Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XIX

Ya llevaban una semana que estaban fuera de casa, y parecía como si ya fueran meses. Karamatsu salía a primera hora del día, todas las mañanas, a cualquier lugar, a buscar empleo y comida, pero la mayoría de las veces le rechazaban por falta de experiencia y nadie querría alimentar a un nini flojo como lo era él.

Maldecían ambos, no sabían como era posible tener tanta mala suerte junta. A pesar de que con el dinero que Ichimatsu había conseguido habían subsistido esos días más, la comida se acababa.

Habían cambiado el lugar donde Karamatsu buscaba, ya llevaban bastantes lugares en que lo rechazaban, pero podía aguantar un poco más...

Esa tarde Ichimatsu estaba en una plaza, sentado en el borde de la fuente y esperando a Karamatsu, como ya se les había hecho costumbre; y vio a Karamatsu acercarse con una sonrisa en el rostro. Los ojos de Ichimatsu se iluminaron mientras lo veía acercarse e incluso se levantó de la emoción.

Debía admitir que se sentía emocionado, aunque realmente todavía no escuchaba ninguna palabra del mayor, que ya estaba frente a él, con la respiración un poco agitada por la pequeña carrera que echó para llegar más rápido.

Pasaron segundos, que para los nervios del menor eran horas. Y cuando Karamatsu se sintió apto para hablar, le tomó las manos y mirándolo a los ojos le dijo.

-Me contrataron en una florería, hoy empiezo en media hora así que vamos -le dijo sonriente, y antes de que el mayor saliese en dirección al lugar Ichimatsu lo agarra de las mejillas y planta un beso en sus labios.

Para cualquier persona podría ser una noticia normal, pero a Ichimatsu le había alegrado toda la vida. Hacia días que no vivían normalmente, que no tenía ropa para abrigarse... Y aunque insistía en trabajar él también, Karamatsu se negaba. Aún con el dinero que le había traído y que les había hecho un bien... No sabía por qué.

Cómo sea, lo respetaba sólo porque cada noche Karamatsu se sentía un poco más irritado por no haber tenido intimidad en todo ese tiempo, y aunque bien lo podrían hacer en cualquier lugar, prefería no gastar sus pocas energías en eso...
Aunque debía admitir que también quería volver a relacionarse de esa forma con Karamatsu, Dios.

Bueno. Ahora se encontraba sentado en la pequeña sala que tenía aquella florería, era muy agradable y bonita, y de alguna manera, Karamatsu era el indicado para vender esas flores tan hermosas...
Cómo quería que Karamatsu le regalara flores... No, no debía pensar en eso. No tenían dinero para gastar en tonterías...

Pronto la jornada de Karamatsu pasó y el jefe, que aún no podía darle su sueldo porque era semanal, le dio como pequeño regalo un poco de comida y unas cobijas, y puso como pretexto "lo descontaré de tu salario" para ocultar su bondad...

Gracias al cielo, por fin se sentía más tranquilo...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro