🦋Reencarnaciones🦋
113 años.
113 años exactamente pasaron. Otro día lluvioso, mismo invierno, mismo día, misma alma. Está frente a mi nuevamente, rondaba entre los 24, 25 años nuevamente. Exactamente la misma situación. Bajo la lluvia ambos mirándonos fijamente, era la tercera reencarnación de su alma. Allí estaba ella, era diferente a su reencarnación anterior, pero esos detalles tan sutiles, me hacían verla igual. Sentí que esos 113 años valieron la pena.
Buenas tardes-Hace reverencia-
Buenas tardes -Se acerca con un paraguas- Se resfriara si sigue bajo la lluvia de esta forma... Es un traje muy bonito, lástima que esté empapado.
No se preocupe, no enfermaré -Sonrie- Y respecto al traje, tengo varios parecidos, no hay problema... Yo... Siento que nos conocemos desde antes.
... -Se quita los mechones de cabello que tapaban su visión- No estoy segura... Pero si me pareces conocido... ¿Cómo te llamas?
Kim Seokjin ¿Tú cómo te llamas?
Kang Yeon Ji.
Así que ahora eres Kang -Susurra-
¿Disculpa?
No es nada. Me parece un nombre muy bonito. Lo recuerdo de algún lugar -No puedo simplemente decirle que la había visto en su vida pasada-
Es interesante. Hay una historia tras mi nombre-
Disculpa que te interrumpa, pero podemos dar un paseo mientras hablamos.
Pero está empapado, ¿Y si enferma?...
Eso no importa, estoy bien, se lo aseguro.
... Bueno, está bien -Comienza a caminar-
Permíteme -Tomó el paraguas y acercó a tí para que no te mojaras con la lluvia - Disculpe la cercanía.
No te preocupes -Sonríes- Eres muy caballeroso, gracias.
No es nada -Sonríe- Continúa con tu historia sí no es molestia.
Bueno... Mi nombre tiene una extraña conexión con el pasado. Es la promesa de encontrarnos en la próxima vida.
¿Encontrarnos?
No, es decir, no nosotros -Ríes- Discúlpame. Sólo repito las palabras que la adivina le dijo a mis padres. Ni yo misma estoy segura que significa eso... Pero por alguna razón se siente algo... Triste. Siempre he pensado que mi nombre es bonito, pero cuando pienso en el porque debo tenerlo no puedo evitar sentir soledad y anhelo. Es algo extraño. No creo que alguien lo entienda-
Un anhelo de algo que ni tú mismo estás seguro. Algo que desconoces, un recuerdo perdido, la esperanza de encontrarlo. Lo entiendo. Me pasa lo mismo. Con ciertos días.
Los lluviosos -Dicen al unísono-
Whao siento que encontré a mi alma gemela -Sonríes impactada- ¿Es posible ésto?
En el mundo hay muchas cosas que no alcanzamos a comprender. Cosas inexplicables. El destino mismo es algo que no se puede explicar.
¿Crees en el destino?
La verdad no estoy seguro. No puedo decir que si, pero tampoco que no. Muchas personas creen en el, una creencia colectiva puede hacer que lo deseado se vuelva realidad ya que todo converge en un mismo sentido de pensamiento y querer. Pero los resultados que genera pueden no ser los esperados... ¿Tú qué crees?
... La verdad no soy muy inteligente -Ríes- No tengo pensamientos tan profundo como lo que me dices, pero si creo en el destino. Nuestro encuentro puede ser parte del mismo, todo lo que hacemos puede ser parte de él. Juega con nosotros a su placer, y nosotros le obedecemos sin darnos cuenta.
¿Nuestro encuentro?... -Sonríe- Bueno, tal vez sea cierto... Sí te consiguieras con una misma persona en años distintos, pero en una misma situación ¿Pensarías que fue el destino?
Whao eso sería increíble. Por supuesto que creería que son cosas del destino. A ver ¿Por qué en primer lugar te encontrarías con la misma personas dos veces en una misma situación? Buenos a menos que sea algo ya planeado por ambas partes es distinto, ¿Pero sino? Hay algo más allá de lo que la vista puede ver. Algo que quiero decirse pero no se puede poner en palabras. No lo sé. Me parece interesante eso que dices.
Pero... ¿Sí una de las partes no recuerda el primer encuentro?
Bueno... Es más difícil... Entonces, no lo sé. Puede que dependa de la persona que recuerda, o puede que simplemente es coincidencia y no destino-Se encoge de hombros - También sucede que muchas veces tendemos a asociar esas cosas al destino cuando pueden ser simple coincidencia o casualidad. Cosas que sólo pasan una vez en la vida.
Si... Tienes razón.
La charla fue bastante entretenida. La dejé en la estación de bus y luego cada uno tomo si camino. Parecía quererme decir algo, pero en ese momento llegó el bus y sólo se despidió.
El tema del destino si es bastante complejo, y depende de cada persona si creer en el o no. Este encuentro lo tome como una casualidad; no era para darle tantas vueltas al asunto.
Y así pasaron los años nuevamente, ahora el anhelo era mayor, la ansiedad y necesidad de ver a alguien cuando llovía se habían hecho más fuertes. Ahora sin darme cuenta me encontraba esperando volver a encontrarme con esa alma
El destino si existe.
Me repetía a mi mismo una y otra vez, está vez mi corazón latía como loco, descontrolado, me encontraba ahora más ansioso. Estaba nuevamente frente a mí, su cuarta reencarnación. Mismos 113 años, misma fecha, misma temporada, mismo día, misma hora. No podían ser simples coincidencias, ya no quería creer eso, quería creer que realmente era el destino. Creer que había una razón para unirnos este día, una razón por la que un humano vivo pudiera verme, una razón por la que estuviera desarrollando sentimientos por un humano.
Está vez me acerque a ella, la situación era más complicada. Parecía triste, empapada de pies a cabeza, temblaba de frío. Le ofrecí mi paraguas pero no hubo respuesta alguna. Sé que ella no me recuerda, sólo soy yo quien recuerda cada una de sus reencarnaciones, pero me tomé el atrevimiento de taparla con mi saco y llevarla a un lugar más cálido.
Ahora estábamos sentados frente a una cafetería. Ella tomaba un poco de chocolate, yo solo jugaba con mi lata de jugo-Podia comer alimentos, pero no nos los necesitaba en realidad, menos el dinero, pero aún así teníamos un pago mínimo mensual del mismo. Era un poco extraño- Cuando me dispuse a abrir mi lata me corté un poco por la impresión de oírla decir -Gracias-No había dicho palabra alguna en un tiempo aproximado de una hora, y venir a decir algo de pronto, me asustó un poco lo admito.
Oye estás bien -Lo tomas de la mano-Perdón por asustarte.
Estoy bien, no te preocupes... Tú... ¿Estás bien?
... Bueno... Supongo que no, pero me has aliviado un poco el día con este gesto tan amable. Gracias.
No es nada -Sonrie- puedo saber ¿Que te molestaba?
... Es que -Sueltas un suspiro pesado- El tiempo parece correr tan lento a veces, y otras tan rápido. Quisiera detenerlo, hay cosas que quisiera no acabarán nunca.
No supe que responder. Nunca había pensado en querer detener el tiempo ya que yo no envejezco. Lo más que he deseado es que pasen rápido los años para volver a verla... Pero si... Sería interesante poder detener el tiempo y que estos encuentros durarán siempre. Poder estar así junto a ella, solo hablando, me basta.
Los recuerdos a veces se vuelven pesados, duelen. Pero olvidarlos no es una opción, sería aún peor.
¿Dé que hablas? ¿Hay algo que recuerdes con molestia?
Al contrario, son tan bellos, tan cálidos... Por eso se vuelven pesados, el anhelo de volver a vivirlos. De detener el tiempo y que nunca acaben... -Se pone de pie- Muchas gracias por charlar conmigo, por el chocolate y por el saco. Lo lavaré y regresaré como nuevo. ¿Me podría dar su número?
Maldición, está era la oportunidad perfecta para poder verla aún más que este día, pero no tenía un teléfono, jamás había pensado en tener uno, no tenía la necesidad...
No te preocupes, puedes quedartelo -Se pone de pie- Me alegra haberte animado un poco.
... Ok, entonces adiós. Lo guardaré como un buen recuerdo -Se da vuelta y susurra- Adiós Seokjin.
Ese día me lamenté de muchas cosas. No tener un teléfono era lo principal.
Durante los próximos años fuí comprando teléfonos de acuerdo a la época avanzaba. La tecnología era una cosa increíble. Me daba hasta miedo llegar a pensar que incluso a los guías de almas nos iban a reemplazar por inteligencia artificial -Cosa que era imposible a mi parecer, pero el miedo estaba ahí-
Ahora cada que caminaba en las calles y miraba a las personas en las cafeterías, los días lluviosos, las paradas del bus, todas esas cosas me recordaba a ella. Quería verla, no sólo un día, no sólo por un momento, quería conocerla aún más, dejar que ella me conociera a mi, conociera quien soy. Extrañé ver su sonrisa en esta ocasión. Tenía razón, los más bellos recuerdos son los que más duelen con el pasó del tiempo.
Comenzaba a entender el querer detener el tiempo, adelantarlo o atrasarlo. Necesitaba verla, necesitaba a Yeon Ji.
Continuará
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro