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Epílogo

Felix arrullaba a su bebé mientras le daba de lactar, el hermoso cachorro observándolo con sus ojitos abiertos al máximo mientras sorbía lo que más podía del biberón, porque bueno, Felix ya no podía dar de lactar y tenían que darle leche en fórmula, sin embargo, no dejaba de ser una experiencia bastante hermosa ver cómo su pequeño JeongInnie sorbía del biberón como si lo que estuviera comiendo fuera el mejor manjar del mundo, claro, después de la leche de su papi.

HyunJin entró a la habitación del bebé con una sonrisa en los labios y una toalla en su cabello para que este se secara. Se acercó hasta su omega y le beso la sien —Ya llegué, amor —Sonrió mirando al omega hacer tiernos pucheros —. Es mi turno. —Anunció.

Y bueno, el bebé estaba completamente satisfecho porque había abandonado el biberón y los veía con curiosidad.

—Vamos, mi pequeño cachorrito. Ven, campeón. —Tomó a JeongIn que traía solo una camisa entera color cielo de algodón y los pañales por debajo; lo arrulló para después ver a su omega levantarse.

—Voy a tomar una ducha, Jinnie —Besó sus labios y las mejillas del bebé —. Ya vuelvo. —Y dejó al alfa solo con el cachorro que empezaba a cerrar los ojitos en el pecho de su papi. HyunJin tenía ese don, a cualquier niño que él agarrara, en segundos empezaba a dormir, bueno, solo su hijo, pero tenían un lazo y el olor de su papá lo relajaba y lo dormía en instantes, no era la culpa del pequeño de tan solo un mes.

Miró con sus hermosos ojitos a su papi una vez más y cayó en los brazos de Morfeo.

HyunJin sonrió en grande y dejó al bebé en su cunita, poniéndole música suave para dormir mientras lo arropaba con una mantita y encendía el monitor para vigilarlo desde su habitación.

Cruzó el pasillo que separaba los cuartos y entró al suyo, oyendo el agua caer de la bañera en la que estaba Felix.

Se recostó en su cama y cerró sus ojos, esperando a que su omega saliera del baño.

No pasó mucho hasta que Felix salió solo con una bata cubriendo su cuerpo dejando sus clavículas a la vista. Se sentó en el borde de la cama y Felix se acercó hasta él suavemente.

—¿Y JeongInnie? —Preguntó poniéndose entre las piernas de su alfa.

—Se quedó dormido. —Miró hacia arriba y puso sus manos en las caderas de su omega.

—Tienes un don. —Sonrió. Se subió encima de su alfa con cada pierna a sus costados.

—¿Sí? —Se acercó suavemente al rostro del rubio.

—Sí. —Sus labios a milímetros, rozándose, compartiendo respiraciones.

Era hermoso.

Sintió tocar el cielo cuando sus labios se juntaron con una pasión descomunal.

Recorrió su cuerpo con sus manos sin romper el beso, repasando las suaves curvas de este, hasta posarse en su redondos glúteos, donde apretó sin pudor haciendo que un gemido se escapara de sus labios.

Felix extrañó por todos esos diez meses que su alfa lo tocara así, porque sí, HyunJin dijo que lo volvería a marcar después de un mes de haber concebido, ya que era riesgoso hacerlo pocos días después y quería estar seguro de que su omega estuviera bien.

—Eres tan hermoso. —Besó sus mejillas y las repasó con su lengua.

—¿En serio? —Sus brazos estaban enganchados en los hombros del otro y sus mejillas ardiendo en fuego.

—No.

—¡Jinnie! —Chilló con un prominente puchero.

—Sabes que eres hermoso, lo sabes y me encanta.

Besó sus labios, los lamió y chupó, y soltó un gemido cuando la lengua de su alfa invadió su boca, sus lenguas se rozaban, enviando descargas eléctricas a todo su cuerpo.

—Ah... —Gimió. El alfa bajó sus húmedos besos a sus clavículas, quitándole la bata al deslizarla por sus hombros. Su cuerpo desnudo, sus pezones al aire y Felix solo podía gemir.

Su boca bajó hasta esos hermosos pezones que se alzaban erectos a su vista y los lamió, uno por uno. Los gemidos de placer de Felix se hicieron presentes, no siendo tan sonoros, porque demonios, su bebé podría despertar.

El omega jaló el cabello de su alfa subiendo su rostro para que se encontrara con el suyo y así besarlo.

Sus caderas se movieron sobre la ya semierecta entrepierna de su alfa, en un suave vaivén de atrás hacia adelante.

—Jinnie~ —Gimió —, hazme el amor. —Pidió casi en suplica, porque sí, él lo quería y su lobo igual, ¿Qué podía salir mal?

—Mierda, sí. —Dijo observando maravillado el cuerpo de su esposo.

Lo dejó suavemente en la cama, subiéndose sobre él sin llegar a aplastarlo.

Y las curiosas manos de su omega recorrieron con suaves caricias el pecho de su alfa, sus ojos brillando de emoción.

Y todo era tan perfecto, porque Felix era de HyunJin y HyunJin era de Felix.

No había más combinaciones, solo eran ellos dos en su mundo perfecto con su cachorro. ¿Y qué más querían? Porque los tres eran el mundo para sí mismos, porque se amaban tanto y nadie podía negarlo.

Besó delicadamente el pecho de su omega bajando con una lentitud mortal, adorando cada parte de su ser.

Y Dios, Felix estaba tan lubricado con unas simples caricias, quería frotarse contra su esposo, quería sentirlo en él.

Sus pequeñas manos corrieron hasta la camisa de pijama que llevaba su alfa y la sacó, casi con desesperación, haciendo reír al pelinegro.

—Amor —Murmuró acariciando su mejilla —, tenemos toda la noche.

Y el otro puchereó, rindiéndose, porque bueno, él también quería que esa noche fuera especial, porque ahora no se estaba renovando solo la marca, sino que también se reforzaba su lazo como familia, por primera vez.

—Te amo, Jinnie. —Habló sobre los labios de su alfa, con sus brazos enrollados al cuerpo de este, la ropa simplemente había desaparecido y no había algo más perfecto que ellos dos en ese instante.

—Yo te amo más, Lixxie —Sonrío —, junto con nuestro cachorro.

—Sí, nuestro cachorro.

Las manos traviesas del alfa bajaron hasta la entrada húmeda y chorreante del menor, ingresando solo un dedo y el gemido de placer no se hizo esperar. Las caderas de Felix se mecían al ritmo del dedo que se hundía en su cuerpo buscando más contacto, mientras sus cabellos estaban pegados a su frente por el sudor.

—HyunJinnie —Gimió —, otro. —Y HyunJin simplemente no podía decir que no cuando su omega estaba así de necesitado. Su dulce olor a frutos rojos siendo más fuerte de lo normal.

Jugó con los dedos en la entrada de Felix, su excitación creciendo más al verlos entrar y salir de ese lugar tan íntimo.

Besó sus labios nuevamente y los subió hasta el lóbulo de su oreja, besando y lamiendo. Y demonios, ¿Cómo es que algo tan pequeño podía sentirse tan caliente?

Las caderas de Felix meciéndose contra los dedos de HyunJin, para que vaya más rápido, para que se sienta mejor.

—¡HyunJin! —Gimió alto cuando los dedos intrusos tocaron ese punto que lo hacía delirar.

Todo era tan excitante y delicioso que solo podía pedir más, entre gemidos reprimidos por los labios del otro.

—El bebé. —Dijo después recordando que a una habitación se encontraba su bebé durmiendo profundamente.

—No —HyunJin respondió, acariciando su cintura con una mano y jugando aún con la entrada —. El monitor está prendido y le he dejado algo de música suave.

Un suspiro se escapó de los labios de su omega.

—¿Esto estaba planeado por ti, verdad? —Sus manos empuñando las sábanas y su espalda arqueada.

—Para que voy a negártelo.

Y HyunJin solo pudo reír cuando no obtuvo respuesta, porque había sacado los dedos de su interior y este empezaba a quejarse por falta de atención.

Su cabeza bajó muy cerca del miembro erecto de Felix, con sus manos tomó los tobillos y separó sus piernas para poder ver bien el abusado agujero de su pareja. El lubricante se deslizaba por sus muslos, volviendo todo aún más lascivo.

Acercó suavemente sus labios a la entrada de su omega y lamió todo lo que pudo.

—Sabes tan bien, Felix. —Susurró cerca de sus testículos, chupando uno por uno.

Era foráneo.

Demonios que sí.

Felix solo quería correrse ya, y esas lamidas en su entrada aceleraban el proceso.

La cabeza de HyunJin entre sus piernas, lamiendo y chupando sin pudor sería algo que iba a guardar como un recuerdo muy excitante.

Lamió un poco más, pasando su lengua por el peritoneo, sus dedos acariciando suavemente los testículos. Y no fue hasta que sintió a su omega tensarse y aguantar un suspiro justo como siempre hacía antes de su orgasmo, que él se detuvo.

—HyunJinnie~ —Pidió, su miembro goteante tocando su estómago.

Y rayos, él tampoco podía más, con algo de desespero sacó un preservativo de la mesita de noche a un lado de la cama.

—Vamos, ponlo. —Una sonrisa pícara apareció en sus labios, colocando el preservativo en el rostro de su omega.

Y el otro lo hizo sin chistar, sus manos agarrando suavemente el miembro de HyunJin que se alzaba sin pudor alguno.

Y HyunJin solo podía observar cómo el lindo omega colocaba de una manera tan experta el preservativo sobre su longitud.

—Ya está, Jinnie. —Sus ojos suplicantes, no aguantando con el dolor de su miembro.

—¿Qué tal si me montas, amor? —Preguntó acariciando las caderas desnudas de su omega.

Demonios.

¿Quién en su sano juicio diría que no?

Con algo de desespero empujó al alfa para que se recueste en la cama, subiéndose a horcajadas sobre él.

Y sin vergüenza agarró la virilidad dura de su esposo, alineándola hacia su entrada, sus caderas alzadas suavemente para empezara a bajar. Ingresó la punta y un gemido roto escapó de sus labios.

—Hy-HyunJin. —Se tragó un gemido.

Sus manos masajearon las suaves nalgas del chico arriba suyo, quien tenía las manos en el respaldo de la cama, su cabeza echada hacia atrás con el labio entre sus dientes.

—Lo haces tan bien, amor.

Felix abrió los ojos, su vista llorosa captando la imagen de HyunJin debajo suyo, mientras movía sus caderas en suaves círculos.

Hundió la nariz en el cuello de su alfa obligándose a ir más rápido, apoyándose en sus rodillas y empezando a prácticamente saltar sobre el miembro erecto de HyunJin.

Su nariz pronto se encontró en el cuello del pelinegro, las lágrimas de placer al ser llenado por su esposo no haciéndose esperar.

Ah, Dios.

Plétora de gemidos llenando la habitación.

El rubio ya moviéndose erróneamente sobre su alfa.

Y bendito sea Hwang HyunJin.

Porque lo colocó de vuelta en el colchón, sacando su miembro de la entrada de él y poniéndolo nuevamente, su vista dichosa de ver cómo lo tragaba todo, nuevamente.

Embistió lo más fuerte que él pudo, sin llegar a lastimarlo. Y el trasero del omega lo apretó tan bien.

Lo tragó todo tan bien.

Y fueron un poco más de embestidas erróneas hasta que Felix se vino, su semen manchando el vientre de los dos.

Y él seguía embistiendo, mirando la carne rosada del hombro del rubio, justo en la unión del cuello. Olisqueó el aroma de su esposo, ese hermoso omega que era su todo junto con su bebé.

Besó la marca no renovada hace mucho y enterró sus dientes poco después. El dulce sabor de la sangre de Felix en su boca.

Y la imagen que vio se convertiría en uno de los muchos recuerdos eróticos con su pareja.

Él con las mejillas rojas, su frente perlada en sudor y su espalda arqueada por el reciente orgasmo que había tenido después de la marca renovada, su lazo intensificándose aún más.

Y su nudo haciéndose dentro de su omega.

—Vamos, ponte de lado. —HyunJin besó sus párpados suavemente y colocó de lado el cuerpo de su Lixxie, esperando a que la hinchazón en su pene bajara.

—Fue fantástico, Jinnie. —Dijo entre los brazos de su alfa.

—Todo es fantástico contigo, amor. —Lamió la reciente marca en el cuerpo del menor.

Y Felix sonrió, él se sentía tan completo con su pequeña familia y todo era tan perfecto.

Los dos estaban recostados en la cama, fue después de susurrarse lindas palabras de amor que se durmieron acurrucados plácidamente.

Sin embargo, no duró mucho, porque los lloriqueos de su bebé se hicieron escuchar, despertando a ambos.

—Voy a verlo. —Felix dijo empezando a levantarse, las marcas violáceas de su lujuria ya en su cuerpo.

—No, Lixxie, voy yo. —Se levantó, su desnudez también al descubierto y solo sonrió demasiado descarado, mientras caminaba hacia sus batas de dormir para ponérsela e ir a ver al bebé.

Caminó por el pasillo hasta el cuarto de su cachorro, observando cómo lloraba con tanta fuerza y un pequeño puchero en sus labios. Sus mejillas regordetas y sus manos moviéndose esporádicamente de arriba hacia abajo.

Sonrió y con mucho cuidado tomó al pequeño bebé, meciéndolo suavemente.

—Ah, Innie —Besó la pequeña nariz de su cachorro —. Acabas de despertar a toda la familia, pequeño travieso. —El cachorro solo calló y lo observó como si de verdad entendiera algo de lo que HyunJin decía, con sus grandes ojos con restos de lágrimas, abiertos de par en par.

—Será una larga noche, ¿No es así, rayito de sol? —Besó esos cachetitos y entró a su cuarto, encontrándose con Felix comprobando la temperatura de la leche.

—Dámelo. —Dijo sonriendo de oreja a oreja.

Y HyunJin lo hizo, porque su cachorro se sentía tan feliz de poder percibir el olor de su papi tan cerca que simplemente se lo dio.

—Ah, eres un pequeño travieso —Felix le dijo cuando lo tuvo en sus brazos —, hermoso bebé.

Caminó con él en brazos hasta acostarse con HyunJin, justo el bebé alimentándose en el medio, sus ojitos siempre enfocando todo a su alrededor.

—Deberíamos tener otro bebé, uno tan hermoso como nuestro JeongInnie. —HyunJin dijo con voz melosa, tocando la pancita de su cachorro para después acariciar la mejilla de su omega.

Y el otro sonrió por el comentario.

—Quizás deberíamos. —Porque Felix sabía que su casa se vería tan hermosa con miles de cachorritos corriendo por ahí.

—Tú también quieres un hermanito, ¿No, bebé?

—Claro que quiere. —Dijo Felix interfiriendo en la conversación de padre e hijo.

—Sí, pero por ahora estamos bien con nuestro hermoso bebé.

•••

Faltan los extras uwu


에이브릴🌹

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