Eran aproximadamente las cuatro de la mañana y el auto de HyunJin se aparcaba en las afueras de su gran hogar, decir que llegaba tarde del trabajo sería una gran excusa, sin embargo, era lo contrario, ya que su lindo omega había despertado con antojo de salmón a eso de las dos de la mañana. HyunJin había insistido en que se lo compraría en la mañana, pero no pudo resistirse a los lindos pucheros y las lágrimas que iban a abandonar los ojitos color avellana de Felix, quien los últimos tres meses había aumentado su apetito y con esto sus antojos que pasaban de simples chocolates en las tardes, a salmón en la madrugada.

Aparcó su auto al lado del de Felix que estaba bastante tiempo sin usar por la idea de su omega sobre caminar más. Bajó de este con una bolsa en su mano que llevaba algo de salmón ¿De dónde lo había conseguido? Esa era una gran pregunta, pues tuvo que llamar a su amigo ChangBin, que por coincidencia era pareja de SeungMin, quien enseguida dijo que lo ayudaría ya que ellos tenían algo de salmón en su pequeña -gran y variada- cocina. Al llegar a casa de su amigo ChangBin, SeungMin le entregó algo de salmón apenas cocinado y le explicó que en los primero meses y si quería seguir vivo era mejor atender las necesidades de su omega y también le aconsejó que por nada del mundo le dijera loco, así que en esos instantes estaba calentando el platillo de SeungMin para llevarlo con su omega y que este se calmara.

Sirvió el salmón en un plato, pero antes de siquiera poder llevar al cuarto donde esperaba su omega unos pequeños brazos lo abrazaron desde la espalda. Giró sin romper el abrazo para encontrar a su omega con las mejillas sonrojadas y restos de lágrimas en sus mejillas.

—Bebé ¿Qué ocurrió? ¿Por qué lloras? —Limpió sus lágrimas besando sus párpados suavemente y acunó su rostro para que su lindo omega lo mirara a los ojos.

—Es que Jinnie, yo-yo creí que te habías enojado conmigo por levantarte tan temprano y-y pensé que habías ido a una de las casas de tus amigos y... —Un beso calló sus hipidos sintiendo la tierna lengua de su alfa delinea su labio inferior, separándose sin romper el contacto visual, mientras se perdía en los lindos ojos negros de su alfa.

—Está bien, amor, yo no te dejaría. —Dijo acariciando la espalda de su omega en un reconfortante abrazo, otra cosa más de los embarazos era que, quienes estaban en estado se volvían más sensibles ante cualquier situación, así que HyunJin tenía que ser muy paciente con su hermoso omega el cual se encontraba sensible y debía ser muy cuidadoso con todo lo que hiciera —Además, encontré lo que me pediste ¿Puedes creerlo? —Susurró aún abrazándolo ¿Cómo es que su omega siquiera había tenido un pensamiento tan irreal como lo es que HyunJin lo dejaría?

Felix sonrió y abrazó más a su alfa escondiendo su linda y respingada nariz en la curvatura de su cuello —Te amo, mucho, mucho, HyunJinnie.

—Y yo te amo mucho más, cariño. —Dejó un beso en esa linda cabellera lila —Ahora vamos arriba, tienes que comer, mi bebé. —Felix asintió más calmado empezando a subir hacia la segunda planta, observando las fotos en donde se dieron su primer beso. Sí, aún lo recuerda bien, era primavera, la tarde estaba algo calurosa y una de sus tantas salidas se hacía presente. En esos años aún no eran nada, pero era obvio que se gustaban, porque esos sonrojos y sutiles caricias no pasaban desapercibidas, entonces, después de comer un helado, se dirigieron a un parque en el centro de la ciudad, caminando juntos y bastante pegados terminaron sentados observando el atardecer. Conversando animadamente fue cuando los ojos de HyunJin miraron más allá de su pequeña naricita y entonces sus rostros se acercaron uniendo sus labios en un inocente beso ¿Cómo resistirse a esos labios rosados y esponjosos si era la persona que le gustaba? En aquel momento un flash resonó por el lugar y Felix pudo apreciar a un beta tomando una fotografía de ellos dos. Al inicio se excusó diciendo que era una escena digna de admirar y por lo tanto los fotografió, y luego de eso les dio la fotografía como recuerdo. Los dos estuvieron muy agradecidos porque muy pocas personas tenían fotos del momento exacto en el que ocurría su primer beso y más si este era su pareja con la que estaba esperando un cachorro.

HyunJin lo siguió hasta la recamara dejando su platillo en la mesita de noche y sentándose frente a su omega. Acunando su rostro entre sus manos y dejando un dulce beso sobre estos.

—Sabías que nuestro decimo beso fue mi favorito... —Susurró sobre sus labios, mientras su omega lo miraba embelesado.

—¿Por qué el decimo? —Inquirió ya que, para él, todos sus besos habían sido buenos, porque cuando lo besaba sentía miles de maripositas revolotear en su barriguita con fervor.

—Porque desde nuestro decimo beso supe que habría miles de besos más, y supe que lo nuestro era más que cariño. —Sonrió mostrando su blanca dentadura —Y tenía mucha razón, ahora estamos casados y esperamos un bebé. —Dijo provocando un lindo sonrojo en las mejillas de su esposo, acomodándose de mejor manera en la cama junto a Felix y acariciando su más inflada pancita. La idea de que en unos meses llegara a estar hinchadito le llenaba el corazón de euforia, y el simple hecho de pensarlo hacía que en su interior florezca mucho más amor del que ya sentía por su omega.

Felix comenzó a comer el salmón -el cual no sabía que había sido preparado por SeungMin-, y en cuanto la comida hizo contacto con sus papilas gustativas creyó que había sido una de las cosas más deliciosas -después del pastel de chocolate con una capa de chocolate y manjar en medio- que jamás había probado. No sabía si era porque tenía demasiadas ganas de comer aquello o era por la persona que lo había cocinado, quizás ambas, sin embargo, en esos instantes no importaba que lo volvía tan delicioso, sino: comer.

—¡¿Por qué sabe tan delicioso?! —Cuestionó con un gemido de placer por lo bien que sabía la comida.

HyunJin sonrió enternecido por aquella actitud tan linda en su omega y solo negó suavemente con la cabeza —Lo preparó Seung. —Contestó y el ceño de su esposo se frunció ligeramente a la vez que comenzaba a masticar lo que tenía en su boquita bruscamente cruzándose de brazos ¿Desde cuándo le decía "Seung"? Un pequeño malestar se instaló en su estómago.

Entonces se dio cuenta de donde había sacado la comida, porque ¿De dónde demonios sacabas salmón a las cuatro de la mañana? —¿Conoces la casa de SeungMin? —Preguntó con algo de recelo ¡HyunJin había ido a la casa de otro omega!

—Síp —Sonrió —, pero antes de que te hagas otra idea en tu hermosa cabecita —Besó su mejilla —¿Recuerdas a mi amigo ChangBin? —Felix asintió aún enojado —Pues resulta que él es pareja de SeungMin, y pues cuando me pediste salmón le pedí ayuda a ChangBin, entonces al llegar a su casa me encontré con SeungMin y él lo cocinó diciendo que los antojos son bastante fuertes. —Explicó.

Se calmó un poco y entonces recordó que su ginecólogo la había dicho que tenía una pareja llamada ChangBin —Ya lo recordé. —Miró a HyunJin quien solo sonrió con un poquito de burla y le acarició la cabeza tiernamente hasta acercar lentamente sus labios y darle un tierno beso. Durmiéndose al instante a pesar de que había amanecido.

De alguna manera los mimos que le daba HyunJin siempre lograban calmarlo, aunque sea un poco, y es que eso era lo que le encantó del alfa desde que se volvieron novios. HyunJin siempre era tierno con él y le regalaba pequeñas flores cortadas del campo o algunos chocolates, Dios, decir que él amaba el chocolate era poco, él realmente lo adoraba, y que HyunJin le diera siempre uno era algo tierno, a veces incluso le regañaba replicándole que por su culpa engordaría y HyunJin solo respondía con un: "Me encantas de todas las formas, y no me importaría ver un poquito de grasa en tu hermoso cuerpo, incluso si no eres perfecto para el mundo, tú lo eres para mí", y entonces sentía que su pechito volvía a llenarse de un sin fin de emociones y le perdonaba al instante que le diera todos esos dulces, pero era realmente cómico que ahora cada uno de esos dulces hayan sido reemplazados por distintos tipos de fruta donde HyunJin le daba de comer todos los días por la mañana antes de que fuera a su trabajo como doctor, el cual por cierto Felix había dejado por las constantes quejas de su esposo diciendo que debía cuidarse por su embarazo y entre tanto pelear terminó cediendo, creyendo que era mucho mejor quedarse en su lindo hogar viendo doramas durante horas o cantándole a su bebé, incluso bailando suavemente al compás de alguna canción. Felix no lo odiaba, pero ¡No era él! Era su bebé que constantemente pedía dulces, no era su culpa ¿Cierto?, SeungMin le había dicho que estaba bien comer dulces, con la condición de no hacerlo seguido, pero él no entendía y se negaba a abandonar todos los chocolatitos, los caramelos, las gomitas y todo lo que incluía mucha azúcar. Y así estuvo durante los tres primeros meses de embarazo, hasta que su alfa se dio cuenta de que tenía una dotación infinita de dulces en su casa. HyunJin tuvo que esconder todos los dulces de su omega, porque este simplemente era muy egoísta para dejar esos dulces por cuenta propia, así que se los quitó, aludiendo a su tierno esposo que debía cuidarse él y a su bebé ya que la salud de ambos era lo más importante, entonces su omega lloró, acurrucándose en el pecho de su alfa, murmurando que era un mal papi y que su bebé sería un comelón como él, pero HyunJin lo negó diciendo que solo debía empezar a comer más frutas y eso sería todo, y es que su omega últimamente estaba algo sentimental, mas solo tenía que tener paciencia, ya que no quería que su bebé comenzará a llorar nuevamente por cualquier estupidez salida de su boca.

Los tres meses de embarazo de su omega habían sido algo intensos, por todas las veces en que a este le daban antojos o por las veces en que su humor cambiaba drásticamente como esa misma mañana en la que estaba haciendo una rabieta porque no quería despertar aún, hasta que su alfa le recordó que irían a visitar a su madre, se puso tan feliz que salió corriendo hacia la ducha para tomar un baño y prepararse para salir, y cuando menos se dio cuenta, estaban en el auto a mitad de camino, escuchando canciones mientras el pecoso se acurrucaba más en la mantita que había llevado y continuaba durmiendo lo que restaba de camino, al final sí se había salido con la suya.

Tardaron treinta minutos más en llegar hasta que finalmente se divisó una casa bastante alejada de la ciudad y muy rústica lo que le encantaba a Felix, quien se despertó en cuanto escuchó a su alfa anunciar que habían llegado, restregó sus ojitos para luego bostezar e ir en busca de su suegra sin esperar a HyunJin, porque él realmente quería a esa omega, aquella mujer de cuarenta y nueve años llamada SeulGi, estaba desemparejada ya que su alfa la había dejado, mas a ella no le importó y salió adelante con su pequeño HyunJin de tres años.

—¡SeulGi! —Chilló con emoción abrazándola de inmediato.

—Cachorro, hasta que me vienes a visitar. —Dijo en un tono burlesco solo para él —Y veo que tu pancita está un poco más notoria —Sonrió.

—Síp, ya tengo tres meses —Canturreó —, ¿No es cierto, Jinnie? —Habló a su alfa, que hasta el momento se hacía presente debido a que había ido a estacionar su auto.

—Hola, madre. —Saludó, tomando a su omega por la cintura y dejando un diminuto beso en su mejilla —Y sí, ya son tres meses, tres hermosos meses. —La mujer sonrió observando de frente lo que sus ojos siempre quisieron ver, a su hijo con un hermoso omega y dándose cuenta de la bella familia que creaba con ese pequeño bebé en la barriguita del omega. Los invitó a pasar dándoles de comer una tarta de manzana, la favorita de Felix, conversando los tres de manera amena y con miles de sonrisas de por medio, ellos realmente eran felices.

La tarde pasó rápidamente y la señora pudo observar las manos que se entrelazaban con tanto amor al momento de despedirse y dirigirse a su auto para finalmente irse, sonrió con ternura porque ellos verdaderamente se amaban y amaban aún más al pequeño cachorrito que venía en camino.

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¡Al fin! Lamento mucho la demora, 2100 palabras no se escriben en un segundo :')

Nos vemos pronto 👋

에이브릴🌹