«Sin palabras »
Narra Ylenia
—No se acerquen trío de depravados.
Grito al ver que ellos me miran, mientras trato de esquivarlos. Malditos como pudieron hacerme esto, los odio.
—Eso no decías ayer.
—Cállate...les he dicho que no se acerquen y será mejor que me obedezcan, porque esta... —Me detengo un rato al escuchar una bulla. —¿Qué es eso? ¿Por qué carajos está el bebé aquí?.
—Landon ve a traerlo.
—Ahora se comporta así pero el día que estuvo en la cárcel y ayer no actuaba así.
—¿Disculpa?... ¿Qué dijiste? ¿Cárcel?.
—Disculpada, ¿Qué no te acuerdas como te ponías y tocabas nuestros cuerpos?.
—Es... Eso jamás lo hice. —«Yo entregarme en sus cuerpos estos están locos, pueden que sean guapos, musculosos, pero ¿Restregarme? jamás.»
—¿Qué? dudas de noso...
No termina de completar la oración por que aparece mi Ángel con los ojos llenos de lágrimas.
—Oh bebé que te hicieron.
—No seas dramática que nosotros no lo hicimos nada.
Landon me lo da y el bebé inmediatamente se calla y sólo escucho su pechito que sube y baja. Me siento con él poniéndole sobre mi pecho.
—Esta mañana lo trajo tu amiga dijo que tenía trabajos que hacer.
Escucho la voz de Aiden, cosa que asiento y lo tranquilizo.
—Por cierto, de donde eres por que las personas de aquí no son tan...
—¿Tan pequeñas?... lo sé, mi madre mide menos que yo, pero mi padre es un hombre alto de eso se llevó mi hermano.
Hablo cuando veo que los hermanos le miran a Nathan. Me río al darme cuenta que no quieran que me sienta mal, cosa que no lo hacen ya que es notorio.
—Y respondiendo a tu pregunta original, no soy de acá. Pienso volver en mis vacaciones a mi país natal...
Lo digo toda orgullosa, es mi país y no tengo por qué sentir vergüenza de admitirlo.
—Terminaste ahí tus estudios me imagino.
—Sí.
—Y cuando podemos visitar a nuestros sueg...
—Disculpa. —Digo al escuchar el sonido de mi celular. Cuando lo agarro veo el nombre de Noel cosa que me extraña que recién me hubiera llamado.
—¿Noel?
—Hola Ylenia, disculpa por llamar ahora, tenía cosas que hacer y no tuve tiempo de comunicarme para ver cómo está mi Ángel.
—No te preocupes. —Me imagino que es el trabajo. —Aquí está conmigo el pequeño y hermoso Ángel que por cierto...
—Lo siento por cortarte, pero me voy a quedar un tiempo más por aquí sólo quería decirte cuanto sería el pago por cuidarme de mi hijo.
—¿Pago? no, Noel lo voy a cuidar hasta que regreses no hay problema del pago, no quiero nada de dinero por cuidar a tu hijo, es más es un honor mío hacerlo.
Hablo mientras veo que los tres individuos se me pegaron como lapas al escuchar el nombre de un varón cosa que asustaron a Ángel que casi llora, ya que si no habría ese casi ya estaría llorando.
Les hago señas para que se retiren que no me dejan escuchar lo que me dice...
—...llegando de aquí a dos o tres semanas.
—Sí, no te preocupes lo voy a cuidar hasta que llegues.
—Hasta luego Ylenia y dale un beso a mi bebé.
—Hasta luego Noel, Ángel también te manda un beso, ¿verdad bebé? —Hablo con Ángel que me mira mostrando sus dos dientes delanteros. La llamada se corta sin haberse despedido del bebé.
—Se pueden alejar, invaden mi espacio personal.
—Vamos, tenemos que cambiarnos chicos tenemos que ir a la obra, Ylenia tiene que estar con nosotros. —Habla Aiden, cosa que los demás hacen caso y él me sigue mirando antes que hable dice. —Y tú, no te hagas la inocente que el día que estabas en la cárcel y ayer nos diste el permiso de ser nuestra quieras o no.
—¿Disculpa?... entiendo yo soy de ustedes y ustedes seguramente son míos. —Hablo sarcástica, pero al ver la sonrisa me congelo. —No, yo no soy de ustedes y viceversa.
—Lo veremos cariño, lo veremos. —Dice mientras se dirige a su habitación.
Me quedo estática, sin más que hacer me dirijo a la habitación donde desperté. Y ahí veo la ropa tendida en la cama, me acerco y dejo al bebé al costado, cosa que él se da la vuelta y empieza a jugar.
Lo miro y me pregunto lo hermoso que sería tener un bebé así de hermoso. Le pongo a su alrededor almohadas para que no se caiga y al ver al bebé que no se mueve agarro la ropa y me dirijo al baño.
Cuando salgo, lo veo cerca del borde me dirijo rápidamente a cargarlo, siento mi corazón agitarse al saber lo que podría haber ocurrido si llegaba tarde.
—Oh bebé. —Hablo mientras le doy besos en toda la cara.
Cuando salgo de la habitación Me encuentro con tres pechos en la puerta.
—Nathan ¿qué tal está nuestra mujer? —Habla Landon mirándome de pies a cabeza lentamente y no sólo él dos hermanos también. A veces me pregunto lo iguales y diferentes son a la vez que miro a los gemelos.
—Esta preciosa como debe ser una mujer de los tres. —Habla más para Aiden que para mí, porque lo mira de reojo.
—Dejen de hablar como si no estuviera aquí. —Me hago paso para poder salir de ahí cosa que se hace un poco complicado porque no se movieron al principio, pero al ver al bebé tenían que hacerlo. —Y por cierto dejen de hablar comí si fuera de ustedes cosa que no es.
Salgo lo más rápido que puedo para no oír su respuesta, cosa que no paso tranquila un rato ya que ellos se paran a lado mío y me dirigen a uno de sus autos.
—Vamos a ir al proyecto y luego veremos que haremos con la relación de nosotros.
—¿Te escuchas estas escuchando Landon? Porque parece que estás hablando con tus hermanos menos conmigo.
—Nosotros vamos a estar ahí para ti bebé no tienes por qué sentirte excluida.
Habla mientras entró al auto con el bebé que está con sus manitas en la boca y a cada lado mío se sientan los gemelos y Landon esta adelante encendiendo el auto.
Nathan está con el celular pendiente y preocupado, cosa que yo no lo veía así más bien jamás lo había desde le conocí a los hermanos.
—Oye ¿Estás bien? —Le susurró al ver que los otros dos están en su mundo. —Sabes que cualquier cosa puedes decirme.
—Sí, no te preocupes estoy bien. —Habla mientras esconde el celular.
—¿Estás seguro? porque te veo preocupado, es algo feo me imagino.
—No es nada, no te preocupes. —Dice con una sonrisa falsa.
—Te creeré entonces.
Antes que diga algo, Aiden me quita al bebé y empieza a jugar con él, cosa que mi corazón se calienta con un sentimiento que no conocía.
—¿A ti te gustaría tener hijos? —Hablo mientras los veo jugando y escuchando la sonrisa de Ángel.
—Si es contigo me encantaría.
—Y ahí terminó la conversación sin que digas algo de mi o de mi coño.
—Oh bebé no hables de tu lindo coño porque Landon va tener que estacionar y vamos a tener que probarte cada uno de nosotros, pero con Ángel aquí presente no se va a realizar.
—¿Tú también Nathan?.
Todos reímos después de eso mientras veo los árboles pasar. A veces me pregunto si alguna vez tendré una familia como lo veo aquí así de maravilloso. Pero con ellos aquí a mi alrededor no creo que sea posible.
—Vamos bebé ya llegamos. —Dice Landon ayudándome a bajar. Cosa que me había perdido en mis pensamientos y viendo la naturaleza. Bajo del auto y Aiden está cargando al bebé que se está dormido.
—Se durmió mientras estábamos jugando. —Dice Aiden con el bebé a brazos, cuando le voy a pedir a que me lo dé, él se dirige al auto y se sube. —Vayan a inspeccionar yo me quedo acá ya que sería malo para el bebé, tenía que salir para estirar mis piernas.
—Vámonos tenemos trabajo que hacer dice dirigiéndome a conseguir implementos de cuidado personal.
Hacemos un recorrido y veo que muchos que las personas que trabajan nos miran cada vez que nos dirigimos al inspector.
—Sabes que tener a una ambientalista presente a veces es muy perjudicial.
—Si lo dices por la forma en que tenemos que solucionar los diferentes tipos de problemáticas que puede haber en una construcción de este tamaño y que también somos muy cuidadosos con el ambiente y que aspectos negativos puede haber y traer está construcción hacia el habitad que había en esta tierra entonces, sí que podría haber un problema muy perjudicial.
—Ves de lo que habla Landon eres toda muestra.
Me agarra y su boca choca con la mía y su lengua se adentra dentro de mi boca mientras me alza, tiene un sabor a menta mientras agarro sus hombros y empiezo a responderle el beso cosa que de un momento a otro estoy en el suelo y veo a Landon con una mirada enojada.
—Nathan no hagas eso en delante de todos estos hombres de aquí. —Dice señalando a los trabajadores que al mirar veo a ellos con sus miradas en nosotros. —Sabes que podemos hacer eso y más, yo mismo estoy duro al ver como mi hermano te hacia suya. —Dice susurrando en mi oído.
Y por primera vez me quedo sin palabras a la declaración. Por qué se en el fondo los quiero y hoy día no me salvo de ellos.
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