Narra Nathan

—¿Con qué cuento vamos a llegar? —Dice Aiden mirando al retrovisor.

—No vamos a decir ningún cuento. —Habla Landon mientras dobla a la izquierda. —Es domingo lo cual significa reunión familiar.

—Tiene razón además nuestros padres deben estar ahí. —Digo.

—Sí, lo sé... ¿pero por qué con nuestros tíos? —Habla cruzando los brazos.

«Este chico no entiende»

—¿Será que vamos a preguntarles para que nos digan cómo es su relación con nuestra tía? —Digo mientras lo miro por el retrovisor con una sonrisa de lado.

—No tengas miedo Aiden. —Habla Landon mientras para en el semáforo. —Que nuestros tíos sólo nos dirán «te lo dijimos».

Yo me río mientras Aiden le da un golpe en la parte trasera de su cabeza a Landon.

—Tú no te rías que tú no te salvas. —Dice arreglando su cabello. —Mejor dicho, que ustedes dos tampoco se salvan.

Dicho esto, seguimos nuestro camino a la casa de nuestros tíos.

Cuando estaciona Landon, todos miramos por la ventana que hay varios autos estacionados.

—¡¿Vinieron nuestros familiares?! —Grita Aiden exaltado. Él no es el único que está en shock ya que por la mirada que tiene Landon es de película y de la mía que mejor no hablo.

—Bajamos todo tranquilo. —Digo saliendo del auto. —Y cuando vamos a entrar mostraremos una sonrisa.

Mis dos hermanos asienten, y con paso decidido nos dirigimos a la entrada. Landon toca el timbre, Aiden y yo esperamos pacientes para que abran la puerta.

Escuchamos mucho ruido eso significa que se están peleando por quien va abrir la puerta.

—Primitos a los años - dice Anthony acercándose a saludarnos y atrás de él aparece mi tía Mirella con uno de sus esposos Craig. Nosotros nos acercamos a saludarla «es mi tía preferida pero no sé de mis hermanos»

—Tía Mirella. —Dijimos todos mientras la acorralamos en un abrazo y nuestro tío sonríe al ver a su esposa feliz.

—Mis sobrinos preferidos. —Dice nuestra tía besándonos en nuestra mejilla a cada uno.

—Hola chicos. —Habla Craig abrazando a nuestra tía. —¿Qué les trajo a parar aquí?.

—A mí no me metas en el mismo saco. —Dice Aiden mientras nos señala - ellos son los que se olvidaron de ustedes.

Le dirigimos una mirada amenazadora, mientras escuchamos las risas de mi tío y mi primo.

Mientras nos dirigimos adentro vemos a varios familiares hablando entre ellos

—Enserio que les trae por aquí. —Habla nuestro tío rompiendo el hielo.

—Eso... venimos a visitarlos. —Dice Aiden esquivando a dos sobrinos que están corriendo.

—¡Pero mira nada más a quien tenemos aquí! —Escucho que habla Miguel levantando el vaso de cerveza hacia nosotros. Mis hermanos y yo siempre recibimos ese tipo de saludos por parte de Miguel.

—Hola Miguel. —Saluda Aiden «aquí va arder Troya» - ¿Dónde está tu mujer para que te sostenga el pantalón?.

Miguel suelta su bebida y se acerca a nosotros mientras mis tíos Kelly y Ewan se acercan con paso decidido para detener a Miguel.

—Miguel será mejor que te sientes antes de que pase algo. —Habla mi tío Ewan mientras le sujeta el brazo.

—No lo defiendas tío ya estoy harto de que esta sabandija que cada vez que nos ve a nosotros, siempre nos hace algo ya sea por su maldita estupidez o por su borrachera de viejo. —Habla Aiden señalándolo con su dedo mientras yo y Landon lo sostenemos.

—Pero ustedes no son más que unos putos con su disque empresa. —Habla escupiendo en cada palabra. —Tú. —Dice señalando a Landon. —Eres y siempre serás la sombra de tus hermanos y tú. —Dice señalando a Aiden. —No eres más que la vergüenza de tus padres al ser un mujeriego que se mete con cualquiera que se cruza en tu camino. —Todos nos miran al ver el show que hacemos. —Y tú no te salvas que sólo eres un...

No se cómo paso, pero Aiden y Landon se lanzaron a Miguel y de ahí empezó la pesadilla, todos los familiares empezaron a gritar, aunque mayormente fueron los niños y los adultos se dirigieron a separarlos.

Yo me quedé estático, pero luego me abalance a Miguel ya que mis hermanos estaban retenidos, pero ya que yo no estoy retenido tengo la vía libre.

—¡Pero que les paso allá afuera! —Grita el tío Ewan señalándonos a los cuatro.

—Están en nuestra casa y ese tipo de peleas no están permitidas. —Ahora el regaño de Craig. —¿Ustedes siquiera pensaron en los niños que gritaban afuera?.

—Y eso no es todo, ustedes ya no son niños, ¡por Dios dense cuenta!! —Habla Kelly. —Tú ya tienes esposa, pisado, pero tienes una mujer a tu lado, pero ustedes tres que va ser de su vida. No me digan que toda la vida se la pasarán de mujeriegos.

Nosotros sólo agachamos la cabeza ya que cuando mis tíos se enojan nada es capaz de pararlos excepto mi tía, pero ella está también enojada con nosotros que nos entregó en bandeja a sus esposos.

—Tío sobre lo último ya tenemos a alguien. —Habla bajo Landon.

Yo le miro y me sorprendo cuando habla despacio ya que él jamás fue así de tímido.

—¿Tenemos a alguien? —Habla Craig con la mano en la quijada. —¿Es enserio ustedes tres?.

Nosotros sólo atinamos a asentir despacio y nuestro primo lejano Miguel nos mira con los ojos abiertos.

—Miguel será mejor que esta sea la última vez que tienes una pelea con ellos tres. —Habla Ewan mirándolo seriamente. —Ve abajo y discúlpate con cada persona ya sabes cómo son los de la familia.

—Lo siento tíos no era mi intención dañar su fiesta. —Habla mientras se para. —Si me permiten aré lo que me piden.

Y diciendo lo último sale de la habitación. Cuando sale mis tíos nos miran con la ceja alzada.

—A ver cuéntanos eso de que «¿tenemos a alguien?» —Dice sonriendo de lado Kelly.

—Conocimos a una chica es así de pequeña. —Digo mientras que con mi mano digo la altura no tan exacta. —Es hermosa, pero con un carácter de perros.

Hablo mientras pienso cuando estaba en nuestra cama casi toda desnuda. Yo no me quedo atrás ya que mis hermanos están también con esa mirada perdida.

—Ya veo que están más que atrapados por la chica pequeña. —Habla Ewan mientras veo la sonrisa de los otros dos.

—Sí, tienes razón seguro que vinieron a pedir consejos ¿verdad? —Habla Craig.

—Sí tío nosotros no somos buenos con la relación poligamia, pero sé que ustedes nos ayudarán. —Habla Aiden.

—Pero primero les contaré como fue que nosotros sabemos sobre ese tema y como conquistamos a su tía que saben a leguas que es más dura que una piedra.

—Nos dirás, pero no tus cosas íntimas ¿Verdad?, porque con sólo imaginármelo me da cositas.

Mis hermanos me dan un golpe cuando pregunto eso y yo sólo los miró mal.

—¿Por qué? si ustedes harán lo mismo con su chica. —Dicen riéndose.