Leer capítulo escuchando esta canción. La idea surgió al escuchar este tema.

Aunque no es cierto que Fabiola esté engañando a su maltratador marido, pues aunque están separados, todavía no están divorciados y no tiene nada con Mitchell, a la prensa, a ese tipo de prensa le da igual. Lo importante es lo que parece con esas fotos.

Además de esa forma se vengan de los ataques de la rubia contra ellos, ya que a sabiendas que la hermana de Diana dice la verdad al recriminarles sus mentiras sobre las celebridades y otras personas, no están dispuestos a reconocerlo de forma pública.

Les pagan por contar mentiras de la gente y además con la audiencia de esos programas ganan aún más dinero y disponen de más minutos en pantalla.

La verdad les da igual.

Algunos de ellos estudiaron Periodismo con la intención de ganar dinero después diciendo lo que les diera la gana de las personas. Como son periodistas pueden decir lo que les apetezca de todo el mundo.

¿Qué alguien les reprocha sus mentiras?

Sacan el argumento de la Libertad de Prensa y Expresión y con eso justifican todo lo que hacen.

Otros estudiaron Periodismo con la intención de hacer una labor social e informar a la gente. O eso decían. Por el camino se dejaron corromper al darse cuenta que contar mentiras era mucho más lucrativo que la verdad.

La verdad está sobrevalorada en el mundo. Todo el mundo miente en algún momento de su vida.

Lejos de allí, Jesús ve la "noticia" por televisión y después de la rabia y el odio por ver a su todavía mujer con el sueco, una sonrisa de triunfo aparece en su rostro.

—Esto es algo que no me esperaba. ¡Qué bueno que esto esté pasando! Me voy a aprovechar de la situación en mi propio beneficio para seguir destrozando a Fabiola y de paso crear una imagen negativa de ese cantantuncho. Sé exactamente lo que tengo que hacer. Solo tengo que esperar unos días. —asegura el individuo maquinando un nuevo plan en su cabeza.

Cuando Diana y su sobrino ven la "exclusiva periodistica" por televisión enfurecen. Pero no por lo que se dice, que es falso, sino por la forma en la que se cuenta y la sensación que crean en la gente que ve ese programa.

—Tu madre no es lo que ellos dicen, sobrino. Entre ellos no hay ningún romance, ya no.
—dice la letrada al hijo de la rubia.

En cuanto pronuncia las dos últimas palabras, la abogada se da cuenta que ha metido la pata. Su sobrino debe saber la verdad y Mitchell también pero no así, no de esa forma.

Diana confía que el muchacho no haya escuchado esas palabras. Es un joven inteligente, demasiado inteligente y podría hacer preguntas.

—Lo sé tía. Ya sé como son esa clase de periodistas. Mamá siempre ha luchado contra ellos ¡Y ahora se están vengando los desgraciados! Tengo ganas de darle unas cuantas cachetadas muy fuertes. —se sincera el joven furioso.

A pesar que el muchacho es una persona pacífica, afable, amable y simpática, cuando atacan a su madre o a su tía, sobre todo a su madre, las defiende con la fiereza de un león.

Las antiguas amigas de Fabiola también han visto lo que dicen de Mitchell y Fabiola y parecen disfrutar de ello. Aunque Margot está molesta, porque sabe que entre ambos aún hay algo por la manera en la que se miran, le complace escuchar lo que se dice en televisión de ambos, en especial de Fabiola, a la que detesta.

Aunque jamás lo ha admitido ante nadie y se niega a asumirlo ante ella misma, siempre ha sentido una profunda envidia de la periodista, en especial desde que el rockero puso sus ojos sobre la hermana de Diana ignorándola a ella ;La maravillosa, bellísima, espectacular y divina Margot.
Aunque esas definiciones responden más a lo que ella cree de si misma que a la realidad.

Desde que le vio en la playa y a pesar de su actitud despectiva hacia él, la dama de Alta Sociedad se sintió atraída por el músico. No pudo soportar que él la ignorara y se fijase en la mujer a la que envidiaba. En la pobretona del grupo con la que todas ellas habían sido generosas al aceptarla como "amiga".  Aunque lo hicieron más para burlarse y aprovecharse de la ingenuidad y bondad de la joven, que por un sentimiento auténtico de amistad. La chica era tan tonta que de verdad creía que aquellas muchachas eran sus amigas.

Cuando todas se reunían y ella no estaba presente se burlaban de Fabiola y de lo crédula que era. Se burlaban de su aspecto, de su ropa y su condición social a pesar que gracias a su trabajo y esfuerzo había logrado mejorar su vida y la de su hermana. Hermana que, por otra parte, a pesar de ser menor que la rubia "las caló" casi desde el primer día.

Y por supuesto el músico de rock también. Él necesitó poco para darse cuenta de como eran en verdad esas hipócritas personas que se hacían pasar por amigas de Fabiola. En especial Margot, que siempre ha sido la peor de todas.

Y eso la joven millonaria no lo podía soportar. No porque estuviera enamorada del cantante, ni mucho menos. Le atraía mucho como hombre y quería seducirle, hacerle perder la cabeza por ella para luego presumir de haber conquistado a una estrella de la música.

Mitchell no se dejó engañar por esa mujer y Margot nunca pudo conseguir lo que se proponía con él.

—¡Pobre mujer! Esos periodistas son malvados. No hacen más que mentir sobre ella. —dice su marido cuando llega a casa y sorprende a Margot viendo el programa donde hablan de Fabiola.

—Solo dicen la verdad. —responde su mujer con una sonrisa de satisfacción en su cara.

—¿No decías que ese hombre nunca había tenido nada con ella, que era un invento de Fabiola? ¿Ahora resulta que es verdad que engaña a su marido con ese cantante? —le dice su esposo bastante molesto con la actitud de la mujer con la que se casó hace tanto tiempo. —Más vale que te aclares porque si vas a mentir no puedes decir una cosa y la contraria pretendiendo que ambas sean verdad solo porque a ti te conviene. En vez de estar viendo esa clase de programas que solo cuentan mentiras haz algo de provecho. —le aconseja su marido alejándose de allí.

Margot calla pues sabe que su cónyuge tiene razón en toda y cada una de sus palabras aunque eso la moleste.

En el hotel en el que Mark y Michael se hospedan el cubano enseña algo a su representado. El músico al ver y escuchar lo que el joven le muestra siente que vas a explotar de rabia.

—¿Pero cómo se atreven a decir algo semejante? ¡Es mentira! ¡Esta gente no tiene vergüenza! En todos lados es igual. —dice el sueco muy molesto.

—Sé que te molesta que digan estas mentiras de ti, y que te relacionen con una mujer casada. Esto puede perjudicar tu imagen como artista. —comenta su agente cerrando la ventana de la tablet para no seguir viendo y escuchando lo que se dice de ambos.

—La imagen que estén ofreciendo de mi me da igual. No soy perfecto y puedo cometer errores como todo ser humano. La gente me sigue y me escucha por mis canciones, no por mi vida personal. No es eso lo que me irrita. —le explica el hombre maduro de cabello rojizo.

—¿Qué es lo que te molesta? —pregunta el cubano.

—La mentira que cuentan de Fabiola. Ella no es nada de lo que están diciendo. Entre nosotros no hay absolutamente nada, pero porque ella me odia y me rehuye. A mi no me importaría lo que dijeran de mi si ella...Pero no hay ningún romance entre nosotros. No es infiel al individuo ese con el que se casó, aunque espero que se separen lo más pronto posible porque es un indeseable que no deseo encontrarme por la calle. —se sincera el europeo evidentemente molesto.

Fabiola är värd mer än alla dessa människor tillsammans!"

—¿Cómo dices? —inquiere su mánager.

—Perdona, me puse a hablar en mi idioma sin darme cuenta. Estaba diciendo que Fabiola vale más que todas esas personas juntas. Todo esto es culpa mía. Sigo haciéndole daño sin querer. Esto no hubiera pasado si yo no la hubiera seguido.  Necesito hablar con ella, decirle que si quiere que salga a desmentir esa falsedad solo tiene que pedírmelo. Y luego...alejarme de ella..para siempre. Creo que es lo mejor. —se lamenta el músico.