
Capitulo 1
-Reiko -Escucho una voz pronunciado su nombre. Al girar, vio una silueta negra y un poco borrosa -. Vamos Reiko, sigueme.
-¿Que te siga? -Pregunto la chica confundida -. No entiendo nada, ¿quién eres?
-Eso no importa -Respondió tomando la mano de la chica.
-¿Qué haces? -Pregunto con enojo -. Yo no iré a ningún lado con alguien que no conozco.
Reiko quedó en silencio al sentir ese tacto tan familiar. Estaba segura que lo había sentido en alguien más, pero no sabía de donde o de quien. Rápidamente se soltó del agarre y retrocedió unos pasos.
-Dime, ¿quién eres?
-Alguien cercano a ti -Aquella sombra se fue alejando lentamente
-Espera, ¿a dónde vas? -Reiko corrió detrás de la sombra, más fue en vano, pues había desaparecido.
-Reiko-san, despierte.
-¡Espera! -Exclamó mientras se sentaba en la cama con rapidez.
Respiraba con pesadez, y todo su cuerpo temblaba. ¿Todo había sido un sueño? No parecía ser así, lo sintió tan pero tan real.
-Reiko-san, ¿esta bien? -Volvió a preguntar una de las sirvientas.
Reiko poco a poco fue tranquilizandose, miro a la muchacha y sonrió.
-Estoy bien, Akiko-san -Respondió la rubia, sonriendo para evitar que su amiga se preocupara más.
-¿Esta segura?
-¡Por supuesto! -Exclamó -. Fue solo un sueño, nada más.
-Bueno, si usted lo dice -Respondió -. Cierto, vine a avisarle que el desayuno estara listo en unos minutos.
-Gracias, no tardo en bajar -Dijo levantándose de la cama.
Akiko asintió y salió de la habitación de la menor. Reiko se acercó a su armario, lo abrió y sacó una blusa de tirantes blanca, un chaleco de mezclilla y un short falda negro, para después colocarlos en su cama. Tomó una toalla y se dirigió al baño, abrió la regadera y una vez que se aseguró de que el agua estaba a la temperatura adecuada, se deshizo de su pijama y se metio a la regadera. Cerró los ojos, el agua corría por todo su cuerpo; no podía dejar de pensar en aquel sueño y en esa voz. Todo eso fue demasiado confuso para ella. Cerró la llave del agua, tomó la toalla y envolvió su cuerpo con esta, para después salir del baño. Se vistió rápidamente, y seco un poco su cabello para después, tomar un cepillo y comenzar a cepillarlo.
Se acercó a su mesa de noche y abrió una cajita, de la cual, sacó una medallita de plata en forma de luna; se la colocó y salió de la habitación.
-Buenos días, padre -Dijo al notar a Karlheinz en la mesa del comedor.
-Buenos días, Reiko -Respondió -. ¿Dormiste bien?
-Si, ¿por qué preguntas? -La pregunta de su padre le extraño un poco.
-Por nada, solo curiosidad.
-Ya veo -Sin decir nada más, tomó asiento en frente del mayor.
El desayuno paso con tranquilidad. La chica no habló en todo el rato, ya que parecía estar en su propio mundo.
-Con permiso -Dijo levantándose de la silla -. Estaré en mi habitación.
Se teletransporte a su habitación, tomó su celular y sus audífonos. Puso algo de música y se acostó en la cama boca arriba, cerrando sus ojos.
-Imaginé felicidad, caminos que, quiero seguir y que al andar me acercan más y más. Una canción, memorias, historias que no conocí, suenan en mi, encontrando mi verdad -Se dejó llevar por aquella canción, y inconscientemente la comenzo a cantar. No sabia por que, pero esa canción de dejaba un sentimiento nostálgico.
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-Reiko, ¿podemos hablar? -
-Claro, ¿qué sucede, padre? -Pregunto sentándose en un sillón que estaba en frente de él.
-Hay algo que debo decirte.
Karlheinz, desde ya hace unas semanas estaba dudando si decirle o no a Reiko sobre sus hermanos.
Al final, decidió contárselo; pues necesitaba mandarla a vivir con ellos, y todo con tal de protegerla.
-Reiko, tu sabes que tuve otras esposas a parte de tu madre, ¿no es así? -Dijo confundiendo un poco a la menor.
-Si, Cordelia y Christa -Estaba confundida, no entendí a donde queria llegar con eso -. Pero, ¿ellas que tiene que ver?
-Seré directo -Reiko lo miro, ¿directo? ¿Qué quería decir con eso? -. Hija, tu tienes hermanos.
-¿H-hermanos? ¿Tengo hermanos? -Pregunto atónita.
-Si, medio hermanos por parte de ellas dos -Respondió el mayor.
-N-no lo puedo creer -Estaba sorprendida.
-Y eso no es todo.
-¿Hay más? -Pregunto.
-Beatrix tuvo dos hijos antes de tenerte a ti.
-¿Tengo dos hermanos biológicos? -Pregunto aún más sorprendida, el mayor asintió -. ¿Por qué no me dijiste todo esto antes, papá?
-Nunca encontré el momento adecuado para hacerlo.
-Y, ¿por qué hasta ahora?
-Por qué quiero que vayas a vivir con ellos.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Es momento de que los conozcas, y convivas con ellos. Además, es la única manera de mantenerte a salvo -Esto último lo susurro.
-Esta bien, no me voy a negar. Tengo curiosidad de saber cómo son -Dijo -. De casualidad, ¿no tendrás una foto de ellos?
-Necesitaría buscarla, ya vengo -Dicho eso, se fue de la Sala.
Reiko subio a su habitación, se sentó en la cama y miro a la nada. Su cabeza era un desastre; miles y miles de pensamientos y preguntas rondaban por su mente.
Unos segundos después, apareció KarlHeinz con un marco de foto en su mano izquierda.
-Aquí tienes -Le extendió la fotografía.
-Gracias -La tomó y la observo por unos segundos -. Padre, ¿me podrías decir sus nombres?
-De acuerdo -Se sentó al lado de su hija, mirando la fotografía -. Él es Shu, el mayor.
-Shu -Repitió la rubia, quería asegurarse de aprenderse el nombre de sus hermanos.
-Luego Reiji, el segundo -Señalo a un chico pelo negro de lentes.
-Reiji -Volvió a repetir ella.
-Ellos dos son hijos de Beatrix, tus hermanos biológicos.
Reiko los miro con más atención. Y noto cuanto pareció había entre ella y ellos; ahora entendía de donde provenía su cabello rubio y sus ojos magenta.
-Los trillizos Laito, Kanato y Ayato -Señalo a tres chicos. Uno castaño, otro pelilila y el último pelirrojo -. Ellos son hijos de Cordelia.
-Laito, Kanato y Ayato -Siguio repitiendo.
-Y Subaru, el último -Señalo a un chico albino -. Hijo de Christa.
-Subaru -Dijo finalmente -. Bien, lo tengo.
Miro nuevamente la fotografía, esta vez, sus ojos se fijaron solamente en Reiji. Había algo en el que se le hacia conocido... Claro, le recordó a aquella misteriosa sombra que había visto en su sueño.
-Papá -Reiko llamó la atención del mayor -. ¿Seria extraño si te dijera que soñe con Reiji?
-¿Cómo que soñaste con él?
-Si, dejame contarte.
Reiko le contó a su padre sobre aquel sueño, y aquella sombra. Si esa sombra era Reiji, todas aquellas palabras tendrían sentido al final.
-Ya veo -Respondió el mayor una vez que la chica termino de contarle aquel sueño.
-¿Qué piensas? ¿Crees que haya sido él?
-Si, es muy probable.
-Pero, ¿por qué? -Pregunto confundida.
-Reiko, él fue el único que te conocio.
-¿Reiji? ¿En serio?
-Si. Reiji es el único de tus hermanos que sabe sobre tu existencia, además, él fue quien te cuido hasta tus ocho meses.
-¿Cómo está eso? -Pregunto -. Papa, explicarte con detalles, por favor.
-Esta bien -Salió de la habitación, y a los segundos entró con otra fotografía en la mano -. Mira, me dijo que te diera esto.
Reiko tomó la foto. Era una foto de ella cuando era bebé, y estaba siendo cargada por Reiji cuando era niño.
-¿Reiji y yo? -Karlheinz asintió. La chica solo sonrió -. Cuentamelo todo, papá.
-De acuerdo.
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-¿Alguien más a notado que Reiji esta muy raro ultimamente? -Preguntó Shu.
-¿Desde cuando te preocupas por Reiji? -Habló Laito con una leve risa.
-No es eso -Le respondió Shu de mala gana.
-Es cierto que Reiji ha estado muy raro, creo que desde el mes pasado -Contestó Subaru.
-No parece ser el mismo de siempre - Dijo ahora Kanato.
-Algo se trae y no nos quiere decir - Dijo Ayato un poco molesto.
-¿Te molesta que Reiji no nos diga nada? -Volvió a preguntar Laito.
-Ore-Sama tiene derecho a saber.
Reiji se encontraba en su cuarto, leyendo, cuando un recuerdo se cruzó por su mente. Era un recuerdo de él y su hermana.
-Reiko -Susurro Reiji para si mismo -¿Que estarás haciendo ahorita? Te extraño
Era extraño que Reiji extrañara a alguien, pero ni el se podía engañar, se encariño mucho con su hermana, la extraña y daría todo por volver a verla.
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-¿Hizo todo eso por mi? -Estaba sorprendida.
Karlheinz asintió.
-Fue muy lindo de su parte, ¿no lo crees?
-Si -Respondió sin tomarle tanta importancia.
-Estoy feliz, al final podré conocerlo -Sonrió -. ¿Cuándo me voy?
-Mañana, así que duermete ya.
-Esta bien.
Karlheinz salió de la habitación. Reiko colocó ambos fotos sobre su mesa de noche, se quito el collar y lo guardo en el cajón de esa misma mesa.
Tomó su pijama, una toalla y su celular. Entró al baño, y reproducio una de sus canciones favoritas. Abrió la llave de la regadera, dejándola correr mientras se deshacía de sus prendas de vestir. Una vez que se quito la ropa, entró a la regadera; enjuago su cabello, y cerro la llave, salió y enrollo la toalla en su cuerpo. Se vistió rápidamente y salió del baño.
Se acercó a su tocador y comenzo a cepillar su cabello. Volvió a su cama y se sentó en esta, viendo su celular mientras la música seguía reproduciéndose.
Mientras tanto en una limusina iban seis chicos y una chica humana. Todo era silencio hasta que el mayor de los hermanos lo rompió.
-Esa persona me contacto en la mañana.
-¿Qué es lo quiere ahora? -Pregunto Subaru, con un tono de molestia.
-Me dijo que mañana iría a la mansión.
-Nada bueno puede venir de eso -Dijo ahora Ayato, totalmente irritado.
-Shu, ¿te dijo para que iría? -Pregunto Reiji, mirando al mayor.
-Solo que llevaría a alguien, más no me dijo quien.
-¿No creen que sea otra novia de sacrificio? -Pregunto Kanato.
-¿Otra? -Cuestionó Laito sonriendo -. Nfu~ sería divertido tener a otra bitch-chan.
-Con chichinashi es suficiente, ¿cierto?
Una vez que su cabello estuvo completamente seco, se hizo una trenza por un lado. Quito la música, se metía a la cama y se cubrió con las sabanas, puso a cargar su celular, y miro las dos fotos nuevamente.
-Mañana los conocere -Susurro para después apagar la lámpara de su mesa. Fue cuestión de segundo para que cayera profundamente dormida.
-Estamos muy cerca de conocernos, Reiko.
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Editado/resubido: 09/julio/2020
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