Capitulo 12
Ya adentro del pasadizo, ellos caminaron mientras observaban a su alrededor un montón de polvo y telarañas
Camilo- esto ya me da miedo- exclamo mientras tomaba la mano de Mirabel
Mirabel- no es para tanto
Camilo- ¿Qué tal si nos aparece una rata gigante?
Mirabel- regálame un poco de tu imaginación
Camilo- no es chiste, puede ocurrir
Mirabel- solo debe haber ratas, sería raro encontrarnos otra cosa
Camilo- pues por las telarañas, también hay arañas
Mirabel- ¿te siguen dando miedo?
Camilo- siempre, no importa que pase, las arañas son mi pesadilla
Mirabel- ¿no estás un poco mayorcito como para tenerle miedo a un bichito inofensivo?
Camilo- a ti nunca te pico una araña
Mirabel- esa araña te pico cuando tenías 5 años, ¿y aun lo recuerdas?
Camilo- trauma de por vida
Mirabel- ni te hizo una herida
Camilo- igual, dolió mucho, pensé que no sobrevivía
Mirabel- súper dramático como siempre
Camilo- no puedo creer que estemos aquí, solo porque perseguimos unas ratas con una caja de fósforos
Mirabel- no sé tú, pero para mí, no es normal ver una rata con fósforos
Camilo- talvez evolucionaron, y para no estar en oscuras prenden fósforos
Mirabel- ¿Qué cosas dices?
Camilo- pues mira este lugar, es súper oscuro
Mirabel- tus ocurrencias son únicas.
Ambos continuaron caminando un buen rato más, hasta que llegaron a una especie de puerta
Camilo- ¿desde cuando tenemos una puerta detrás de las paredes?
Mirabel- ¿no te parece muy extraño?
Camilo- mejor ni entremos, por ahí hay una especie de monstruo o algo
Mirabel- hay que averiguar lo que hay detrás de aquella puerta
Camilo- no cuentes conmigo, no quiero ser devorado por una rata gigante
Mirabel- esas cosas no existen
Camilo- supuestamente la magia no es real, pero mira, tenemos dones
Mirabel- ¿tenemos?
Camilo- sin contarte claro, pero ese no es el punto, a lo que me refiero es que todo es posible, así que no me sorprendería ver un monstruo detrás de esa puerta
Mirabel- bueno, lo averiguaremos, así que abre el cerrojo
Camilo- ¿estas loca?, hazlo tu
Mirabel- si lo hago yo, significa que eres una gallina
Camilo- no me digas gallina que no lo soy
Mirabel- entonces abre el cerrojo
Camilo- bien- exclamo mientras comenzaba a abrir el cerrojo.
Una vez que la puerta se abrió, no se lograba ver nada a través de esta, todo estaba muy oscuro como para distinguir algo, Camilo acerco su mano a través de la puerta para ver si había algo, y en ese momento sintió como una mano agarraba su brazo.
En ese momento soltó un fuerte grito.
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