Narra Ylenia

Dos meses eso es lo que pasó desee que mis padres saben sobre mi relación. De vez en cuando nos vienen a visitar, ni que decir de Quinn, viene con su novio a joderme la vida, pero me pongo alegre cada vez que vienen.

Estuve en el departamento de mis chicos luego de dos semanas lo de mis padres. A pesar de que tenemos una obra que supervisar nos damos el tiempo de estar como en... familia.

La obra está en buenas manos, cada vez que íbamos todos pensaban que Ángel era hijo de uno de los hermanos y que yo era la madre, sólo seguíamos que pensaran eso ya que no importaba. Desde ese tiempo no tuvimos relaciones uno que otro beso y roces, pero como ayer cuando pasé por el cuarto de Aiden lo escuché gemir, me puse caliente al escucharlo gemir mi nombre.

Siento que los tengo abandonado, pero en cada momento que estamos por pasar a al siguiente nivel, Ángel nos interrumpía ya sea por hambre o para cambio de pañal.

Hablando de Ángel fue a encontrarse con Amber, su madre. Hace una semana que lo recogió Noel, me agradeció por cuidar a Ángel. Me despedí con un dolor de tener en mi cuidado con casi diez meses de edad. Me contó que el problema con el ex de Amber se resolvió. Lo que vi en su rostro es un conflicto, esa cara de querer algo y no tenerlo, quiere a Amber no como cuñada, si no más que eso, la quiere como mujer. Sólo espero que esto acabe bien y no con Amber y Ángel lejos de él.

Me alegro por Ángel es tan pequeño para saber lo que le pasa a su alrededor. Se fue, pero él me abrió los ojos para querer un ser hermoso igual a él.

Los chicos se dieron cuenta de mi falta de ánimo, sólo les pedí que se fueran, que necesitaba un tiempo para mí. Sé que se sienten mal al poder dejarme sola, lo que no saben es que les tengo una sorpresa. Que para ello tenía que recurrir a fuentes del Internet.

Lo primero que hice fue ir a una de esas tiendas sex shop, una hora después que se fueron. Cuando entré me dio una vergüenza de pies a cabeza, jamás en mi miserable vida pensé hacer eso, pero véanme aquí estoy viendo todo tipo de cosas que no conocían como objetos de lencería, disfraces, juegos y aceites.

Tragué mi saliva y quise salir, pero una señorita vino a mi encuentro que no tuve más opción que decirle lo que quería. Al principio sólo asentía a lo que me decía, pero con el pasar del tiempo me desenvolví y le pedí consejos. Salí con más de tres bolsas grandes, ahí se fue un mes de pago, no sabía que estas cosas contarán tanto.

Cuando llegué al departamento, lo primero que hice fue tirar eso en la cama y verlo ahí. No sé por qué, pero creo que ya me estoy arrepintiendo de lo que voy hacer.

Cuando ya se hace tarde me miro al espejo y veo que el Baby doll de encaje se ajusta perfectamente a mi cuerpo, tiene un atrevido escote que se ve bien en mi busto. Me gusta lo que veo, más con los tacos altos.

Asiento al ver lo que elegí para mí y para ellos me encanta.

Escucho el sonido de la puerta abrirse y sonrío al saber lo que va venir después, escucho mi nombre gritar. Sólo espero que encuentren mi pista y no se demoren en entrar.

Espero un buen rato y escucho los pasos y las risas del otro lado de la puerta. No puedo moverme tanto que caminar me incomoda. Esta noche yo mando y ellos van a respetar eso.

Siento la puerta abrirse y ellos están ahí pero no están como lo indiqué, eso me molesta, pero igual están como Dios los trajo al mundo...o como más bien su madre.

Ellos me miran con los ojos dilatados de deseo, sus miradas empiezan desde mis pies y suben lentamente por mis piernas y se detienen en mis bustos. Sé que les gusta ya que pasan humedecen sus labios. Tratan de acercarse, pero levanto mi mano y les señalo que se detengan.

—Alto ahí. ¿Mejor por qué no se sientan? —Señalo a lo que ellos niegan.

—Enserio cariño, ¿Estás aquí casi desnuda para nosotros y quieres que no hagamos nada?.

Asiento y cuando me estoy dirigiendo al baño un poco incómoda, pero la voz de Nathan me hace detener.

—¿A dónde vas?.

—A cambiarme. Yo quiero darles placer a ustedes ¿Pueden darme por hoy el mando? estoy segura que no se arrepentirán.

—Muy bien cariño hoy estas de mando, has con nosotros lo que quieras.

Se sientan y sonrío de oreja a oreja al ver que me salí con la mía.

Me dirijo a la mesa donde está el celular y prendo una música para poder bailar. Muevo las caderas sensualmente, ellos se admiran al ver lo que hago. Me acerco a ellos empezando por Landon, pasando por Nathan y termino en Aiden, acaricio sus cuerpos. Muevo mi cuerpo al ritmo de la música.

Empiezo lentamente al ritmo de la música, no quito los ojos de ellos puedo ver sus ojos en mi cuerpo, Aiden empieza a masturbarse, sólo miro con los ojos de deseo me acerco a Nathan y me siento en sus piernas y trata de tocarme, pero me levanto y niego moviendo mi dedo.

Hago lo mismo con Landon que aprieta sus manos para no tocarme, me empiezo a frotar en su regazo, me levanto y me agachó dejando a la vista mi trasero. Escucho una maldición, eso significa que vieron el plug en mi culo.

Guiño el ojo ya cuando termina la música, muerdo mis labios no quitan la vista de mis manos, piernas y labios.

Sé lo que va ocurrir después, sé que me van a tomar y no van a parar hasta dejarme exhausta. Pero después de todo lo voy a disfrutar a lo grande.

***

Pasó un mes, pero ahora aquí estoy mi cara entre el inodoro, todo lo que desayuné terminó aquí siento palmadas en mi espalda y el cabello alzado.

—Estas bien cariño, si sigues así vamos a ir al doctor.

No respondo ya que no tengo fuerzas ni para hablar. Sólo me encargó de asentir. Miro a Aiden ya que los demás se fueron a ver la obra que por cierto está en un buen camino.

—Ay algo me ha caído mal, yo no soy buena comiendo cosas que son pasadas.

—Igual iremos a saber por qué estas mal, además con todas las veces que terminamos dentro tuyo puede que estés con una criatura dentro tuya.

No me imaginé en pensar eso, vi a mi tía una vez vomitar y yo pensé que le había caído mal la comida ahora responde por qué tuvo a mi primo.

Pero no fuimos ya que él compró pruebas de embarazo, como unos cinco. Esperé un buen tiempo y cuando vi no pude creer lo que observé. Abrí la puerta del baño y Aiden se acercó y agarró las pruebas y las vio. Me sonrío y me abrazó, todavía no puedo creer que aquí dentro mío hay un ser pequeño.

—Vamos a tener un bebé cariño y será amigo de Ángel, lo veremos después y él estará feliz de verte.

Asiento con las mejillas mojadas por las lágrimas que salen. Hace una semana que vi a Ángel, estaba tan emocionada que casi lloro cuando se fue. Es un niño muy lindo, conocí a su madre y es una persona muy simpática, está pasando un tiempo malo por la pérdida de Noé. Pero veo que Noel la sigue mirando a Amber con la ilusión de estar con ella y viceversa, sólo que hay una barrera y es el padre de Ángel.

Me estuvo mimando casi toda la mañana y la tarde. Cuando llegaron los demás con comida comprada salí corriendo de nuevo a devolver lo que comí que, por cierto. Ellos se asustaron, pero Aiden les habló, no quise acercarme para ver lo que trajeron ya que el olor me repugnaba.

—Necesitamos llevarte al doctor cariño, no quiero verte así.

Aiden habla, pero me paró y me cepillo los dientes.

—Estaré bien no te preocupes, sólo será por este mes más.

No puedo creer cuan equivocada estaba, seguía con lo mismo, ya tengo cinco meses, pero sigo devolviendo la comida, odio el olor de la comida. Apenas puedo comer ya que lo devuelvo inmediatamente.

La doctora me dio pastillas para contrarrestar los vómitos, pero los devuelvo ni bien tocan mi boca. No sé si ellos están enojados o preocupados ya que mi barriga no se nota, ya que decían que sus parientes tenían la barriga grande a los cinco meses.

Escuché lo que la doctora les dijo a los chicos sobre el bebé que llevo dentro mío. Me quise parar y gritarle, decirle que mi bebé no estaría en una incubadora ni sería pequeño, pero con las fuerzas que me cargo no puedo.

Para los siete meses empecé a comer poco a poco, pensé que estar embarazada iba ser bonito, comer mucho estar con los antojos de variedades de comida, pero no, estoy aquí apenas de mi vida.

Pero ellos están felices, saben que mi cuerpo no acepta, pero se preocupan por el estado del bebé. Así pasaron los meses conmigo comiendo poco a poco y mi cuerpo para mi suerte acepta.

Estoy aquí con los nueve meses a punto de tener un bebé, estoy mejor no como hace ocho meses, pero bien.

—¿Cariño estás bien?.

—Cariño, sé que estas preocupado por mi barriga, pero este bebé va estar bien.

Me mira y ve da un beso, mi barriga sigue pequeño, si me pongo un polo largo no se nota nada es como si fuera que subí de peso. Mi madre les sacó de su preocupación ya que les dijo que ella también llevó a sus hijos de esa forma, su barriga no se notaba.

—Landon y Aiden siguen en la obra, me imagino que terminó.

—Preciosa, te llevaremos ahí cuando estés mejor y estarás encantada con la obra.

Mis chicos están emocionados con el bebé y yo también, pero llegó más pronto de lo que imaginaba. Una noche mientras mirábamos una película, sentí un dolor profundo en la barriga y las contracciones llegaron a lo que ellos se asustaron y se empezaron a moverse a traer lo necesario.

Ahora me encuentro en la sala de parto, mirando a los doctores hablando, pero no escucho nada ya que me encargo pujar, miro a Nathan y susurro.

—No puedo.

—Vamos cariño tú puedes.

Grito con todas mis fuerzas una y otra vez hasta que escucho el llanto de mi bebé. Le sonrió a Nathan al saber que nuestro bebé está ahí con nosotros, me mira y retira la mano para sobarla ya que apreté mientras pujaba. Ahora sólo quiero dormir, pero también quiero agua, pero eso lo dejaré para más rato. Escucho a Nathan hablarme y gritarle al doctor, pero no hago caso y me entrego a él. Mi bebé está bien y eso es lo que importa.