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Capítulo 9- Un vídeo para el desastre.

Cuando Troy entró a su habitación en la noche con una caja de pizza e indicándole ver una película, porque Gabriela había decidido darle espacio con Chad y había ido a dormir a casa de Taylor, Chad se sintió feliz, había pasado cada hora consciente recordando sus inicios con Ryan y cada hora dormido soñando con él, si iba a asistir a la boda de quien había sido su mejor amigo, tenía que hacerlo con el menor peso posible en los hombros, era hora de decir la verdad.

Comieron, bebieron cerveza y vieron una película de acción que carecía de calidad, Troy hizo cuentos sobre lo aterradora que se había vuelto Gaby con el tema de la boda y Chad rio, hasta que finalmente todo quedó en silencio.

— Amigo, ¿me vas a decir ya qué ocurre?— interrogó Troy, habiendo notado la condición deplorable de Chad.

— Es una larga historia— contestó Chad en un suspiro, viendo a Troy ponerse cómodo como señal de que tenían tiempo y lo estaba escuchando totalmente— Está bien, pero no emitas juicio alguno sino hasta el final.

— Lo prometo— aseguró Troy seriamente, notando la importancia de la situación.

Chad inspiró profundamente, mentalizando que sería la segunda vez que decía aquello, sin contar a sus padres, y luego se lanzó sin contención a narrar una historia de amor complicada, con sus altos y bajos, lejos de ser perfecta, pero real, la suya propia.

Expresó con detalle cada sentimiento que lo embriagó durante años, y cómo afectaban a su forma de actuar, cada segundo en que se torturó por haber dejado a Ryan, las noches en que el alcohol fue más poderoso que cualquier pensamiento racional y las mañanas en que amaneció con un extraño a su lado, las dos ocasiones en que se contagió de enfermedades de transmisión sexual, afortunadamente en ambos casos eran enfermedades curables con tratamiento, pero esa fue la bombilla de alarma que le hizo detenerse.

Narró su reencuentro con Ryan, la manera en que este le había ayudado, como luego le había apoyado para no dejar el básquetbol y la chispa que entre ellos había renacido. Los celos al saber que Ryan tenía pareja y que incluso había estado tan sexualmente activo como él mismo, aunque logró controlarse, recordándose que él no había actuado en santo celibato todo ese tiempo y que no tenía derecho por ende a quejarse de nada. El momento en que pensó que Ryan solo lo ayudaba como amigo y que no dejaría a su novio, sintiendo el dolor cubrir su cuerpo, el alivio cuando Ryan lo eligió a él.

Le contó a Troy todos esos años de relación, de compromiso y matrimonio, explicando cada mentira, el motivo de su dirección oculta para todos, los disfraces para ir a las presentaciones de Ryan o los que usaba el rubio para ir a sus partidos, le confesó incluso el tatuaje que Ryan se había hecho y que él amaba tocar con toda su alma.

Se mostró delante de Troy tan transparente como era posible para un ser humano, sellando su historia con los más recientes acontecimientos y luego, como un preso en juicio, esperó un veredicto.

Troy se quedó mirando a Chad en silencio varios minutos que para el moreno se extendieron en el tiempo, como una torturadora calma que anuncia desastre, un suspiro salió de sus labios y sus ojos se cerraron, incapaz de seguir observando a Troy en espera del momento en que su rostro se deformara en asco u odio, pero no estaba preparado para el calor que acogió su cuerpo, la sensación de presión de dos brazos alrededor de su cuello, pasando a su espalda, el corazón que latía errático tan cerca de su oído que podía escucharlo, y luego, la voz calmada que le confortaba con cariño.

— Lamento que hayas tenido que pasar por todo eso solo, siento haber sido un pésimo amigo, que pensaras que tenías que ocultarme todo eso a mí y que, incluso ahora, estuvieras esperando lo peor— Troy hablaba lentamente, algo que debió de haber aprendido de Gaby, porque eso no era característico de Troy, como tampoco lo era la transparencia de sentimientos— Siento mucho no haber estado allí cuando tu familia te repudió y me duele aún más que cuando finalmente estás feliz, todo se desmorone.

Chad sintió su respiración pesada y la opresión en el pecho, sabía que su vista estaba nublada, que le quedaba nada para empezar a llorar y por primera vez en mucho tiempo, no se contuvo. Sus brazos se aferraron a la camiseta de Troy, cruzándose por la espalda, el primer sollozo llegó flojo apenas audible, pero fue seguido de otros más fuertes, más profundos y los espasmos del cuerpo de Chad mostrando su llanto rompían a Troy, quien pese a los años, jamás había dejado de amar a su mejor amigo, eran hermanos.

Troy lo dejó llorar, palmeando su espalda o deslizando su mano por ella, permitiéndole desahogar todo lo que estaba conteniendo, hasta que ya no hubo más por lo que llorar. Solo entonces Troy dejó libre a Chad del abrazo, aunque se mantuvo cerca de él de igual forma, manteniendo una zona de contacto por si Chad necesitaba que le reconfortara de nuevo.

— Escucha, amigo— inició Troy, sabiendo que iba a meterse en un tema delicado— Sé que apenas me acabo de enterar, pero si las cosas pasaron como me las contaste, para mí suena a que Ryan te ama demasiado. No justifico su actitud, pero estoy seguro de que él recapacitará y vendrá a buscarte— aseguró el rubio, colocando su mano amigablemente sobre el hombro de Chad.

— No es solo eso— se lamentó Chad, sintiendo una ola de calidez correr su cuerpo ante la seguridad de Troy en el amor que Ryan tenía por él— Si me ama, y llevamos tantos años juntos, si me expuse tanto solo porque deseaba desesperadamente poder estar con él sin ocultarme y se lo dije, ¿cómo puede pensar eso? ¿cómo puede ser esa su primera opción?— su voz era quejumbrosa y se veía lastimado.

Troy verdaderamente quería golpear a Ryan, ese tipo de reacciones eran normales en la adolescencia, hasta él había celado a Gaby con el chico de brillantes sombreros, contra toda señal de que este fuera gay, pero en esa época era un adolescente hormonal estúpido que cometía errores sin sentido.

— Creo que ustedes dos tienen que hablar seriamente, cuando estén lo suficientemente calmados— comentó Troy, sabiendo que esa era la única opción que podía ayudar al matrimonio de su amigo— Por esta noche descansa, amigo, lo necesitas— agregó, palmeando a Chad en el hombro y levantándose para irse a su habitación.

— Troy— llamó Chad antes de que este saliera por completo, el rubio se giró en su dirección— Muchas gracias, por todo.

— Para eso están los hermanos— respondió él, restándole importancia como si fuera una acción lógica de prever y Chad se recriminó mentalmente no haberle dicho a su amigo hace años atrás.

Sin meditar más la situación, Chad se dejó caer en la cama, con el cansancio ocasionado por el estrés de los últimos días apoderándose de su cuerpo con rapidez y reclamando horas de reposo sin pensamientos. Antes de sumirse totalmente en la inconsciencia, el último pensamiento de Chad lo trasladó a una tarde de verano como otra cualquiera, donde la paz reinaba en la pequeña burbuja que él y Ryan habían construido para amarse y la sonrisa del rubio destellaba más que el sol.

                               👑

Ryan sentía un intenso dolor de cabeza que no había desaparecido ni aun cuando había dormido la mayor parte de la noche. Después de que Chad se fuera, Sharpay había entrado en la habitación como un tornado de la moda y ni el débil y vulnerable estado en que Ryan se mostraba había sido suficiente para aplacar su ira, teniendo que aguantar una serie de insultos y comentarios sobre su inteligencia, carencia de razonamiento y responsabilidad afectiva.

Al final habían terminado discutiendo, Sharpay retirándose enojada de la habitación, lanzando un último grito sobre que si Ryan arruinaba su matrimonio era enteramente su culpa, y Ryan se había quedado tirado en aquella cama ajena el resto del día.

Su mamá había ido a hablar con él cuando Sharpay le contó la verdad sobre lo que estaba pasando, Ryan la hubiese acusado de chismosa sino fuera porque el abrazo amoroso de su madre mientras le repetía su icónica frase de 《Todo va a estar bien, patito》 le había ayudado a llorar todas sus penas y a reconsiderar sus acciones.

Para cuando su madre logró que él comiese algo en la noche, y lo dejó en su propia cama después de un baño caliente, Ryan estaba seguro de algo, necesitaba hablar con Chad. Quizás las respuestas que obtendría no le gustarían, tal vez él tenía razón y Chad sí lo había engañado, pero tenía que escucharlo de él, aclarar las cosas.

Pensando de esa forma, el sueño lo atrapó totalmente, haciéndolo recordar una maravillosa noche en Paris, la consumación de una unión de amor.
Sin embargo, el dolor de cabeza no había remitido, y los gritos de Sharpay desde la planta baja, que iban en incremento a medida que ella se acercaba a la habitación de Ryan, no ayudaban en nada a su condición lastimosa.

Su puerta se abrió abruptamente, golpeando la pared por el impulso, porque si la posibilidad de encontrarlos a Chad y a él teniendo sexo anteriormente no la había detenido, el saber que Ryan estaba solo era solo un pase más grande de permiso para que entrase a la habitación.

— Shar, realmente necesito que no grites, me duele la cabeza— pidió Ryab, acomodándose contra las almohadas de la cama nuevamente, pero escuchó el repicar acelerado de los tacones de Sharpay cuando ella caminó veloz hacia él.

— Ry, esto es serio— el tono de voz de Sharpay no era el dramático usual que ella usaba para catalogar como serio a una situación donde no encontraba un par de zapatos, sino que era ese tono de emergencia que reservaba para ocasiones verdaderamente especiales.

— ¿Qué sucede?— preguntó él, sentándose totalmente en la cama y haciéndole un espacio, Sharpay se acomodó rápidamente a su lado y le mostró la pantalla de su teléfono celular, abierto en la noticia que era tendencia en esos momentos.

— Lo lamento tanto, Ry, intenté llamar a mis agentes, pero no pueden hacer nada, se volvió sensación durante la noche— lamentó Sharpay, dejando su móvil en manos de su hermano.

Ryan sintió su pulso dispararse, sus manos temblaban tan fuerte que apenas si podía sostener el celular, sus ojos se llenaron de lágrimas a una velocidad espantosa, su realidad tambaleante acaba de recibir el golpe final para el derrumbe.

La noticia de mayor tendencia era una nota sobre un vídeo corto de Chad y él besándose en el elevador el día de su último show, cuando Chad decidió salir del closet delante de todos y aceptar que era el esposo de Ryan. Él recordaba que en la euforia del momento no llegó a pensar en la cámara del ascensor, por no hablar de que en ese tiempo creía que era buena idea el descubrir su relación, para cuando su mente cambió de parecer, ni siquiera se acordaba de la dichosa cámara.

— ¿Cómo obtuvieron la grabación?— preguntó con voz temblorosa.

— Según la nota, llegó de forma anónima, pero dicen mis agentes que eso es una forma delicada de decir que te siguieron el rastro aquel día y alguien pagó para que le dieran la grabación— explicó Sharpay en un tono suave, casi lastimero, sabía lo dañino que era esa noticia en ese punto de la relación de Chad y Ryan.

— ¿Chad ya lo sabe?— después de todo lo que Ryan le había dicho, resultaba irónico que apareciera aquella grabación que no les permitía ocultarlo más, era una broma cósmica cruel sobre Ryan.

— Intenté llamarlo, pero su celular daba ocupado, supongo que es porque está lidiando con esto— informó Sharpay, Chad había sido al primero que llamó, obedeciendo el favor que él le había pedido en el auto, pero al parecer, alguien se le había adelantado.

— Tengo que verlo— anunció Ryan, intentando incorporarse de la cama, pero Sharpay sostuvo su brazo, deteniéndole.

— Afuera está lleno de reporteros esperando a verte, será un escándalo si sales y te seguirán— explicó Sharpay, recordando el desastre que fue que permitieran salir a su papi para ir a su empresa.

— ¡Maldita sea!— se quejó Ryan, volviendo a reproducir el video y torturándose con ello. Ni siquiera sabía si volvería a besar esos labios y el mundo ahora los acosaba, todo se había destrozado.

                              👑

Chad había sido despertado por Troy, que había entrado apresurado hablando incoherentemente sobre que Gaby y Taylor acababan de llegar con malas noticias. Cuando se puso medianamente presentable y acudió a la sala, el semblante preocupado de todos lo puso en alerta.

Aun cuando vio el video varias veces, Chad simplemente no podía creer que todo se había salido así de control, la llamada de su agente no se tardó en aparecer, iniciando una discusión telefónica larga que consistía en qué harían a continuación, siendo que negarlo era imposible, la calidad de la grabación permitía ver perfectamente que sí eran Chad y Ryan.

— ¿Podríamos aludir a que fue un encuentro casual de una noche? Podemos decir que el artista te sedujo y caíste debido al alcohol que habías ingerido, eso ayudaría con tu imagen, a fin de cuentas, en el mundo del drama eso es normal— propuso su agente, pero la sola mención de aquello hizo que Chad quisiera vomitar en ese momento.

— Lo siento, le diré qué haremos luego de hablar con Ryan, no antes— afirmó Chad, no queriendo escuchar más reclamos. Colgó la llamada rápidamente y se giró para enfrentar al resto de la habitación— Supongo que todo está jodido ahora, ¿eh?— durante el tiempo de llamada de Chad, Troy había puesto al día a Gaby y a Taylor de que Chad y Ryan estaban teniendo problemas y se encontraban en medio de una ruptura a medias, sin dar detalles de más, por lo que ambas chicas comprendían el pensamiento de Chad— Necesito hablar con él.

— No puedes salir por ahora, los reporteros que no se hayan aglomerado afuera de la mansión Evans, han de estar patrullando las calles en busca de encontrar a cualquiera que pueda darles indicios, si te ven no tendrás escapatoria— razonó Taylor, con esa increíble capacidad de respuesta rápida que la caracterizaba, Chad suspiro cuando vio a Troy y Gabriella asentir ante lo que la morena decía.

— ¿Entonces qué?— espetó Chad— ¿Me quedo aquí y espero eternamente?

— No, te quedas aquí hasta mañana— intervino Gabriella suavemente— Ambos estáis invitados a la boda, y siempre que no me estropeen nada, pueden usar la recepción posterior a la unión para hablar todo lo que quieran— ofertó ella, sonriendo ante su brillante idea— Es una zona privada donde se llevará a cabo una boda anunciada desde hace mucho, realmente no llamará la atención, nadie sabe que estás aquí, por lo que salir para ti no debe ser difícil.

— Quien lo tendrá complicado será Ryan— comentó Troy pensativo.

— Estoy segura que Sharpay ya anda ideando veinte maneras de escapar de la mansión— aseguró Taylor, conocedora de lo tenaz que podía ser la rubia cuando quería.

— Por ahora no queda de otra— finalizó Gabriella, mirando a Chad con aprensión, le preocupaba su amigo verdaderamente. Este solo suspiró derrotado, observando el techo cuando se desplomó en el sillón, agotado aunque recién comenzaba el día, serían unas largas 24 horas.

                           👑

Lissa observaba la pantalla de su ordenador sin poder creer lo que veía, era su hermano mayor, a quien en su familia resentían por haberse marchado aquella tormentosa noche en que su padre le había golpeado, aquella vez en que ninguno de ellos habían comprendido el por qué detrás del estallido de ira o el motivo de que Chad se enfrentara a su padre.

Chad había sido un tema vetado en su familia desde aquella noche, removieron de la casa cualquier rastro de que alguna vez él hubiese existido y prohibieron siquiera mentar su nombre. El básquetbol, el deporte de preferencia en Albuquerque, había pasado a ser algo profano en su hogar y ella nunca comprendió nada, aunque, a diferencia de sus hermanos, ella no solo lo aceptó.

Aun buscaba noticias de Chad en internet, seguía su carrera como jugador titular de los Knicks y veía los partidos retransmitidos, o en vivo cuando ocasionalmente la dejaban quedar en casa de una amiga por proyectos de la escuela. Si había algo que Lissa sentía por su hermano, era orgullo, ella no sabía qué lo había llevado a plantarse contra su padre, pero podía comprender que era algo importante, tanto como para arriesgarse a perder a su propia familia.

Ella sí había entendido las palabras de Chad al final de aquella noche, ella no se dejaría doblegar, lucharía por lo que verdaderamente quería, y lo que ella más quería a sus 20 años era reconciliarse con su hermano, escuchar su versión de la historia, porque ahora entendía que había sido amor lo que había llevado a Chad por ese camino y para Lissa por amor cualquier lucha era digna y justificable.

Una sonrisa cruzó su rostro al ver la mirada amorosa en medio de la pasión viva que consumía a esos dos cuerpos en aquel pequeño espacio, era solo un video corto, menos de 15 segundos, pero habían captado amor y deseo puro en su más clara expresión.

— Difícil creer que sea él— Lissa respingó en el asiento de su habitación cuando escuchó la voz de Brad, uno de sus hermanos gemelos.

— ¿Cómo entraste?— preguntó ella acusadoramente, a lo que Brad se encogió de hombros.

— La puerta no tenía seguro— respondió sin despegar la mirada de la pantalla.

— Papá no deja que pongamos seguro nunca— alegó Lissa, ganándose una respuesta de indiferente silencio.

— ¿Vas a ir a encontrarlo?— preguntó su hermano luego de unos minutos en que ambos miraban el video en repetición.

— Lo intentaré al menos— aseguró Lissa, abrazando más fuerte el peluche de una oveja morada que Chad le había regalado cuando ella tenía siete años, de alguna manera había logrado salvarlo de la limpieza que hizo su padre de cualquier cosa que Chad hubiese usado, comprado o poseído dentro de la casa.

— Lo intentaremos— corrigió Brad, ganándose una mirada alegre de su hermana— Yo también lo extraño— comentó el joven y ambos hermanos se sonrieron, tenían que empezar a planear su siguiente movimiento.

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Kyaaaa. Aparecieron los hermanoooos, me muerooooo, espero que les haya gustado pequepinkypitufibolas, me dejan saber en un comentario, ¿si?

Más adelante en el día subiré un tercer capítulo, pero ahora no puedo, besitooos. 💕💕💕

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