Habían pasado 113 años nuevamente.

Ya había perdido la cuenta de cuántos años hacían de la primera vez que la ví. Pero todo eso quedaba en segundo plano el día de hoy. Llovía más de lo que podía imaginar, me preocupaba ya que realmente podían suceder desastres con tanta lluvia. Me encontraba sentado bajo la lluvia, solo por hoy no me parecía nostálgica, se me hacía preciosa, me llenaba de alegría y ansiedad, ya que vería a la persona que tanto esperaba.

Hacía frío, tampoco me importaba. Está vez estaba decidido a poder quedar con ella para vernos luego, esperar 113 años para verla me estaban desesperando. Las horas pasaban lentamente, lo veía eterno el tiempo de espera.

Una hora.

Dos horas.

Tres, cuatro, cinco horas.

8 de la noche.

No llegó.

Nunca llegó en ese día.

Llegué a mi departamento -Eran especiales para los guías, sólo nosotros podíamos entrar a ellos- y revise el calendario. No habia error con la fecha, definitivamente era hoy. Inclusive llovió como siempre... ¿Qué había pasado? Debía ser algún tipo de error, debía haberlo, era imposible que no apareciera. Era imposible que ella no hubiese llegado... ¿Y sí fue por la misma lluvia? No, es que no podía ser ¡Nada tenía sentido!

Me estaba desesperando, estaba al borde de las lágrimas, jamás había llorado en todos estos años, pero la angustia y el dolor que estaba sintiendo necesitaba expresarlo de alguna forma, y sin embargo llorar no lo calmaría, necesitaba verla.

No me cambié ni siquiera la ropa húmeda, camine hasta el departamento de mi superior. Cuando me abrió la puerta entre inmediatamente. Era la única persona en la cual confiaba lo suficiente como para contarle de mi situación.

Le conté todo. Él me escuchaba con calma y atento a cada palabra. Yo personalmente creí que me tomaría por loco, o que me reprendería por haber entablado conversación con un humano, además de haber desarrollado sentimientos por uno.

Pero no lo hizo, solamente me ofreció un poco de té, que acepte agradecido, necesitaba relajarme un poco, y sentó frente a mi. Me dió un poco de ansiedad saber que era lo que me diría.

Bueno... Creo que habías tardado mucho. Tu naturaleza debe ser así de lenta -Sonríe y toma un sorbo de su té-

¿De qué habla?

Que habías tardado mucho en venir a buscar respuestas. Me lo esperaba desde la segunda vez que la encontraste.

¿Ya lo sabía?

Bueno... Cómo ya iniciaste no creo que haya porblemas en decirtelo, lo sabrías de todas formas más adelante. Eso de que guíes las almas a mí es solo una fachada. Estamos matando en realidad dos pájaros de un tiro, como dicen.

¿Fachada de que? Yo hago mi trabajo.

Ese es el detalle, ustedes creen que lo que hacen es su propósito. Seokjin ustedes no fueron creados para éso.

¿Cómo conoce mi nombre?

Ahora sí estás impaciente -Sonríe y le pasa una carpeta de archivos con su nombre al frente- Es tu registro. Tu me fuiste encomendado a mí, yo realmente soy tu guía.

... Estos es... Aún más confuso -Hace una mueca- ¿Todo en está carpeta es sobre mí?

Si. Es tu vida, la última que tuviste. Aunque bueno era tu primera vida, es el único registro allí -Lo detiene antes de que abriera la carpeta- Te la estoy enseñando, lo que está allí solo puedo verlo yo, esos recuerdos volverán a tí cuando sea el momento, no es necesario apresurar las cosas.

Entonces -Le regresa la carpeta- Usted me está guiando a mí ¿En qué?

En volverte a unir con tu destino. ¿Crees en el destino?

... Si.

Bueno, a veces el destino juega malas pasadas. Enreda las cosas, o las hace más fáciles, así como a veces las corta, pero siempre pueden volverse a unir. Tu destino fue cortado, es como la metáfora del hilo rojo, ese mito japonés ¿Lo conoces?

Si, lo he oído varias veces.

Es algo así. Cuando se crea un alma, también lo hace su pareja destinada, lo que los humanos conocen como el amor de su vida.

... ¿No es lo mismo que las almas gemelas?

No. Son diferentes. El amor de tu vida es sólo uno, tu alma gemela es aquella que llega luego de haber perdido a ese amor, para volverte a reparar, pero hay ocasiones donde esa alma no cumple su objetivo. La diferencia entre nosotros dos es que, tú alma destinada jamás logró sanar con su alma gemela. Siguió buscándote, aún luego de su reencarnación. Y mi caso es que mí destinada si logró avanzar y sanar con su alma gemela.

¿Éso es bueno o malo?

Depende de como lo quieras ver. Por un lado me alegra porque pudo volver a ser feliz. Pero por el otro, duele saber que ya no eres una parte importante en ella, que pudo sacarte de su corazón, no por completo, pero lo hizo -Lo mira- Por esa razón estás aquí. Los destinos que han sido cortados por el mismo destino terminan aquí, fuiste el primero en morir, por eso eres quien está frente a mí. Y seguirán encontrándose una y otra, y otra vez, hasta que su destino se repare y vuelva a unir.

Pero... Hoy no la ví.

No te estoy contando todo -Sonríe y se sienta- Es algo que esa persona debe confesarte.

¿Y si esa persona decide simplemente no verme más? ¿No quiere ser parte de mi destino? Es decir... Sí simplemente decidió que es mejor olvidarme.

Lee Yeon Ji es el nombre que tiene en esta vida -Muestra una carpeta con ese nombre- Cinco reencarnaciones, en cada una de ellas ha rechazado a su alma gemela. No estoy seguro que haya decidido olvidarte Seokjin. Su corazón sigue buscando a esa persona, a tí.

¿Pero por qué justo hoy no-

Seokjin si tienes alguna pregunta, habla con ella en persona. Está es su dirección -Coloca un trozo de papel sobre su mano- Mi deber es guiarte, no puedo darte todas las respuestas que quieres, tú mismo debes buscarlas.

Tienes razón. Muchísimas gracias -Antes de salir es detenido - ¿Qué sucede?

Te recomendaría ir mañana, no creo que sea buena idea llegarle casi a las 9 de la noche y con la ropa aún húmeda.

Pero me da miedo no poder verla luego. Sólo este día es que puedo verla.

No es así realmente -Sonríe- Ay este Seokjin, cálmate un poco. No la perderás por no verla hoy. Ve mañana en la mañana, cuando estés más calmado y con un cambio de ropa.

... Ok, gracias otra vez. Nos vemos luego

Regresé a mi departamento aún procesando todo. Me sentía aliviado y a su vez felíz. La ansiedad y necesidad de verla ahora eran mayores, pero saber que estábamos destinados era una emoción que nunca antes había sentido. Sentía mi pecho latir fuertemente, tanto que sentía los latidos claramente en mis oídos.

Me encontraba frente a su departamento. Toqué el timbre una vez pero nadie abrió. No quería ser impaciente, pero ¿Sí no estaba en casa? O si de casualidad había salido a hacer compras, hacer ejercicio, que se yo, o si no me había escuchado tocar la primera vez.

Toqué nuevamente. Está vez escuché como una leve voz me respondió y comenzó a quitar el seguro de la puerta.

Se abrió la puerta y allí estaba ella. Hecha un desastre con su cabello desordenado y la pijama puesta, tal vez no llevaba mucho rato que había despertado. Pero se veía tan bella; lo único en causarme malestar es ver cómo tenía rastros de lágrimas secas en sus mejillas y sus ojos enrojecidos. Había llorado, ¿Por qué? Quería saberlo, quería ayudarla, si había algún culpable hacerle pagar por lastimarla. Mi pecho dolió por pensar en el motivo de su llanto.

Disculpa... No nos conocemos pero-

Hasta que por fin apareces por tú cuenta -Saltas y le das un abrazo- Estoy tan feliz de verte.

Por la confusión sólo pude regresarle el abrazo. Me invitó a pasar y eso hice. Nos sentamos uno al lado del otro en el sofá. Quería hablarle, decirle lo que sentía, todo de lo que me había enterado, pero sus palabras al verme me causaban confusión, creía que necesitaba antes una explicación de su parte. Así que eso hice, pedir respuestas antes de hablar de mí.

Cómo... ¿Me conoces?

... Yo... No sé cómo explicarlo, es algo muy extraño. Son... Recuerdos, nos recuerdo claramente.

Pero ayer no nos vimos así que... No tiene mucho sentido.

Si, ayer no nos vimos, porque no quise ir. Quería ver sí ir a verte cada vez hacía algo, producía algún cambio. Pensé que realmente -Sus ojos se llenan de lágrimas- Realmente que no significaban nada, que perdí todo el tiempo, pero verte hoy de pie frente a mi puerta, me alegró tanto que comencé a llorar, y aún lo hago.

¿Llorabas por mi culpa? -Se señala a sí mismo- Yo ... Lo siento -Te abraza- Sigo sin entender pero... Perdón. No sabía cómo llegar a tí y por eso tarde un poco.

No importa, lo importante es que estás aquí -Lo abrazas-

Pero podrías por favor explicarme bien éso de... Bueno, es imposible que me recuerdes. Yo te recuerdo a ti porque...... -Muerde su labio y te mira- Porque no soy del todo... Una persona, soy más un espíritu. Por eso te recuerdo tan claramente.

Lo sé. Que te haya ido a ver y nunca hubieses cambiado es más que claro que no eras una persona.

¿Ya lo sabías?

Desde el inicio... Siendo honesta yo no comprendo muy bien todo. Pero desde niña tengo recuerdos repitiendose una y otra vez en mi mente, soy yo en cada recuerdo, pero son situaciones diferentes, el día, el momento, todo es lo mismo. Era muy confuso cuando era más pequeña. Pero a medida que crecí más recuerdos aparecieron y comprendí todo.

¿Tienes los recuerdos de tus vidas pasadas?

No sólo éso... Te recuerdo... Nos recuerdo de nuestra primera vida -Sonríes- La primera vez se sintió... Tan terrible, tener que seguir experimentando el dolor de perderte, no poder estar juntos. Pero cuando te volví a ver, me alegre tanto, creí que realmente podríamos estar juntos en esa vida... Pero tú no me recordabas. Supongo que fue el karma ya que yo te olvide primero a tí -Ríes-

Siempre, siempre supiste todo y por eso fuiste cada vez a ese mismo lugar, ¿Por mí?

... Si. Pero... Los recuerdos pesaban, sólo verte ese día me dolía, que no supieras nada y tuviese que actuar como si tampoco me hubieses visto, también era agobiante.

Esa conversación del tiempo, hablabas de ésto...

Si.

Yeon Ji -Te toma de las manos- Perdón por hacerte esperar tanto. Ya no más vernos una vez por vida. Prometo que estaré ahí para tí. No más secretos.

Me alegra tanto esto -Pasas tus dedos suavemente por su mentón- Jin.

Sentí un salto en el pecho y una punzada de emoción al escucharla llamarme así. Sólo era algo que ella podía hacer por lo visto.

Se acercó a mi con la intención de darme un beso pero entre en pánico. No tenía recuerdos de vida, solo había estado pendiente de mis supuestos deberes de guía, lo único a lo que prestaba atención fuera de eso era a Yeon Ji, pero jamás me había planteado la idea de besarla, en primer lugar jamás creí llegar tan lejos.

Espera, espera -La detienes- Esto va a sonar estúpido considerando la cantidad de años que tengo en el mundo...... Yo no sé besar -Sus mejillas se enrojecen-

Awww -Ries y le aprietas las mejillas- Sigues siendo tan tierno. No podrías ser más perfecto -Te sientas en su pierna haciendo que se pusiera nervioso - Tranquilo que no muerdo -Ries y acercas a su rostro - Tú sólo sígueme -Posaste suavemente tus labios en los labios contrarios, sin profundizar mucho el beso para no hacerlo sentir incómodo, y luego le regalaste otro beso en su mejilla, seguido de otro cerca de la comisura de sus labios- Te extrañé mucho Jin.

... -Sonríe amplio y vuelve a besarte- Y yo a tí Yeoni.

Ese pequeño beso que me regaló Yeon Ji fue más que suficiente para recordar mi vida. Supongo que a eso se refería mi superior cuando me dijo que recordaría todo por mi cuenta.

Por fin estaba otra vez con mi Yeoni, está vez nada nos separaría. Estaríamos juntos siempre, lejos de todos los problemas que tuvimos que enfrentar en nuestra primera vida.

Me sentía libre de cualquier atadura, podría por fin cumplir la promesa que le había hecho cuando niños, por fin.

Continuará