Cuando ya es hora, Izuku le avisa que ira por los mellizos, así que Katsuki solo alista la cena para su familia, una vez que llegan los mellizos corren a los brazos de su madre.

—Mami— gritan—Mami, Akane-chan será hermana mayor y la maestra dice que su mamá omega tiene un bebe en su pancita.—Los niños señalan el vientre de Katsuki y lo pinchan—¿ahí esta nuestro hermanito?— y Katsuki los mira con tristeza, quiere romper a llorar

—Niños, vayan a lavarse las manos, mami debe terminar de poner la mesa.

Katsuki se queda inmóvil, algunas lágrimas, luego se las limpia y respira fuerte. Alza la mirada y le regala una sonrisa muy genuina a su alfa.

—Kacchan— dice algo preocupado.

—Todo está bien, yo acepte los que soy, un omega estéril, tengo dos hijos, un alfa y una vida casi perfecta. No voy a llorar, ni tirarme al abandono. — gira y ve al alfa— mejor ayúdame a arreglar las cosas.

Izuku escucho sinceridad en sus palabras.

Los días pasaban normales en la vida de la familia, sin ningún cambio, en lo absoluto.

Nada que su vida haga que cambie.