La suave luz de sol acariciaba aquella torre en la que Ballister se ocultó junto a la niña pelirroja, al acomodar las fichas de juego, armas y el dibujo que Ambrosio le dió. El caballero respiró profundo al recordar a la pequeña, podrían haber pasado pocos días pero aún si le tomó muchísimo cariño.

Luego de colgar el último dibujo en la pared, suspiró con un pizca de pesar, sin embargo alguien llamaba a la puerta, recordó el día que Nimona. Sintiendo su corazón desbordante de emoción corrió a la entrada esperando ver ahí a la pequeña. Y, aunque no estuviera en la puerta, podía asegurar que sentía su presencia.

- ¡Hola jefe! -ese suave susurró lleno de vida al caballero Boldheart.

- ¡NO TE PA-!

- Lo sé, lo sé... -interrumpió ella, acercándose para abrazarlo- ¿Tardé mucho?

Sin responder, Ballister respondió al abrazo, esos meses creyendo que la niña había muerto fueron duros, se negaba en ser director de la academia por la pérdida de la pequeña, ahora estaba más que feliz de tenerla de vuelta.

- Estas de vuelta... -acarició los cabellos rosados con ternura- no sabes cuánto pensé que... no volverías.

- ¿Me extrañaste? -el asombro en la voz de Nimona era auténtico, la única otra vez que tuvo la misma sensación fue cuando Ballister la arropó.

- ¡Por supuesto que te extrañé! -exclamó acariciando sus mejillas- no sabes cuanto tiempo estuvimos buscándote.

Sin perder más tiempo, tomó la mano de la pequeña para buscar el auto de Ambrosio, quien se quedó afuera dándole tiempo a su pareja, no había pasado mucho desde que la directora había disparado a la chica, su amado Ballister había estado algo distante. Con todos los problemas de recibir la corona, elegir a un nuevo director y su aún fallida propuesta de matrimonio. No había tenido tiempo libre para poder salir con él hasta esa tarde, lo esperaba mientras contemplaba el anillo que le daría a su amado pelinegro.

- ¡Ambrosio!

El llamado de su pareja lo puso extremadamente nervioso, tanto que de sus dedos se resbaló el anillo de obsidiana que llevaba con el todos los días en busca del momento perfecto. Atrapó el escurridizo anillo para guardarlo en su bolsillo, se levantó fingiendo que no pasó nada.

- ¿Némesis? -el rubio sonrió al ser llamado así- Di-Digo, nuevo jefazo.

- ¡Nimona! -Goldenloin abrazó a la chica siendo seguida por Bal, quien soltó un par de lágrimas- no sabes cuánto me alegra verte, quería pedirte una disculpa por todo lo que pasó, lo de la directora... -

- Ey, ey, ey jefazo, no digas eso, -se soltó para tomar la forma de un gorila, levantando a ambos- ya estoy aquí, y no tengo planes de irme otra vez.

Hola, vengo con una nueva historia, *le apuntan con un arma* ya sé que voy algo atrasada con otras cof cof The last of us cof cof, pero es que esta película me conmovió y encantó muchísimo, lo que me ha llevado a decidir hacer una historia, no soy dueña de ninguno de los personajes, exceptuando a alguno que agregue en el futuro.

Este punto de partida es justo en donde termina la película.

Se les quiere <3