión final que lo elevó a los cielos y lo adelantó a en la relación a Todoroki y Hogoko.

Hogoko dio un gran salto hacia adelante y agarró a Bakugou por la pierna.

—¡No te hagas el tonto ahora!

De la mano de Kuroka salió una potente llamarada negra. El hijo de puta era poderoso. Bakugou gritó, no de dolor sino de rabia (en mi opinión, él era demasiado orgulloso como para emitir ruidos que indicaran que estaba sufriendo), le puso las manos en la cara a Kuroka y le lanzó explosiones una tras otra.

Kuroka y Bakugou cayeron al suelo justo sobre una mina y ambos salieron disparados hacia lados opuestos. Faltaba poco para llegar a la meta. 

Falta poco para que entre yo.

Comencé a ir más rápido, casi alcanzando a Todoroki.

Se escuchó una potente explosión. Desde el inicio del campo minado, Midoriya salió volando estando sobre un pedazo de metal. Kuroka Hanako estaba atada al pedazo de metal por medio de una cuerda que se encontraba enroscada en su cintura. Tenía una mina en las manos y Midoriya intercalaba la mirada entre ella y la línea final.

¡¿Qué planean esos dos?!

—¡Hanako! —gritó Hogoko, mirándola enfurecido.

—¡Ahora, Kuroka-san! —anunció Midoriya, mirando a su compañera de plan.

Habían perdido velocidad y ya iban en descenso.

Hanako lanzó la mina justo debajo del pedazo de metal dónde estaba montado Midoriya. Hanako apuntó con sus manos formando una pistola y disparó una bola de fuego que impactó contra la mina. La nueva explosión los elevó y les dio más velocidad.

Pasaron por encima de nuestras cabezas, por sobre los cuatro que íbamos en los primeros lugares.

—¡DEKU HIJO DE PUTA!

Bakugou dejó de pelear con Hogoko, y él hizo lo mismo. Bakugou puso sus ojos en Midoriya y Hogoko en Hanako.

Todoroki se adelantó y corrió hacia Hogoko, creó un iceberg en dónde lo encerró. Aprovechando que Bakugou estaba muy concentrado mirando con ojos de ira cómo Midoriya volaba por los cielos, le di tal patada en la cabeza que lo tiré al suelo.

Ni Todoroki ni yo perdimos tiempo y continuamos corriendo, sin quitarles la vista de encima a Midoriya y Hanako, que ya les faltaba poco para su inminente aterrizaje.

Hanako llevó sus manos hacia la cuerda que la mantenía amarrada al pedazo de metal y la quemó. Ella iba por un nivel debajo de Midoriya, así que fue la primera en caer. Aterrizó con ambos pies en el suelo, dio una vuelta de carnero y se paró rápidamente para seguir corriendo. La bastarda suertuda había caído justo cuando el campo minado ya se había terminado.

—¡AHHGGG!

Bakugou y Hogoko gritaban como posesos detrás de mí y Todoroki. No me hacía falta darme la vuelta para saber que Hogoko ya había derretido el maldito iceberg con el que Todoroki lo había encerrado; el calor de sus llamas negras me llegaba aún a la distancia a la que estábamos.

Con Todoroki finalmente salimos de la zona minada. Él ocupó de inmediato su quirk de hielo para deslizarse sin problemas y yo activé mi quirk de velocidad. Todoroki ni siquiera se estaba preocupando de congelar todo el camino para que yo no pasase. Estaba ocupando todo su esfuerzo para no quedar detrás de Midoriya, que recién había aterrizado y corría sin descanso alguno hacia la línea final.

Todoroki y yo sobrepasamos a Hanako, pero no pudimos sobrepasar a Midoriya.

—¡PRIMER LUGAR: MIDORIYA IZUKU! ¡De la clase 1-A, curso de héroes, mi geeeenteeee! ¡Después de lo lamentable que fue la presentación de esta clase, casi todos los primeros lugares le pertenecen a ellos! ¡Segundo lugar, Kozlov Ayami! ¡Tercer lugar, Todoroki Shouto! ¡Cuarto lugar, Bakugou Katsuki! ¡Quint...! Oh.

—¡Agh!

Volteé hacia la línea de meta. Hogoko estaba sobre Hanako, aplastándole la cabeza contra el suelo y una de sus rodillas sobre la espalda de ella.

—¡¿Qué haces!?

Antes de que pudiera acercarme, Bakugou fue dónde él y le explotó la cara con una de sus manos. Hogoko dejó de estar sobre Hanako. Bakugou tenía los ojos abiertos como platos, inyectados en sangre. Le corría un hilo de sangre por la sien gracias a la patada que yo le había dado antes, pero no parecía nada afectado por eso.

Hanako se sentó en el suelo y se quedó mirando a Hogoko. Su pecho subía y bajaba.

—¡Kuroka-san!

Midoriya corrió hacia ella y se agachó a su lado mientras le preguntaba si estaba bien.

—¡Ni siquiera estabas compitiendo por el primer lugar, maldita basura! —vociferó Bakugou. Hogoko se puso de pie y lo enfrentó— ¡¿Qué crees que estás haciendo aquí, si no estás peleando por el primer lugar?!

—¿A qué te refieres, Bakugou? —preguntó Todoroki.

De fondo escuchaba los gritos de Present-Mic, pero no le ponía atención a nada de lo que decía, porque la situación que se estaba desarrollando delante de mí me parecía más interesante.

—Hogoko pudo haber llegado antes que yo a la meta —habló Hanako con voz finita, abrazándose a sí misma por las costillas—, pero prefirió tirarse encima de mí... ¿por qué? 

—...quinto lugar... Kuroka Hanako... sexto lugar, Kuroka Hogoko... —se escuchó decir a Present-Mic.

—Te dije que te iba a aplastar, ¿no? —dijo Hogoko en dirección a Hanako, luego se aproximó hacia Bakugou y se inclinó ligeramente hacia él— La próxima vez no dejaré que me restriegues tu puto quirk por la cara. No te pongas en mi camino, idiota.

Hanako se puso de pie y Midoriya la siguió con la mirada con gesto de preocupación. No se veía ni un poco feliz luego de haber terminado en primer lugar la carrera de obstáculos.

—Dices que me vas a aplastar, pero la única forma en la que puedes hacer eso es físicamente porque soy más débil que tú. No haces más que perseguirme, el que está por detrás eres tú —masculló Hanako.

Gracias a que Hogoko la había tirado al suelo, ella se había rasmillado su cara contra la tierra. Su rostro, que normalmente se mostraba alegre, miraba con enojo a Hogoko.

—¡Suficiente! —Midnight llamó la atención— Se le informa al concursante Kuroka Hogoko que si vuelve a hacer algo por el estilo, será expulsado del festival. Ese no fue un movimiento para ganar la carrera ni para ganar ventaja, fue un movimiento para hacer daño a otra concursante; como escuela que está preparando a héroes, no permitiremos que esas acciones ocurran. ¿Entendido?

Hogoko chistó la lengua y se fue con su curso, que gran parte de él estaba reunido en la meta ya. Todos ellos nos miraban con distintos ojos a pesar de que antes de que comenzara el festival nos veían con ira. En ese momento, distinguí miradas de pena dirigidas a Hanako (Yaoyorozu había creado un pañuelo húmedo y le estaba limpiando la cara), miradas de odio hacia Bakugou y por último... alguien me estaba mirando a mí con gesto divertido.

Quién...

El corazón se me cayó a los pies y el mundo dio una vuelta.

De todos los lugares... tuve que encontrarte aquí...

Sus ojos verdes y llenos de maldad no habían cambiado con los años. Todavía usaba el cabello largo, le llegaba hasta la cadera y jugaba con un mechón enredado en uno de sus dedos, los cuales tenían largas garras negras.

Sonrió de lado y me saludó moviendo su otra mano. Estábamos muy lejos como para poder haber oído lo que salió de su boca, pero pude leer sus labios:

—Hola, adoptada.



n/a:

se agrega otro personaje a la trama!! se conoce con ayami desde antes o.o y parece que no se llevan muy bien~

desde ahora en adelante y para evitar confusiones, Kuroka Hogoko será Hogoko y Kuroka Hanako será Hanako. recordar que sus abuelos son hermanos y Hogoko deteeeeesta a Hanako 

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