𝔽𝕚𝕖𝕤𝕥𝕒
Tal y como Ballister había mencionado, el gran salón de la academia estaba viendo su gloria, y también se podría decir que hace no mucho fue reparado el agujero en forma de ballena, la pelirosa sonrió recordando aquel día. Pero pronto volvió a la realidad, los doce caballeros elegidos estaban sentados en una mesa llena de alimentos que se veían deliciosos. Los primeros tres lugares se sentaron junto a Sir. Ballister y Su Majestad Ambrosio.
Para Nimona era una cena más, ya había superado el miedo de los mil tenedores, sentarse derecha y comer más despacio, pero se sintió bien al ayudar a Iris, quien no conocía el uso de todos los cubiertos.
- Tienen que venir a la fiesta, -susurró Troy a las chicas, que lo escuchaban sin perder detalle- es para celebrar que fuimos aceptados.
- ¡Claro será genial! -la ojiverde exclamó en voz alta para luego volver a los susurros- ¿Vendrás, Nimona?
- Tengo que preguntarle...- -La interrumpió el castaño.
- No debes preguntar, -rodó los ojos- todos se escaparán de casa esta noche.
- Vamos, Nim... -susurró la morena intentando convencerla.
- Está bien, -respondió segura- Sí.
- No, -respondió Ballister mientras los tres iban camino al castillo- mañana tienes práctica a primera hora.
- Por favor, -suplicó la pelirosa- todos van a escaparse para ir, yo solo quería hacer las cosas bien.
- Nimona tiene un punto, -apoyó el rubio quitándose la capa- tal vez si no vienes tan tarde a palacio...
- ¿Sí...? -la ahora nutria hizo una expresión adorable, cosa que el pelinegro no pudo ignorar.
- ¡Está bien! -elevo las palmas en rendición- pero tienes que volver antes de las once, no bromeo al decir que tienes entrenamiento.
- ¡Lo prometo! -gritó emocionada dándoles un abrazo- gracias... a los dos.
Al llegar, la chica fue corriendo a su habitación para cambiarse a algo más cómodo, una vez lista fue a la habitación de sus padres para avisar que se iba, Ambrosio abrió la puerta ya en pijama.
- Venía para decirles que ya me voy. -la emoción se le notaba a la pequeña.
- Ten cuidado, -el rubio mantenía un brazo apoyado en la pared- envíanos un mensaje cuando regreses, -ella asintió antes de alejarse- te queremos.
- ¡Yo a ustedes! -comenzó a correr con una sonrisa- nos vemos.
Una vez la pelirosa estaba lejos, Ambriosio cerró la puerta para ver al pelinegro sonrojado, al que escondió para que Nimona no lo viera en ese estado. Desnudo y temblando.
- ¿En que estábamos, Cariño?
Lejos de allí, Nimona encontró a Iris en el camino, juntas fueron al lugar de la fiesta que era en casa de Troy, el anfitrión recibía a sus ahora colegas en la entrada, al entrar había música algo alta, lo que no esperaba ver, fue una mesa llena de diferentes tipos de alcohol.
Algo iba a salir mal.
Se les quiere <3
La historia con Peacemaker ya está en mi perfil, por si quieren pasar a verla.
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