Capítulo 06: Un buen inicio
❀ Kuroka Hanako.
En la sala de monitoreo podíamos ver la pelea de Kozlov vs Todoroki en una pantalla, y en otra, la pelea de Ojiro vs Shoji. Todos estábamos pendientes de la pelea de Kozlov vs Todoroki.
Me había quedado sin habla luego de ver que Todoroki seguía siendo capaz de luchar aún después de que Kozlov casi le reventara la cara a golpes con los antebrazos.
Al final de la pelea estaba con escalofríos viéndolos pelear con ese nivel de fuerza. Parecían osos fieros luchando por comida.
Qué bueno que no me tocó contra ninguno de ellos dos...
—Bueno chicos, sigamos con el siguiente combate. Los héroes serán... ¡el equipo H!
—Nosotros —dijo Tokoyami.
Me puse nerviosa al instante.
—Y los villanos serán... ¡el equipo J!
Sero y Kirishima.
Sero se ve muy ágil y Kirishima me da la impresión de un rinoceronte con su porte y su traje...
Tokoyami era delgado, y su traje no se veía como uno que estuviera pensado para las peleas cuerpo a cuerpo. Por mi parte, tampoco era buena en las peleas cuerpo a cuerpo, no soportaba bien los golpes y tampoco tenía una fuerza arrolladora en los brazos (mis piernas eran otro cuento, daba muy buenas patadas).
—Dark Shadow funciona muy bien en la oscuridad —me dijo Tokoyami, cuando estábamos frente al edificio dónde sería nuestro entrenamiento—. Me puede servir tanto de escudo como de arma, pero aún no puedo perfeccionarlo como escudo. Es de corto a mediano alcance.
—Mi fuego no es muy potente, pero puedo manejarlo muy bien incluso a la distancia, lo manipulo por completo. —Para demostrarlo, puse mis manos frente a Tokoyami en forma de cuenco y formé una mariposa que se alejó aleteando. —A pesar de que no puedo liberar mucho fuego, es difícil apagarlo.
—Bien. Los héroes contamos con la desventaja en esta prueba, tenemos que averiguar en qué sitio del edificio están e idear un plan de ataque.
—Si Dark Shadow trabaja bien en la oscuridad, entonces puedo quemar los circuitos eléctricos del edificio para asegurarnos de que las luces estarán apagadas, de esa forma todos los sectores que estén alejados de las ventanas serán nuestros.
—Suena bien.
Escuchamos el sonido que nos avisaba que el entrenamiento había dado inicio. Tokoyami entró al edificio unos pasos delante de mí con total precaución. A medida que nos íbamos adentrando en el lugar e íbamos siendo absorbidos por la oscuridad, el quirk de Tokoyami se fue manifestando.
—Debemos encontrarlos rápido, ojalá no se hayan ido al último piso como Ojiro y Kozlov.
—¿Deberíamos separarnos para buscar el lugar dónde están? —preguntó Tokoyami.
—Es cierto que no podemos perder mucho tiempo solamente buscándolos...
—Si nos topamos con ellos en un 2 vs 1, debemos evitar el combate y avisar al otro sobre la ubicación del enemigo.
—Está bien —accedí, comenzando a sudar.
Debo dejar de tenerle miedo al combate. Ahora tengo un objetivo que cumplir y no estoy sola, si me acobardo ahora, Tokoyami sufrirá las consecuencias de mis acciones.
Respiré profundo y subí al tercer piso, mientras que Tokoyami inspeccionó el segundo. Por el camino fui quemando todas las ampolletas con las que me pillaba, puesto que no tenía ni idea de dónde estaba la caja de control, hubiese sido mejor simplemente accionar la palanquita que le daba energía a todo el edificio.
—Kuroka —me habló Tokoyami por el dispositivo que tenía puesto en mi oreja—. Los encontré, están en la habitación 207.
—Voy.
Apresuré mi paso sin llegar a que mis pisadas fueran audibles. Tokoyami estaba frente a la puerta. Dark Shadow estaba en posición, listo para atacar.
—¿Iremos de frente? —le pregunté en un susurro a mi compañero.
Tokoyami pareció pensarlo.
—Por lo que vi del edificio desde afuera, las ventanas no se ven separadas de un piso a otro... Y según el plano, las habitaciones están alineadas... Puedo entrar desde el tercer piso hacia abajo por la ventana, eso los tomarán por sorpresa. ¿Puedes distraerlos con tu fuego? Yo entraré de golpe por la ventana, y ahí los acorralamos.
—Está bien.
Tokoyami se dirigió al tercer piso, una vez se hubo colocado en posición, me avisó por medio del auricular.
—Bien, empecemos con esto.
Comencé a deslizar gusanitos de fuego por debajo de la puerta, la cual se chamuscó un poco en su parte de abajo.
—Oye Kirishima, mira eso.
—¿Qué son?
—¿Cómo pretenden hacernos daño con es-...?
Escuché una ventana hacerse añicos.
—¡¿Tokoyami?!
Entré a la habitación y vi con desagrado que Tokoyami había quedado envuelto en las cintas de Sero, las cuales habían sido puestas por todo el lugar. Apenas se podía caminar en el lugar sin que las cintas se pusieran en el camino.
Pusieron muchas... demasiadas.
Casi haciendo malabares, logré moverme hasta posicionarme detrás de una de las cuatro columnas de cemento de la habitación. Esquivaba las cintas como si fuera la protagonista de una película de espías esquivando rayos láser.
—¡Oye, tú! —me gritó Kirishima, corriendo hacia mí.
—¡Cuidado, hombre! —lo reprendió Sero. Muy tarde, Kirishima había sido atrapado por las misma cintas de su compañero.
Sí, pusieron demasiadas cintas.
Volví a formar mariposas de fuego, que volaron hasta Tokoyami y quemaron las cintas que lo mantenían quieto.
—¡Ah, maldición! —chilló Kirishima, intentando quitarse de encima las cintas.
Tokoyami hizo las cintas a un lado con Dark Shadow, que estaba notablemente más pequeño que cuando habíamos estado caminando en la oscuridad de los pasillos con focos reventados.
Oh, cierto.
Hice quemar los focos de esa habitación con más mariposas de fuego y Dark Shadow se hizo ligeramente más grande. Mientras Dark Shadow se encargaba de hacer a un lado las cintas, Tokoyami fue acercándose la bomba nuclear.
—¡No! —Sero enrolló una cinta alrededor de la cadera de Tokoyami.
—¡Déjalo! —envié otra mariposa de fuego en ayuda de Tokoyami.
—¡Déjalo tú! —me gritó Kirishima, abalanzándose sobre mí, aún con las cintas de Sero en su cuerpo. Le limitaban un poco sus movimientos, pero ya no tanto, además de que tenía su quirk activado y su piel se veía dura como la roca. Si me llegaba a asestar un solo golpe... me dolería muchísimo.
Mientras esquivaba los golpes de Kirishima (los cuales tenían un ritmo bastante lento, se lo adjudicaba a que el pobre estaba envuelto en la cinta de su compañero), iba creando más mariposas de fuego que enviaba en ayuda de Tokoyami, para que no fuera capturado por Sero, quién seguía incansablemente intentando agarrar a Tokoyami por medio de la cinta que salía de sus codos. Sero no se movía de su lugar, quizás temeroso de acabar envuelto en la trampa de su propio quirk.
Tokoyami finalmente llegó hasta la bomba nuclear, declarando nuestra victoria, pero había algo que no me cuadraba. Kirishima tenía muy mala cara y Sero se veía como impotente.
Como que fue muy fácil, ¿no?
Nos dirigimos de vuelta hacia la sala de monitoreo, pero entre los cuatro había un aura que no supe descifrar. No podía sentirme bien por la victoria y me estaba desesperando.
Cuando llegamos a la sala de monitoreo, hasta All Might tenía una cara rara.
—Bien, ¿alguien quiere hacer un comentario respecto a este combate?
Nadie se sorprendió de ver que Yaomomo levantó su mano a la velocidad de la luz.
—Sí, sensei. Ambos grupos tuvieron un buen trabajo en equipo, sin embargo, el plan del equipo de los villanos estuvo mal calculado. En un afán de poner a salvo el bomba nuclear de las manos de los héroes, Sero-san y Kirishima-san terminaron entorpeciendo su propio camino. Y además... Kirishima-san no dio una buena pelea.
Kirishima suspiró con aire medio culpable y lo miré con una ceja levantada. Él subió un poco su cabeza y me miró de soslayo.
—Es que no pude... Mi quirk es tan bruto y... Kuroka se ve tan frágil.
Sentí que se me partía el pecho. —¿Qué dijiste? —pregunté, casi ahogada.
—Joven Kirishima, como tu educador es mi deber decirte que no debes mirar así a tu compañera.
—Es que... no es masculino que un chico pelee contra una chica, ¿verdad? —dijo Kirishima, sin sonar muy seguro de sus palabras. Para colmo, estaba evitando mi mirada.
La sangre me hirvió y por un segundo pensé que mi cuerpo entero se prendería en fuego. Caminé hacia él y le di un pisotón que lo hizo quejarse.
—¡Jovencita Kuroka!
—¡¿Y qué vas a hacer cuando te enfrentes con una villana entonces?! —le grité. —¡¿Dejarla ir porque es una chica frágil?!
¿Entonces Tokoyami y yo solamente ganamos porque Kirishima me estaba mirando en menos?
Kirishima no me respondió y yo estuve de mal humor por el resto de la clase.
—¡Bien! Queda un solo equipo que no ha participado, y ahora otro equipo volverá a participar —dijo All Might una vez que casi todos los combates habían terminado, solamente faltaba un equipo, que era el de Tsuyu-chan y Hagakure. —En vez de ocupar los equipos armados al principio, haré un equipo con los nombres de las personas que están aquí, obviando a sus compañeros que están en la enfermería. —Y el primer integrante de este grupo es... el... el joven Bakugou... Uhm... el segundo integrante es... ay —la cara de All Might se descompuso—, la jovencita Kuroka...
Aquel no era mi día de suerte.
—Ugh, solamente acabemos pronto con esto —bufé, comenzando a caminar hacia el maldito edificio.
Esta vez me toca ser villana...
—¿Y bien? ¿Dónde te parece que pongamos la bomba nuclear?
Bakugou no me respondió. Toda su actitud petulante que había estado permanentemente demostrando había desaparecido desde que había perdido contra Midoriya y Uraraka.
—Oye, no lo haré todo sola. Ya que estás con esos ánimos, pongámonos en el primer piso, que nos encuentren pronto y acabemos rápido.
Pusimos la bomba de papel maché en el centro de la habitación y nos pusimos de pie a cada lado del objeto.
Miré a Bakugou: sus cejas estaban fruncidas de tal forma que le daba un aspecto lastimero.
—¿Qué te pasa? ¿Estás arrepentido de lo que hiciste?
—No.
—¿Qué? ¿Cómo que no?
—No me hables.
—Si no estás arrepentido, ¿entonces por qué tienes esa cara?
—¡Cállate! —gritó, por fin subiendo la vista e irguiéndose en su lugar. Era más alto que yo por media cabeza o un poco menos. —Ya te dije que no me hables.
—¿Tengo cara de que me importe lo que dices? —Sonó el timbre que indicaba el inicio del combate. —Eres insoportable. Deberíamos hacer una estrategia al menos —murmuré, comenzando a hacer mis mariposas de fuego, las cuales se pusieron a volar alrededor del arma.
Luego de haber creado al menos unas 20 mariposas, puse una enredadera de fuego alrededor de la bomba nuclear. Si Hagakure conseguía despistarnos a Bakugou y a mí con su invisibilidad, se toparía con que no podría tocar la bomba sin quemarse.
—¿Por qué pones fuego cerca de una bomba? —gruñó Bakugou.
Tuve ganas de ahorcarlo.
—Porque es de papel maché, creo que no explotará. ¿O quieres que juguemos a que es una bomba de verdad?
Él chasqueó la lengua.
—¿No puedes hacer algo más mortífero?
Miré a Bakugou con el ceño fruncido y hartazgo.
—¿Quién dice que las cosas lindas no pueden ser mortíferas? —bufé—. Desde niña que hago estas formas con fuego, es lo que mejor sé hacer. Y no te quejes de lo que estoy haciendo, porque al menos yo sí estoy haciendo algo y no estoy como una estúpida con cara de tragedia sin hacer nada.
Los ojos de Bakugou recuperaron un poco de su chispa de ira que había estado mostrando hasta hace una hora atrás, cosa que, extrañamente, me tranquilizó un poco. Sería un problema si Bakugou seguía como un muerto apenas reaccionando.
Alrededor de la puerta puse una especie de rejilla de fuego en el suelo. Hagakure no podría entrar caminando. En ese combate, temía más de Hagakure que de Tsuyu-chan, puesto que Tsuyu-chan era visible y sabía que Bakugou tenía un tiempo de reacción muy bueno, él perfectamente podría encargarse de ella, pero si Hagakure nos tomaba por sorpresa...
—Quema un poco estos cartones —me dijo Bakugou, tomando uno de los que estaba tirado en el suelo.
—¿Uh?
—Para crear un poco de hollín y tener la oportunidad de marcar a Hagakure —me explicó—. No se podrá quitar la mugre y será visible para nosotros.
—Buena idea —sonreí—. Digo... —fingí toser—, por fin piensas algo...
Atraje una de las tantas mariposas que había en la habitación y la pequeña se encargó de chamuscar el cartón. Me manché las manos con el hollín y Bakugou se quedó con el cartón medio quemado en las manos.
La puerta de la habitación se abrió lentamente y ambos subimos nuestra guardia. Bakugou se puso en posición de pelea y yo traté de agudizar mis sentidos, en un intento de escuchar algo que nos alertara sobre la presencia de nuestro enemigo. Súbitamente empezó a oler dulce.
¿El champú de Hagakure la está delatando?
Comencé a olisquear el ambiente, guiándome por el olor dulce, pero solamente llegué hacia Bakugou.
—¿Usas perfume?
—¿Qué?
La cara de Bakugou se frunció en molestia.
—Hueles muy dulce de repente, pensé que era Hagakure...
—¡¿Qué importa?! ¡Se acaba de abrir la puerta frente a nosotros! —me gritó, haciéndome a un lado de un empujón. —¡Así que concéntrate!
Quise alegarle de vuelta, pero tenía razón. Había escogido el peor momento posible para preguntarle si usaba perfume o no.
Pasó un rato sin que nada sucediera, pero ninguno de los dos bajó su guardia ni volví a desconcentrarme. De hecho, el que nada estuviera pasando me estaba poniendo ansiosa. Estaba casi segura que había sido Hagakure quién había abierto la puerta, y si no hacían otro movimiento, es porque no sabían qué hacer, ¿no?
De pronto, una lengua larga y fina se asomó por la parte superior de la puerta. Estaba como sujetando algo.
—¡Ahí está!
En menos de un segundo Bakugou había saltado hacia la lengua. Con el cartón quemado en su mano, lo estiró hacia adelante, pero su mano siguió de largo. La lengua se estiró y agarró a Bakugou de la cintura, sacándolo de la habitación.
Fue una estrategia para separarnos.
Escuché una explosión fuera de la habitación y luego el sonido como si un cuerpo hubiese caído de alto abajo.
Ahora huele a cítrico.
El olor dulce se había ido junto con Bakugou.
¡Sabía que usaba perfume!
¡Concéntrate por favor!
Me di unos golpecitos en la cabeza a mí misma para ordenar mis ideas. Estaba en eso cuando sentí que me tiraban al suelo. Lo que más temía había sucedido: Hagakure me había agarrado desprevenida. ¿Pero en qué momento había entrado en la habitación?
Caí al suelo cuando escuché a Bakugou gritar a la distancia:
—¡Ya capturé a esta extra!
¡¿Qué quiere decir con extra?!
Al menos sonaba más animado que antes.
—¡No puede ser, Tsuyu-chan! —escuché la voz de Hagakure.
Sentía su peso sobre mi espalda, imposibilitando que me pusiese de pie. No había inmovilizado mis brazos así que aproveché de marcarla con el hollín que ensuciaba mis manos.
Cerré los ojos y me concentré en las mariposas que tenía sobrevolando la bomba nuclear. Moviendo mis dedos logré que se acercaran a mí, y por consecuencia se pusieran sobre Hagakure.
—¡Auch, auch!
Olí a pelo quemado y supe que había logrado llegar a Hagakure con mis mariposas de fuego. Dejé de sentir ese peso en mi espalda y me puse de pie de inmediato.
—¡¿Cómo vas allá adentro, Kuroka, uh?!
Bakugou había recuperado muy bien el ánimo. Escuchaba sus pasos acercarse a la habitación.
—Voy bien.
Aunque no tanto como tú, ¡¿cómo lograste capturar a Tsuyu-chan en tan poco tiempo?!
Debía reconocer que me dolía un poquito el que un sujeto como Bakugou fuera tan superior a mí en cuanto habilidades de combate.
Hagakure había desaparecido de mi vista, aunque estaba segura que había logrado marcarla con hollín.
—No podrás esconderte de mí por mucho tiempo —hablé, caminando por la habitación. No escuchaba sus pasos ni nada que me pudiese ayudar a localizarla.
Bakugou entró a la habitación dando un salto potenciado con sus explosiones por sobre la rejilla de fuego que yo había puesto hace un rato.
—¿Perdiste a Hagakure? —me gruñó.
—...sí —reconocí de mala gana—. Pero logré marcarla con hollín.
Para mi sorpresa, Bakugou sonrió. Aunque no de manera amable ni nada por el estilo, era una sonrisa burlona y de superioridad.
—¿Ahora quién es la que está parada con cara de tragedia sin hacer nada?
—¡Ugh...! —sentí que mi rostro se ponía colorado de la vergüenza— Acabemos con esto pronto y ya.
Con Bakugou y yo dentro de la habitación, Hagakure no tenía oportunidad de ganar.
Entonces, la vi. Una manchita negra moviéndose en una esquina. Fingí no verla y seguí rondando la habitación, pero sin perderla de vista.
Ella debe estar muy atenta de nosotros ahora... no puedo ser obvia con que la vi.
Miré mi enredadera, que tenía puesta alrededor de la bomba y probé a moverla ligeramente. El fuego obedecía a mi voluntad.
Perfecto.
En cosa de tres segundos, la enredadera salió volando en dirección a Hagakure, formando una especie de jaula alrededor de ella.
—¡Nooo! —se quejó con voz aguda.
—Capturada —anuncié, atravesando la enredadera de fuego sin problema y con mi cinta de captura en mano.
—¡El equipo de los villanos gana! —escuché la voz de All Might a través del micrófono.
La primera victoria verdadera del día.
❀
Cuando volvimos a la sala de clases, tenía la esperanza de que el profesor de matemáticas, Ectoplasm, se apiadaría de nosotros al vernos cansados, pero no ocurrió así. De todas formas comenzó a pasar materia de funciones cuadráticas.
Había 3 asientos vacíos: Kozlov, Todoroki y Midoriya, aunque al poco después de empezar las clases, Aizawa-sensei entró con Kozlov detrás de él. Ella traía un parche en la frente, tapando la herida que le había quedado luego de darle un cabezazo en la boca a Todoroki.
—¿Está bien que vuelva a clases tan pronto? —preguntó Ectoplasm-sensei— Escuché que tenía una herida grande en las costillas.
—La pillé intentando escaparse de clases, así que doy por hecho que se encuentra bien —dijo Aizawa-sensei, mirando de reojo a Kozlov, que gruñó por lo bajo.
—¿Y los alumnos Midoriya y Todoroki?
—Todoroki sigue noqueado —anunció Kozlov luciendo muy orgullosa de sí misma mientras se iba a sentar.
—Midoriya también sigue noqueado —dijo Aizawa-sensei—. Si despiertan antes de que acabe la clase te los traeré.
—Entendido. Gracias, colega.
Aizawa-sensei se despidió con un flojo gesto de manos y se fue.
La clase se me pasó lentísima. Apenas entendía lo que el profesor hablaba, pero aún así copié todo lo que él iba anotando en la pizarra. Quizás me diera el tiempo (y los ánimos) de estudiar en casa o pedirle a mi hermano que me ayudara, él siempre tuvo muy buenas notas en su trayectoria escolar.
Finalmente tocó el timbre de fin de jornada.
—¡Hanako! —Mina se sentó en mi mesa— ¿Quieres venir con nosotras a comer helado?
—¿Comer helado...?
—¿El helado no se toma? —preguntó Uraraka llegando junto a nosotras.
—Da lo mismo —dijo Yaoyorozu poniéndose a mi lado—, se dice tomar o comer helado dependiendo de la zona, pero de ambas formas es correcto.
—¿Dónde podemos ir...? —preguntó Tsuyu-chan apareciendo detrás de Uraraka.
—Oh, ¿Jiro-san y Kozlov-san querrán venir con nosotras?
—¡¿Las chicas de la clase irán a tomar helado?!
Tuve que bajar la vista para toparme con el dueño de esa voz. Mineta. Llevábamos solamente dos días de clases pero más de una vez lo había pillado intentando ver debajo de la falda de alguna chica. No pude evitar formar una mueca de asco.
—¡Llévennos con ustedes! —pidió Kaminari.
Al lado de Kaminari estaban Sero y Kirishima.
—No —dije, antes de que alguna de mis compañeras pudiera responderle—, ningún chico vendrá con nosotras, ya que no es masculino salir a tomar helado con amigas, ¿verdad?
Las chicas me respaldaron con asentimientos y variados "sí, tiene razón".
—¡Mira lo que hiciste, Kirishima! —masculló Mineta— ¡Lograste que todas ellas la tomaran contra nosotros!
—El burro hablando de orejas. Eres tú quién las pone más incómodas con tus comportamientos asquerosos. —Mineta recibió una leve patada en la espalda. Kozlov, que se había levantado de su asiento y caminado hacia ellos, estaba justo detrás de Mineta mirándolo con un rostro escalofriante. —¿Crees que no te vi intentando espiar fajo la falda de Yaoyorozu cuando fingiste que se te cayó la goma? —preguntó ella, acuclillándose para quedar a la altura de Mineta. —Como te vuelva a pillar haciendo algo así te voy a arrancar los brazos y haré que te los comas. —Se puso de pie y volteó hacia nosotras. —Lo siento chicas, no podré acompañarlas, tengo que ir a trabajar y de hecho ya voy un poco tarde. Nos vemos.
Mineta se puso pálido, y siguió pálido incluso cuando Kozlov se había ido del salón.
—Yo sí las acompaño —dijo Jiro, caminando hacia nosotras.
—¡Yey! ¡Salida de chicas! —celebró Mina.
Yaomomo nos mostró la página de Instagram de su tienda de helados favorita. Era carísima. Uraraka casi se desmayó al ver los precios.
—¿En serio es tan cara? —se preguntó Yaomomo. Íbamos en grupo caminando hacia el centro. —Bueno, este año mi padre me aumentó la mesada así que pagaré yo.
El camino hacia la heladería fue muy feliz. El sol estaba radiante, las chicas conversaban con sus voces animadas y la idea de que me iban a pagar la comida era muy placentera.
Hacer amigas no fue difícil y no me fue mal en mi primer entrenamiento de combate, creo que estoy empezando mi vida escolar en la UA con el pie derecho.
n/a:
estaba planeando que tokoyami y hanako perdieran contra sero y kirishima, pero es que sero y kirishima son una combinación con un total de 0 neuronas funcionales DLASJDKL fue imposible hacerlos ganar a mis hijos. además de que quería que hanako y kirishima se pelearan por el concepto que tiene kirishima de masculinidad y esas cosas o.o no le quitaré esa característica al personaje de kirishima (creer que la masculinidad es lo máximo), pero quiero trabajarla un poquito más
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