Capítulo único
Loid Forger corría con su hija en brazos, habían muchos policías siguiéndolos, toda la misión había fallado, lo habían descubierto y ahora su familia se vería afectada; su esposa, su hija, no quería perderlas, no a ellas.
-Papi... Están en la próxima calle, dicen que nos... nos mataran- dijo Anya con miedo, no importaba que descubriera que podía leer su mente, no si podía ayudar.
-Anya...- el rubio estaba sorprendido por lo que dijo su pequeña, habían entrado a un callejón mientras los policías pasaban de ellos.
-Puedo oírlos, lo siento por no decirlo antes- sollozo la niña de 8 años.
-Eres una de los experimentos- dijo Loid más para si mismo. Había leído los documentos sobre experimentos en niños para tener armas obedientes.
-Si... Papi... Tengo miedo- Anya sollozo mientras temblaba.
-Hablaremos de esto después, tenemos que encontrar a Yor- el rubio la cargo nuevamente y salto hacia los tejados.
Cuando llegaron a su hogar, entraron rápidamente bloqueando la puerta y las ventanas.
-Loid-San, Anya- Yor sostenía su brazo derecho vendado por una herida de bala.
-Tranquila, saldremos de aquí... Anya ve a mi habitación y saca lo que hay en el armario- pidió Loid.
-Ok... Ma estará bien?- pregunto la pelirrosa.
-Estare bien- dijo Yor sonriendo para no preocupar a su hija.
Cuando la niña se alejo Yor hablo.
-Loid-San, tenemos que desaparecer- dijo la pelinegra con seriedad.
-Lo se- dijo el rubio.
-Papi, es todo- Anya jalaba una maleta y abrazaba su peluche.
-Anya escuchame bien, estamos en peligro y todos ellos nos mataran si les damos la menor oportunidad- la voz sería del mayor captó la completa atención de las féminas.
Anya abrazo con más fuerza su peluche, no quería que le quitarán a su familia, no quería volver al laboratorio con esos hombres malos.
-Tenemos que desaparecer... Nos ayudarás en esta misión?- pregunto tomando con suavidad los hombros de la pelirosa.
-Si- respondio Anya con decisión.
-Bien, es hora de irnos- al abrir la maleta saco ropa de niño y se la entrego a Anya.
-Ponte esto y cubre tu cabello- la menor tomo la ropa y acomodo su cabello en un gorro para que no se notará.
-Yor usa esto- le entrego un abrigo grande que la cubriría completa, evitando lastimar su herida.
-A donde iremos?- pregunto Anya.
-A un lugar donde no nos puedan encontrar, las protegeré- dijo Loid tratando de calmar a su hija.
Así la familia Forger desapareció sin dejar rastro alguno, todos los que habían trabajado con ellos seguían buscándolos, siempre que encontraban una pista de alguna manera los Forger los mataban sin dejar rastro alguno.
Años después una mujer, ahora pelinegra se graduaba como maestra en una universidad de estados unidos, sus padres la felicitaban y con orgullo la mimaban, habían superado la misma muerte al traicionar a sus naciones, pero habían conseguido tener una familia, una vida tranquila y sin tener que ver siempre sobre su hombro esperando un ataque.
-Los quiero, ma, pa - dijo Anya abrazando a su padres.
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