IX
Ahí estaban, en el oscuro callejón. Karamatsu chupaba la poca sangre que sacó del cuello ajeno e Ichimatsu solamente se aferraba a la espalda de Karamatsu por debajo de sus brazos, para no caerse, el dolor lo mareaba de una manera exagerada y no podía respirar.
-Ah~ -soltó un leve jadeo, ahora Karamatsu lamía la marca, y el menor ya no podía aguantar-. Suéltame, pedazo de mierda -dice difícilmente, y Karamatsu se aparta de él.
Lo mira unos instantes y después lo alza estilo princesa para sacarlos de ahí.
-¿Vamos? -le sonríe y, con una caminata algo veloz, salen del largo pasillo.
El menor solo podía evitar hacer contacto visual mientras el mayor se encaminaba a algún hotel de amor, supuso. No podía evitar morir de vergüenza al ver a todas las personas, y él estando así.
-Karamatsu, nos están viendo raro -susurra avergonzado.
-Tranquilo, casi llegamos a casa -le responde y lo acaricia.
¿A casa? Si, Ichimatsu levantó un poco la cabeza y reconoció el camino, maldita sea, si había alguien ahí no podría apañar con Karamatsu.
-Jumh -algo molesto cruza los brazos.
-¿Qué sucede buraza? -agacha su cabeza para darle un beso en la frente pero Ichimatsu mete su mano poniéndola en los labios del mayor.
-Nada -contesta cortante, para darse cuenta de que ambos ya estaban en frente de su hogar.
Karamatsu lo dejo en el suelo delicadamente y ambos entraron para darse cuenta de que no estaban los zapatos de nadie en la entrada. Las hormonas de Ichimatsu seguían alocadas y calientes, entonces pensó que era una buena oportunidad para que Karamatsu lo follara.
Se quitaron los zapatos y se fueron a la sala de estar, quizás para ver la televisión un rato. Eso pensaba Karamatsu cuando se sentó en el sillón y tomó el control remoto. Pero entonces el mayor miró a Ichimatsu quitarse su suéter y acercarse con esa mirada de deseo. Hasta ese entonces desde que llegaron a casa, no habían hablado, y se le debió pasar por su cabeza que probablemente Ichimatsu quisiera seguir.
-Ichimatsu -lo llama el mayor mirando su torso y la marca que había hecho.
-¿Qué? -pregunta bruscamente y con el ceño fruncido, ahora estaba encima del mayor, rodeándolo con las piernas.
-¿No puedes esperar? -pregunta viéndolo, y darse cuenta que el menor ya le estaba desabrochando su cinturón.
Cuando escucha lo que dice le da un golpe en la cara. Finalmente baja los pantalones de Karamatsu un poco más, para sacar su delicioso, y grande Karamatsu Jr~.
Pensó unos instantes su siguiente acción, y se decidió rápidamente. Se bajó de las piernas del mayor para tomar el pantalón de la parte de los tobillos y jalarlo para sacarlo completamente.
Y Dios, la mirada de confusión de Karamatsu sumada a que él mismo estaba tan caliente era una buena mezcla. Y por fin tomó el miembro del mayor para meterlo a su boca y comenzar a chupar.
Escuchó un gruñido de Karamatsu, lo miró y tenía un ojo cerrado con la boca algo abierta. Se veía tan sexy. Introdujo la virilidad más adentro para rodearla con la lengua, y Karamatsu ya no podía contenerse más, así que tomó la cabeza de Ichimatsu para moverla más rápido. Esto tomó por sorpresa al menor quien evitaba ahogarse mientras el mayor le jodía la boca.
-Mnh~ Ichimatsu, tu boca se siente tan bien -gruñe siguiendo con el vaivén y se siente cerca.
Ichimatsu se avergonzó bastante al escuchar esto y sólo lo ignoró.
Estuvo un rato más así, jadeaba y gruñía de placer, y finalmente se vino duro en la cavidad oral de Ichimatsu, manteniendo su cabeza ahí y obligándolo a tragar todo.
El menor se separó de Karamatsu, dejando un hilo de saliva unida a su entrepierna y sus labios, dando una vista tan erótica. Lucía molesto, encabronado, pero en el fondo le había encantado tomar todo del mayor.
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