Kaito Kuroba había organizado una fiesta de Halloween. Algo que en cierta parte alegraba a Shinichi ya que su novio estaba feliz organizando aquellos.

Habían organizados sus disfraces, Kaito y Shinichi vestían de vampiros, y colocan do los adornos, la hora de inicio de la celebración iba a ser a las 12 de la noche, ¿Pero quién pensaría que aquello iba a ocurrir? Las puertas estaba abiertas para que la gente pasara, claro cada quien traía un disfraz ya puesto, pero no se habían dado cuenta que algunos no eran disfraces, si no eran monstruos de verdad.

Kaito organizó un Show de magia ante todos los invitados, sus amigos y compañeros de clase estaban presentes, Shinichi sonrió al ver a su novio tan feliz, aunque también quería que el joven mago le prestará atención, algo que no estaba haciendo, suspiro pesadamente.

—Kaito...

Susurro el detective con tristeza.

—¿Pasa algo?—. Cuestionó el mago quien había aparecido detrás de él.

Lo abrazo por la.espalda y depósito un suave beso en el cuello, Shinichi soltó una leve risa y se giró para besar los labios del mago.

—¿Detective, me permitiría esta pieza?—. Pregunto, mientras una música comenzó a sonar de manera inmediata, y comenzaron a bailar juntos, Shinichi entrelazó sus manos con el cuello de Kaito y el mago coloco sus manos en la cintura del detective. Sonrió y se besaron, sus labios, sus alientos chocaban, parecía tan romántico para ambos.

De pronto un aullido llamo su atención y la música cesó, ambos miraron que todos se habían detenido, un sonido de copas se escucho.

—Gracias por la gran fiesta—. Se escucho una voz masculina con un tono burlón.

Kaito y Shinichi se acercaron rápidamente al origen de la voz para ver a una persona sentada en una silla la cual parecía un trono, con una copa en sus manos con un líquido rojo.

Dicha persona vestía de un traje negro con una capa color roja, de su cabeza sobresalían dos cuernos negros, su cabello era color blanco y sus ojos violetas. Tenía pies cruzados mientras miraba a todos con superioridad.

—¿Quien eres?—. Cuestionó Kaito.

—¿Yo?. ¿Acaso los mortales no organizan fiestas para mí cumpleaños?—. Pregunto con inocencia. —Soy Hades el rey del inframundo—. Respondió con una sonrisa dándole un pequeño sorbo a su vino.

—¿Hades?—. Cuestionó incrédulo el detective.

Kaito claramente no sabía si creer o no, pero Shinichi quien era más incrédulo que nadie le era imposible creerle a esa persona, claro tenía cuernos pero podían ser falsos, él solo creía en la lógica no podía creer en mitos y leyendas.

Respiró profundamente Kaito y agarró el brazo de Shinichi, diciendo que no dijera nada, así que el detective solo guardó silencio tragándose lo que quería decirle a aquel farsante.

—Si, Hades y su fiesta me ha interesado, Kuroba y Kudo—. Mencionó aquel ser que hacía llamarse Hades. —¿No me creen? —. Al decir esto una sonrisa siniestra se hizo presente en su rostro, a la vez que se ponía de pie de su trono.

Murmuró unas palabras que para ellos eran intendibles, es más no podían asegurar que fuese un idioma conocido, quizá ese hombre solo inventaba palabras a su gusto para engañarlos y no creían en trucos baratos, después de todo Kaito era mago y se daría cuenta si era un truco.

Esas palabras envolvieron al dichoso Hades en humo negro, que no dejaba ver dónde estaba antes, la niebla se disipó y él tenía un báculo con una calavera color negro, tomo el bastón entre sus manos a la vez que con delicadeza daba dos toques en el piso, en ese momento la habitación cambio de colores;

El piso se volvió negro, las paredes naranjas y el techo color morado, los muebles tomaron una forma extraña como si tuvieran vida propia y la luz era de color rojo, las velas tenían ojos y algunas solo bocas con lenguas largas como el filo de una espada.

Shinichi quedó sorprendido, no podía creer quizá él solo era un ilusionista o de verdad era un demonio, tragó saliva y miró a Kaito pidiéndole con la mirada que le dijera que todo lo que veían era una mentira.

—Shinichi... Lo que ves es real—. Susurro Kaito.

—¿¡Ven!?.

Exclamó Hades emocionado como cual niño. La pareja estaba sorprendida pero decidieron ignorarlo, mientras que algunos invitados humanos estaban aterrados, otras comenzaban a gritar.

—Elegí está fiesta entre todas las del mundo por ustedes—. Dijo Hades con una sonrisa acercandose a la pareja.

—¿Porqué...?—. Cuestionó Shinichi.

—Mmm.— Hades fingió pensar a la vez hizo el gesto como que se le ocurrió una idea. —Porque su amor es verdadero y también prohibido—. Sonrió al decir aquello.

Era cierto ambos se amaban, pero no debían estar juntos uno era detective y él otro un ladrón. Sin embargo se amaban demasiado.

—Así que con esta fiesta por mi cumpleaños os regalaré algo—. Diciendo esto estiró su báculo hacia ambos. —Nadie se interpondrá en su relación, nadie los podrá separar, no si quiera yo, que tengo el poder del inframundo, sobre la vida y la muerte, si uno ha de morir ambos juntos estarán—. Susurro Hades.

Shinichi miró a Kaito, el mago solo le sonrió al detective, sabiendo que esté aún seguía sin creerle al joven.

—Si dice la verdad, lo sabremos más adelante ¿No?—. Dijo Kaito con aquella tono tan alegre.

—Si—. Susurro Shinichi con un sonrojo

-----------------------
Notas de la autora: ¡Feliz Halloween!

No soy de las personas que festejan dicha tradición, de hecho nunca lo hemos hecho -.-' pero hice este especial para vosotros.

Espero y les haya gustado, prontamente haré un libro de "calaveritas" donde vosotros podéis enviar calaveritas para que yo las publique en dicho libro.
Si quieren enviarlas, las instrucciones estarán en dicho libro para que lo lean :D